Sociologo y politólogo.  Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (2003/2022)

Artículos propios. Año 2023


Con párrafos seleccionados, un breve comentario y la referencia web original. El texto completo pinchando en el enlace. Para acceder a los años anteriores en la entrada correspondiente de la Portada y de Publicaciones.

La transformación del papel del trabajo. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (14/03/2023)


Segunda parte de esta reflexión sobre los cambios de la función del empleo y la cultura del trabajo. Destaco varios párrafos:


“Por tanto, existe una mayor diversificación del tiempo de trabajo (formal e informal) en diferentes cómputos, semanal (incluido una fuerte reducción y/o concentración de la jornada laboral), anual y, sobre todo, del conjunto de la vida (entrada más tarde al mercado de trabajo y ampliación de la vida jubilada). El trabajo, aparte de su calidad, afecta de forma desigual en la experiencia vital, relacional, de estatus y de consumo de la población y a su triple componente: positivo (liberador, realizador personal, estatus…), negativo (alienante, explotador, precariedad…) e instrumental (medio de vida necesario, vínculo social…).


Al mismo tiempo, el extraordinario aumento de la productividad actual, la crítica ecologista, la crisis del empleo y el desarrollo del uso del tiempo en otras actividades culturales y de ocio está modificando, a gran escala, esa cultura del trabajo, tanto en las élites como en las generaciones jóvenes y en sectores de la población cuyo vínculo con el trabajo es muy parcial, afecta a una parte de su vida o de su tiempo o es inexistente. El trabajo ya no se valora como la realización de la esencia humana, como en el siglo XIX, sino como un mero instrumento para poder vivir. Por otra parte, otros vínculos sociales y asociativos se han desarrollado como la propia dinámica familiar, nacional o la misma ciudadanía que junto a la nueva cultura del ocio han relativizado el lugar primordial del trabajo y la economía, forjando nuevas identidades sociales…


Las nuevas estrategias gerenciales en las empresas e instituciones económicas y sus políticas de recursos humanos y relaciones laborales apuntan al refuerzo de sus posiciones de dominación sobre la fuerza de trabajo, de control del incremento de su productividad, de subordinación a la estructura jerárquica empresarial y de sustitución del contrato laboral y el derecho del trabajo por el contrato mercantil, supuestamente libre. Y, como complemento del ámbito laboral, la pulsión por el consumo y el ocio mercantilizado, junto con la privatización, mercantilización y segmentación de los servicios públicos que formaban parte del gran contrato social derivado del pacto keynesiano de pleno empleo y Estado de bienestar.


Ante los grandes cambios productivos, socioeconómicos y culturales hay varias posiciones sobre la transformación de la función del empleo en este comienzo de siglo. Por un lado, se da la reacción neoconservadora que pone el acento en el refuerzo de la familia u otras instituciones y del propio Estado, junto a un nuevo autoritarismo. La posición dominante es la preponderancia de las necesidades del ‘mercado’, de mantener la sociedad salarial como base del orden social, pero reforzando las instituciones de control social ante su debilitamiento. En la izquierda la tendencia principal es volver los ojos hacia el empleo como mecanismo de relación social y ciudadanía. Aquí, voy a detenerme en comentar algunas ideas renovadoras dentro de la izquierda que me parecen sugerentes.”


Referencia web:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/transformacion-papel-trabajo-socialismo-liberalismo-laboral/20230314125324209568.html


Una primera versión se edita en Rebelión (14/02/2023)

https://rebelion.org/la-transformacion-del-papel-del-trabajo/

El feminismo goza de buena salud. Antonio Antón, en Público (20/03/2023)


Valoración de la fortaleza del movimiento feminista, con unas bases sociopolíticas y culturales y de experiencia sociohistórica consistentes, frente a las estrategias divisionistas y marginadoras. Selecciono varios párrafos:

 

“Este 8 de marzo, en las principales capitales de España, particularmente en Madrid y Barcelona, se ha demostrado la existencia de un potente, vivo, unitario, plural y masivo movimiento feminista, a pesar de sus fuertes polémicas y algunas dinámicas divisivas minoritarias.


Tras los dos años de impacto de la pandemia y con cierto reajuste de la activación feminista, en este nuevo año de 2023 se ha retomado la intensidad feminista en el doble plano, de cambios normativos e institucionales y de amplia conciencia, firmeza y participación cívica, a pesar del contexto de mantenimiento de actitudes machistas y reaccionarias, significativas pero minoritarias en la sociedad.


El feminismo goza de excelente salud. Más allá de ciertas especulaciones mediáticas y los deseos, abundantemente expresados por sectores conservadores como malos augurios, sobre su debilitamiento y división, el feminismo ha demostrado su fortaleza social y su legitimidad pública. Aparte de los aspectos coyunturales de este 8 de marzo, hay que explicar los fundamentos de esa capacidad expresiva, unitaria y movilizadora de esta ola feminista que dura ya un lustro y aventura su continuidad, y frente al pronóstico por el poder establecido de su agotamiento.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/69836/el-feminismo-goza-de-buena-salud/

Retos para el feminismo. Antonio Antón, en Rebelión (5/06/2023)


Una reflexión crítica, sociohistórica y multidimensional, con ocasión de la presentación del libro “Feminismos. Retos y teorías”, de las polémicas teóricas y la experiencia sociopolítica de la reactivación feminista, con la necesidad de su consolidación y de un impulso reformador. Selecciono varios párrafos:


“Es real la amenaza de la victoria de las derechas en las próximas elecciones generales del 23 de julio; constituiría una involución de los derechos feministas y los avances para las mujeres y colectivos LGTBI. Es un reto inmediato que superar por el movimiento feminista y las fuerzas progresistas. Junto con el análisis de esta encrucijada hay que realizar una valoración más general.


Acabo de publicar el libro “Feminismos. Retos y teorías”. Desde el año 2018, con la reactivación feminista, de forma dubitativa y gradual he ido analizando esta interesante y compleja realidad y estudiando sus fundamentos teóricos. Tenía dos motivos específicos, uno sociopolítico y otro teórico.


El primero deriva de la nueva y masiva dimensión de la activación feminista, llamada la cuarta ola y de carácter internacional, que emplazaba a la intelectualidad crítica y al activismo feminista y progresista a una profundización analítica de sus características, sus causas y su impacto en el actual contexto sociopolítico, cultural y estructural…


El segundo motivo para esta reflexión crítica es de carácter teórico. Además de esta tarea interpretativa y de análisis concreto, toda esta gran experiencia colectiva de la masiva activación feminista, con exigencia de cambios sustantivos y reales, ha manifestado otro reto significativo: su carácter reformador a gran escala y su valoración teórica.  Está interrelacionado con la pugna por su representación social y política, así como por su orientación sociopolítica, su sentido cultural e ideológico, su vinculación con las estrategias de cambio, sus alianzas y su interseccionalidad…


El movimiento feminista, en sus dos niveles, más restringido y más amplio de las personas partícipes en la acción por la igualdad y la libertad de las mujeres, tiene un carácter social y cultural. No es un movimiento identitario, en el sentido de excluyente o insensible ante otros procesos discriminatorios, sino que desde sus inicios hace más de dos siglos tiene, mayoritariamente, un componente universalista y solidario por un cambio de progreso. Y todavía más con esta cuarta ola feminista, inserta en un proceso de cambio global con dinámicas democratizadoras, interseccionales y populares. Así, apunta a la eliminación de los privilegios patriarcales de estatus y poder, amparados en el orden social e institucional establecido, y beneficia al conjunto de la sociedad, a su convivencia con unas relaciones justas…


La identificación feminista supone un sentido de pertenencia grupal, una cooperación solidaria, que no cohíbe la libertad individual; o sea, no es contradictoria con la autoafirmación individual sino todo lo contrario, integra el doble componente del ser humano, el individual y el social. Su carácter solidario, comunitario y de reciprocidad es garantía de reconocimiento personal y apoyo del vínculo social de las personas y de la acción igualitaria-liberadora.


Infravalorar la necesidad de fortalecer la conciencia e identificación feministas lleva a desvalorizar el reconocimiento y la formación del propio sujeto feminista como agente transformador de las relaciones de desigualdad por sexo/género; o bien, a alejarse de la dinámica real de la acción igualitaria-emancipadora del movimiento feminista actual, en pro de otros objetivos particulares o el simple individualismo, impotente para las personas en desventaja.”


Referencia web original:  

https://rebelion.org/retos-para-el-feminismo/

Desafíos para el feminismo. Antonio Antón, en Público (3/06/2023)


Acabo de publicar el libro “Feminismos. Retos y teorías”. Desde el año 2018, con la reactivación feminista, de forma dubitativa y gradual he ido analizando esta interesante y compleja realidad y estudiando sus fundamentos teóricos. Tenía dos motivos específicos, uno sociopolítico y otro teórico.


El primero deriva de la nueva y masiva dimensión de la activación feminista, llamada la cuarta ola y de carácter internacional, que emplazaba a la intelectualidad crítica y al activismo feminista y progresista a una profundización analítica de sus características, sus causas y su impacto en el actual contexto sociopolítico, cultural y estructural…


El segundo motivo para esta reflexión crítica es de carácter teórico. Además de esta tarea interpretativa y análisis concreto, toda esta gran experiencia colectiva de la masiva activación feminista, con exigencia de cambios sustantivos y reales, ha manifestado otro reto significativo: su carácter reformador a gran escala y su valoración teórica.  Está interrelacionado con la pugna por su representación social y política, así como por su orientación sociopolítica, su sentido cultural e ideológico, su vinculación con las estrategias de cambio, sus alianzas y su interseccionalidad…


En resumen, en los próximos meses confluyen las dos dinámicas, la pugna por la consolidación o el retroceso feminista, en la interacción entre los dos campos, el social y el político-institucional. La estrategia progresista debería estar clara: ampliar la conciencia e identificación feminista, no difuminarla; debilitar el machismo y la reacción ultraconservadora; consolidar el propio movimiento feminista en cuanto sujeto sociopolítico y cultural; fortalecer el cambio feminista de las relaciones de desigualdad y discriminación por sexo/género en un proceso reformador global de carácter igualitario y democrático.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/72878/desafios-para-el-feminismo/

Controversias feministas. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (3/06/2023)


“Las desventajas y la desigualdad por sexo/género persisten y esa grave realidad de discriminación justifica la activación feminista y la exigencia de reformas profundas, estructurales, relacionales y culturales, así como hacer frente al riesgo de la involución respecto de los derechos de las mujeres y colectivos LGTBI promovida por las derechas. Frente a su infravaloración o su negacionismo se hace imprescindible el fortalecimiento del cambio feminista, junto con una dinámica transformadora de conjunto, tal como explico en el reciente libro Feminismos. Retos y teorías. Me centro aquí en algunas polémicas teóricas…


Los procesos de identificación feminista se generan a través de una experiencia duradera, individual y colectiva, en esa acción igualitaria y emancipadora. La identidad feminista deriva de la participación y la colaboración prolongadas en ese proceso relacional, solidario y cooperativo. Tiene un sentido sociopolítico y cultural colectivo, de pertenencia a un grupo social definido, sobre todo, por su práctica social emancipadora y de apoyo mutuo, asociada a una realidad discriminatoria, unos objetivos transformadores y unos valores de igualdad, libertad y solidaridad.


Por tanto, la identidad feminista, como expresión del reconocimiento y pertenencia a un grupo social, depende de ese comportamiento duradero -aunque puede ser reversible, con altibajos y actitudes mixtas-, junto con la interconexión con otras identidades parciales (de clase, étnico-nacional…) que conforman la identificación múltiple de la persona o grupo social, cuyo equilibrio e intersección se expresa con diferente intensidad según los contextos, y vinculados con otras características neutras o superpuestas, como la propia ciudadanía universal y las características comunes como seres humanos, transversales o compartidas, y que no encajan en la diferenciación ideológica o de sexo/género.”


