Sociólogo y politólogo. Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (2003/2022)
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Mentiras del racismo (II). LA MANIPULACIÓN DISCURSIVA. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (9/09/2024)
En esta segunda parte trato algunos criterios metodológicos y de enfoque, la mayor tasa de actividad, la menor renta media y la fiscalidad equitativa de la inmigración, la percepción sesgada de la inmigración y la estrategia racista de desinformación y estigmatización inmigrante. Selecciono los últimos párrafos:
“La inmigración resuelve necesidades de importantes segmentos del mercado laboral -que la población autóctona no cubre-, aporta al sostenimiento del Estado de bienestar y, comparativamente, usa menos la protección social -pensiones, prestaciones de desempleo- y los servicios públicos -sanidad-. Cuestión aparte es el necesario esfuerzo cultural y educativo que necesita más y mejores recursos y políticas públicas, frente a la tendencia segregadora en la escuela o el nacionalismo excluyente.
Hay un problema global de infrafinanciación de los servicios públicos y la protección social, con la necesidad de una profunda reforma fiscal progresiva, pero ello no justifica la tendencia competitiva en capas acomodadas, espoleada por las derechas, de restringir derechos al peldaño más bajo de la estratificación social, la gente inmigrante y vulnerable.
La estrategia discursiva de desinformación y justificación estigmatizadora de las derechas extremas, con el control y el apoyo del grueso de los medios de comunicación y redes sociales y distintos grupos de poder, busca reforzar la discriminación y la subordinación de la población inmigrante. Pretende dividir a las capas populares, justificar las grandes desigualdades mundiales derivadas del colonialismo y el neoliberalismo, tapar las responsabilidades del poder establecido respecto de la desigualdad social y el carácter regresivo del mercado y muchas políticas públicas precedentes, ampliar la mentalidad racista y segregadora entre la población española. En el terreno sociopolítico apuesta por deslegitimar las opciones progresistas, integradoras, feministas y de diálogo intercultural, y específicamente, desgastar al Gobierno de coalición progresista para favorecer la alternancia de las derechas reaccionarias y su política de involución socioeconómica y democrática.
En definitiva, la presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Es fundamental promover la integración social y la convivencia intercultural, no la discriminación y el racismo.”
Referencia web original:
La manipulación racista de la inmigración. Antonio Antón, en Rebelión (6/09/2024)
Ensayo completo (7 pp.), con abundante explicación estadística, sobre los delitos y delincuentes por edad, sexo y nacionalidad, así como algunos criterios metodológicos y de enfoque, la mayor tasa de actividad, la menor renta media y la fiscalidad equitativa de la inmigración, la percepción sesgada de la inmigración y la estrategia racista de desinformación y estigmatización inmigrante. Selecciono varios párrafos:
“La conclusión es evidente: el porcentaje del sector nativo de edad avanzada es muy superior al de origen extranjero y de doble nacionalidad, y al revés, el de edad joven e intermedia de estos últimos es muy superior al de la población autóctona.
El factor edad, aparte de la nacionalidad, es clave para explicar el distinto grado de criminalidad entre la población española y la extranjera, ya que en ese tramo de edad entre 16 y 54 años, en el que se concentra la criminalidad, el porcentaje de la población extranjera (67,8%) y la de doble nacionalidad (64,9%) supone, prácticamente, veinte puntos más que la población española (47,9%).
En todo caso, tal como avanzaba, las personas delincuentes condenadas en el último año -algo más de trescientas mil- son una minoría poblacional de cada comunidad nacional, con una media inferior al 1% (0,8%) de la población adulta; ello significa que en torno al 99,3% en el caso español y el 98,6% en el caso extranjero, no ha cometido delitos penados. Por tanto, igual que no tiene sentido acusar a todo el grupo de varones ‘activos’ -jóvenes y de edad intermedia- por la delincuencia de una minoría de su sexo y grupo de edad, tampoco se puede denunciar a toda la población inmigrante (o extranjera) de los hechos delictivos de una pequeña parte. Esa lógica de generalización criminalizadora es típica del racismo y el neofascismo, y es lo que utiliza la derecha extrema para justificar la discriminación colectiva a las personas inmigrantes…
La estrategia discursiva de desinformación y justificación estigmatizadora de las derechas extremas, con el control y el apoyo del grueso de los medios de comunicación y redes sociales y distintos grupos de poder, busca reforzar la discriminación y la subordinación de la población inmigrante. Pretende dividir a las capas populares, justificar las grandes desigualdades mundiales derivadas del colonialismo y el neoliberalismo, tapar las responsabilidades del poder establecido respecto de la desigualdad social y el carácter regresivo del mercado y muchas políticas públicas precedentes, ampliar la mentalidad racista y segregadora entre la población española. En el terreno sociopolítico apuesta por deslegitimar las opciones progresistas, integradoras, feministas y de diálogo intercultural, y específicamente, desgastar al Gobierno de coalición progresista para favorecer la alternancia de las derechas reaccionarias y su política de involución socioeconómica y democrática.
En definitiva, la presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Es fundamental promover la integración social y la convivencia intercultural, no la discriminación y el racismo.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/la-manipulacion-racista-de-la-inmigracion/
Mentiras del racismo (I). INMIGRACIÓN NO ES DELINCUENCIA. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (4/09/2024)
Primera parte del informe, con abundante explicación estadística, sobre los delitos y delincuentes por edad, sexo y nacionalidad, con una conclusión es clara: ‘La minoría delincuente se concentra entre los segmentos de edad joven e intermedia, de 18 a 50 años, en la que se produce una gran diferencia en la composición de la población española y la extranjera que explica que el factor de inmigración no es el exclusivo y decisivo para asociarlo a la delincuencia, sino que tiene un gran peso el de la edad (y el sexo)’. Selecciono varios párrafos:
“La conclusión es evidente: el porcentaje del sector nativo de edad avanzada es muy superior al de origen extranjero y de doble nacionalidad, y al revés, el de edad joven e intermedia de estos últimos es muy superior al de la población autóctona.
El factor edad, aparte de la nacionalidad, es clave para explicar el distinto grado de criminalidad entre la población española y la extranjera, ya que en ese tramo de edad entre 16 y 54 años, en el que se concentra la criminalidad, el porcentaje de la población extranjera (67,8%) y la de doble nacionalidad (64,9%) supone, prácticamente, veinte puntos más que la población española (47,9%).
Dicho de otro modo, la población de origen extranjero en ese tramo de edad joven e intermedia tiene un 41,5% de mayor peso demográfico que la española. Así, el porcentaje de ese tramo de edad entre el conjunto del resto de individuos europeos es del 59,8%, entre latinoamericanos el 73,9% y en el resto de afroasiáticos, el 69,1%. O sea, considerando estos dos últimos segmentos el grueso de la inmigración ‘pobre’, la diferencia respecto de la población española es de unos veinticinco puntos, un 50% más.
El problema interpretativo que nos encontramos es sobre la vinculación de la criminalidad con la inmigración, tesis central entre las derechas y sus aparatos mediáticos. Por tanto, hay que analizar la interacción entre criminalidad (personas condenas y delitos penados) y los tres indicadores y resaltar su carácter minoritario. En la tabla adjunta se expone el mayor índice entre los grupos de edad de 18 a 40 años y el menor entre los mayores de 50 años. Pero para explicar el peso de la nacionalidad hay que valorar el impacto demográfico derivado de que la población inmigrante se concentra, precisamente, en esos primeros tramos de edad y la población española tiene un porcentaje muy superior entre los mayores de 50 años.
En todo caso, tal como avanzaba, las personas delincuentes condenadas en el último año -algo más de trescientas mil- son una minoría poblacional de cada comunidad nacional, con una media inferior al 1% (0,8%) de la población adulta; ello significa que en torno al 99,3% en el caso español y el 98,6% en el caso extranjero, no ha cometido delitos penados. Por tanto, igual que no tiene sentido acusar a todo el grupo de varones ‘activos’ -jóvenes y de edad intermedia- por la delincuencia de una minoría de su sexo y grupo de edad, tampoco se puede denunciar a toda la población inmigrante (o extranjera) de los hechos delictivos de una pequeña parte. Esa lógica de generalización criminalizadora es típica del racismo y el neofascismo, y es lo que utiliza la derecha extrema para justificar la discriminación colectiva a las personas inmigrantes.
Por tanto, el origen nacional extranjero o la inmigración ‘pobre’ no generan una significativa mayor criminalidad respecto de la población autóctona, y no tienen fundamento las alarmas sociales y las campañas discriminatorias y estigmatizantes antinmigración que son debidas a una determinada opción política y estratégica de las derechas extremas. Está basada en una interpretación falsa y abusiva de la realidad, es opuesta a los derechos humanos y la democracia. Debe ser respondida por la difusión de la verdad y la crítica argumentada y, al mismo tiempo, acompañadas por unas medidas de integración social y convivencia intercultural, tal como he argumentado en el reciente artículo ‘La lacra del racismo’.”
Referencia web original:
El feminismo como sujeto social. Acerca del pensamiento de Judith Butler. Carmen Heredero y Antonio Antón (1/09/2024)
En este ensayo tratamos varios aspectos del pensamiento feminista: el valor del feminismo y la identidad feminista; cómo avanzar en la liberación y la igualdad femenina; el sujeto social, imprescindible para la transformación colectiva, y la relevancia de la experiencia vivida e interpretada. Selecciono varios párrafos:
“Antes de la constitución del sujeto social hay una realidad sociodemográfica concreta, pero no existe el sujeto ‘objetivo’ o en potencia. Su formación y su articulación es más compleja y mediada por otros mecanismos institucionales, asociativos y socioculturales. El factor fundamental para su constitución tampoco son los discursos o las ideas de unas élites que los socializan entre la población. La conexión se establece por la experiencia vital de la gente, que se asocia a su realidad material vivida y a sus aspiraciones.
Se trata de un enfoque realista, relacional, crítico… y, en cierta forma, también constructivista, en un sentido sociohistórico, en oposición al mecanicismo estructuralista u objetivista o a los excesos irreales y voluntaristas de cierto posestructuralismo, ambos con distintos componentes idealistas. Este constructivismo social e histórico, con ligeras connotaciones gramscianas, es más complejo, interactivo y multidimensional que la teoría performativa de Butler, más influida por los intelectuales posmodernos franceses, y que, por cierto, parece ser desconocido para ella. Este enfoque crítico, a pesar de ser minoritario entre las izquierdas políticas y académicas, es de gran relevancia teórica y conecta con la experiencia articuladora de los movimientos sociales igualitarios de estas décadas, y más allá.
Se da una interacción entre posición socioeconómica y de poder, conciencia y conducta, aunque no mecánica o determinista en un sentido u otro. Pero, frente al esencialismo identitario, hay que analizar a los actores en su trayectoria, su interacción, su multidimensionalidad y su contexto. El sujeto colectivo emancipador se va formando a través de la experiencia relacional en el conflicto socioeconómico, la pugna sociopolítica y la diferenciación cultural respecto de las capas dominantes.
Judith Butler ha hecho una extraordinaria aportación, especialmente sobre la liberación sexual y de género y en defensa de los colectivos LGTBIQ+, pero conviene superar esas dos limitaciones y atender a la reelaboración de un enfoque relacional, interactivo, procesual y multidimensional sobre la imprescindible formación del sujeto social, como palanca transformadora igualitaria-emancipadora, y la reafirmación de un feminismo social y crítico, para afrontar mejor las relaciones desiguales de género.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/237/ensayo/el-feminismo-como-sujeto-social/
La criminalización racista de la inmigración. Antonio Antón, en Público (1/09/2024)
La presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Selecciono varios párrafos:
“Desde hace unos años estamos asistiendo a un recrudecimiento de la estrategia racista por parte de las derechas extremas. Paralelamente al incremento gradual de la inmigración, sobre todo del Sur global, en Europa y EEUU, hay un incremento reaccionario de la estigmatización de la población inmigrante. Su ofensiva discursiva, apoyada por importantes medios de comunicación y la utilización de las redes sociales, pone el acento en su criminalización, como asociación a delincuencia e inseguridad para la población nativa.
Esa falsa interpretación no está basada en hechos objetivos, por lo que se instrumentalizan, sobredimensionan y generalizan algunos acontecimientos o, bien, directamente se inventan los llamados ‘hechos alternativos’, desconectados de la realidad pero que tienen una función de crear una amenaza y un miedo entre la población autóctona y, por tanto, contribuir a su marginación, sometimiento, control disciplinario y expulsión.
Aquí voy a utilizar el máximo rigor analítico a partir de los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre criminalidad -delitos y personas condenadas- referidos principalmente al origen nacional, la edad y el sexo, comparados con la composición de la población. Adelanto las conclusiones según la tabla adjunta.