Referencia web original

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/controversias-feministas-machismo-violencia-genero/20230601132514212344.html

La unidad del frente amplio. Antonio Antón (1/06/2023)


‘Este ensayo tiene tres partes. En la primera hago un análisis sociológico de las características y condiciones para la unión de las fuerzas del cambio. En la segunda explico los trasvases y clasificaciones electorales, así como las responsabilidades políticas ante el fracaso de la unidad. Y en la tercera hago una valoración más general de las dificultades divisionistas que deben superar las izquierdas para consolidar su unidad y reforzar su capacidad transformadora.’


Referencia web original

https://mientrastanto.org/224/ensayo/la-unidad-del-frente-amplio/

La articulación de la representación política. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (18/05/2023) y Rebelión (22/05/2023)


Tras los análisis concretos de la recomposición de las fuerzas del cambio, una reflexión general sobre las características de fondo y las dificultades a superar para su unidad. Selecciono varios párrafos:


“Ahora me detengo en un aspecto más general: el complejo camino para articular las élites representativas y dirigentes de este conglomerado llamado frente amplio o fuerzas del cambio, en esta nueva fase de reequilibrio global entre sus grupos políticos más relevantes y la definición y gestión de las tareas, estrategias y alianzas para profundizar en esa transformación sustantiva del país y su contexto. Hago alusión a un tipo de problemas, ya endémicos en la historia de las izquierdas: sus inclinaciones hacia la división y la pugna corporativa y/o doctrinaria, con la consecuencia de limitar su capacidad transformadora igualitario-emancipadora, a gran escala y en el marco europeo, salvando circunstancias excepcionales…


Por tanto, el aspecto principal para garantizar una fuerte y unida representación política es su arraigo social, su conexión real con la gente para su activación en defensa, aceptada y explícita, de sus intereses y demandas, inmediatas y más generales. Y de ello se deriva su intermediación interpretativa e institucional en el proceso reformador sustantivo y real.


Es cuando se prestigia la política o los grupos políticos, al menos, los progresistas y de izquierda transformadora. Y es cuando el factor de la unidad política, no solo electoral, se vuelve más fundamental en cuanto va dirigido a esa tarea articuladora de la activación cívica frente al poder establecido y por una alternativa de progreso para el país. De ello dependerá su traslación al campo electoral e institucional y, en definitiva, los cambios estructurales y de la relación de fuerzas políticas.


Es la auténtica política útil o transformadora en beneficio sustantivo de la mayoría popular y de garantía de las condiciones políticas necesarias para consolidar el cambio social y de progreso para la próxima década. Es el largo y complejo camino para la formación y consolidación de una representación política unitaria y con fuerte sentido social, ético y democrático.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/articulacion-representacion-politica/20230518170457211839.html


Referencia web de la versión en Rebelión:

https://rebelion.org/la-articulacion-de-la-representacion-politica/

La unión Sumar/Podemos salva el próximo gobierno de coalición. Antonio Antón, en Público (14/05/2023)


Traslado la introducción y el párrafo final de este amplio estudio sociológico:


“Estos últimos días se han publicado dos amplios estudios demoscópicos, del CIS (20/04/2023) y la consultora 40dB (3/05/2023), que apuntan en la misma dirección y que refuerzan el estudio pionero de diciembre de 2022 de la citada consultora, así como recientes encuestas privadas, tal como he analizado en el reciente artículo El reequilibrio entre las fuerzas del cambio. La unión de Sumar y Podemos para las elecciones generales de diciembre de 2023, con un ascenso significativo de su acceso a escaños parlamentarios, favorecería la continuidad de un próximo gobierno de coalición progresista.


No obstante, ambas encuestas difieren sobre la dimensión del electorado socialista y la necesidad de acuerdo con las fuerzas nacionalistas de izquierdas para mantener la gobernabilidad: 40dB lo ve imprescindible y el CIS, no. La otra hipótesis, su división, facilitaría la victoria de las derechas y abriría una etapa de involución política y democrática. Ello, considerando el ligero debilitamiento del apoyo electoral al Partido Socialista que da la mayoría de encuestas (salvo el CIS) y que pretende remontar a través de su credibilidad gestora en su pugna abierta con el Partido Popular y frenando también el trasvase de voto hacia Sumar. Veamos los datos más relevantes de estas fotografías de los electorados que matizan algunos marcos interpretativos habituales…


En definitiva, más allá de cierta pugna competitiva el 28M, particularmente en Madrid y la Comunidad valenciana, por el reequilibrio representativo y la prevalencia en la articulación y representación global, hay una aproximación hacia un mayor realismo sobre la representatividad de cada fuerza política y las implicaciones negativas de la división. Se refuerza la necesidad del reconocimiento de la aportación relativa de cada parte, que permita un acercamiento a una solución respetuosa y satisfactoria que incida en el aspecto principal: la garantía de una ampliación electoral y de presencia institucional del conjunto de las fuerzas del cambio o frente amplio, particularmente de la mano de la unión entre Sumar y Podemos, que junto con el mantenimiento del electorado socialista, permita un nuevo gobierno de coalición progresista que consolide otra etapa de avance social y democrático.”

 

Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/72020/la-union-sumar-podemos-salva-el-proximo-gobierno-de-coalicion/

Cuestiones teóricas para contribuir al desarrollo de un feminismo crítico, popular y unitario. Antonio Antón, en Rebelión (13/05/2023)


Extracto del libro “Feminismos. Retos y teorías” e información de su presentación el 7 de junio, junto con Carmen Heredero, Ana Almirón y Violeta Assiego, elaborados por su editor.


Referencia web original

https://rebelion.org/cuestiones-teoricas-para-contribuir-al-desarrollo-de-un-feminismo-critico-popular-y-unitario/

Feminismos. Retos y teorías. Antonio Antón (FES) (8/05/2023)


Resumen del libro divulgado por la Federación Española de Sociología:


"Este libro, “Feminismos. Retos y teorías”, (510 pp.), editado en digital y con acceso libre, tiene un doble plano, analítico y teórico. Por una parte analiza las características de la nueva ola feminista en España en este lustro, sus causas, el contexto sociopolítico y cultural y su impacto transformador y de avance de derechos, así como las características y tendencias feministas, en el marco más amplio de la experiencia de la acción popular y el cambio progresista. Por otra parte, explica los diferentes enfoques teóricos, en particular, los debates sobre el sentido de las identidades feministas y su relación con la formación del sujeto feminista y su acción por la igualdad y la emancipación de las mujeres y colectivos LGTBI. Los dos aspectos se entrecruzan en sus once capítulos."


Referencia web original

https://fes-sociologia.com/noticia/Feminismos-Retos-y-teorias-Antonio-Anton-Moron-1683562468

Feminismos. Retos y teorías. (Introducción). Antonio Antón, en Nueva Tribuna (5/05/2023)


Introducción del libro (texto completo de 510 pp. de acceso libre) con sus características principales:


“Este texto pretende contribuir a la reflexión crítica sobre las características de los feminismos y sus retos, con el análisis de la experiencia de la activación feminista de este último lustro y la valoración sobre algunos debates teóricos y estratégicos. El objeto es potenciar un feminismo transformador, en el marco de un cambio progresista sociopolítico y cultural, con un carácter interseccional, popular y unitario, una perspectiva relacional y sociohistórica y un enfoque realista e igualitario-emancipador-solidario.”


Referencia web original

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/feminismos-retos-teorias/20230504195959211316.html

La recomposición de la izquierda del PSOE. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (21/04/2023) y Rebelión (25/04/2023)


Un estudio completo de los cambios en la representatividad de la izquierda transformadora y sus implicaciones para formar un liderazgo unitario y plural. Selecciono un par de párrafos:

 

“La encuesta del CIS (20/04/2023), mucho más amplia que las privadas confirma las grandes tendencias ya apuntadas hace casi seis meses en la encuesta de 40dB, pero revela algunos datos complementarios de interés. Entre ambas fuerzas políticas, Podemos (6,7%) y Sumar (10,6%) consiguen una estimación de voto válido del 17,3%, cuyo pacto les permitiría consolidarse como tercera fuerza, a distancia significativa respecto de VOX, con las consiguientes ventajas comparativas en la distribución de escaños. Así, aunque el CIS no señala adjudicación de escaños, con el caso similar de los resultados de 40dB, de presentarse juntos garantizaría la reedición del Gobierno progresista de coalición con entre 50 y 60 escaños, cosa no asegurada en caso de división que, como he señalado, tendría un impacto de fracaso al no llegar a la representatividad actual de 38 escaños y dejar en el aire la mayoría progresista. Pero también hay que destacar la sólida base electoral de Podemos lejos del vaticinio de su hundimiento e imprescindible para garantizar el próximo gobierno de coalición progresista…


Sumar, plataforma específica, tendría una representatividad algo superior a un tercio del conjunto y Podemos algo inferior a ese porcentaje. Se produce un cambio de primacía limitada en la representación y dirección de la izquierda del Partido Socialista, con una relación de superioridad relativa de Sumar respecto de Podemos, en particular por el papel destacado de la propia Yolanda Díaz. Pero lejos del monopolio de los primeros sobre el conjunto o de la simple marginación de los segundos, cuya aportación para el futuro según algunos sería (o debería ser) irrelevante, aunque se reconozca su labor en el pasado. Se produce una relación distinta y más equilibrada que en el actual grupo confederal de UP y sus confluencias, en el que tenía mayoría Podemos. Ahora habría que buscar diversos equilibrios, con un papel destacado de fuerzas intermedias como los Comunes o Izquierda Unida. El principio de realidad representativo se deberá imponer.”


Referencia web de la versión inicial en Nueva Tribuna

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/recomposicion-izquierda-psoe-sumar-podemos-politica/20230421132819210893.html


Referencia de la versión en Rebelión:

https://rebelion.org/la-recomposicion-de-la-izquierda-del-psoe/


Reeditado por Sin Permiso (23/04/2023):

https://sinpermiso.info/textos/la-recomposicion-de-la-izquierda-del-psoe

El reequilibrio entre las fuerzas del cambio. Antonio Antón, en Público (19/04/2023)


Análisis de la representatividad y su proporcionalidad entre Sumar, con su diverso conglomerado, y Podemos como orientativa base realista (provisional) para una solución unitaria y pactada. Selecciono los párrafos finales:


“En conclusión, aparte de las diferencias estratégicas, políticas y de alianzas, analizadas en otro artículo reciente, Unidad integradora y plural, que fundamentan esta pugna por la articulación de este nuevo frente amplio, el escollo principal que la explica es la falta de adecuación realista de las expectativas y aspiraciones de cada cual a su representatividad y potencialidades relativas, dejando en un segundo plano la ventaja global de un proyecto compartido con un liderazgo coral, plural y unitario. Los intereses corporativos y cortoplacistas orillan el proyecto común, y es imprescindible un reequilibrio organizacional equitativo, participativo y pactado. En ese sentido el nuevo motor transformador y el sentido y la profundidad de la transformación sociopolítica e institucional deberá ser negociado desde esa realidad plural, en sus distintos niveles, desde el liderazgo democrático y plural hasta la articulación del conjunto de bases sociales cívicas y fuerzas progresistas pasando por la institucionalidad y el tejido municipalista y autonómico, convertido todo ello en principio de realidad a valorar colectivamente.

No se trata de decir que 'dos no se juntan si uno no quiere', y echar la responsabilidad al contrario. Es un pretexto para la inacción y un aval para el fracaso. Los verdaderos liderazgos son capaces de dialogar y consensuar una estrategia política y un equilibrio político-organizativo justo y democrático suficiente para avanzar. Las primarias abiertas, proporcionales y del conjunto son un instrumento razonable. En esta ocasión no hay posibilidad de un acuerdo basado en el realismo de la representatividad de cada cual y no hay una posición fijada en las listas electorales ni un cierto consenso del equilibrio esperado final que facilitó los acuerdos en Unidas Podemos.


Al final, con desacuerdos analíticos y discursivos e intereses partidarios contrapuestos, y dada la envergadura de lo que se ventila, las élites de todos los grupos de izquierda transformadora no pueden fallar en la tarea de garantizar el nuevo Gobierno de coalición progresista, más firme, y la consolidación de una nueva etapa de progreso ante la involución derechista. Aunque haya distintas responsabilidades, la crítica popular les pasaría factura y, lo que es peor, dejaría un páramo sociopolítico y cultural que aprovecharan las derechas y sectores poderosos para imponer su involución reaccionaria y neoliberal con retrocesos en derechos cívicos y bienestar social.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/71172/el-reequilibrio-entre-las-fuerzas-del-cambio/

La equidad meritocrática. Antonio Antón, en Público (10/04/2023)


Aportación al debate en ‘Espacio Público’ sobre “La Meritocracia: ¿un principio conservador o progresista?”. Selecciono un par de párrafos:


“Desde Aristóteles hay que valorar la equidad como proporcionalidad entre mérito y reconocimiento o estatus social y, por tanto, valorar el esfuerzo individual. O sea, la desigualdad de recompensas materiales, socioculturales y simbólicas sería legítima si es por el motivo exclusivo de los distintos méritos individuales en condiciones iguales.


Esa legitimidad se ha tergiversado, sobre todo, con el individualismo abstracto neoliberal y el sistema de reparto desigual, con la acumulación de ventajas y desventajas institucionales y estructurales; se reparten desigualmente, haciendo abstracción de las diferentes posiciones de poder, condiciones socioculturales y trayectorias de los individuos y grupos sociales que dificultan la igualdad de oportunidades para esa carrera meritocrática.”


Referencia web original

https://espacio-publico.com/intervencion/la-equidad-meritocratica

Meritocracia e igualdad. Antonio Antón, en Público (10/04/2023)

 

Comento algunas de sus características y señalo varios aspectos teóricos sobre la interrelación entre los distintos tipos de justicia y la concepción de la igualdad. Selecciono varios párrafos:


“El criterio meritocrático como fundamento de la justicia tiene una larga tradición desde Aristóteles, aunque ya alude al criterio de necesidad. En los últimos siglos se ha ido combinando con otros dos tipos de justicia: la igualdad de trato o jurídica, basada en los derechos humanos, y la solidaridad como contrato social colectivo ante las necesidades sociales. Ambos son fundamento de la modernidad liberal o el estado de derecho, así como de la constitución de los Estados de bienestar, con su modelo protector y distributivo basado en la justicia social, tal como he explicado en el libro Cambios en el Estado de bienestar.


Hace varios meses se publicó una interesante y amplia investigación, DERRIBANDO EL DIQUE DE LA MERITOCRACIA, de Future Policy Lab, que ha dado lugar a una viva discusión y que se ha incrementado con el actual debate en ‘Espacio Público’, en el que participo con una contribución: “La equidad meritocrática”. El Informe es una contundente y argumentada crítica contra la meritocracia. Parto del cuestionamiento de la meritocracia como factor (principal) de ascensor social, tal como promete la ideología neoliberal. Aquí, comento algunas de sus características y señalo varios aspectos teóricos sobre la interrelación entre los distintos tipos de justicia y la concepción de la igualdad. Veamos algunos de sus fundamentos en conversación con el filósofo Michel J. Sandel, en su libro “La tiranía del mérito” …


La cuestión es que ese ascensor social en el que los grupos de arriba subían tres escalones, los de en medio dos y los de abajo uno, mejorando todos respecto de su situación anterior pero empeorando los de abajo en sus desventajas comparativas, con una posición ambivalente de los de en medio, se ha truncado con la crisis socioeconómica y su persistencia con altibajos estos quince años. Y ante la frustración y la indignación popular que produce ese empeoramiento vital y sus expectativas descendentes la ideología neoliberal vuelve a poner el acento en el mito de la meritocracia individual, en la salida del esfuerzo y emprendimiento personal que también lleva, mayoritariamente, a un callejón sin salida. Sólo cabe la acción transformadora igualitaria, con el fortalecimiento de la justicia social. Sin desconsiderar la auténtica equidad meritocrática, hay que reforzar la igualdad sustantiva y de trato y la distribución y protección pública según las necesidades sociales.”

 

Referencia web original: 

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/70817/meritocracia-e-igualdad/

Libertad sexual y relaciones consentidas. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (9/04/2023)

 

Comento aquí una aportación particular, “Neoliberalismo sexual o la insoportable oscuridad del sexo”. Clara Serra (El País, 5/04/2023), de cierto calado teórico que tiene interés como punto de partida para escudriñar esos fundamentos de la libertad sexual y las relaciones consentidas. Selecciono varios párrafos:


"En ese texto se persiste en la crítica al consentimiento en las relaciones sexuales, fundamento doctrinal de la ley del ‘Solo sí es sí’. Se hace desde la convicción de la opacidad del deseo, convertido en la pulsión determinante de la acción individual, con la convicción de que no se puede conocer la actitud o las expectativas sexuales de la otra persona y, por tanto, tampoco establecer las bases de la voluntariedad o el consentimiento en una relación igualitaria y libre. Presuposición propia del idealismo e individualismo, coincidente con posiciones ultraliberales. Recojo su hilo conductor para hacer esta reflexión general…


Lo que un feminismo transformador, popular y crítico debería reclamar, particularmente a los varones, como garantía para la libertad de las mujeres, es la ausencia de prepotencia relacional derivada de las relaciones desiguales de ventajas y privilegios anclados en la dinámica discriminatoria patriarcal que sigue teniendo su impacto de subordinación e inseguridad femenina a través de la supremacía y la violencia machistas. Y aparte de las medidas educativas y de cambio de actitudes, costumbres y mentalidades, es preciso un refuerzo institucional para garantizar mejor esa libertad relacional, principalmente de las mujeres, que son el mayor objeto de discriminación y acoso machistas. Ese es el sentido de la Ley de garantía integral de la libertad sexual, que hay que revalorizar.


En conclusión, aparte de las consideraciones políticas que atraviesan este debate, estamos discutiendo los valores ideológicos en que se deben asentar la libertad sexual y la prevención de la violencia y la dominación machistas. Se trata de fortalecer una interacción voluntaria y consentida frente a la argumentación ultraliberal de la irresponsabilidad ética y relacional, derivada de la imperiosidad del deseo, o la posición reaccionaria puritana y punitivista. El respeto mutuo, la voluntariedad y el acuerdo son la base de una relación afectivo-sexual en que se incardinan el placer y la felicidad. Por tanto, ante la evidencia de la interacción personal y la necesidad de acuerdo, el elemento clave son unas relaciones consentidas y no forzadas, base de la libertad, la igualdad y la convivencia… particularmente para las mujeres. Los derechos humanos también se deben respetar en la cama.”


Referencia web original:  

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/relaciones-consentidas/20230409084854210424.html

Cambios de la cultura del trabajo. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 222 (1/04/2023)


Un ensayo sobre las transformaciones del trabajo, su doble función, el deterioro de la cultura del trabajo y la renovación de su papel. Selecciono los párrafos finales:


“Hay que ser conscientes de los efectos perniciosos de la precarización y de la crisis del empleo, así como de las dificultades para dar sentido colectivo a una nueva utilización del tiempo, sin por ello caer ni en la vuelta y embellecimiento del papel del trabajo, ni al optimismo de que la crisis de la sociedad salarial nos permite avanzar a una situación más solidaria y liberadora. En este comienzo de siglo, la situación está más cuajada de incertidumbres prácticas y teóricas y se deben plantear bien las preguntas e interrogantes, aunque no se pueda avanzar mucho en soluciones y sí, en cambio, en algunas respuestas parciales.

En conclusión, la cultura del trabajo, la fundamentación liberal de los derechos, del contrato social, ha constituido la principal corriente de la modernidad y tiene todavía una gran credibilidad; los viejos valores de libertad, igualdad y solidaridad todavía están vigentes, aunque a la defensiva; por otra parte, existe confusión y desorientación en sectores de la izquierda, por la crisis del anterior modelo de pacto keynesiano y del pleno empleo; todos esos elementos están puestos en cuestión y se están reestructurando por la globalización en esta sociedad mundializada, segmentada y precarizada.


En ese contexto sociocultural, uno de los problemas actuales sigue siendo la vieja aspiración progresista por una distribución más igualitaria del empleo —decente—, del conjunto del trabajo y de la riqueza, que ahora tienen una nueva dimensión, en particular una protección pública y la distribución de unas rentas sociales independientemente del empleo y basadas en la ciudadanía. Al mismo tiempo, la actual crisis socioeconómica y del Estado de bienestar, la situación de recorte de los derechos sociales y las nuevas funciones del trabajo y la actividad social están generando nuevas identidades sociales y corrientes culturales y otro marco para la acción por una nueva ciudadanía social. Todo ello requiere una renovación del pensamiento con un espíritu crítico.”


Referencia web original

https://mientrastanto.org/222/ensayo/cambios-de-la-cultura-del-trabajo/

Unidad integradora y plural. Antonio Antón, en Público (30/03/2023)


A raíz de la valoración interesante aunque sesgada del Sánchez-Cuenca, señalo la interpretación sobre las diferencias estratégicas y las condiciones político-organizativas para conformar un frente amplio unitario. Destaco los párrafos finales:


“Partimos de que ambos grupos políticos, Sumar y Podemos, al igual que el resto, admiten la necesidad de la coalición gubernamental e institucional progresista, una política más transformadora y democratizadora (y ecologista, feminista, sociolaboral y plurinacional) que la de la socialdemocracia y una conformación plural y democrática del frente amplio. Son aspectos comunes que identifican el amplio espacio sociopolítico, no solo impugnatorio sino de exigencia de cambio sustantivo y real que se viene construyendo, sobre todo, desde 2010 en la esfera cívica y política, cuyo ciclo no se ha cerrado.


En esta nueva fase, ese perfil transformador y democrático, convenientemente renovado, puede servir de amalgama para un proyecto compartido, en el que habría que regular la pluralidad y el equilibrio equitativo y proporcional entre sus componentes. Es cuando, para conformar la representación institucional y los liderazgos político-organizativos, es necesario revalorizar y consensuar la participación ciudadana, los procedimientos democráticos (primarias) y el talante dialogador y unitario y de respeto a la diversidad y las minorías de todo un campo sociopolítico complejo, con distintas tradiciones culturales y experiencias políticas, así como con diferentes intereses orgánicos a compatibilizar con el proyecto conjunto que debe ir asentándose.

 

Frente al relativo escepticismo unitario que rezuma el texto y en distintos ámbitos, ante la importancia de los retos venideros veremos si ambas élites políticas más relevantes, así como las del resto de grupos y personas independientes, dan (damos) la talla de una unidad integradora y plural para caminar conjuntamente en la transformación de la grave situación de la sociedad y avanzar en la democracia y la justicia social. Y el factor decisivo: conformar una representación político-institucional unitaria, capaz de condicionar el proceso político reformador y afianzar el cambio de progreso para la próxima legislatura con el conjunto de fuerzas progresistas.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/70416/unidad-integradora-y-plural/


Referencia de la versión en Rebelión (31/03/2023):

https://rebelion.org/unidad-integradora-y-plural/

Feminismo y cambio institucional. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (26/03/2023)


Destaco varios párrafos:


“Este 8 de marzo, en las principales capitales de España, particularmente en Madrid y Barcelona, se ha demostrado la existencia de un potente, vivo, unitario y plural movimiento feminista, a pesar de sus fuertes polémicas y algunas dinámicas divisivas minoritarias. Se ha entrelazado la masiva movilización feminista con los cambios normativos y el debate de la reforma de la ley del ‘solo sí es sí” y sus distintas implicaciones políticas y electorales…


El movimiento feminista organizado es muy diverso. En términos sociopolíticos y culturales la diferenciación principal es entre un feminismo popular, crítico y transformador, con arraigo y activismo de base, y otro elitista y retórico, acomodado a las posiciones institucionales anteriores y punitivo-puritano…


En consecuencia, debe primar el objetivo compartido de garantizar la victoria electoral de ambas fuerzas progresistas PSOE y Sumar/UP (junto con los grupos nacionalistas periféricos) y la configuración de un programa gubernamental de consolidación reformadora de progreso… también en el ámbito feminista.