Los tres indicadores principales que explican el diferente nivel de criminalidad son la nacionalidad, la edad y el sexo: la gran mayoría de personas que han cometido delitos son varones, el 80%, y mujeres solo el 20%; sobre todo, adultos jóvenes y de edad intermedia (18 a 40 años); la media de personas condenadas de nacionalidad extranjera, cada 100 habitantes, es de 1,42%, el doble que las de la población española (0,67%). No obstante, en ambos casos es una minoría evidente que no debería ser utilizada para criminalizar al conjunto de cada grupo social, sea por nacionalidad, sexo o grupo de edad.”
https://blogs.publico.es/dominiopublico/64188/la-criminalizacion-racista-de-la-inmigracion/
La lacra del racismo. Antonio Antón, en Público (28/08/2024)
A raíz de los hechos racistas en Gran Bretaña, analizo la problemática de la inmigración en España y cómo prevenir y combatir el racismo a través de la integración social y la convivencia intercultural. Selecciono varios párrafos:
“Por tanto, la prevención y el tratamiento del racismo constituye un reto interpretativo y sociopolítico, en torno a dos ejes combinados: la integración social y la convivencia intercultural. Se trata de afrontar la involución derechista y segregadora respecto de la inmigración, su disciplinamiento como mano de obra barata, su sometimiento a una situación subordinada y con menos derechos y la división social respecto de las capas trabajadoras autóctonas y entre la propia población inmigrante.
Al igual que con el antifeminismo, frente a los avances de condiciones igualitarias y derechos emancipadores feministas, con el racismo se ha reforzado una ofensiva cultural reaccionaria. Pero, también, se intenta consolidar la discriminación de una parte significativa de las capas populares e influir en el aparato de poder institucional europeo, con el acceso a posiciones gubernamentales como en Italia y otra media docena de países.
El racismo y las dinámicas de extrema derecha no solo buscan la complicidad de una parte del poder establecido, especialmente con la penetración en el aparato del Estado -fuerzas de seguridad, judicatura- y los medios de comunicación, sino que buscan ampliar su legitimidad social con el apoyo de sectores populares, particularmente de clases medias y capas trabajadoras en descenso de estatus socioeconómico -no solo en el ámbito rural o tradicionalista-. Se pretende reconducir sus malestares y resentimientos y movilizarlos utilizando los supuestos agravios comparativos y estimulado sus ventajas étnico-nacionales o de raza (o de sexo). O sea, con el socorrido criterio trumpiano o neofascista de la culpabilización del más débil y la primacía ‘nacional’.
Se produce una conversión discursiva: la responsabilidad de los recortes sociales, las deficiencias de los servicios públicos, los retrocesos de estatus y reconocimiento interpersonal e institucional, el malestar social…, ya no deriva de los de arriba, los poderosos, las grandes instituciones globalizadoras o el propio mercado y el capitalismo; la culpa la tiene el nuevo chivo expiatorio que destruye la nación, el orden social o la cultura del país: la inmigración, a veces centrada en la irregular o la musulmana.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/86470/la-lacra-del-racismo/
Referencia web de la versión publicada en Rebelión (29/08/2024):
https://rebelion.org/la-lacra-del-racismo/
Referencia web de la reedición por Mientras Tanto nº 237 (1/09/2024):
https://mientrastanto.org/237/de-otras-fuentes/la-lacra-del-racismo/
Publicaciones ajenas
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VER Artículos y ensayos ajenos destacados
Artículos del último mes:
El retorno de los salarios de subsistencia. Alberto Garzón (19/09/2024)
Importante valoración: Responder a las necesidades materiales, salariales y vitales de la gente trabajadora, particularmente juvenil, es fundamental para la supervivencia de las izquierdas. Selecciono los últimos párrafos:
“Hoy en día, las jóvenes familias trabajadoras dependen de ayudas externas, como las que reciben de sus padres, madres, abuelos y abuelas, para sobrellevar una situación que no ha dejado de complicarse. Si estas ayudas se retiraran, sería aún más evidente que los salarios reales están por debajo del nivel de subsistencia y que las condiciones relativas de vida de las familias españolas comienzan a reflejarse en el espejo del siglo XIX.
Mientras tanto, el Estado se ha abstenido de intervenir en el mercado por razones fundamentalmente ideológicas. El beneficio económico y social colectivo de intervenir en el mercado sería enorme, pero no se quiere hacer. No es un problema técnico, ni siquiera de eficiencia económica (los grandes capitales invertidos en el mercado inmobiliario serían más útiles en otros sectores de la economía española), sino simple y llanamente de ideología.
La conclusión es ineludible: si las fuerzas progresistas no son capaces de abordar esta cuestión de raíz, elevando de manera efectiva los salarios reales, corren el riesgo de perder la confianza de una gran parte de la población que ya se encuentra al borde del desencanto. Aunque no sea una panacea ni garantice la reelección de un gobierno progresista, es prácticamente seguro que, sin una acción decidida en este frente, la izquierda verá severamente limitadas sus oportunidades de éxito político en el corto plazo. El desafío es claro: dar respuesta a las necesidades materiales más acuciantes de la clase trabajadora no es solo una cuestión de justicia social, sino también de supervivencia política para las formaciones de izquierda.”
Referencia web original:
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/retorno-salarios-subsistencia_129_11662581.html
La brutalidad israelí no tiene límites. Luis Enrique de Ayala (19/09/2024)
Una denuncia clara y valiente. Señalo un par de párrafos:
“Esa política de destrucción sin límites, dirigida por el gobierno israelí más ultraderechista de la historia ante la pasividad del mundo, no va a tener éxito. Basta mirar a la historia. Cayó el estalinismo, a pesar del gulag y las purgas. Cayó el régimen de los jemeres rojos en Camboya, a pesar de los asesinatos en masa. Cayó el apartheid sudafricano, a pesar de la terrible represión que había desatado. Y caerá el régimen genocida y racista israelí, que tanto daño está haciendo, no solo a sus enemigos, sino a sus propios ciudadanos y a sus defensores. La violencia nunca es la solución y los va a llevar, antes o después, al desastre como pueblo y como estado, si no son capaces de promover una transición pacífica hacia un escenario de entendimiento y cooperación con el mundo árabe –también con el chií– que incluya el respeto a los derechos y voluntad de los palestinos.
Pero mientras esto sucede –o no–, nadie va a devolver la vida a esos muertos, a los que mueren cada día en Gaza, en Cisjordania, a los que murieron el martes en Líbano, a esa niña que probablemente acompañaba a su padre en su casa o en una actividad familiar. Tampoco a los judíos que murieron el 7 de octubre, o antes o después, por culpa del enfrentamiento. El mundo occidental, tan civilizado y democrático no hace nada por impedir esta carnicería, nadie quiere pararle los pies a este gobierno israelí criminal, incluso algunos países europeos le apoyan sin condiciones por una mal entendida culpabilidad histórica, que les está llevando a facilitar y absolver un crimen similar al que ellos abominan.”
Referencia web original:
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/ka_129_11664017.html
La letra pequeña del ‘informe Draghi’: un lavado de cara a la UE incapaz de corregir 30 años de errores. Martine Orange (18/09/2024)
Una crítica a las insuficiencias de este plan acogido por la Comisión europea, dentro de un continuismo económico con el énfasis en una nueva inversión pública y favorecer a los campeones europeos con mayor liberalización del mercado, y con el olvido de las políticas frente a la crisis climática y por la justicia social. Selecciono varios párrafos:
“Retorno de las políticas industriales, necesidad de inversión pública, autorización de ayudas públicas en sectores estratégicos, programas compartidos a nivel europeo, necesidad de aplicar medidas arancelarias y proteccionistas para proteger tecnologías o actividades estratégicas... Todas esas propuestas, insisten sus partidarios, son una denuncia implícita del camino seguido por las instituciones europeas en los últimos años. “Este informe acaba con el dogma de la austeridad presupuestaria”, se felicita el economista Thomas Piketty.
Aunque Mario Draghi pretende romper con el principio de destrucción creativa, tan apreciado por la Comisión Europea, la ruptura se detiene ahí. Bien mirado, el programa no parece haber cambiado: el mercado, eficiente por naturaleza, y el sector privado siguen siendo los vectores cardinales de la acción, y a las políticas públicas se les pide simplemente que se pongan a su servicio para devolver al continente la competitividad de la que carece. No se recomienda revisar las políticas de desregulación fracasadas ni volver al mínimo común denominador social y medioambiental.
Ni justicia climática ni justicia social. La transición ecológica apenas se toca, como un punto ciego para el sector privado o como un gran obstáculo para la economía del laissez-faire. Por supuesto, se habla del Green New Deal, de la descarbonización de la energía, el transporte y las fábricas para 2030-2035, y de los impuestos sobre el carbono en las fronteras, pero todo eso parece más palabrería que convicción. No se prevé realmente ningún cambio de trayectoria con respecto a los modelos existentes…
El único cambio importante que recomienda es la escala de intervención: en lugar de campeones nacionales, ahora hay que crear campeones europeos. Según Draghi, deben revisarse por completo las normas de competencia aplicadas por la Comisión para permitir la aparición de esos nuevos gigantes, los únicos capaces de defender la bandera europea frente a Estados Unidos y China.
Todo esto, por supuesto, se está determinando sin la participación de los ciudadanos, sin la menor preocupación por la justicia social o la preservación del bien común. Apenas se mencionan las competencias y los conocimientos técnicos de los trabajadores, aunque sólo sea para desarrollar estas actividades. El esquema esbozado se limita a una gran asociación entre el capital y la burocracia europea, lo cual no es nada nuevo.”
Referencia web original:
Sí, todos los hombres. Octavio Salazar (18/09/2024)
Buena reflexión y actitud: ‘Perdura en nosotros la necesidad de demostrar que nos ajustamos al mandato de masculinidad, para lo cual son fundamentales los grupos de iguales y la apelación permanente a prácticas que avalan nuestra virilidad’. Destaco el párrafo final:
“Debería ser para todos evidente que cuando hablamos de violencias tan brutales como las que representa una violación, el silencio, como nos ha mostrado también el caso de Avignon, es un ejercicio más de aval y casi me atrevería a decir de complicidad. O, como mínimo, pone de manifiesto que el #NotAllMen, convertido en pancarta de machos agraviados, se equivoca al no tener en cuenta que #YesAllMen, por acción u omisión, formamos parte de esa cadena brutal que constituye el machismo. En nuestras manos está pues romperla, hacer saltar por los aires los pactos – incluidos los no escritos – que sostienen nuestro poder y empezar a dar muestras de que la discriminación sistémica que sufren las mujeres, y no digamos las violencias ligadas a ella, nos interpelan en cuanto ciudadanos que, se supone, creemos en la igualdad y la dignidad de todos los seres humanos. Situarnos en el lado del agravio es darle alas al machismo. Continuar en la comodidad del silencio es amparar que todo siga igual. Empezar por desmontar al machista que todos llevamos dentro es el primer paso para construir otro proyecto de humanidad.”
Referencia web original:
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/si-hombres_129_11651969.html
“La idea de que las políticas de identidad puedan destruir o distraer a la izquierda es un error”: Wendy Brown (17/09/2024)
Entrevista a esta pensadora estadounidense con una valoración sobre el feminismo, su interseccionalidad con otros movimientos sociales en el marco de la acción democrática y la lucha contra el neoliberalismo. Selecciono una respuesta sobre la identidad:
P. ‘Usted se ha centrado también en las políticas de identidad. En muchos lugares del mundo, también en España, un parte de la izquierda cree que su error en los últimos años es que las políticas de la identidad han robado el foco de 'lo importante'. Mientras, el feminismo ha sido una de las fuerzas sociales más importantes, también el movimiento LGTB. ¿Cómo respondería a esa afirmación de parte de la izquierda?’
R. “No creo que eso haya ido en contra de la izquierda. Lo que ese tipo de frases olvida es que uno puede empezar con el género o la identidad, o con los derechos de la comunidad LGTBIQ o el antirracismo y, a partir de ahí, crear todo un análisis social que incluya una crítica clara del colonialismo, el capitalismo, del cambio climático, de la justicia climática. Gran parte de estos movimientos han hecho precisamente eso. Por ejemplo, el movimiento feminista en Latinoamérica, en Argentina, en Chile o aquí en España, es el movimiento social más radical, más general. Se han conectado con cuestiones de migración, economía precaria, racismo, así como otras muchas cosas, porque abarcan todo.
Decir que las políticas de la identidad distraen a la izquierda olvida es que uno puede empezar con el género o la identidad, o con los derechos de la comunidad LGTBIQ o el antirracismo y, a partir de ahí, crear todo un análisis social que incluya una crítica clara del colonialismo, el capitalismo, del cambio climático, de la justicia climática. Gran parte de estos movimientos han hecho precisamente eso.
La idea de que la identidad y las políticas de identidad puedan destruir o distraer a la izquierda es un error. Lo que sí ha sucedido es que el centro ha eliminado estas políticas de identidad de su análisis social para así satisfacer las exigencias de identidad puntualmente. Por ejemplo, vamos a tener una mujer racializada o una persona de la comunidad LGTBIQ en una comisión o un juez que sea abiertamente gay... Seamos más listos, porque las exigencias de la izquierda básicamente muchas veces se ven enmarcadas en esto y hay que plantear realmente que hay unas políticas de izquierda, de identidad, que tienen otro marco muy distinto y que plantean otras cuestiones.”
Referencia web original:
De la lucha de clases al agravio comparativo. Joan Coscubiela (16/09/2024)
‘Las derechas están imponiendo el marco del debate que les interesa, el del agravio comparativo entre CCAA, obviando que en el seno de todas ellas y en el conjunto de España existen importantes brechas sociales que solo se explican en términos de clase’. Selecciono varios párrafos:
“Los datos empíricos, los estudios son abrumadores. Y a pesar de ello el relato del agravio comparativo entre CCAA vence –esperemos que no definitivamente– al de las desigualdades de clase.
Las causas son múltiples. Quizás la principal es la gran seducción que para los humanos ha tenido siempre el agravio comparativo como motor de nuestra percepción de la realidad y nuestro comportamiento. A ello contribuye la debilidad ideológica de las izquierdas, casi todas. Unas, ignorando el factor clase social, otras situando el conflicto principal en la dicotomía pueblo/casta. En ambas miradas la clase se diluye como categoría social.
La razón por la que en España el agravio comparativo encuentra su hábitat predilecto en el conflicto entre CCAA puede estar en nuestro sistema político. El estado autonómico convierte a las CCAA en un terreno fértil para la generación y reproducción de élites políticas que, en muchas ocasiones, la usan como factor de cohesión gregaria de su ciudadanía.
Si las izquierdas políticas, también las sociales que no están exentas de caer en esta trampa para elefantes ingenuos, no quieren sucumbir aplastadas por el agravio comparativo, no les queda otra que desandar el camino de las últimas cinco décadas. Recuperar la clase social –con toda la complejidad que comporta unas estructuras sociales que no son las del siglo XX– como categoría de análisis y terreno del debate social y la política. También de los conflictos.”
Referencia web original:
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/lucha-clases-agravio-comparativo_129_11657561.html
“Gobernar no es resistir. Gobernar es transformar”: Yolanda Díaz (15/09/2024)
Larga entrevista a la vicepresidenta del Gobierno en la que expone sus propuestas genéricas para la legislatura, sin aclarar las causas del declive y la articulación de su espacio político Sumar. Selecciono un par de respuestas:
"P. Ese espacio político es imprescindible para formar una mayoría progresista en España y, desde las elecciones del 23 de julio de 2023 hasta hoy, ha perdido mucho apoyo electoral. Las encuestas que ahora se publican apuntan en la misma dirección.
R. Cuando yo me presenté a las elecciones generales el 23 de julio y sacamos más de tres millones de votos, nadie apostaba por este espacio. Sumar es la que ha permitido que hoy no gobiernen Abascal y Feijóo. Y estoy absolutamente segura de que las formaciones que representan al espacio progresista van a estar a la altura. Pero no va solo de caminar juntas. Es que podemos ir juntas y si no generamos esperanza… el miedo no moviliza. Nuestra responsabilidad, y aquí hablo de la de Pedro Sánchez y la mía, es seguir caminando. España necesita caminar.
P. Pero eso fue el 23 de julio. Durante este año se han celebrado muchas elecciones, el partido socialista se mantiene en torno a un 30% y la izquierda no ha conservado su resultado y está muy fragmentada. ¿Qué tienen que hacer? ¿Hay que renunciar ya a pensar en que sea un espacio unitario?
R. Desde luego lo que hay que hacer es tener la audacia política y el compromiso con nuestro país para ganar de nuevo. Yo creo que la tarea cuando estás en un Gobierno es una: transformar. Gobernar no es resistir. Resistir sería que conocemos que la educación pública está mal y resistimos, nos aguantamos. Gobernar es darle poder a quien no lo tiene hoy. Cuando esta semana aprobamos una norma pionera en nuestro país, y referencia ahora mismo ya en la OIT [Organización Internacional del Trabajo] y en el mundo, para dar derechos a las más invisibles, que son las trabajadoras del hogar, ¿qué estoy haciendo? Dando poder a las más invisibles y a las más débiles."
Referencia web original:
https://elpais.com/espana/2024-09-15/yolanda-diaz-gobernar-no-es-resistir.html
La nueva lucha de sexos. Pablo Simón (15/09/2024)
Tendencia preocupante: ‘Crece la diferencia ideológica entre mujeres y hombres porque el rechazo al feminismo los empuja a ellos hacia la derecha’. Selecciono un párrafo:
“Hay razones para pensar que el rechazo al feminismo es lo que empuja a los hombres más hacia la derecha. En España, por ejemplo, el sexismo moderno, el negar las desigualdades entre hombres y mujeres, es un buen predictor del voto a Vox, como acreditan Eva Anduiza y Guillem Rico en una publicación reciente. Una vez que la ideología de la extrema derecha llega a través de este vehículo, el votante compra el resto del paquete. La derecha radical recoge una reacción antifeminista que complementa con consignas antiinmigración y autoritarias, pero también se convierte en la vía de los jóvenes para protestar contra el establishment morado. Por eso es importante que metamos a los partidos en la ecuación. El contexto es fundamental para ver que muchos de estos elementos importan no porque estén, sino porque se inflaman.”
Referencia web original:
https://elpais.com/opinion/2024-09-13/la-nueva-lucha-de-sexos.html
El bonapartismo arrogante de Macron. Pedro Chaves (15/09/2024)
Agudo análisis. Destaco varios párrafos:
“En la izquierda la cuestión del cambio constitucional se ha planteado como un objetivo de democratización. La NUPES (Nouvelle Union Populaire Écologique et Social) lo planteó en su programa en 2022 y lo ha vuelto a plantear el NFP en el programa para estas elecciones legislativas.
Los ejes de reforma apuntan en una dirección claramente destituyente de lo que fueron las grandes innovaciones institucionales de la V República: parlamentarización de la vida institucional; régimen electoral proporcional; eliminación del artículo 49.3 de la constitución (posibilidad de que el primer ministro decida aprobar un proyecto de ley sin el concurso del Parlamento).
De momento, en la entrevista que realizó a Michel Barnier TF1 el mismo día de su designación, este enfatizó el perfil del ejecutivo frente al Parlamento (al que respetará, eso sí) y, en ningún momento habló de los partidos y fuerzas políticas de la cámara, si no de los ciudadanos de a pie y de su importancia para el sistema democrático. Mal síntoma.
La movilización promovida por la France Insoumise para apoyar la destitución de Macron el pasado día 7 de septiembre, siendo importante, está lejos de ser suficiente para suponer un desafío político y menos aún para crear un contrapoder "social" visto el bloqueo político.
Todo sigue en el aire y no se avizora solución para ninguna de las tres crisis. Dejamos para otro momento lo que puede significar esta crisis de Francia en el marco de la UE, visto que el motor que ha hecho posible la integración durante décadas, el eje franco-alemán, está más que gripado.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/64516/el-bonapartismo-arrogante-de-macron/
Alemania: conservadurismo de izquierdas por encima de todo conservadurismo. Romaric Godin (14/09/2024)
Una clarificación crítica de ese doble componente -conservador y de izquierdas- de la nueva formación BSW, escisión de ‘La izquierda’, y que ha tenido cierto éxito en las dos recientes elecciones regionales en Alemania. Selecciono varios párrafos:
“Al fin y al cabo, de eso trata el BSW: de promover una forma «virtuosa» de capitalismo que sea específica del capitalismo alemán y capaz de garantizar la estabilidad de la sociedad. El neoliberalismo y la inmigración están perturbando esta armonía nacional, que es necesario restablecer. En otras palabras, se trata de defender una redistribución de arriba abajo (una forma nacional y virtuosa del goteo) que favorezca a los trabajadores nacionales haciendo pagar a las grandes empresas, a los inmigrantes y, de paso, al clima.
Lo que se propone aquí es una forma de «mal menor» en la que aceptamos la dominación de una forma «aceptable» de capital (en el NLR, Sahra Wagenknecht reconoce que el Mittelstand es también una forma de explotación, pero que considera preferible a la de las grandes multinacionales) a cambio de algunas concesiones sociales futuras (basadas en la buena voluntad de este mismo capital).
Se puede llamar «de izquierdas» a este tipo de visión, pero se trata de una izquierda que se niega a abrazar cualquier proyecto transformador justo en el momento en que la crisis ecológica nos obliga a reflexionar sobre lo que producimos, cómo lo producimos y por qué lo producimos. Este «conservadurismo de izquierdas» es el reflejo del «progresismo neoliberal» de Emmanuel Macron: la «izquierda» es una pantalla que oculta una política profundamente antisocial.
Para Sahra Wagenknecht, la cuestión clave es la lógica electoral. Al negarse a imponer una lógica de clase, cede al "zeitgeist" (espíritu) nacionalista que recorre Alemania y Europa. La única función de la «izquierda» aquí es darse una forma de buena conciencia en línea con la lógica del nuevo conservadurismo, que sostiene que la «verdadera izquierda» no es la que cede a las sirenas del «wokismo» y la apertura de fronteras.
Pero esta «verdadera izquierda», que dice elegir lo social por encima de lo societal, en realidad valida la dominación social existente e incluso abandona el proyecto social esencial en favor de la supuesta mayor generosidad del capital nacional. Si bien esta lógica de oportunismo electoral puede llevar al éxito en las urnas, porque valida el "zeitgeist" nacionalista, está condenada, dado el estado del capitalismo contemporáneo, a abandonar la mayor parte de su barniz izquierdista. Así que sería prudente no juzgar demasiado este proyecto por sus éxitos puntuales en las urnas.”
Referencia web original:
El "problema" migratorio. De 'wokes', buenismos y otras mierdas. Xavier Domènech (12/09/2024)
Interesante, por un nuevo nosotros inclusivo de la diversidad. Selecciono los párrafos finales:
“El procés generó una dinámica en la que se debatía la construcción de un Estado propio, dando por supuesta la inmanencia de una “nación secular” y, cuando la posibilidad de un Estado desapareció del horizonte, sólo quedó para algunos sectores la angustia de verse en un país en el que no se reconocían. Una angustia en la que no hay salida, más allá de: control, deportaciones, cierre y autoritarismo. De hecho, ni eso es una salida, más allá de la realidad del dirigente de Vox de Mallorca que, mientras blasma contra los migrantes, los explota en su empresa.
Tampoco la salida de mantener la idea de Catalunya como tierra de acogida es suficiente. No es sólo un problema de valores de la sociedad receptora –aunque sí de sus políticas públicas– ni de “integración” de los nuevos habitantes. El problema es el "nosotros" y el "ellos". Decían Alfonso Carlos Comín y Juan García Nieto , cuando hablaban sobre la migración catalana en los años sesenta y setenta, que estos “más que grupos integrados fueron ya grupos innovadoras”. Los habitantes de los nuevos barrios no se integraron en Cataluña; la construyeron y, al hacerlo, conjuntamente con otros, integraron una nueva realidad. No eran objetos de una acción; eran sus sujetos, eran protagonistas y como tales no actuaban como "inmigrantes" buscando integrarse. Por las izquierdas, éste es el problema: cómo construir un nuevo “nosotros” donde la diversidad se integre en una realidad transformadora de los diversos orígenes que dé forma a un país. Un país que se ha construido y pervivido precisamente así. Más allá de todos aquellos que aspiran a supremos sacerdotes del templo, Cataluña sólo puede ser como ágora.
Este camino es el que ha intentado seguir La Francia Insumisa, no partiendo del relato que “otros” hacían sobre sus “defectos”, y finalmente fueron las banlieues , que todos los analistas decían que tradicionalmente no votaban, las que salvaron a la República de la extrema derecha (aunque ahora Macron se dispone a regalársela). Decía el buenista Roosevelt: “Recuerde, recuerde siempre, que todos nosotros, ustedes y yo, somos descendientes de inmigrantes y… de revolucionarios”.”
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La soledad de Gisèle P. Santiago Alba (10/09/2024)
Reflexión interesante, por esta vez, de este filósofo. Selecciono varios párrafos:
“Ha sido lamentablemente frecuente sospechar del extraño, del foráneo, del extranjero y ese prejuicio ha vivido durante siglos al lado del sentido de la hospitalidad, práctica que consiste justamente en dar por supuesto, al menos como ficción, que cualquier otro es igual que nosotros, que el viajero desconocido merece sentarse a nuestra mesa: lo sentamos a nuestra mesa precisamente para desarmarlo mediante una ceremonia de reconocimiento recíproco. El caso de Gisèle P. nos describe un círculo aún más angosto y cerrado en el que, investida de sombras la luz misma, solo queda ella, pequeña y sola, desconocida quizás para sí misma.
Más terrible aún que el de la xenofobia, en efecto, es ese mundo nuevo en el que la sospecha se dirige ahora también a los conocidos, al amigo de infancia, al vecino obsequioso, al amante ante el que me desnudo en libertad. No, no podemos aceptar un mundo en el que damos por supuesto que el inmigrante quiere violar a nuestra hija y que nuestro marido nos quiere violar a nosotras con la complicidad de todo el vecindario. No podemos aceptar esta lógica en virtud de la cual la proximidad, la amabilidad, la simpatía nos deben hacer sentir alerta y amenazadas; en virtud de la cual la sonrisa del compañero nos hace evocar, de manera espontánea y con un sobresalto defensivo, la imagen de diez cadáveres enterrados en el jardín.