Ahora bien, son pertinentes algunos interrogantes que salpican los distintos medios y redes sociales y que deben tratarse con trasparencia, rigor y una mínima lealtad respecto del objetivo común: ¿Se pretende aislar a Podemos y, en particular, a sus dos ministras y su futura trayectoria gubernamental, favoreciendo una dinámica moderada en Sumar y colocándolos en una posición subordinada? ¿Se prefigura el objetivo de fondo de poner el freno a la consolidación y ampliación de los derechos feministas y minorar esa representación institucional de Podemos, sin en el ministerio de Igualdad en el próximo Gobierno (ya que se descarta ahora una crisis gubernamental de ese calado)? ¿Hay intereses socialistas en la división del espacio de las fuerzas del cambio, favoreciendo la operación Sumar de Yolanda Díaz como un reequilibrio más favorable para imponer su estrategia continuista en la próxima legislatura?...


Son enseñanzas que exigen paliar este conflicto en el campo progresista, cumplir el resto de compromisos de esta legislatura y recomponer una unidad básica en torno a un plan transformador, democrático, social y feminista que se consolide en la próxima legislatura (y más allá).”


Referencia web original

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/feminismo-cambio-institucional/20230325085023209999.html

Cambio feminista en la esfera institucional. Antonio Antón, en Público (21/03/2023)


Junto con esta reflexión sobre los avances feministas en el ámbito normativo e institucional y la contraofensiva derechista, expongo la necesidad de consolidar una estrategia unitaria en el campo progresista. Selecciono los primeros párrafos:

 

“El nuevo Gobierno progresista de coalición ha abordado nuevas reformas legislativas e institucionales, entre otras, la Ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida como la ley del “solo sí es sí” y la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, ambas con profundas controversias, pero con un avance de medidas protectoras y derechos. Su efecto cultural y simbólico ya es importante para el feminismo y la sociedad, sus consecuencias relacionales y de cambio estructural para la igualdad y la libertad de las mujeres y los colectivos LGTBI se deberán notar a medio plazo; pero su impacto de avance democrático y de derechos humanos es un hecho evidente. Junto con la legitimidad pública adicional que supone para las fuerzas progresistas impulsoras, este proceso no es soportable para las derechas que reaccionan de forma visceral a todo ello.


Desde esa perspectiva, se ha plasmado la convergencia entre la activación feminista, el movimiento feminista organizado y la gestión institucional y de las fuerzas progresistas, enfrentada a un bloque reaccionario de sectores conservadores. No cabe duda de que, en esa confluencia de movilización social y representación política, hay intereses parciales distintos y deben mantener su propia autonomía. O sea, junto con puntos y campañas comunes, hay relativa fragmentación orgánica feminista, aparte de ciertas diferencias entre grupos políticos progresistas. Pero se trata de favorecer lo común frente al proyecto reaccionario conservador. Es un panorama que las derechas, políticas, mediáticas y judiciales, no podían dejar pasar, más en el contexto de su ofensiva pretendidamente ganadora para auparse a la gobernabilidad del país e imponer su modelo autoritario, regresivo y conservador.


Así, han escogido este tema de las transformaciones feministas (junto con el nacionalismo españolista centralizador y el catastrofismo económico-social de impronta neoliberal) como campo de guerra político-cultural abierta. En su deslegitimación del Gobierno incluso pretenden disputar con las izquierdas y el propio feminismo la bandera de la protección y defensa de las mujeres, con su gran alternativa, el punitivismo, como enmascaramiento de su permisividad con la dinámica conservadora de desigualdad de género y violencia machista. Y para semejante contorsión tienen que echar mano de su poderío mediático y su fanatismo antidemocrático y antifeminista, como han puesto en marcha con toda la operación contra la ley de ‘solo sí es sí’, tal como he explicado en El conflicto sobre la ley del ‘Solo sí es sí’ y En defensa del consentimiento.

   

En definitiva, el sentido de la reacción conservadora y punitivista es frenar el proceso transformador feminista y su carácter integral, igualitario y emancipador. La campaña contra la ley del ‘solo sí es sí’ trata de imponer su marco punitivo y de responsabilización del gobierno progresista y, sobre todo, del ministerio de Igualdad y de Unidas Podemos, para debilitarlos, con la mirada puesta en los procesos electorales próximos.”


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/69849/cambio-feminista-en-la-esfera-institucional/

La doble función del trabajo. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (12/03/2023)


Primera parte de un estudio sobre los cambios del trabajo y su cultura. Selecciono un par de párrafos:

 

“Para revalorizar la función creadora o de relación social de la acción humana, y aunque se pudiera recuperar ese doble sentido de la palabra trabajo -liberador y alienante- del primer Marx, convendría utilizar dos conceptos diferentes. Así trabajo, definiría la actividad en el plano económico; una parte, la formal, es el empleo, trabajo asalariado, y otra parte es el trabajo no formal: doméstico, formativo, sumergido.... Pero el resto de la acción humana sería ‘actividad’, a veces interrelacionada con el llamado trabajo no formal; conviene diferenciarlos conceptualmente, sobre todo, en la problemática de la relación de trabajo y ciudadanía donde, fundamentalmente, actividad sería acción o práctica ‘sociocultural’, dejando en otro plano el ‘ocio’.


Esta diferenciación nos situaría mejor para ampliar el campo de la ‘cultura’ y reducir el campo de la ‘economía’, para aumentar la llamada ‘actividad autónoma, social y cooperativa’ y reducir el trabajo asalariado y su lógica. En definitiva, se pueden distinguir los dos campos de acción humana, el trabajo -sobre todo el empleo- por un lado, y la ‘praxis’, la práctica sociocultural, por otro. Este segundo tipo de actividad recuperaría la tradición griega de praxis ciudadana, con un componente fundamentalmente ético y político, en un sentido amplio, es decir, de acción y participación pública.”


Referencia web

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/doble-funcion-trabajo-sociologia-laboral/20230310173417209437.html


Referencia web de la versión inicial en Rebelión (13/02/2023):

https://rebelion.org/la-doble-funcion-del-trabajo/

Marco político y teórico de la Ley de libertad sexual. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (2/03/2023)


Me centro en dos aspectos:  el análisis del marco sociopolítico para interpretar mejor este conflicto, inicialmente normativo, y los fundamentos teóricos de la ley basados en el consentimiento, con un enfoque contractualista. Selecciono un par de párrafos:


“Es evidente la hipocresía del PP, sobre todo, en su pretensión de aparentar la defensa de las mujeres, cuando su objetivo es evitar una transformación feminista y de progreso, marginando a los sectores más consecuentes del ámbito político y de la activación feminista. La cuestión problemática es que al PSOE no le importa su colaboración para sacar su contrarreforma de la ley del 'Solo sí es sí'. Pero con semejante acompañante su propuesta pierde la justificación de que es para favorecer a las mujeres. El quién de las alianzas también aclara el sentido del qué, en el que pone énfasis la dirección socialista, sin mucho éxito. Esa estrategia de geometría variable e inclinaciones centristas -también presente en otros campos y momentos- es mala consejera. Así, intenta resolver un problema, la presión política y mediática de las derechas, pero crea dos nuevos, el recorte de garantías procesales para las mujeres y la brecha con un amplio campo progresista y feminista…


Por otro lado, la acción igualitaria frente a la dominación patriarcal o la desigualdad de género forma parte de la tradición de las izquierdas y sectores progresistas y está en confrontación con el conservadurismo reaccionario que legitima la desigualdad y la dominación machistas. En las relaciones sexuales puede haber un relativo pacto entre iguales con voluntariedad y, por tanto, consentimiento libre, hasta con diversos grados de desigualdad y poder. Por tanto, la relación sexual no es consustancial con la dominación, idea que llevaría a su restricción puritana -o al uso exclusivo de la masturbación-. Su objeto es el placer y la felicidad, no el peligro y el miedo. El compromiso transformador de la ley de garantía integral de la libertad sexual ha sido contra la violencia machista. Violación, agresión, acoso y abuso son palabras claras de imposición de una acción contra la voluntad de la mujer, es decir, sin consentimiento y con coacción. Y ahí es cuando en la actual coyuntura no hay que tener ambigüedad y tomar posición clara: contra la violencia machista y por la garantía integral de la libertad sexual de las mujeres y colectivos discriminados. Eso no es ser proteccionista reaccionario ni quitar la capacidad de agencia de las mujeres, sino evitar la agresión dominadora y garantizar su voluntariedad en la relación sexual. Es amparo institucional ante la parte desventajosa del poder relacional para reequilibrar la desigualdad de estatus.”


Referencia web original

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/marco-politico-teorico-ley-libertad-sexual-solo-si-consentimiento/20230301174415208991.html

La contienda político-feminista: qué se ventila. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 221 (marzo 2023)


Transcribo la presentación de este ensayo:


“La ley del ‘Solo sí es sí’, sus características, su aplicación y su reforma están conllevando un amplio y complejo debate público. No entro en valoraciones jurídicas o técnicas detalladas. En ese sentido, me parecen sensatas y coherentes opiniones como las de Laia Serra, Violeta Assiego, Justa Montero, Milagros Pérez Oliva y el manifiesto de dos centenares de colectivos feministas o la de otros juristas como José Antonio Martín Pallín, Jaime Bosch y Javier Pérez Royo. Dejo la valoración definitiva de las implicaciones políticas del desacuerdo entre las dos partes del Gobierno sobre la reforma de la ley, a la espera de su desenlace. Me centro en tres aspectos sociopolíticos. Primero, una tentativa de diagnóstico sobre el carácter y las dimensiones de las discrepancias políticas y jurídicas. Segundo, un análisis del marco sociopolítico para interpretar mejor este conflicto, inicialmente normativo. Tercero, la justificación teórica del valor del consentimiento como elemento clave de las relaciones humanas igualitarias y libres, base de la sociabilidad y la democracia y fundamento de esta ley.”