Claro que sí. Pensando en el horror y la dignidad de Gisèle P. habrá que recordar que se trataba de su marido, de sus vecinos, de hombres de toda edad y condición, pero habrá que recordar enseguida que eso no es el mundo o, al menos, el mundo que queremos ni el mundo en el que normalmente vivimos… El lenguaje, la hospitalidad, la infancia, el amor son los cuatro pilares antropológicos, si se quiere pre-políticos, de la civilización humana, condición a su vez de toda acción política liberadora.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/64419/la-soledad-de-gisele-p/
Los 51 violadores de Gisèle Pélicot no son monstruos: por qué la conmoción puede ocultar lo más importante. Ana Requena (9/09/2024)
Una crónica y una llamada crítica a lo que hay debajo de la violación. Selecciono los párrafos iniciales:
“Gisèle Pélicot se ha convertido en la protagonista de un relato de violencia sexual que mezcla lo más terrible y lo más heroico: durante al menos una década, su marido buscó a otros hombres para violarla –él incluido– mientras ella dormía al borde del coma bajo los efectos de los medicamentos suministrados por Dominique Pélicot. La policía contabilizó 92 violaciones entre julio de 2011 y octubre de 2020. 51 hombres, entre ellos su ya exmarido, responden estos días ante la justicia francesa. Es ahí donde aparece la otra parte que ha fascinado del juicio: la resiliencia de una mujer que ha decidido celebrar las sesiones a puerta abierta para que todo el mundo pueda ver y escuchar porque, en palabras de su abogado, “la vergüenza debe cambiar de bando”.
Aunque el caso contiene algunos elementos que sirven para entender la cultura de la violación y la envergadura de la violencia machista, la estupefacción y el horror también están generando otros efectos más cuestionables. Perfilar a los agresores como monstruos y fijarnos en un caso tan extremo facilita un relato en el que muchos pueden decir que 'no todos los hombres' hacen 'esas cosas' porque 'esas cosas' son, efectivamente, monstruosas. Y lo monstruoso siempre parece una excepción. El problema es que la monstruosa violencia machista es la norma y no la excepción, es ejercida por hombres y no por monstruos, y, aunque los casos como el de Gisèle Pélicot existen, buena parte de la violencia sexual sigue pasando por debajo del radar y no suele implicar estrategias tan macabras.”
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Cuando el genio del fascismo abandona la lámpara del liberalismo. Juan Carlos Monedero (8/09/2024)
Reflexiones de interés. Selecciono los párrafos finales:
“Como reacción, vamos a ver crecientes enroques que renunciarán a la democracia liberal en tanto en cuanto no se equilibren las condiciones de la competencia democrática. Si la democracia liberal se convierte en un fraude, no defender esa democracia se convertirá en una convicción. Y volveremos al enfrentamiento.
El capitalismo, especialmente en su condición de capitalismo con esteroides propio del neoliberalismo, lleva inevitablemente al fascismo en los cuatro grandes desafíos que tenemos en el horizonte: al fascismo nacionalista como respuesta a la crisis del neoliberalismo (violencia, bajo el principio "mi país primero tenga razón o no la tenga", contra los que se definan como el "enemigo interior" ); al ecofascismo como respuesta a la crisis medioambiental (violencia para apropiarse de unos recursos, aire y agua también, cada vez más escasos, tanto dentro como fuera de los estados nacionales); al fascismo neocolonial, como respuesta a la falta de recursos y mercados (violencia para apropiarse de materias primas y mercados extranjeros y para frenar sin respeto a los derechos humanos las migraciones); y, en términos generales, al fascismo militarista conducente a una guerra mundial -ya en marcha en su modalidad de guerra de IV Generación- (violencia para regular la demografía, generar la necesidad de comprar armas y generar la necesidad de la reconstrucción tras la destrucción).
¿Hay solución que no sea radical? ¿Puede ser un recurso el poner parches a estas tendencias desde gobiernos que tienen enormes dificultades para tocar las estructuras del gran capital? ¿Hay que pactar con la socialdemocracia o, incluso, con la derecha que reniegue de esas salidas para intentar cerrar el camino a la extrema derecha? ¿Se contentarán las élites con actores políticos que les prometan mantener su statu quo o volverán a llamar finalmente al fascismo? ¿Sirve de algo ganar tiempo con la esperanza de que algo tuerza la inevitabilidad de la reemergencia del fascismo? ¿Es verdad que "cuanto peor, peor" y que la irracionalidad que ha creado el neoliberalismo consolida en el poder a la extrema derecha cuando se hace con el gobierno?
Hay que volver a meter al genio del fascismo en la lámpara liberal tapando los rotos de su propia condición, que no es otra que dejar siempre a enormes colectivos fuera de la condición de ciudadanía (mujeres, afrodescendientes, indígenas, pueblos del Sur global, pobres, trabajadores precarios, campesinos...). Haría bien la izquierda en hacer buenos diagnósticos y encontrar en las viejas herramientas de la consciencia y la organización y en la potencialidad de las nuevas tecnologías la revolución que impida la guerra. Porque sólo una revolución, no entendida como algo violento sino como un cambio radical, puede evitar el ánimo de guerra del neoliberalismo en crisis y de la consecuente pérdida de hegemonía mundial de los EEUU.”
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Macron gira (más) a la derecha. Luis Enrique de Ayala (7/09/2024)
Hipótesis de la evolución francesa. Selecciono varios párrafos:
“La segunda derivada es que esta decisión abre la puerta de la presidencia de la república a Marine Le Pen en la elección presidencial de 2027, si Macron no se ve obligado a dimitir antes. Conviene recordar que Macron gano dos veces la presidencia en segunda vuelta frente a Le Pen gracias al cordón sanitario que la mayoría del resto de partidos formó en contra de la extrema derecha, el llamado frente republicano, debilitado en 2022 como consecuencia de las políticas cada vez más derechistas de Macron y sus gobiernos, pero resurgido en las legislativas de este verano para impedir la victoria de RN. Con la decisión de nombrar a Bernier primer ministro, el frente republicano ha muerto y ya no servirá más para frenar a Le Pen, que ya demostró su fuerza en las elecciones europeas de junio.
También podría pasar lo contrario, que las políticas de este gobierno –inevitablemente escoradas a la derecha por el necesario apoyo del RN– unidas al hecho de que Macron no será candidato, porque no puede ejercer más de dos presidencias consecutivas, podrían producir una desintegración de la actual coalición presidencial, Juntos por la República, y propiciar la elección como presidente de la república de un candidato de la izquierda, suponiendo que la izquierda fuera capaz de consensuar un único candidato.
Pero si Marine Le Pen, como consecuencia –entre otras cosas– de esta desgraciada decisión de Macron, accede a la presidencia de la República Francesa, puede terminar de oscurecer el panorama político europeo, que ya es bastante sombrío. En Italia y en Hungría dirigen el gobierno partidos de extrema derecha. En los Países Bajos el partido mayoritario en el gobierno es el ultraderechista Partido por la Libertad de Geert Wilder. La extrema derecha participa también, como socio minoritario, en los gobiernos de Croacia, Eslovaquia y Finlandia, y presta apoyo parlamentario al de Suecia. Ni siquiera se puede descartar que, tras las elecciones legislativas de 2025 en Alemania, la extrema derecha AfD consiga responsabilidades directas o indirectas de gobierno, apoyando a la CDU/CSU que será la probable ganadora. Con este panorama, nos espera un final de década muy preocupante en la UE, y es evidente que la decisión tomada el jueves por el presidente Macron puede propiciar un paso más en esa dirección, precisamente en el país que, desde la revolución francesa, ha representado para Europa y para el mundo el símbolo de las libertades y los derechos humanos.”
Referencia web original:
https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/macron-gira-derecha_129_11635206.html
Socialnacionalismo. Carlos Fernández Barbudo (5/09/2024)
Reflexiones para una izquierda no nacionalista. La cuestión es cómo encajar las legítimas aspiraciones y derechos nacionales, desde la solidaridad y un marco democrático e institucional federal/confederal. Selecciono varios párrafos:
“Si la izquierda cambia el internacionalismo por el nacionalismo lo que está es redefiniendo el alcance de la igualdad que proclama. Este cambio no es menor, ya que afecta al núcleo de los proyectos progresistas: la búsqueda de una sociedad igualitaria donde el bienestar de la comunidad prime sobre los intereses individuales. El conservadurismo podría llegar a encontrar un punto en común con este igualitarismo, pero solo si sirve para mantener el orden social y proteger las estructuras que consideran fundamentales para la sociedad. Por eso es tan importante no perder de vista quién es el sujeto de la igualdad, quiénes somos iguales, para tener una guía de izquierdas nítida.
Abrir la puerta a que el sujeto de la igualdad sea la nación es una carga de profundidad letal para la izquierda. Cuando se hace eso, comienzan a aparecer respuestas erróneas para los problemas de la explotación y entonces hay quien acaba planteando que se trata de elegir entre proteger a los de aquí o abrir las puertas a los de allí. Y a partir de este falso dilema se genera un lío del que es muy difícil salir. La izquierda tiene claro que quiere defender la igualdad, lo que algunas formaciones no tienen claro es entre quiénes aplicar esa igualdad, es decir: si sólo somos iguales los nacidos aquí y, por lo tanto, los que vienen son "invitados" a los que tratar bien; o bien, si la igualdad es algo que nos une a la humanidad en su conjunto, un valor supremo que existe antes de que incluso un Estado lo reconozca formalmente, es decir, un derecho humano universal.
¿Qué hacemos?. La izquierda debe protegerse para no entrar en este falso dilema y fijarse en las distintas formas que adopta la explotación contemporánea. Defender la libertad y la igualdad en clave progresista es crear alianzas para defendernos de esta explotación. Hasta ahora teníamos una izquierda en Europa alineada con los postulados de una socialdemocracia más liberal que socialista y más globalista que internacionalista. Y habría que revisar esas alianzas de conveniencia.”
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Alemania busca culpables. Miquel Ramos (3/09/2024)
Una valoración crítica equilibrada sobre el papel subalterno de las izquierdas y los verdes, sin capacidad de generar alternativas creíbles ante la crisis social desigualitaria, económico-medioambiental y político-cultural, que aprovecha la ultraderecha. Selecciono un párrafo:
“Lo sucedido en Alemania no es excepcional ni inaugura ningún sendero que no se esté transitando ya desde hace años. Es la muestra de un declive, de una sensación de falta de alternativas y de narrativas que nos alejen del miedo y del odio, de la distopía que imponen en el imaginario colectivo y que promueven quienes temen perder sus privilegios, y que abrazan quienes todavía tienen algo que perder. Es un capítulo más de la política espectacular que ha aupado aTrump, Bolsonaro, Milei o Melonial poder, con la ayuda de los medios, pero que se enmarca en una crisis global de Occidente, con cada vez menos legitimidad en el tablero global. Un modelo donde las izquierdas y los verdes han quedado de muleta para que otros gestionen los restos del estado del bienestar, que incluso sigue su desmantelamiento estando ellos en algunos de estos gobiernos. El papel de muleta, al final, acaba siendo desechable, intercambiable, decepcionante para quienes creían que lo condicionarían todo, cuando las políticas que se llevan a cabo son prácticamente las mismas siempre, en una misma dirección.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/64294/alemania-busca-culpables/
De Francia a Alemania, pasando por Italia: la extrema derecha se vuelve 'mainstream' también gracias a los demás partidos. Mariangela Paone (3/09/2024)
El ascenso de la derecha extrema y las responsabilidades de la derecha tradicional y el centro liberal, cuando el riesgo es la propia democracia y unas alternativas sociales. Selecciono varios párrafos:
“Otra de las lecciones que dejan las elecciones alemanas, repetición de un patrón ya claro a escala europea, es que prometer no llegar a acuerdos con la extrema derecha no es una condición suficiente para frenar su auge. Sobre todo si, en el camino, como en el caso de la inmigración, ya se ha normalizado su discurso o se han aplicado directamente algunas de las medidas propuestas por los ultras. Desde hace años, hay varios estudios que apuntan a una mezcla de variables socio-económicas y culturales, que hacen que el crecimiento de la extrema derecha responda a lo que el catedrático de Geografía Económica de la London School of Economics, Andrés Rodríguez-Pose llamaba ya hace años “la venganza de los lugares que no importan”, es decir territorios que han vivido largos periodos de decadencia económica, cambios de modelo productivo tras un fuerte declive industrial o donde el crecimiento de las últimas décadas no ha revertido la condición –real o percibida– de estar lejos del interés del poder económico, político y social…
Merece la pena leer entera las conclusiones de Mudde: “La cuestión no es si se mantiene el centro, sino si se mantiene la democracia liberal. Aunque la extrema derecha constituye hoy la amenaza más grave para la democracia liberal, no todo lo que hace o dice la extrema derecha es contrario a la democracia liberal. Y lo que es más importante, aunque los partidos de centro son los principales defensores de la democracia liberal, no todo lo que hacen es necesariamente bueno para la democracia liberal. En última instancia, la democracia liberal no puede salvarse con una agenda puramente defensiva y 'antipopulista'. El apoyo de la extrema derecha se basa en la protesta, en la decepción por los fracasos (percibidos) de la corriente política dominante. Estos votantes sólo pueden ser recuperados si los partidos de la corriente dominante ofrecen un programa político alternativo, basado en su propia ideología en lugar de limitarse a copiar los temas y las posiciones de la extrema derecha. Fundamentalmente, los partidos democráticos liberales deberían inspirar y capacitar a los ciudadanos, en lugar de limitarse a asustarles con la amenaza del 'fascismo' o a restarles poder diciéndoles que 'no hay alternativa'”.”
Referencia web original:
Por qué los resultados en Turingia, nuevo bastión de la ultraderecha, decidirán el futuro político de Alemania. Romaric Godin (2/09/2024)
Una amplia descripción de las nuevas tendencias y posibles alianzas para garantizar la difícil gobernabilidad. Selecciono varios párrafos:
“La cuestión ahora es la gobernabilidad de Alemania. El ascenso de la AfD en el este de Alemania, pero también en menor medida en el oeste, y la aparición del BSW, reducen la posibilidad de coaliciones en los länder y a nivel federal. Sobre todo porque el fracaso de las tres últimas coaliciones federales (CDU/CSU y FDP de 2009 a 2013, CDU/CSU y SPD de 2013 a 2021 y luego el “semáforo”) quita las ganas de más coaliciones, que son muy costosas en términos electorales y conducen a compromisos que ponen en peligro la credibilidad de los programas. Desde este punto de vista, el desastre de la actual coalición federal, la primera tripartita desde 1953, es una lección para toda la política alemana. La dificultad de encontrar un punto de equilibrio coherente alimenta aún más la oposición.
¿Qué ocurrirá esta vez? El nuevo jefe federal de la CDU, Friedrich Merz, admirador de Margaret Thatcher, es muy ambiguo sobre la cuestión de una alianza con la AfD. El año pasado aceptó la idea de alianzas locales, pero luego se retractó. Ahora la CDU va a tener que tomar algunas decisiones. En Turingia es imposible una mayoría sin BSW o la AfD, ya que los dos partidos juntos tienen mayoría. En Sajonia, la única opción posible es que la coalición saliente de CDU, Los Verdes y SPD forme una alianza con lo que queda de Die Linke. El partido de izquierdas ha indicado que “toleraría” una coalición liderada por la CDU, lo que debería permitir conservar su puesto al ministro-presidente saliente Michael Kretschmer.
Pero en Turingia, la tarea es más difícil. ¿Habrá que negociar con BSW para que se abstenga y dé su apoyo tácito a un ministro-presidente de la CDU? Sahra Wagenknecht no había descartado participar en una coalición. Había puesto condiciones durante la campaña, algunas de las cuales eran de política federal, como abandonar el apoyo a Ucrania y rechazar las bases americanas, mientras que otras, como la mejora de los servicios públicos, eran más coherentes con las competencias de los länder. Pero no se ve cómo podrían gobernar juntos la CDU y el BSW, dado que para Sahra Wagenknecht sería una vuelta a los acuerdos locales de Die Linke.”
Referencia web original:
Economía del cuidado. Albert Recio (1/09/2024)
Una reflexión profunda sobre un tema fundamental y con muchas derivadas. Selecciono los párrafos finales:
“El objetivo de esta nota es llamar la atención sobre las visiones edulcoradas de los cuidados y sobre la necesidad de un planteamiento general. Los cuidados son actividades necesarias para garantizar la vida, y son actividades repetitivas, constantes. Aunque su carga de trabajo no es constante. No sólo depende de lo que consideramos un modelo de vida deseable (por ejemplo, los estándares de limpieza han variado a lo largo del tiempo), de cuestiones objetivas como la enfermedad o el envejecimiento, sino también de muchas determinaciones sociales. Hay muchos ejemplos clarificadores, desde la alimentación (donde el uso de precocinados reduce la necesidad de elaboración, aunque a cambio se generen graves efectos para la salud) hasta la limpieza (el nivel de esmero exigido a sirvientes o a camareras de hotel no es el mismo que el que nos autoexigimos cuando somos nosotros los que limpiamos). En todo caso, habrá más o menos carga de trabajo según definamos un determinado nivel de vida. Posiblemente, el envejecimiento poblacional sea un factor de crecimiento de la carga de trabajo. Y mucho del trabajo de cuidados es pesado, repetitivo, y requiere una atención constante. Es un trabajo necesario que hay que hacer y, como otras muchas actividades, tiene sus caras buenas y malas: la crianza es un buen ejemplo de trabajo intenso y felicidad.
Un planteamiento igualitario debería partir de que la carga del trabajo de cuidados debería ser compartida por todo el mundo, con una carga soportable y con compensaciones adecuadas. Esto interpela al reparto del trabajo doméstico entre los miembros adultos de la unidad de convivencia, a la fijación de buenas condiciones de trabajo en los empleos mercantiles, y a la creación de servicios públicos que ayuden a las personas con cargas insoportables (siempre he considerado que les ha tocado una «lotería negativa» a las familias con personas con discapacidades extremas o enfermedades graves de larga duración). Un amplio abanico de acciones que deben incluir, también, una reflexión sobre necesidades, como el que ya está planteado en el tema del turismo. Por ejemplo, el debate actual sobre la jornada de cuatro días tiende a plantearse en términos de actividades que se pueden compactar, como las industriales, administrativas o la organización de la docencia. Este planteamiento tiende a olvidar que muchas actividades de cuidados tienen perfiles de demanda diferente, y sin una reorganización muy compleja de los tiempos de todas las actividades estas personas pueden ser los grandes perdedores de una política que beneficiará a otros. Por ello resulta tan esencial situar la cuestión de los cuidados, en este caso los mercantiles, en el debate sobre la jornada laboral.
Hay, además, una cuestión de largo plazo. Si la humanidad va a ser confrontada a una crisis energética profunda y se reduce la posibilidad de mecanización de muchas tareas, la vuelta a los trabajos más duros de cuidados volverá a replantearse. Y en un mundo de desigualdades, existe el peligro de que reaparezcan las formas más brutales de trabajo de cuidados: fórmulas de servidumbre y esclavitud. No es una mera especulación. Las peores condiciones laborales en nuestro país se encuentran en los trabajos de cuidado a gente mayor realizados por mujeres sin papeles y sometidas a una dependencia personal con su empleador. Las peores condiciones de esclavitud a nivel planetario que se conocen están entre las criadas inmigradas esclavizadas por las familias ricas de los estados petroleros. Por ello, un planteamiento realista, igualitario del trabajo de cuidados, es un tema central del debate cotidiano sobre derechos y deberes.”
Referencia web original:
Giros en la narrativa oficial sobre política migratoria de un viaje africano. Javier de Lucas (30/08/2024)
Una valoración crítica de la posición contradictoria sobre la política migratoria de Pedro Sánchez, con su giro derechista hacia la deportación inmigrante y la prioridad del control de las fronteras, en detrimento de la acogida, la solidaridad y los derechos humanos. Selecciono varios párrafos:
“Con todo, el giro más notable en esta narrativa del viaje del presidente es la vuelta de tuerca final sobre la primacía de la seguridad. No me refiero sólo al hecho de que se entreguen funciones de externalización de fronteras a países que no respetan los derechos humanos, como Mauritania (lean cualquier informe sobre los derechos de las mujeres allí), sino al regreso del presidente al discurso de la prioridad de la seguridad y a la exigencia de “retornar a los inmigrantes irregulares”.
Este último giro, como he tenido ocasión de explicar recientemente en una entrevista en Infolibre ), es muy revelador de la esquizofrenia en la que parece vivir la izquierda en sus propuestas sobre políticas migratorias y de asilo. Y es un giro compartido por el gobierno de coalición en Alemania, ante el temor de la ventaja que ofrece a la extrema derecha del AfD los atentados en Solingen. Así, se reitera el mantra de que hay principios y exigencias que proclaman con énfasis. Eso sí, morales, lo que es revelador, porque las exigencias morales, a diferencia de las obligaciones jurídicas, forman parte del ritual del arsenal retórico, pero no de compromisos de cumplimiento exigible. Dicho esto, vuelven a la realidad y se pliegan a la exigencia de reiterar aún más enfáticamente como prioridad de prioridades la voluntad de firmeza frente a la inmigración irregular, con la excusa de que es por el propio bien de los inmigrantes. Un discurso que pasa por alto el hecho difícilmente rebatible de que nuestras fronteras (no digamos las de países como Mauritania, Marruecos, Túnez o Libia) son muchas veces un agujero negro para los derechos.”
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Bloqueo político en Francia: ¡es la política económica, estúpido!. Ruth Ferrero-Turrión (30/08/2024)
Una crónica realista y crítica de la estrategia de Macron para continuar su política económica neoliberal y dividir y marginar al victorioso Nuevo Frente Popular. Selecciono varios párrafos:
“Acusando a estas propuestas como de radicales y desestabilizadoras, acusando a LFI de radical equiparándola a RN de Lepen, Macron sigue intentando posicionarse en un centro político que las urnas le hurtaron el pasado mes de julio. La ciudadanía francesa precisamente lo que hizo entonces fue no ratificar la política económica de Macron ni tampoco las políticas que lleva desplegando desde 2017. La autocrítica ante la hecatombe electoral del macronismo brilla por su ausencia. Por el contrario, hacen recaer la carga de la prueba en los socialistas. Así apelan a su responsabilidad como partido de gobierno para que rompa el NFI y abandone sus alianzas con LFI y también su moderado programa económico.
Dilatando el nombramiento de un nuevo ejecutivo, Macron gana tiempo y mantiene a un gobierno interino de manera indefinida. O al menos hasta que pase la fecha de la aprobación del borrador de presupuestos del ejercicio de 2025 que debe presentarse a finales de septiembre ante el Consejo de Ministros y posteriormente ante la Asamblea Nacional. El no cumplimiento de estos plazos obligaría a una prórroga de presupuestos y a la continuación de una política económica ante la que los franceses dijeron NO en julio.
El macronismo quiere morir matando. La aparición de Macron hizo implosionar el sistema de partidos francés en 2017, y parece que apuesta por la quiebra total de la V República Francesa si finalmente se produce una victoria de Marine Lepen.”
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Qué hacer con las imágenes del genocidio en Gaza. Noelia Adánez (29/08/2024)
Una buena combinación de la emotividad, la razón y la justicia. Selecciono un par de párrafos:
“El problema, no obstante, no es que la compasión no logre imponerse al miedo, como tal vez a veces creemos, el problema es que supongamos que para oponerse a una injusticia como es el genocidio en Gaza tenemos que hacerlo movidas por una emoción concreta en lugar de hacerlo desde la defensa de, en este caso, el derecho. Apelar al derecho no implica hacerlo sin carga emocional, en absoluto, pero la defensa de la vida debe remitir a un marco reconocible y objetivable de normas que nos hemos dado. Quien se salta esas normas, quien vulnera ese marco, incurre en un daño que puede ocasionar sufrimiento. Pero no es el sufrimiento únicamente lo que nos debe hacer reaccionar, sino el peligro que representa para la inversión en la convivencia humana que hemos hecho el desprecio -insisto- por la ley y por derecho…
Es evidente que no estoy proponiendo que no se difundan imágenes de la tragedia en Gaza, lo que planteo es que éstas deben situarse en un contexto narrativo concreto; en un contexto informativo que dé cuenta del genocidio que denunciamos por un sentido de justicia que, aunque impregnado de emociones y de afectos, se encabalga en la convicción de que ni Israel ni ningún otro Estado pueden pretender que asfixiar a un pueblo y masacrar a su población civil es legítimo y conforme a derecho. La respuesta de la comunidad internacional -caso de respetarse a sí misma- solo puede consistir en colocar a Israel en la posición de lo que ya es de facto al menos desde un punto de vista ético: un Estado paria, con las correspondientes consecuencias políticas y jurídicas.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/64125/que-hacer-con-las-imagenes-del-genocidio-en-gaza/
Lo que los mayores medios de información en España no dicen sobre el crecimiento de las ultraderechas. Vicenç Navarro (28/08/2024)
Un amplio ensayo sobre el ascenso de las ultraderechas y la debilidad de las izquierdas gobernantes con poco compromiso transformador y, por tanto, con menor credibilidad entre las clases trabajadoras: Selecciono un párrafo largo:
“La raíz del problema de las izquierdas mayoritarias ha sido el abandono de un proyecto transformador (el socialismo en sus diferentes sensibilidades) al servicio de las clases populares, un camino hacia una nueva sociedad en donde el bien común sea el motor del cambio, en lugar de la acumulación del capital, como lo es hoy. Tal abandono significó, el descenso e incluso su desaparición de los partidos socialistas en Francia, Alemania, Italia y otros países. La excepción fue España, en donde hubieran también desaparecido, en caso de que no hubiera habido un cambio en la dirección del partido Socialista. El 15M, movimiento de enorme importancia que apareció durante el gobierno socialista de Zapatero y la aparición de una nueva formación política, Podemos, al principio, y Unidas Podemos más tarde, facilitó el cambio de la dirección del PSOE que permitió un gobierno de coalición que salvó a las izquierdas. Pero lo que se requiere, como dije antes, es un cambio mucho más profundo tanto en el gobierno como en las propuestas que este haga. Medidas importantes como aumentar el salario mínimo son necesarias, pero insuficientes. En contra de lo que sostiene Paul Krugman del New York Times (cuyos artículos aparecen en varios medios españoles), la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora en EEUU (y podría añadirse, en el mundo occidental), ha disminuido durante todo el periodo neoliberal, y el porcentaje de familias que no pueden llegar a final de mes está aumentando en dicho país y en los países del sur de Europa. Lo que se necesita, es por ejemplo, un intervencionismo más activo, controlando los precios, empezando por los de los alimentos y los energéticos. Una de las causas mayores de la elevadísima inflación ha sido el incremento de dichos precios promovidos por las empresas productoras y distribuidoras de estos bienes con el fin de incrementar sus beneficios, realidad que incluso en Banco Central Europeo ha tenido que admitir. Es esta falta de radicalidad la que explica la falta de respuesta de las clases populares, quienes perciben correctamente que las propuestas que se están haciendo no resuelven los mayores problemas de su vida cotidiana. Es urgente que se denuncie la situación actual, incluyendo a los mayores medios de información, quienes están actualmente ocultando las causas de la enorme crisis del Estado democrático neoliberal.”