Referencia web original

https://mientrastanto.org/221/ensayo/la-contienda-politico-feminista-que-se-ventila/

En defensa del consentimiento. Antonio Antón, en Público (25/02/2023) y en Rebelión (2/03/2023)

 

Una explicación de los fundamentos teóricos de la ley del ‘Solo sí es sí’, basados en el consentimiento y la voluntariedad de la relación sexual, con un enfoque contractualista y relacional. Destaco varios párrafos:


“El consentimiento ha recibido críticas desde diversos ángulos y argumentos. Desde sectores reaccionarios y neoconservadores que defienden la imposición de privilegios dominadores hasta posiciones postmodernas basadas en la pulsión individualista del placer y el deseo, pasando por el enfoque neoliberal de la prioridad del beneficio propio y la apropiación del ajeno. Desde esas posiciones, el acuerdo y el consentimiento son una rémora para realizar los objetivos propios y deben ser siempre frágiles, provisionales y dependientes del interés individual, auténtico motor de la acción humana para el liberalismo, o la razón del poder establecido, representado por los grupos dominantes y sectores reaccionarios. Frente a esas ideas conservadoras o individualistas, aquí explico la justificación teórica del valor del consentimiento, como elemento clave de las relaciones humanas igualitarias y libres, fundamento de la sociabilidad y la democracia, en el marco de una visión contractualista de la relación social…


El contractualismo puede ser formalista, haciendo abstracción de esa desigualdad de las condiciones previas para la negociación del acuerdo. Pero lo destacable ahora es que hay reconocimiento de las dos partes, es relacional, debe estar convenientemente informado y, en términos relativos, asume la conformidad desde cierta voluntariedad; es decir, el consentimiento explícito o tácito da confianza a la relación y legitimidad al contrato…


Así, dada la gran legitimidad y apoyo parlamentario e internacional, todas las fuerzas políticas y feministas se ven obligadas a defender el consentimiento como criterio de fondo de la Ley, incluido el propio PSOE; aunque con su contrarreforma pretende compatibilizar esos fundamentos con su inaplicación práctica y la continuidad con el modelo punitivo y probatorio anterior. Es cuando se relaja la defensa del consentimiento y se adoptan posiciones intermedias…


En ese contexto, la problematización de la fundamentación de la propia ley basada en el consentimiento, es decir, en la voluntariedad y no en la imposición de las relaciones sexuales, favorece esa involución y hace un flaco favor al avance en la liberación femenina…


Esa posición política intermedia o de neutralidad se justifica a través de un relato basado en el pretexto de la supuesta ambigüedad del consentimiento, junto con la expectativa de otro enfoque filosófico superador del conflicto actual. El hecho social actual es la ofensiva de todo el poder establecido de derechas contra los avances feministas derivados de estas normativas del Gobierno de coalición y del fortalecimiento del feminismo y el conjunto de la cuarta ola de activación feminista. Ponerse de perfil en esta batalla supone no defender los avances feministas frente a la ofensiva derechista contra unas relaciones sexuales libres, iguales y voluntarias cuestionadas por el acoso machista. Una supuesta propuesta transgresora, antineoliberal y anti reaccionaria, no es compatible con la infravaloración del papel del consentimiento y el retroceso en derechos que supone la contrarreforma anunciada de la ley. Se quedaría en un discurso individualista y ambiguo, basado en un deseo sin interferencias externas y contractuales, cuando el acuerdo y la voluntariedad deben ser la sustancia real de las relaciones interpersonales. Para ese dudoso camino -político- no hacen falta confusas alforjas -discursivas-.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/69111/en-defensa-del-consentimiento/


Referencia de la versión en Rebelión (2/03/2023):

https://rebelion.org/en-defensa-del-consentimiento/

El debate sobre la ley del ‘Solo sí es sí’. Antonio Antón, en Rebelión (23/02/2023)

 

Un análisis del amplio y complejo debate público sobre La ley del ‘Solo sí es sí’. En esta versión amplia explico dos aspectos:  las discrepancias políticas surgidas sobre su aplicación y su reforma, y el análisis del marco sociopolítico para interpretar mejor este conflicto, inicialmente normativo. Selecciono varios párrafos:


“Como se ha expresado en los últimos tiempos, particularmente en el ámbito jurídico, supone un cambio de modelo en la valoración de la agresión sexual poniendo en primer plano la conformidad de una relación, es decir, su voluntariedad. Así, se considera delito la falta de consentimiento, la imposición de una relación sexual, por la circunstancia que sea. La nueva ley sigue contemplando la existencia de violencia e intimidación como elementos que permiten graduar la pena aplicable, pero la tipificación fundamental del delito será la inexistencia de consentimiento.


Por tanto, hay que valorar el sentido político transformador y feminista del consentimiento, elemento ya preexistente en la legislación penal, pero ahora reforzado como fundamento de esta ley. En todo caso, está complementado con los agravantes tradicionales de violencia e intimidación u otros nuevos como la sumisión química y la actuación en grupo y, por supuesto, con su comprobación judicial. Pero la presunción de inocencia y la garantía de un juicio justo no deben amparar el descrédito y la culpabilización de la víctima, la principal testigo del delito.


O sea, el debate no es sobre una mera cuestión técnica, sino política: reforzar las garantías preventivas y protectoras para la libertad sexual de las mujeres y frenar las agresiones machistas, junto con unas medidas reparadoras y de reconocimiento para las víctimas y unas penas proporcionadas a la gravedad del delito para los agresores, sin caer en el punitivismo. Es un cambio cualitativo de las prioridades valorativas del hecho agresivo, el proceso probatorio y, por tanto, de los criterios aplicativos de la norma por el estamento judicial.


La situación específica producida es que, ante la unificación de los dos tipos de delitos anteriores, uno más grave -agresión- y otro menos grave -abuso-, se ha ampliado la horquilla de penas para aplicar, con el correspondiente incremento de las posibilidades de la interpretación judicial, que debiera basarse en dos criterios básicos, inaplicados por una minoría de jueces: el derecho transitorio existente desde 1995 y la evaluación de la revisión de penas, considerando el conjunto de la norma.


La realidad posterior a la aprobación de la ley ha demostrado que una parte judicial minoritaria pero significativa no ha mostrado afinidad y capacidad adaptativa a la nueva norma. Ese sector no ha valorado la vigencia del derecho transitorio y el encaje en la nueva tipología y horquilla de penas, como sí ha hecho la mayoría de la judicatura, que no las ha revisado a la baja.

Por tanto, ese incremento de la discrecionalidad judicial, sin la suficiente adecuación y perspectiva de género, tal como se ha demostrado, ha tenido resultados desiguales y arbitrarios en algunos casos. Así, salvando algunas rebajas limitadas de penas que pudiesen estar justificadas y sobre las que ha faltado pedagogía explicativa, hay una minoría de revisiones de penas (en torno a un tercio) inadecuadas respecto del espíritu y el conjunto de la letra de la propia ley. En base a ellas se han producido los llamados efectos indeseados de esas rebajas cuya mayoría está derivada de esa aplicación incorrecta. Si el cambio normativo ha constituido la condición de posibilidad para esta revisión de penas, el sentido y el resultado problemático de esa revisión es achacable a la decisión autónoma y discrecional de esa parte de jueces.”


Referencia web original

https://rebelion.org/el-debate-sobre-la-ley-del-solo-si-es-si/

El conflicto sobre la ley del ‘Solo sí es sí’. Antonio Antón, en Público (21/02/2023)

 

Me centro en un aspecto:  el análisis del marco sociopolítico para interpretar mejor este conflicto, inicialmente normativo. Selecciono varios párrafos:


“El cambio normativo más amplio en su horquilla penal y con nuevos criterios valorativos, abría la oportunidad de una aplicación judicial contradictoria, justificada en su propia autonomía jurisdiccional, cuestión aprovechada por sectores conservadores para promover su particular interpretación y sus implicaciones procesales. La cuestión es que en la judicatura existen distintas prioridades y dinámicas aplicativas y esta de la rebaja de penas en las revisiones no estaba prevista. La infravaloración de ese riesgo se ha mantenido, prácticamente, por todos los operadores jurídicos, políticos y públicos, y ha permitido no solo la sorpresa sino un fuerte impacto de la capacidad manipuladora del relato alarmista y descalificador de los potentes medios de las derechas…


Es evidente la hipocresía del PP, sobre todo, en su pretensión de aparentar la defensa de las mujeres, cuando su objetivo es evitar una transformación feminista y de progreso, marginando a los sectores más consecuentes del ámbito político y de la activación feminista. La cuestión problemática es que al PSOE no le importa su colaboración para sacar su contrarreforma de la ley del 'Solo sí es sí'. Pero con semejante acompañante su propuesta pierde la justificación de que es para favorecer a las mujeres. El quién de las alianzas también aclara el sentido del qué, en el que pone énfasis la dirección socialista, sin mucho éxito. Esa estrategia de geometría variable e inclinaciones centristas -también presente en otros campos y momentos- es mala consejera. Así, intenta resolver un problema, la presión política y mediática de las derechas, pero crea dos nuevos, el recorte de garantías procesales para las mujeres y la brecha con un amplio campo progresista y feminista…


Como he explicado en otros textos, esa apuesta supone consolidar una solución pactada y unitaria de todo el conglomerado de las fuerzas del cambio, respetando su pluralidad y los procedimientos democráticos y con un equilibrio proporcional a la representatividad de cada cual. Ante este bloqueo transformador y esta crisis gubernamental, hay que reforzar la unidad y los intereses compartidos del grupo confederal y sus aliados, aumentando su coordinación y cohesión, en particular entre los dos grupos políticos principales: Sumar y Podemos, junto con los otros tres grupos intermedios: En Comú Podem, Izquierda Unida y Más País/Compromís, así como con todo el conglomerado de grupos afines -hasta quince según portavoces de Sumar- y personas independientes. En definitiva, aun con el mayor o menor impacto de la gestión política de este fiasco y los efectos de su contradictoria experiencia, se debe afianzar el proyecto común para ganar representatividad electoral e influencia político-institucional en la próxima etapa decisiva.”


Referencia web original:  

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/68981/el-conflicto-sobre-la-ley-del-solo-si-es-si/

Discrepancias sobre la ley de la libertad sexual. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (20/02/2023)


Un análisis sobre las discrepancias políticas y/o técnicas de la ley del ‘Solo sí es sí’ y su reforma. Selecciono varios párrafos:

 

“Por tanto, ese incremento de la discrecionalidad judicial, sin la suficiente adecuación y perspectiva de género, tal como se ha demostrado, ha tenido resultados desiguales y arbitrarios en algunos casos. Así, salvando algunas rebajas limitadas de penas que pudiesen estar justificadas y sobre las que ha faltado pedagogía explicativa, hay una minoría de revisiones de penas (en torno a un tercio) inadecuadas respecto del espíritu y el conjunto de la letra de la propia ley. En base a ellas se han producido los llamados efectos indeseados de esas rebajas cuya mayoría está derivada de esa aplicación incorrecta. Si el cambio normativo ha constituido la condición de posibilidad para esta revisión de penas, el sentido y el resultado problemático de esa revisión es achacable a la decisión autónoma y discrecional de esa parte de jueces…


Las causas principales del conflicto, con una acumulación agravada, son dos: la aplicación inadecuada de la norma, con una significativa rebaja de penas por parte de una minoría de jueces, y el tremendismo mediático promovido, sobre todo, por las derechas, con un relato punitivista y una ofensiva política antigubernamental.


A ello se añade la respuesta unilateral de la parte socialista del Gobierno que ha dificultado un acuerdo progresista unitario sobre los dos aspectos. Mientras tanto, la inercia judicial continúa autónomamente con esa doble aplicación para todos los casos actuales, persistiendo su goteo hasta que estos se agoten; o sea, las nuevas medidas del incremento de las penas serían aplicables solo a los casos futuros…


Existe, pues, una discrepancia política no resuelta. Una parte, el Ministerio de Justicia, pone el acento en la subida de las penas, de consenso con las derechas, para frenar la alarma mediática, minimizando las consecuencias negativas de la relativización del consentimiento de las mujeres, cuya formulación formal mantiene junto con la adicción que la corrige. La otra parte, el Ministerio de Igualdad, considera fundamental mantener las garantías procesales hacia las mujeres basadas en el consentimiento y considera secundario el cambio legislativo sobre las penas, ineficaz desde un enfoque integral, y propone que las nuevas medidas deberían centrarse en abordar las causas de la minoritaria pero relevante mala gestión judicial, reforzando las medidas adecuadas para corregirlo…


Desde este diagnóstico, las medidas correctoras de los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, deberían abordar, sobre todo, esa causa de la errónea y benevolente aplicación para los agresores y la frustración para las víctimas. A su vez, sobre este hecho se ha amplificado la alarma social de la supuesta desprotección institucional de las mujeres, cuando el objetivo gubernamental y de la mayoría parlamentaria que ha apoyado la ley era el contrario. La valoración de la dimensión de la rebaja de penas por las revisiones y sobre cuáles son las causas sobre las que actuar se ha convertido en una auténtica pugna política. La defensa de la ley y su adecuada implementación y mejora debería encontrar un marco de acuerdo unitario progresista para potenciar su objetivo transformador y feminista y hacer frente a la ofensiva político-mediática de las derechas.”