Referencia web original:
“Gran parte de la izquierda ha olvidado la prioridad de los derechos en la política migratoria”: Javier de Lucas (25/08/2024)
Enfoque justo y acertada crítica en esta entrevista sobre la política migratoria. Selecciono un par de respuestas:
'Los dos grandes partidos no fueron capaces de ponerse de acuerdo en junio para dar una solución urgente a la reubicación de menores no acompañados. ¿Cree que los términos en que se desarrolló el debate, básicamente basadas en dinero y cifras de personas, fue el correcto?
Obviamente, no. Fue un ejemplo más de cómo servirse de la inmigración en la confrontación partidista: no es un ejemplo de política de inmigración, sino de hacer política partidista con la inmigración. Electoralista, simplista y maniquea, a base de manejar tópicos simplistas sobre la inmigración. Antes que inmigrantes, esos menores son niños, cuyos derechos están reconocidos y garantizados por la Convención de los Derechos del Miño y la Ley Orgánica de Protección del Menor, que son derecho vigente que obliga a todos los poderes públicos. Lo primero es cumplir con la garantía de esos derechos, y eso no parece que fuera la condición previa aceptada en un debate que, en el mejor de los casos, se deslizó por la más paternalista y condescendiente perspectiva soi dissant humanitaria. Los derechos no son limosnas piadosas.
¿Hasta qué punto es tóxico el discurso ambiguo del PP sobre migración —aquel que señala que valen los venezolanos y ucranianos, no valen los senegaleses ni marroquíes. ¿Cree que se ha contagiado por la extrema derecha o que los conservadores ya defendían esas ideas antes de su irrupción en la esfera pública?
Niego la mayor. No es el PP sólo, ni sólo Orban, o Salvini. Son todos los gobiernos de la Unión Europea y la propia Unión Europea quienes practican ese doble rasero. Son esos gobiernos los que están restringiendo el asilo y externalizando unas políticas migratorias obsesionadas con el control policial de fronteras y con una inmigración entendida sobre todo como fondo de reserva de mano de obra en condiciones de explotación, y de la que se puede prescindir cuando nos beneficie hacerlo.
Déjeme que insista en un asunto crucial: la explotación de los inmigrantes de países pobres como mano de obra de reserva para el mercado ya la explicó Marx en el XIX, aunque alguna filósofa experta en márketing pretenda haber descubierto hoy el vínculo entre inmigración y pobreza, que en realidad es entre inmigración y desigualdad. Bauman lo clavó: nuestras políticas migratorias se basan en una "industria del desecho humano". Por eso no hay políticas serias para promover que los inmigrantes se puedan convertir en ciudadanos de pleno derecho. En lugar de un nuevo contrato social, sólo les ofrecemos la disyuntiva nefasta entre ser víctimas del racismo u objeto pasivo de un condescendiente “humanitarismo”.'
Referencia web original:
Racismo estructural. María José Landaburu (23/08/2024)
Un análisis en profundidad. Selecciono varios párrafos:
“El propio aparato de poder se pone a disposición de la ventaja que supone la existencia del mundo pobre que se somete al mundo rico. No existe una amenaza proveniente de la inmigración, sino la conciencia colectiva de un beneficio económico que se instrumentaliza a través del miedo, de ahí al odio y finalmente al objetivo de la sumisión y la explotación. Es fácil el control con la limitación de los derechos de vivienda, educación, sanidad o protección social que operan como poderosos estímulos para que todos los engranajes funcionen. Aun sabiendo, o quizás por ello, de la importancia para nuestra sociedad de la llegada de personas en un proceso de envejecimiento que pone en un brete el mantenimiento de servicios, o el sistema de pensiones, hay que marcar claramente una línea divisoria entre nosotros y ellos para mantener los esquemas de explotación previstos.
De ahí que suene todo tan lógico como hipócrita. Quejarnos ahora de que se emitan discursos de odio, escandalizarnos porque se acuse falsamente y se criminalice a personas inocentes no nos hace menos racistas ni menos culpables. Y la respuesta no es el buenismo ni el arrepentimiento, es la extensión de los derechos de ciudadanía a las personas que conviven en una sociedad que es plural y que debe y puede ser no solo hospitalaria, sino respetuosa con los derechos humanos y los derechos fundamentales que ampara nuestra Constitución, y a los que nos sometemos en función de los convenios internacionales.
El odio seguirá presente, y el Derecho debe actuar con rotundidad en una interpretación nueva que no mire aisladamente los mensajes, los discursos o los relatos, sino que aborde la cuestión como un problema estructural que merece una respuesta de amplio calado, como la merece el machismo. Al odio se le combate con más derechos, revirtiendo la discriminación. De ello depende la democracia social que reivindicamos y queremos.”
Referencia web original:
https://www.infolibre.es/opinion/ideas-propias/racismo-estructural_129_1866620.html
¿Es creíble una coalición o un frente sin los sectores de base?. Tomás R. Villasante (23/08/2024)
La apuesta por la democracia participativa. Selecciono el párrafo final:
“En las metodologías participativas, la escucha "deliberativa" y "generativa" es una práctica habitual, y se puede ejercitar de diversas formas. No es elegir a los/las líderes y que ello/as resuelvan la organización y el programa, etc. y luego consulten en plan plebiscito, sino que se puedan apoyar y atender al sentido común de la base social a la que se deben. Los activistas y los votantes nos fijamos más en estos comportamientos que en los programas: hacer política de otra forma desde el "conocimiento situado" de las feministas, y que haya "grupos motores" que sean activos para contrarrestar las campañas de los medios derechosos y sus bulos, etc. En los lugares donde ya practicamos estos métodos de base estamos teniendo buenos resultados sociales, y también electorales. Este escrito es una llamada para que dirigentes culturales y de los movimientos exijamos a los partidos que en septiembre, cuando seguramente se reúnan para que la coalición pueda seguir adelante, piensen, acuerden y actúen un poco más lejos de lo inmediato, y de sus intereses particulares (respetables pero no ilusionantes para la mayoría). Una llamada a una mediación desde metodologías participativas, para hacer política desde las bases sociales, para ser coherentes con lo que se dice (o sea, practicar la participación también en lo interno, etc.) Hay diversas técnicas en las ciencias sociales para las "escuchas generativas" tanto para quienes ha dejado de votar o han cambiado su voto, como para quienes seguimos en los movimientos sociales, como para las bases militantes, o incluso para cuidar y conciliar a dirigentes con resquemores. Son posibilidades que deberían atreverse a probar, si quieren que la coalición se mantenga más allá de unas elecciones concretas, y son factores claves sin los que será difícil cualquier frente, con "inteligencias co-labor-activas", que quiera ser transformador.”
Referencia web original:
La democracia debe desconfiar del poder y de la gente. Daniel Innerarity (19/08/2024)
El conflicto entre poder constituido y poder constituyente (poder popular) para renovar la democracia. Selecciono un par de párrafos:
“El problema de fondo es que seguimos sin equilibrar convenientemente liberalismo y soberanía popular, que interpretamos con ligereza como un conflicto entre demócratas y antidemócratas. Los demócratas (liberales) asegurarían la estabilidad del sistema, pero a costa de limitar en exceso el poder deldemos;los populistas (iliberales) pondrían demasiadas cosas en manos del pueblo, hasta el punto de generar una inestabilidad institucional. Es una cuestión que desde la Revolución Francesa se ha planteado una y otra vez y que solo puede resolverse temporalmente: cuándo y de qué modo detener la dinámica política desatada por las revueltas populares. La representación es una de esas estrategias para conseguirlo, unas veces más popular y otras más oligárquica. Según el grado de calentamiento de la política, la relación entre liberalismo y soberanía popular se ha resuelto con una institucionalización más estricta o dando curso a una mayor espontaneidad popular. En el núcleo de las teorías de la democracia hay siempre una tensión entre inmediatez y construcción. Podríamos decir que la historia de la democracia es la sucesión de momentos de mediación y momentos de desintermediación, que hay tanto una construcción como un desorden democráticos.
En la celebración del formato actual de la democracia y su institucionalización se da a entender que no está abierta a futuras configuraciones. Pero una sociedad democrática es un espacio donde se hace valer la capacidad “jurisgenerativa” del activismo político (Seyla Benhabib). La democracia tiene una dimensión de incertidumbre, de juego imprevisible, de apertura y libre decisión, que puede ser limitada por las instituciones, pero no hasta el punto de eliminarla. Su estabilidad no consiste en dejarlo todo bien atado, en considerar que cualquier cuestionamiento equivale a abrir la caja de Pandora, en pensar que el poder constituido es superior al poder constituyente. Las democracias tienen que estar abiertas a la toma en consideración de nuevas perspectivas que habían sido desatendidas en los procesos instituidos. Mientras esto no sea posible, esté demasiado limitado o sea así percibido por la sociedad, no se desactivará la sospecha de que no es suficientemente democrática y tendremos populismo para rato.”
Referencia web original:
https://elpais.com/opinion/2024-08-19/la-democracia-debe-desconfiar-del-poder-y-de-la-gente.html
El humanismo cristiano de Illa no es de este mundo. Violeta Assiego (18/08/2024)
El alejamiento de la cultura de los derechos humanos y el preocupante acercamiento a limitar el feminismo, sobre todo en algunos nombramientos que adelantan políticas problemáticas. Selecciono un par de párrafos:
“Es cierto que, a diferencia de la extrema derecha que dirige a esos otros odio y violencias, el humanismo cristiano del President Illa ofrecerá compasión y bondad, estoy segura. Sin embargo, esta es otra forma más de jerarquizar la sociedad, pero esta vez en base a las creencias. Algo que no deja de ser una forma más de preservar y conservar el control del poder en los de siempre, los religiosos de clase alta. Basta recordar que no es la misma dignidad la que defienden los derechos humanos que la que defiende la religión católica para entenderlo; o si no, vayan a preguntar a las mujeres que soportan cada día el acoso antiabortista cuando entran en las clínicas donde podrán ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
Como tan bien expone Juan José Tamayo “el problema radica, a veces, en la no coincidencia entre la “voluntad de Dios” expresada en los textos sagrados y la legislación civil aprobada democráticamente por los representantes del pueblo, entre las leyes reveladas y el derecho positivo”. No está en juego cómo defender los valores cristianos, si desde el humanismo o la crueldad. Lo que está en juego es la universalidad de los derechos humanos, especialmente aquellos que no gustan a los cristianos.”
Referencia web original:
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/humanismo-cristiano-illa-no-mundo_129_11593340.html
Izquierda transformadora. Antonio Antón Morón, Ediciones Dyskolo (366 pp.) (enero de 2024)
Este libro -en edición digital y con acceso libre- tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de los últimos quince años en España y, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años entorno a la coalición Sumar/Podemos con la perspectiva de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones.
El contenido tiene un doble hilo conductor. Por un lado, es analítico de los rasgos principales de esta dinámica social y política, así como de su contexto socioeconómico, institucional y de alianzas en las diferentes fases. Por otro lado, es valorativo con distintas reflexiones de carácter teórico y estratégico sobre el alcance del cambio de progreso, así como de varios debates específicos con una dimensión global.
En su conjunto constituye una investigación rigurosa sobre una trayectoria sociopolítica fundamental que está condicionando la configuración de este país plurinacional desde una perspectiva de progreso, así como una reflexión crítica de las ideas e interpretaciones existentes en el mundo sociopolítico e intelectual sobre el cambio social, cultural e institucional desde una dimensión democratizadora, igualitaria y emancipadora.
Enlace web con el texto completo (acceso libre):
https://payhip.com/preview/8nl01
Referencia editorial:
https://www.dyskolo.cc/catalogo/lib087
Su presentación se realiza en La Bóveda, organizado por Acción en Red - Madrid, el viernes 26 de enero de 2024.
Participan Ramón Adell, profesor de Sociología de la UNED, especialista en cambio social, Carolina Alonso, ex-diputada de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, y Antonio Antón, autor, sociólogo, politólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) (2003/2022). Presenta, Fernando Cerezal, catedrático -jubilado- de la Universidad de Alcalá.
Feminismos. Retos y teorías. Antonio Antón Morón, Dyskolo (510 pp) (abril de 2023)
Este libro, editado en digital y con acceso libre, tiene un doble plano, analítico y teórico. Por una parte analiza las características de la nueva ola feminista en España en este lustro, sus causas, el contexto sociopolítico y cultural y su impacto transformador y de avance de derechos, así como las características y tendencias feministas, en el marco más amplio de la experiencia de la acción popular y el cambio progresista. Por otra parte, explica los diferentes enfoques teóricos, en particular, los debates sobre el sentido de las identidades feministas y su relación con la formación del sujeto feminista y su acción por la igualdad y la emancipación de las mujeres y colectivos LGTBI. Los dos aspectos se entrecruzan en sus once capítulos.
Enlace web con el texto completo (acceso libre):
https://payhip.com/preview/Vqd86
Reeditado por Rebelión (mayo de 2023). Referencia web:
Su presentación se ha realizado en el espacio ECOOO, centro de eventos culturales, en el barrio de Lavapiés de Madrid, el 7 de junio. Junto con el autor, han participado tres destacadas feministas: Carmen Heredero, Ana Almirón y Violeta Assiego.
VÍDEO (2 horas) de la presentación y el debate del libro:
https://drive.google.com/file/d/1EdWzrSwJvALnmYe4_Ix1ZLM8OlRWCoTs/view?pli=1
“Dinámicas transformadoras. Renovación de la izquierda y acción feminista, sociolaboral y ecopacifista”. Antonio Antón Morón, Dyskolo (305 pp.) (octubre, 2022)
Este libro (en digital y en abierto) explica las características y el marco de la acción democrática y los dilemas de la política progresista, así como las tendencias transformadoras de carácter sociopolítico en España, en el marco europeo y desde un enfoque realista, social y crítico que profundiza en varios conceptos fundamentales para clarificar los procesos de cambio político, como la formación de las identificaciones, los sujetos colectivos y la hegemonía ideológica.
Consta de seis capítulos complementarios. Los dos primeros sitúan el marco general de la trayectoria política progresista y varios de los debates sobre el diagnóstico y la estrategia reformadora de las izquierdas. Los tres siguientes profundizan en tres aspectos específicos (sociolaboral, feminismo y pacifismo) de gran relevancia, que tienen un impacto global: los cambios en el mercado de trabajo y las relaciones laborales, en este contexto de persistencia de la crisis social y la gestión del Gobierno de coalición progresista; los retos del feminismo y el debate sobre su orientación y su identidad, y la configuración de un nuevo pacifismo ante la guerra en Ucrania y los actuales conflictos geopolíticos. Y el sexto es una valoración más teórica sobre el papel de las identidades, la conformación de los sujetos colectivos y la acción por la hegemonía ideológico-cultural.
Referencia web original: https://payhip.com/preview/VjlmR
Reseña de la Federación Española de Sociología (FES) (27/10/2022): https://fes-sociologia.com/noticia/Dinamicas-transformadoras-Renovacion-de-la-izquierda-y-accion-feminista-sociolaboral-y-ecopacifista-Antonio-Anton-Moron-1666270776
Perspectivas del cambio progresista. Antonio Antón Morón. Ediciones Dyskolo (224 pp.) (octubre, 2021)
Este texto tiene un hilo conductor, el análisis de las dinámicas sociopolíticas transformadoras que permiten evaluar las perspectivas progresistas del cambio social y político en España. Está compuesto por seis capítulos intercalados que conforman tres áreas temáticas interconectadas: procesos amplios de activación social y cívica, experiencias de acción política y electoral, reflexiones teóricas desde un enfoque social, realista y crítico. El libro analiza los dos grandes procesos de movilización sociopolítica en esta década: el movimiento 15M y la cuarta ola feminista (desde 2018); acontecimientos recientes significativos como la pugna político-electoral en la Comunidad de Madrid y las enseñanzas que para la izquierda deben tener las elecciones madrileñas del 4M, como inicio de una nueva etapa política caracterizada por la polarización y las tendencias e identificaciones ideológicas de los electorados, particularmente los progresistas. El autor también aborda, de un modo más teórico, los fallos del mercado, las insuficiencias del liberalismo y la necesidad de impulsar una teoría social crítica, la pugna interpretativa de la nueva cuestión social, y también cuatro aspectos relevantes para las fuerzas del cambio como son las guerras culturales, las características del espacio violeta, verde y rojo, la ambivalencia de las identidades y la relación del individuo y lo común, y el debate sobre las izquierdas.
Referencia web original: https://www.dyskolo.cc/cat%C3%A1logo/lib063
Cambios en el Estado de bienestar. Antonio Antón, libro editado en Rebelión, en abierto (2/01/2021) (346 pp.)
RESUMEN: “La realidad social es compleja y el horizonte para esta década es incierto, en particular, para la cohesión de sociedades como la española, la vertebración de la Unión Europea y el tipo de salida de esta crisis prolongada. Este libro analiza las características de la desigualdad social y las tendencias de las condiciones socioeconómicas y laborales así como de los sistemas de protección social y, más en general, de los cambios en el Estado de bienestar. Además, se valoran los discursos y teorías que explican esos hechos para clarificar los desafíos pendientes de nuestras sociedades e instituciones. La perspectiva deseable es una democracia social, un giro socioeconómico progresista y una democratización del sistema político, en el marco de una Unión Europea más social, solidaria, democrática e integrada. La conclusión es la necesidad del refuerzo del Estado de bienestar, con sus dimensiones distribuidora, reguladora y de protección pública. Los textos, revisados para esta edición, son investigaciones académicas presentadas en distintos encuentros, congresos y jornadas, fundamentalmente, de Sociología que tienen este hilo conductor: Cambios en el Estado de bienestar.”
Referencia web original del TEXTO COMPLETO: https://rebelion.org/download/cambios-en-el-estado-de-bienestarantonio-anton-moron/?wpdmdl=653380&refresh=5ff03e69ad9e81609580137
Relación de publicaciones destacadas por su calidad y su contribución al pensamiento crítico, propias y ajenas: Artículos destacados
(Abajo, el propio)
Artículo ajeno destacado del mes anterior:
“Gran parte de la izquierda ha olvidado la prioridad de los derechos en la política migratoria”: Javier de Lucas (25/08/2024)
Enfoque justo y acertada crítica en esta entrevista sobre la política migratoria. Selecciono un par de respuestas:
'Los dos grandes partidos no fueron capaces de ponerse de acuerdo en junio para dar una solución urgente a la reubicación de menores no acompañados. ¿Cree que los términos en que se desarrolló el debate, básicamente basadas en dinero y cifras de personas, fue el correcto?
Obviamente, no. Fue un ejemplo más de cómo servirse de la inmigración en la confrontación partidista: no es un ejemplo de política de inmigración, sino de hacer política partidista con la inmigración. Electoralista, simplista y maniquea, a base de manejar tópicos simplistas sobre la inmigración. Antes que inmigrantes, esos menores son niños, cuyos derechos están reconocidos y garantizados por la Convención de los Derechos del Miño y la Ley Orgánica de Protección del Menor, que son derecho vigente que obliga a todos los poderes públicos. Lo primero es cumplir con la garantía de esos derechos, y eso no parece que fuera la condición previa aceptada en un debate que, en el mejor de los casos, se deslizó por la más paternalista y condescendiente perspectivasoi dissanthumanitaria. Los derechos no son limosnas piadosas.
¿Hasta qué punto es tóxico el discurso ambiguo del PP sobre migración —aquel que señala que valen los venezolanos y ucranianos, no valen los senegaleses ni marroquíes. ¿Cree que se ha contagiado por la extrema derecha o que los conservadores ya defendían esas ideas antes de su irrupción en la esfera pública?
Niego la mayor. No es el PP sólo, ni sólo Orban, o Salvini. Son todos los gobiernos de la Unión Europea y la propia Unión Europea quienes practican ese doble rasero. Son esos gobiernos los que están restringiendo el asilo y externalizando unas políticas migratorias obsesionadas con el control policial de fronteras y con una inmigración entendida sobre todo como fondo de reserva de mano de obra en condiciones de explotación, y de la que se puede prescindir cuando nos beneficie hacerlo.
Déjeme que insista en un asunto crucial: la explotación de los inmigrantes de países pobres como mano de obra de reserva para el mercado ya la explicó Marx en el XIX, aunque alguna filósofa experta en márketing pretenda haber descubierto hoy el vínculo entre inmigración y pobreza, que en realidad es entre inmigración y desigualdad. Bauman lo clavó: nuestras políticas migratorias se basan en una "industria del desecho humano". Por eso no hay políticas serias para promover que los inmigrantes se puedan convertir en ciudadanos de pleno derecho. En lugar de un nuevo contrato social, sólo les ofrecemos la disyuntiva nefasta entre ser víctimas del racismo u objeto pasivo de un condescendiente “humanitarismo”.'
Referencia web original:
La lacra del racismo. Antonio Antón, en Público (28/08/2024)
A raíz de los hechos racistas en Gran Bretaña, analizo la problemática de la inmigración en España y cómo prevenir y combatir el racismo a través de la integración social y la convivencia intercultural. Selecciono varios párrafos:
“Por tanto, la prevención y el tratamiento del racismo constituye un reto interpretativo y sociopolítico, en torno a dos ejes combinados: la integración social y la convivencia intercultural. Se trata de afrontar la involución derechista y segregadora respecto de la inmigración, su disciplinamiento como mano de obra barata, su sometimiento a una situación subordinada y con menos derechos y la división social respecto de las capas trabajadoras autóctonas y entre la propia población inmigrante.
Al igual que con el antifeminismo, frente a los avances de condiciones igualitarias y derechos emancipadores feministas, con el racismo se ha reforzado una ofensiva cultural reaccionaria. Pero, también, se intenta consolidar la discriminación de una parte significativa de las capas populares e influir en el aparato de poder institucional europeo, con el acceso a posiciones gubernamentales como en Italia y otra media docena de países.
El racismo y las dinámicas de extrema derecha no solo buscan la complicidad de una parte del poder establecido, especialmente con la penetración en el aparato del Estado -fuerzas de seguridad, judicatura- y los medios de comunicación, sino que buscan ampliar su legitimidad social con el apoyo de sectores populares, particularmente de clases medias y capas trabajadoras en descenso de estatus socioeconómico -no solo en el ámbito rural o tradicionalista-. Se pretende reconducir sus malestares y resentimientos y movilizarlos utilizando los supuestos agravios comparativos y estimulado sus ventajas étnico-nacionales o de raza (o de sexo). O sea, con el socorrido criterio trumpiano o neofascista de la culpabilización del más débil y la primacía ‘nacional’.
Se produce una conversión discursiva: la responsabilidad de los recortes sociales, las deficiencias de los servicios públicos, los retrocesos de estatus y reconocimiento interpersonal e institucional, el malestar social…, ya no deriva de los de arriba, los poderosos, las grandes instituciones globalizadoras o el propio mercado y el capitalismo; la culpa la tiene el nuevo chivo expiatorio que destruye la nación, el orden social o la cultura del país: la inmigración, a veces centrada en la irregular o la musulmana.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/86470/la-lacra-del-racismo/
Referencia web de la versión publicada en Rebelión (29/08/2024):
https://rebelion.org/la-lacra-del-racismo/
Referencia web de la reedición por Mientras Tanto nº 237 (1/09/2024):
https://mientrastanto.org/237/de-otras-fuentes/la-lacra-del-racismo/
Porfiar a pesar de los nubarrones:
¡SE HACE CAMINO AL ANDAR!
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Último año:
El feminismo como sujeto social. Acerca del pensamiento de Judith Butler. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 237 (1/09/2024)
En este ensayo tratamos varios aspectos del pensamiento feminista: el valor del feminismo y la identidad feminista; cómo avanzar en la liberación y la igualdad femenina; el sujeto social, imprescindible para la transformación colectiva, y la relevancia de la experiencia vivida e interpretada. Selecciono varios párrafos:
“Antes de la constitución del sujeto social hay una realidad sociodemográfica concreta, pero no existe el sujeto ‘objetivo’ o en potencia. Su formación y su articulación es más compleja y mediada por otros mecanismos institucionales, asociativos y socioculturales. El factor fundamental para su constitución tampoco son los discursos o las ideas de unas élites que los socializan entre la población. La conexión se establece por la experiencia vital de la gente, que se asocia a su realidad material vivida y a sus aspiraciones.
Se trata de un enfoque realista, relacional, crítico… y, en cierta forma, también constructivista, en un sentido sociohistórico, en oposición al mecanicismo estructuralista u objetivista o a los excesos irreales y voluntaristas de cierto posestructuralismo, ambos con distintos componentes idealistas. Este constructivismo social e histórico, con ligeras connotaciones gramscianas, es más complejo, interactivo y multidimensional que la teoría performativa de Butler, más influida por los intelectuales posmodernos franceses, y que, por cierto, parece ser desconocido para ella. Este enfoque crítico, a pesar de ser minoritario entre las izquierdas políticas y académicas, es de gran relevancia teórica y conecta con la experiencia articuladora de los movimientos sociales igualitarios de estas décadas, y más allá.