Referencia web original

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/discrepancias-ley-libertad-sexual-solo-si-es-si-igualdad/20230220114732208548.html

La transformación del papel del trabajo. Antonio Antón, en Rebelión (14/02/2023)


Segunda parte de esta reflexión sobre los cambios de la función del empleo y la cultura del trabajo. Destaco varios párrafos:


“Por tanto, existe una mayor diversificación del tiempo de trabajo (formal e informal) en diferentes cómputos, semanal (incluido una fuerte reducción y/o concentración de la jornada laboral), anual y, sobre todo, del conjunto de la vida (entrada más tarde al mercado de trabajo y ampliación de la vida jubilada). El trabajo, aparte de su calidad, afecta de forma desigual en la experiencia vital, relacional, de estatus y de consumo de la población y a su triple componente: positivo (liberador, realizador personal, estatus…), negativo (alienante, explotador, precariedad…) e instrumental (medio de vida necesario, vínculo social…).


Al mismo tiempo, el extraordinario aumento de la productividad actual, la crítica ecologista, la crisis del empleo y el desarrollo del uso del tiempo en otras actividades culturales y de ocio está modificando, a gran escala, esa cultura del trabajo, tanto en las élites como en las generaciones jóvenes y en sectores de la población cuyo vínculo con el trabajo es muy parcial, afecta a una parte de su vida o de su tiempo o es inexistente. El trabajo ya no se valora como la realización de la esencia humana, como en el siglo XIX, sino como un mero instrumento para poder vivir. Por otra parte, otros vínculos sociales y asociativos se han desarrollado como la propia dinámica familiar, nacional o la misma ciudadanía que junto a la nueva cultura del ocio han relativizado el lugar primordial del trabajo y la economía, forjando nuevas identidades sociales…


Las nuevas estrategias gerenciales en las empresas e instituciones económicas y sus políticas de recursos humanos y relaciones laborales apuntan al refuerzo de sus posiciones de dominación sobre la fuerza de trabajo, de control del incremento de su productividad, de subordinación a la estructura jerárquica empresarial y de sustitución del contrato laboral y el derecho del trabajo por el contrato mercantil, supuestamente libre. Y, como complemento del ámbito laboral, la pulsión por el consumo y el ocio mercantilizado, junto con la privatización, mercantilización y segmentación de los servicios públicos que formaban parte del gran contrato social derivado del pacto keynesiano de pleno empleo y Estado de bienestar.


Ante los grandes cambios productivos, socioeconómicos y culturales hay varias posiciones sobre la transformación de la función del empleo en este comienzo de siglo. Por un lado, se da la reacción neoconservadora que pone el acento en el refuerzo de la familia u otras instituciones y del propio Estado, junto a un nuevo autoritarismo. La posición dominante es la preponderancia de las necesidades del ‘mercado’, de mantener la sociedad salarial como base del orden social, pero reforzando las instituciones de control social ante su debilitamiento. En la izquierda la tendencia principal es volver los ojos hacia el empleo como mecanismo de relación social y ciudadanía. Aquí, voy a detenerme en comentar algunas ideas renovadoras dentro de la izquierda que me parecen sugerentes.”


Referencia web original

https://rebelion.org/la-transformacion-del-papel-del-trabajo/


La doble función del trabajo. Antonio Antón, en Rebelión (13/02/2023)

 

Selecciono la introducción de este ensayo:


“Para la moderna civilización occidental el trabajo es la actividad fundamental del individuo: crea el valor y la riqueza, supone una relación con los demás, domina la naturaleza y es un deber social; es el medio principal de contribución y vinculación social. Estas ideas básicas son comunes a las corrientes cristianas, liberales y marxistas.


La reforma protestante puso el acento en la vocación, en la profesión, en el trabajo metódico, e impulsó un gran cambio cultural y de mentalidad con respecto al trabajo, que se extiende como concepto abstracto en el siglo XVII y XVIII, siendo el instrumento principal para la revalorización de la nueva economía burguesa. Es la escuela británica, con Adam Smith a la cabeza, la que pone al trabajo en primer plano, para oponerlo a la propiedad como fuente de riqueza, es decir, para oponerlo a la aristocracia propietaria de la tierra. Se trataba de arrinconar tanto la ociosidad propietaria como el ‘orar’ cristiano frente al deber de ‘laborar’.

El trabajo tenía entonces un componte progresista frente al poder de la Iglesia y de los terratenientes, haciendo recaer sobre el esfuerzo propio, la valorización de las personas y la creación de riqueza. Pero su función principal era la desposesión del campesinado y el freno al ocio, a la dedicación a la actividad religiosa o cultural de la población, sin las premuras del tiempo. Su objetivo central será el control del tiempo de los sectores populares por parte empresarial y su inversión en la naciente revolución industrial. El trabajo fue un medio de subsistencia para las nuevas clases populares, un salario como medio de garantizar unas rentas, un mecanismo de disciplinamiento y subordinación, y no un fin de los individuos deseosos de su autorrealización humana, como la ideología liberal pretendía hacer creer.”


Referencia web original

https://rebelion.org/la-doble-funcion-del-trabajo/


Versión editada en Nueva Tribuna (12/03/2023):

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/doble-funcion-trabajo-sociologia-laboral/20230310173417209437.html


Una mayoría pacifista desoída. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (8/02/2023) y en Mientras Tanto (1/03/2023)


Explico una posición pacifista crítica con esta guerra, sus responsables y sus consecuencias, y que enlace con una corriente social mayoritaria, existente en Europa y España. Selecciono varios párrafos:


“La actual escalada bélica de los países de la OTAN en Ucrania no tiene suficiente legitimidad pública. Lo dice la ciudadanía europea que se encuentra dividida, pero una parte mayoritaria no respalda la prolongación de la guerra y exige ponerle fin, aunque suponga cesiones territoriales a Rusia por parte de Ucrania…


Es de destacar los datos más significativos para España. En el electorado del Gobierno progresista de coalición hay una mayoría partidaria de un alto el fuego inmediato aunque ello implique admitir la situación actual de control ruso de algunos territorios de Ucrania. Así, la mayor parte de las personas votantes de Podemos (61%) y también del Partido Socialista (55%) prefieren anteponer la paz inmediata al objetivo de conseguir una victoria militar completa por parte de Ucrania y los países aliados de la OTAN, con la derrota total y la expulsión del ejército ruso…


El empeoramiento socioeconómico derivado de la guerra, con la pérdida de capacidad adquisitiva en primer plano junto con el contraste de otros grandes beneficiarios, ya no es solo achacable a la terrible invasión rusa sino también a la determinación estratégica de la clase gobernante occidental de prolongar la guerra sin una apuesta diplomática negociadora por una paz creíble.


Es una responsabilidad compartida de ambos bloques por la dimensión geopolítica del conflicto que subyace en la relevante desconfianza popular europea al belicismo imperante y a su cobertura ideológica: los dos nacionalismos neoimperiales en pugna, de fuertes inercias conservadoras, regresivas y antidemocráticas…


En conclusión, es necesaria la crítica a la ilegítima invasión rusa y la solidaridad con el pueblo ucranio como posicionamiento central al partir del imprescindible marco de agresor / agredido. No obstante, quedarse ahí es insuficiente para definir la estrategia pacifista, más compleja y multilateral. El conflicto es tridimensional y hay que añadir otros dos componentes:  el geopolítico, con el expansionismo y hegemonismo de la OTAN y EEUU frente al neoimperialismo ruso -y el ascenso chino-, y la diversidad plurinacional en Ucrania, con Crimea y Dombás con sus derechos a la autonomía según acuerdos incumplidos de Minsk y con una guerra civil interna. Una respuesta pacifista para no ser unilateral debe resolver de forma pacífica y democrática los tres tipos de conflicto interrelacionados, con una solución pactada entre todas las partes implicadas. Se trata de frenar una nueva etapa militarista de ambos bloques, con graves consecuencias socioeconómicas, políticas y de seguridad vital para la mayoría de las poblaciones, exigir responsabilidades a las respectivas élites gobernantes y oponerse a un creciente belicismo con insuficiente legitimidad cívica, tal como señala una parte mayoritaria y realista de la ciudadanía europea. Y para ello es necesaria una nueva activación pacifista que enlace con esa amplia corriente social.”


Referencia web original:  

https://www.nuevatribuna.es/articulo/global/mayoria-pacifista-desoida-paz-guerra-ucrania/20230208135108208111.html


Referencia de la versión en MientrasTanto nº 221 (marzo, 2023): 

https://mientrastanto.org/221/de-otras-fuentes/una-mayoria-pacifista-desoida/

La nueva fase militarista. Antonio Antón, en Público (8/02/2023)


Un artículo complementario del anterior ‘Un belicismo sin legitimidad social’, en los que desarrollo una posición pacifista que enlace con una corriente social mayoritaria, existente en Europa e incluido en España, crítica con esta guerra, sus responsables y sus consecuencias. Selecciono la primera parte:


“¿Qué sentido tiene esta nueva fase belicista consensuada en la OTAN?. Indudablemente, prolongar la guerra para desgastar al ejército y el régimen ruso. Según diversos expertos, la puesta a punto operativa de los tanques concedidos -entre cuatro y seis meses los Leopard alemanes y hasta un año los estadounidenses- y su limitada cantidad -unos cien- no son garantía para una ofensiva ucrania vencedora estratégicamente; la siguiente oleada armamentista son los misiles de larga distancia y los cazas -sobre todo estadounidenses- que entrarían en servicio dentro de unos dos años. O sea, hay una implicación armamentística de los países de la OTAN, con solo tropas de apoyo logístico e inteligencia.


Esa dimensión armamentística y marco temporal coincide con los pronósticos de estrategas del Pentágono que se plantean entre tres y cinco años de guerra para debilitar lo suficiente al ejército ruso y poder negociar en una posición de fuerza su retirada de una parte significativa de esos territorios (¿incluido Crimea? como dice Zelenski)… sin entrar en los riesgos de una confrontación abierta y general con tropas directas de la OTAN y sin incurrir en el peligro de una reacción nuclear rusa si considera que afecta a su supervivencia como Estado y su integridad político-territorial (¿con las nuevas zonas anexionadas?).

Pero en la nueva fase atlántica ofensiva entran dos tipos de factores que no suelen exponerse públicamente o que se tergiversan: uno de realismo estratégico respecto de la relación de fuerzas político-militares de ambos contendientes la OTAN -que ya sustituye a Ucrania- y Rusia y cómo quedaría su Régimen y el futuro de los equilibrios estratégicos; dos, la débil legitimidad pública de este plan gubernamental de las élites dominantes, particularmente, en los países centrales europeos, incluido España, considerando las prolongadas consecuencias socioeconómicas negativas para la mayoría de la población y los efectos sociopolíticos problemáticos de refuerzo de las dinámicas autoritarias y de ultraderecha.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/68246/la-nueva-fase-militarista/

Consolidar el proceso reformador. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (2/02/2023)


Valoración de los avances de la reforma sociolaboral y sus límites y la necesidad de un firme reformismo social y democrático. Selecciono varios párrafos:


“El Gobierno de coalición progresista está empeñado en un proceso de reformas sociales y económicas positivas para las mayorías sociales y, en particular, para los sectores más vulnerables, a diferencia de las estrategias regresivas aplicadas en la anterior crisis socioeconómica.


En un artículo reciente, “El reto social y salarial”, he realizado un diagnóstico sobre esa problemática sociolaboral. Detallo ahora, sintéticamente, las principales medidas gubernamentales en ese ámbito. Junto con una política presupuestaria más expansiva, reforzada por los fondos europeos, y la mejora del empleo, con más de veinte millones de personas ocupadas y una cifra récord de la afiliación a la Seguridad Social, se pueden citar tres grandes iniciativas: la protección pública a través de los ERTES frente a la reducción de la actividad económica y el empleo derivada de la crisis económico-sanitaria; la reforma laboral para rebajar la extensa, prolongada y grave temporalidad, y los paquetes de medidas distributivas, fiscales y regulatorias para apoyar a las familias y disminuir el incremento de precios y las dificultades empresariales…


La solución es más democracia y más justicia social, un firme reformismo sociolaboral y democrático. Se trata de valorar de forma realista los avances conseguidos, aunque sean limitados, y explicar las insuficiencias y sus causas, ya que lo principal es el compromiso público y la credibilidad del proceso reformador impulsado por las fuerzas progresistas en beneficio de las capas populares y del conjunto del país y consolidarlo para la siguiente legislatura.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/consolidar-proceso-reformador-gobierno-elecciones-psoe-podemos/20230201181623207849.html

Una estrategia transformadora. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 220 (1/02/2023)


En el marco de este año electoral con una encrucijada estratégica para el proyecto de país y la reconfiguración de las fuerzas del cambio, analizo la doble problemática, socioeconómica y político-institucional, el reto social y salarial y la apuesta por un firme proceso reformador sociolaboral y democrático. Selecciono varios párrafos:

 

“Esta gestión socioeconómica gubernamental se presenta como el principal balance positivo con el que se pretende activar y ampliar la base social progresista y garantizar la victoria electoral, especialmente, en las elecciones generales de fin de año. El conjunto de esas medidas, según los estudios demoscópicos, son apoyadas por la mayoría de la población; no obstante, sus resultados en términos de credibilidad política y confianza popular y, por tanto, de garantía de avance electoral y continuidad de la gobernabilidad de progreso está por ventilar.

  

La pugna por el relato sobre la situación socioeconómica y laboral de la sociedad es fundamental. La preocupación social principal afecta a este campo. La cuestión no es solo analítica sino, sobre todo, de legitimación de la gestión política, fundamentalmente entre el Gobierno de coalición progresista, con sus socios parlamentarios, y la oposición de derechas. A ella se añade, la segunda preocupación ciudadana que es, precisamente, la desconfianza en las instituciones, el Gobierno y la clase política, vistas por una parte significativa de la población como problema y no como solución.


Por tanto, la disputa política y mediática tiene que ver con la legitimidad de esos dos bloques y sus estrategias para encarar esos problemas socioeconómicos y democráticos, y, en este año electoral, reforzar sus apoyos sociales y electorales para consolidar su estatus de poder y de gestión. Más allá del rechazo a la estrategia neoliberal y reaccionaria de las derechas, conviene explicar los límites e insuficiencias de esa política reformadora y la necesidad de afianzar una estrategia transformadora de mayor alcance, un reformismo fuerte con mayor apoyo popular que permita revalidar una senda de progreso.”


Referencia web original:  

https://mientrastanto.org/220/ensayo/una-estrategia-transformadora/

Un belicismo sin legitimidad social. Antonio Antón, en Público (31/01/2023)

 

Transcribo la introducción:

“La actual escalada bélica de los países de la OTAN en Ucrania no tiene suficiente legitimidad pública. Lo dice la ciudadanía europea que se encuentra dividida, pero una parte mayoritaria no respalda la prolongación de la guerra y exige ponerle fin, aunque suponga cesiones territoriales a Rusia por parte de Ucrania.


Veamos los datos de la encuesta europea de Euroskopia publicada recientemente y con poco eco en los grandes medios de comunicación españoles. Ha sido realizada en nueve países relevantes de la Unión Europea: España, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Grecia, Países Bajos y Austria. El estudio en España se ha llevado a cabo por Sigma Dos, empresa demoscópica para la investigación social que forma parte de Gallup International y colabora habitualmente para el diario El Mundo, poco sospechosa de izquierdismo o de deslealtad con el atlantismo.


Existen diferencias importantes entre la población de los diferentes países consultados sobre la gestión del conflicto armado, pero la media de todos ellos se va inclinando hacia la prioridad de la paz inmediata. Así, el 48% de la ciudadanía, casi la mitad, está a favor de un rápido final del conflicto, incluso si Ucrania debe ceder territorios. Por otro lado, el 32%, no llega a un tercio, se declara en contra de esa cesión territorial para acelerar la paz. Esa minoría de la población europea es la que apoya la prolongación de la guerra hasta la expulsión rusa de todos los territorios ucranios, incluido Crimea y el Dombás, tal como apuesta el presidente ucranio Zelenski, respalda los Gobiernos de EEUU y Polonia y asume la OTAN. Ese tercio de la ciudadanía es el que prioriza la victoria militar frente a la posición de la mitad de la sociedad europea que prefiere la negociación de un acuerdo razonable para ambas partes.”


Referencia web original:  

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/68241/un-belicismo-sin-legitimidad-social/

El reto social y salarial. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (27/01/2023)


Me centro en el tema socioeconómico y su gestión institucional, con su correspondencia para la legitimación pública de los actores políticos y sociales. Selecciono varios párrafos:

 

“Lejos del catastrofismo de la oposición de las derechas, el Gobierno de coalición progresista ha implementado unas políticas socioeconómicas protectoras y reguladoras positivas. Ha habido un crecimiento del empleo, especialmente el indefinido, con reducción de la temporalidad. A pesar de las grandes dificultades (pandemia, guerra en Ucrania, desglobalización…) no se han cumplido los malos augurios recesivos o regresivos y la política económica dominante hasta ahora, también en Europa, ha sido relativamente expansiva y paliativa.


Sin ese anunciado empeoramiento económico derivado de la supuesta desastrosa gestión gubernamental, el Partido Popular se ha quedado sin credibilidad crítica y alternativa. Le queda echar mano del nacionalismo españolista más centralista, la manipulación mediática y los resortes judiciales, con su giro derechista y su dependencia de la ultraderecha. Pero sigue el incierto empate electoral de bloques.


El Gobierno progresista se apresta a poner en primer plano sus logros en esta materia. La pugna por el relato de la gestión económica -con las cosas del comer- se convertiría en el centro de la legitimidad del Gobierno para revalidar una nueva legislatura de progreso. La confrontación de modelos sociales y económicos con la derecha neoliberal es imprescindible. No obstante, esa estrategia, principalmente de la parte socialista, si no gana contundencia aplicativa y credibilidad ciudadana, es insuficiente, tal como muestran las encuestas demoscópicas. Corre el riesgo de no conseguir incrementar la confianza popular necesaria para incrementar los apoyos sociales y garantizar la victoria electoral progresista, y dejando al margen el factor decisivo de la unidad del espacio del cambio tratado recientemente en un artículo: La unión y la división del frente amplio


La estrategia sindical de ‘salario o conflicto’ de este otoño y comienzos de invierno está resultando incapaz de modificar sustancialmente la tendencia de devaluación salarial impuesta por los empresarios. Igualmente, el escaso impulso del centenar de los convenios colectivos más favorables no es capaz de arrastrar la negociación colectiva de los sectores más débiles y la acción movilizadora es muy limitada, con solo un ligero crecimiento de la actividad huelguística: en el año 2022, un 4,5% más de huelguistas que el año anterior, con un total del 17% más de jornadas no trabajadas por huelga. Entre las causas, aparte de la precariedad laboral y las dificultades económicas de las familias, está la limitada determinación del activo sindical y su débil capacidad contractual.


La batalla del relato sobre un reparto más justo de los esfuerzos distributivos está ganada entre la mayoría trabajadora, partidaria de mejorar su capacidad adquisitiva frente a la devaluación salarial, el incremento de los precios y los extraordinarios beneficios empresariales. El desafío es implementar la influencia necesaria, sindical e institucional, para conseguirlo.  El reto de las fuerzas progresistas es la oposición social, política y sindical a la devaluación salarial, el refuerzo de los servicios públicos y la regulación pública del mercado, así como la defensa persistente y el avance de los derechos sociolaborales y democráticos.”


Referencia web original:  

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/reto-social-salarios-laboral-trabajo-gobierno/20230125184916207597.html

Estrategia, proyecto y fuerza social. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (20/01/2023) y Rebelión (2/02/2023)


Reflexiones ante la encrucijada estratégica de este año electoral para el devenir del proceso reformador social y democrático del país y la recomposición y renovación de las fuerzas del cambio. Señalo varios párrafos:


“La incógnita es si nuestras élites representativas principales, al menos en esos tres grandes ámbitos, la socialdemocracia, el espacio del cambio de progreso y los sectores nacionalistas de izquierda van a dar la suficiente talla para no defraudar a sus bases sociales y el progreso del país. Su éxito depende de la interrelación y la colaboración de las tres partes. No obstante, aun con una base social curtida desde hace más de una década, la parte más frágil y fragmentada es la representación política de ese campo de la izquierda transformadora o fuerzas del cambio.  Superar el desafío de su colaboración para aportar al conjunto del devenir de esta apuesta es fundamental; se van a evidenciar sus potencialidades (e insuficiencias) políticas y orgánicas, con su capacidad unitaria y de respeto a la pluralidad, junto con su valía democrática, teórica y ética. Todo ello con el activismo social y la intelectualidad progresista.


Esas condiciones pueden condicionar el éxito del conjunto del bloque progresista, que también beneficiaría a la corriente socialista y su dirección actual, también como referencia europea y mundial. Pero, igualmente, su fracaso podría acarrear la consecuencia de su inviabilidad política como fuerza condicionante y complementaria de la socialdemocracia, sin poder coparticipar en la estructuración del país y la expectativa de consolidar un cambio de progreso en la próxima década, así como con pocos recursos e influencia social.


Conllevaría amplios efectos destructivos para el activismo sociopolítico, y cuestionaría la legitimidad de esa representación político-institucional cuyo prestigio decaería más. Sería un resultado contrario y frustrante en relación con el deseo vigente desde hace más de una década de conformar un espacio y una dinámica reformadora de progreso y superadora del bipartidismo continuista y estéril. Es una gran responsabilidad, cuyo acierto determinará la consolidación o no de una nueva elite dirigente y su recomposición interna, con autoridad y confianza popular suficiente para constituir un agente relevante de cambio en este país (de países).”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/estrategia-proyecto-fuerza-social-politica-europa/20230118132647207289.html


Referencia de la versión en Rebelión (2/02/2023):

https://rebelion.org/estrategia-proyecto-y-fuerza-social/

Claroscuros sociolaborales. Antonio Antón, en Público (20/01/2023)


Analizo los avances y las insuficiencias reformadoras en el ámbito sociolaboral, en una situación social problemática e incierta políticamente. Destaco varios párrafos:

 

“Comienza un año eminentemente electoral donde se van a confrontar la gestión político-institucional, las alternativas programáticas y, sobre todo, la credibilidad transformadora de los grupos y bloques políticos para garantizar a la mayoría social el correspondiente contrato social y electoral que permita superar esas problemáticas y consolidar una dinámica de seguridad y avance social y democrático. Dejo aparte los tres importantes temas políticos de la articulación territorial y el modelo de Estado, con el conflicto en Catalunya, la democratización institucional, empezando por el poder judicial, y las relaciones europeas e internacionales en el actual contexto geopolítico.


Me centro en el tema socioeconómico y su gestión institucional, con su correspondencia para la legitimación pública de los actores políticos y sociales. Lejos del catastrofismo de la oposición de las derechas, el Gobierno de coalición progresista ha implementado unas políticas socioeconómicas protectoras y reguladoras positivas. Ha habido un crecimiento del empleo, especialmente el indefinido, con reducción de la temporalidad. A pesar de las grandes dificultades (pandemia, guerra en Ucrania, desglobalización…) no se han cumplido los malos augurios recesivos o regresivos y la política económica dominante hasta ahora, también en Europa, ha sido relativamente expansiva y paliativa.


Sin ese anunciado empeoramiento económico derivado de la supuesta desastrosa gestión gubernamental, el Partido Popular se ha quedado sin credibilidad crítica y alternativa. Le queda echar mano del nacionalismo españolista más centralista, la manipulación mediática y los resortes judiciales, con su giro derechista y su dependencia de la ultraderecha. Pero sigue el incierto empate electoral de bloques.


El Gobierno progresista se apresta a poner en primer plano sus logros en esta materia. La pugna por el relato de la gestión económica -con las cosas del comer- se convertiría en el centro de la legitimidad del Gobierno para revalidar una nueva legislatura de progreso. Craso error. Esa estrategia, principalmente de la parte socialista, si no gana contundencia aplicativa y credibilidad ciudadana, es insuficiente. Corre el riesgo de no conseguir incrementar la confianza popular, que se resiste a sacar ventaja en las encuestas electorales y garantizar la victoria electoral progresista, y dejando al margen el factor decisivo de la unidad del espacio del cambio tratado recientemente en dos artículos: Una solución pactada para sumar y Multiplicar o restar.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/67884/claroscuros-sociolaborales/

Frente a la devaluación salarial. Antonio Antón, en Público (19/01/2023)


Explico la dinámica de pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios por la imposición patronal del incremento desmesurado de sus beneficios y con relativa impotencia sindical e inacción gubernamental para superarla. Selecciono varios párrafos:

 

“Frente a las explicaciones que solo naturalizan o externalizan sus causas (el mercado, la globalización, la pandemia, la guerra…) se produce un paso valorativo dirigido al Estado y los agentes sociales y políticos: la insuficiencia de la protección y la acción reguladora públicas, todo ello achacable a la incapacidad y/o insuficiente determinación institucional, partidaria y sindical para afrontarlo de forma más contundente y generalizada. Y el CIS y los estudios demoscópicos así reflejan esa preocupación y malestar social que ante su impotencia o inacción exige respuestas, siempre condicionados por la pugna partidista y mediática.


Dicho de otro modo, la patronal está imponiendo sus propios intereses de acumulación de beneficios empresariales a costa de la disminución de costes salariales. Por tanto, no solo se ralentiza el consumo, la actividad económica y el empleo sino que se precariza la vida de la mayoría trabajadora y sus familias. La negociación colectiva, supuestamente reforzada por la reforma laboral, se muestra incapaz de remontar esa prepotencia empresarial. La estrategia de diálogo social está inoperativa, sin perspectivas de un pacto de rentas equilibrado, a pesar de la reclamación sindical y las llamadas diversas del Ejecutivo, incluso de medios significativos como el diario ‘El País’ (16/01/2023).


La patronal está fuerte y cómoda en su oposición a un pacto de rentas que le pudiera condicionar ligeramente hacia un incremento remunerativo de los salarios. Ahora, a diferencia del periodo anterior (negociación de la financiación pública de los ERTES y de fondos europeos, emplazamiento del nuevo Ejecutivo progresista, con aceptación de límites a la temporalidad y estabilización del marco de relaciones laborales…) no tiene suficientes presiones e incentivos para unos acuerdos razonables y sí un fuerte apoyo de las derechas. La dinámica generada, con esta inercia, es la consolidación del recorte de la capacidad adquisitiva de los salarios y el aumento de la desigualdad salarial. Y en el plano subjetivo el resquemor pasivo en gente trabajadora.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/67898/frente-a-la-devaluacion-salarial/


Versión en Rebelión (20/01/2023):

https://rebelion.org/frente-a-la-devaluacion-salarial/

Lo individual y lo colectivo. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (6/01/2023)


Segunda parte de la conferencia pronunciada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid (diciembre de 2022). Transcribo su presentación:


“En la primera parte de esta ponencia, “Comunidad e individualización”, he explicado un aspecto, el concepto de comunidad y el vínculo social de los individuos, con el doble sentido del proceso de individualización. En esta segunda parte, analizo otros tres aspectos encadenados: La interacción entre intereses y derechos individuales y colectivos, es decir, entre procesos de empoderamiento personal y relaciones comunitarias;  el carácter de la solidaridad (fraternidad y sororidad) y su relación con la igualdad y la libertad y cómo se configuran en el contrato social y la experiencia del feminismo; los sujetos y la democracia participativa, en particular el papel de los movimientos sociales y las identidades parciales y su relación con un sujeto global y el universalismo. Parto del marco sociopolítico explicado en el libro “Dinámicas transformadoras. Renovación de la izquierda y acción feminista, sociolaboral y ecopacifista”.”


Referencia web original:  

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/individual-colectivo-comunidad-social-sociologia/20230103173502206724.html

Comunidad e individualización. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (3/01/2023)


Primera parte de la conferencia pronunciada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid (diciembre de 2022), titulada “La comunidad y lo común”. Transcribo su presentación:


“En esta primera parte de esta ponencia explico un aspecto: El concepto de comunidad y el vínculo social de los individuos, con el doble sentido del proceso de individualización. En una segunda parte, trataré otros tres que están encadenados: La interacción entre intereses y derechos individuales y colectivos, es decir, entre procesos de empoderamiento personal y relaciones comunitarias; el carácter de la solidaridad (fraternidad y sororidad) y su relación con la igualdad y la libertad y cómo se configuran en el contrato social y la experiencia del feminismo; los sujetos y la democracia participativa, en particular el papel de los movimientos sociales y las identidades parciales y su relación con un sujeto global y el universalismo.


Como se puede ver son temas complejos y de fuerte debate en las ciencias sociales y la filosofía política, así como con importantes implicaciones sociopolíticas para la acción colectiva y la transformación social de carácter igualitario-emancipador-solidario. Será preciso detenerse en algunas clarificaciones del sentido de algunos conceptos básicos sometidos a polémica interpretativa. Parto del marco sociopolítico explicado en el libro “Dinámicas transformadoras. Renovación de la izquierda y acción feminista, sociolaboral y ecopacifista”.”

Referencia web original

 

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/comunidad-individualizacion-social-sociologia/20230103140301206707.html

La unidad del espacio del cambio. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 219 (1/01/2023)


Ensayo amplio (15 pp.) donde explico detalladamente este tema, del que se han publicado varios fragmentos; esta es la versión completa. Transcribo su presentación:


“El pasado 6 de diciembre se ha publicado el barómetro mensual de diciembre de la acreditada agencia de investigación 40dB. El objeto de estudio demoscópico no puede ser más relevante: las características de los electorados, principalmente de las izquierdas, con la vista puesta en las elecciones generales de fin de 2023 y, en particular, los escenarios posibles de división o unidad de la izquierda del PSOE y su configuración interna, así como sus implicaciones para la gobernabilidad progresista en la próxima legislatura.


Utilizo los propios datos de la encuesta, así como sus microdatos, algunos de ellos con una elaboración propia. Tras algunas matizaciones metodológicas y conceptuales, explico los aspectos de mayor trascendencia política para afianzar una estrategia unitaria: el marco general para una solución pactada, las características de ambos escenarios del espacio del cambio, el unitario y el dividido; el perfil ideológico de las izquierdas y los principales problemas de la gente; la composición de los electorados progresistas y las transferencias de voto; las formas de la candidatura de la izquierda alternativa y el doble sentido de SUMAR como grupo político adicional o marco organizativo común de todo el frente amplio; y termino con varias conclusiones.”


Referencia web original

https://mientrastanto.org/219/ensayo/la-unidad-del-espacio-del-cambio/

La comunidad y lo común. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 219 (1/01/2023)


Conferencia pronunciada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid (diciembre de 2022). Transcribo su presentación:


“En esta ponencia explico cuatro aspectos encadenados: 1) El concepto de comunidad y el vínculo social de los individuos, con el doble sentido del proceso de individualización. 2) La interacción entre intereses y derechos individuales y colectivos, es decir, entre procesos de empoderamiento personal y relaciones comunitarias. 3) El carácter de la solidaridad (fraternidad y sororidad) y su relación con la igualdad y la libertad y cómo se configuran en el contrato social y la experiencia del feminismo. 4) Los sujetos y la democracia participativa, en particular el papel de los movimientos sociales y las identidades parciales y su relación con un sujeto global y el universalismo.


Como se puede ver son temas complejos y de fuerte debate en las ciencias sociales y la filosofía política, así como con importantes implicaciones sociopolíticas para la acción colectiva y la transformación social de carácter igualitario-emancipador-solidario. Será preciso detenerse en algunas clarificaciones del sentido de algunos conceptos básicos sometidos a polémica interpretativa. Parto del marco sociopolítico explicado en el libro “Dinámicas transformadoras. Renovación de la izquierda y acción feminista, sociolaboral y ecopacifista”.


Referencia web original:


https://mientrastanto.org/219/de-otras-fuentes/la-comunidad-y-lo-comun/

Sumar y movimiento ciudadano. Antonio Antón, en Público (1/01/2023) y Rebelión (7/01/2023)


La distinción entre SUMAR como grupo político adicional y el conjunto del frente amplio, diverso y plural, incluido las confluencias territoriales, cuya unidad es fundamental, respetando la representatividad de cada cual con una solución unitaria, justa y pactada. Además hay que analizar la relación entre la dinámica político-electoral y la del movimiento ciudadano. Selecciono varios párrafos:


“La encuesta de 40dB, recientemente publicada, tiene la virtud de exponer los dos posibles escenarios de la izquierda del PSOE para las elecciones generales, de su división y su unión. En dos recientes artículos me he referido a ello: Una solución pactada para sumar y Multiplicar o restar. Aquí me detengo en dos aspectos: la opinión sobre la forma de la candidatura de Sumar en el caso de la unión del conjunto del espacio del cambio o izquierda alternativa, y las características y la articulación de los dos planos, el político y el cívico…


A falta de un auténtico proceso constituyente pactado, es de sentido común contemplar una coalición de grupos políticos con una sigla diferenciada para denominar el conjunto del frente amplio, a negociar por parte de todos los interlocutores. Por otro lado, estaría la constitución de Sumar como agrupación política diferenciada de otras, cuya sigla también está pendiente de confirmar. Pero estaríamos antes dos procesos políticos distintos, aunque confluyan en el tiempo. Por tanto, para evitar confusiones lo adecuado es identificarlos con dos denominaciones o siglas diferentes, respetando sus distintas articulaciones.

La conclusión es que a nivel ciudadano la responsabilidad de la fractura, aunque con cierta gradación, afectaría al conjunto de los dirigentes del espacio del cambio que deberían mostrar una mayor disposición unitaria efectiva…


El proceso de renovación, fortalecimiento y ampliación del frente amplio es decisivo para incrementar su representatividad popular, reequilibrar favorablemente su influencia en el conjunto de las izquierdas y fuerzas progresistas y garantizar una dinámica transformadora…


La iniciativa de Sumar es positiva, pero a condición de que forme parte de un proceso unitario del conjunto de fuerzas que representan la izquierda transformadora. Ello supone una negociación multilateral desde el respeto y el reconocimiento de la representatividad de cada grupo político con la apuesta por una solución pactada, unitaria y justa para todas las partes. Es la condición para avanzar y que todos ganen de forma equitativa. Supondría una modificación de la primacía dirigente del equipo de Sumar respecto de la prevalencia ejercida por la dirección de Podemos hasta ahora, que debería admitir su readecuación a los actuales equilibrios representativos justos y realistas.


Queda pendiente un proceso de articulación cívica del conjunto de movimientos sociales, mundo asociativo y sociedad civil progresista, con una dinámica transformadora y un proyecto sociopolítico y cultural complejo, plural y unitario, con el respeto a la propia autonomía de las organizaciones sociales respecto de las agrupaciones estrictamente político-electorales-institucionales. Eso son palabras mayores y sería un proceso ambicioso, cuya relevancia política y teórica se ha puesto de manifiesto en esta larga década frente a la crisis socioeconómica y su gestión regresiva y autoritaria por el bipartidismo con la activación de movimiento popular progresista y la recomposición de la representación política de la mano de Podemos y sus aliados y, ahora, mediante el proceso de formación de un frente amplio…


En definitiva, falta la configuración real de todo el frente amplio en la doble vertiente, de proceso de unidad, fortalecimiento y renovación de la representación político-institucional, y del estímulo y articulación de una convergencia de la acción cívica y popular que afronte los retos de la sociedad, con la apuesta por un cambio sustantivo de progreso bajo los valores de carácter igualitario-emancipador-solidario. La tarea es doble: la unidad de todo el espacio del cambio y la activación del movimiento cívico.”


Referencia web original:  

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/67316/sumar-y-movimiento-ciudadano/


Referencia web de la versión en Rebelión (7/01/2023):

https://rebelion.org/sumar-y-movimiento-ciudadano/