Se da una interacción entre posición socioeconómica y de poder, conciencia y conducta, aunque no mecánica o determinista en un sentido u otro. Pero, frente al esencialismo identitario, hay que analizar a los actores en su trayectoria, su interacción, su multidimensionalidad y su contexto. El sujeto colectivo emancipador se va formando a través de la experiencia relacional en el conflicto socioeconómico, la pugna sociopolítica y la diferenciación cultural respecto de las capas dominantes.
Judith Butler ha hecho una extraordinaria aportación, especialmente sobre la liberación sexual y de género y en defensa de los colectivos LGTBIQ+, pero conviene superar esas dos limitaciones y atender a la reelaboración de un enfoque relacional, interactivo, procesual y multidimensional sobre la imprescindible formación del sujeto social, como palanca transformadora igualitaria-emancipadora, y la reafirmación de un feminismo social y crítico, para afrontar mejor las relaciones desiguales de género.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/237/ensayo/el-feminismo-como-sujeto-social/
Retos de la izquierda alternativa. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 236 (1/07/2024)
Reflexión, primero, sobre la respuesta política al declive de la izquierda transformadora, y segundo, sus desafíos orgánicos, articuladores y unitarios. Transcribo la introducción:
“Las derechas han ganado las elecciones europeas del 9 de junio. El bloque democrático y plurinacional ha perdido, aunque el PSOE ha resistido y el declive se ha centrado en la izquierda transformadora: han pasado de 11 escaños en 2014 (seis de IU y cinco de Podemos), a 6 en 2019 (de Unidas Podemos), y hasta los 5 actuales (tres Sumar, con mayores expectativas, y dos de Podemos, meritorios desde unas bajas perspectivas), considerando que ha habido una ampliación de siete escaños (un 14%)…
Pero si aplicamos estos resultados generales, con su bajo nivel de participación, que no ha llegado a la mitad, y la adscripción provincial de unas elecciones generales, con su barrera del 3%, y aun contando con diferente contexto político, se evidencia todavía más la debacle de la izquierda transformadora y la pérdida de la mayoría parlamentaria del gobierno de coalición. Así, las tres derechas conseguirían 179 escaños, mayoría absoluta, el PSOE, 131, el bloque nacionalista (incluido Junts y CC), 34, y la izquierda alternativa unos escasos 6 escaños (cuatro para la coalición Sumar y dos para Podemos).
Más allá de la dimisión de Yolanda Díaz, como coordinadora general de Movimiento Sumar, y su insistencia en continuar como referente gubernamental y parlamentario de todo el conglomerado de la coalición Sumar, se abre la necesidad de una profunda reflexión sobre la rearticulación de ese espacio.
Hacer frente al declive representativo de la izquierda transformadora supone afrontar los tres tipos de causas, con credibilidad transformadora, democrática y unitaria: la ofensiva del poder establecido y las derechas con su acoso jurídico-mediático-policial, con la descalificación y el aislamiento político a los actores con capacidad de desafío transformador; la relativa renovación socialista y su ligero giro a la izquierda, con el efecto de achicar el espacio socioelectoral alternativo; las propias deficiencias y limitaciones de esa izquierda, en particular dos: la falta de arraigo social, y sus dificultades articuladoras y unitarias.
Valga la siguiente aportación general, primero, sobre la respuesta política al declive de la izquierda transformadora, y segundo, sus desafíos orgánicos, articuladores y unitarios.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/236/ensayo/retos-de-la-izquierda-alternativa/
Acerca del consentimiento. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (26/06/2024)
Comunicación de Sociología del Género al XV Congreso Español de Sociología. Sevilla, 26-29 de junio de 2024. Transcribo su conclusión:
“En consecuencia, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo y frente a hechos diferentes: evitar la agresión sexual y facilitar una relación voluntaria, deseada y placentera. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada a pesar de su gran apoyo social, al menos entre la mayoría del campo feminista y progresista.
La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente. Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y trayectorias diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido-, en el que se puede expresar toda la diversidad sexual… excepto la agresión sexista, la imposición no consentida, cuya caracterización es ya de violencia machista no de sexualidad libre.
En definitiva, la prioridad del consentimiento y la voluntariedad es lo que, en un contexto relacional concreto, da sentido a una relación sexual libre y no impuesta. Es la enseñanza ética y teórica que ha proporcionado esta masiva y mediática experiencia feminista frente a la prepotencia machista.”
Referencia web original:
TRANSFORMAR LA IZQUIERDA. Antonio Antón y Luisa Broto
Jornadas municipalistas de Zaragoza en Común-PRIMERA SESIÓN (16/05/2024)
Sesión completa, con presentación, ponencias y debate, en YouTube (2h.)
Referencia: https://www.youtube.com/watch?v=R0KrBNEUXaw
Transformar la izquierda. Antonio Antón, en Rebelión (27/05/2024)
Ponencia completa presentada en las Jornadas municipalistas de Zaragoza en Común. Selecciono varios párrafos:
“Tras la expectativa de ascenso electoral y la ilusión inicial de un frente amplio unitario (truncadas desde las elecciones autonómicas en Andalucía de junio de 2022 y hasta la asamblea de Magariños, en abril de 2023), se impone la necesidad del realismo sobre la continuación del declive representativo (28-M y 23J, y evidente desde las anteriores elecciones andaluzas y las posteriores gallegas, vascas y catalanas).
La doble conclusión es que, por un lado, disminuye la legitimación de la nueva estrategia de moderación reformadora y discursiva como la palanca de la remontada electoral, en un contexto de hegemonismo socialista; y por otro lado, se ve cuestionado su liderazgo colectivo, sin la expectativa de recuperación electoral prometida, aunque con continuidad de posiciones institucionales gubernamentales, y con el repliegue corporativo de cada grupo político. Además, se hace evidente la incapacidad política y articuladora de la dirigencia alternativa y se genera la tensión sobre el relato de sus causas y responsabilidades, con los intentos de legitimación respectiva de los diferentes grupos políticos, incluido Podemos…
El problema y la solución hacia la remontada, es doble: de carácter político, sobre la necesaria estrategia diferenciadora del partido socialista (y la izquierda nacionalista) con credibilidad transformadora real y arraigo social; y de capacidad articuladora unitaria con la necesaria cultura democrático-pluralista…
El pragmatismo sanchista y su hegemonismo político persiste en cerrar ese ciclo de adversarios estratégicos, con una legitimidad social significativa, que condicionen un proceso reformador relevante...
La opción confrontativa escogida -más allá de la retórica transformadora inicial y distintos errores discursivos- me pareció acertada, fue avalada por más del 80% de la militancia alternativa, y ya hemos visto lo que ha dado de sí: forzó la crisis y la renovación socialista, con su giro hacia la izquierda y la apertura democrática, hasta el desalojo gubernamental de la derecha con la moción de censura de 2018, junto con la posterior experiencia reformadora real aunque limitada, del gobierno progresista de coalición, en 2020/2023, y su prolongación posterior menos intensa.
Pero aquel emplazamiento estratégico ha tenido una particularidad: la gran ofensiva, con la correspondiente guerra jurídica-mediática-institucional, del poder establecido -incluida la aquiescencia socialista- contra esas fuerzas del cambio con posiciones de cierto poder transformador y legitimación pública, que cuestionaba los privilegios de siempre…
Esa voluntad estratégica transformadora es lo que el poder establecido no perdona y lo que se exige abandonar con una rectificación (rendición) y una (inmerecida) autocrítica como supuesto error estratégico (que no corresponde) …
En cierta medida han conseguido sus objetivos, pero solo en parte. Persiste un doble factor, en un grave contexto, que impide ese cierre normalizador del continuismo y el bipartidismo corregido: una base social transformadora todavía relevante; una vertebración orgánica alternativa algo fragmentada y desconcertada pero todavía con potencialidad articuladora y representativa…
Por tanto, la dificultad principal en la izquierda alternativa no es la diferencia programática o ideológica en sus definiciones generales. Es otro el elemento político decisivo, con importantes conexiones ideológicas y organizativas: el corporativismo sectario de (parte de) sus élites respecto de la vertebración partidaria estatal (y autonómica), con sus expectativas y procesos aspiracionales para conseguir reconocimiento público y estatus institucional. Tiene una vinculación, a veces confusa o indirecta, con los intereses, demandas y expectativas del poder o de fracciones populares y grupos sociales diversos con polarización identitaria…
En definitiva, tras la experiencia de estos meses de cierto agotamiento representativo, a confirmar en los resultados de las elecciones europeas, se debe abrir una fase de reflexión y recomposición. Y veremos la capacidad de las élites dirigentes para remontar el declive y la fragmentación y avanzar en la colaboración y la perspectiva de una amplia alianza de la izquierda transformadora, como factor relevante dentro de un bloque democrático y plurinacional que impulse el avance social y de derechos frente a la involución reaccionaria de las derechas.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/transformar-la-izquierda/
Reeditado en Voces Críticas nº 45, Boletín sociocultural de Acción en Red-Madrid (16/06/2024):
https://mailchi.mp/0db230ff08ea/voces-crticas-junio-2024
Sobre el consentimiento y el deseo. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 233 (1/04/2024)
Versión ampliada de la comunicación de Sociología de Género al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Transcribo su introducción:
“Existe una amplia corriente feminista que, tal como detallo en el reciente libro Feminismos. Retos y teorías (2023), ya no se resigna ante los comportamientos machistas y la discriminación femenina, no acepta la prepotencia sexista ni los malos tratos, no normaliza los machismos cotidianos ni tampoco la desigualdad por género u opción sexual y sus estereotipos legitimadores. Esa tendencia sociopolítica y cultural de fondo, con sus altibajos, exige profundizar en un cambio cultural y relacional igualitario. En una coyuntura favorable, con este desencadenante, su expresividad ha resurgido estos años en la esfera pública.
Tal como he analizado en otro libro, Izquierda transformadora(2024), se refuerza el feminismo y el consentimiento, como acuerdo libre e igualitario en las relaciones sexuales (y sociales en general), con una perspectiva relacional y colectiva, superando el simple deseo individual que es un motor ambiguo de las relaciones humanas y cuyo sentido hay que valorar según su impacto en las relaciones sociales. Por ello, el deseo sexual —la libido— hay que analizarlo en el contexto social, su interacción personal y los valores en que está inserto. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa del deseo sexual, puede ser compatible con una versión machista de su expresión por parte de Luis Rubiales que ejerce su prepotencia sexual y su abuso de autoridad, aunque aparezca camuflado en su supuesta espontaneidad y jolgorio como en el caso de La Manada.
El conflicto actual que tratamos no es, principalmente, entre libre deseo sexual y puritanismo, campo en el que hay que avanzar frente a las corrientes reaccionarias, sino entre relaciones igualitarias y voluntarias frente a acoso y dominación machistas.
La experiencia feminista y progresista actual refuerza el consentimiento como criterio fundamental y complementario con el respeto relacional a los derechos humanos; se supera, así, la prioridad por el simple deseo o el interés individual expresada por una diversidad ideológica de agentes. La legitimidad de unas relaciones iguales y libres se basa en la voluntariedad de la relación, en el consentimiento mutuo. Es la gran enseñanza ética y sociopolítica de esta parte de la pugna contra las últimas agresiones sexuales, de gran trascendencia mediática, cuya masiva respuesta feminista ha constituido un ejemplo solidario para el avance cultural y de derechos.
El criterio del consentimiento presupone voluntariedad y acuerdo y está amparado por el contractualismo entre las partes; desborda el simple individualismo, rechaza la dominación o imposición unilateral —patriarcal— en las relaciones sociales, y es superior al impulso del deseo propio y la simple voluntad individual que obvia la relación interpersonal consentida. Hacer del deseo la primacía valorativa de una conducta correría el riesgo de ventajismo instrumental de la persona más fuerte, con el desdén al aspecto principal: el consentimiento. El paso del deseo subjetivo —o la simple fantasía y la masturbación— a su realización relacional necesita contar con la otra persona.
Por tanto, una persona, éticamente, no es plenamente soberana para imponer a otra la actuación que desee o decida, ya que tiene que considerar también la voluntad de la otra persona. Supone la prioridad de asegurar condiciones cívicas de la interacción humana como el respeto y el reconocimiento mutuos.
Desde ese enfoque relacional del consentimiento reflexiono ahora sobre algunas ideas aparecidas en el debate público, especialmente a partir del librito de Clara Serra, ‘El sentido de consentir’(2024), donde se abordan muchos temas de interés, aunque controvertidos. Me permito aportar algunas ideas para clarificar el sentido del consentimiento y su relación con el deseo, junto con sus fundamentos teóricos.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/233/ensayo/sobre-el-consentimiento-y-el-deseo/
Se reedita en Voces Críticas, nº 45 (15/04/2024):
https://mailchi.mp/f492e642c460/voces-crticas-n-45-abril-2024
La relación entre Sumar y Podemos. Antonio Antón Morón (aceptada, abril, 2024)
Comunicación al XV Congreso Español de Sociología. Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, 26-29 de junio de 2024.
Grupo de trabajo 8: Sociología política
Palabras clave: Representatividad electoral, CIS, encuestas, división, unidad
Referencia web original:
https://acrobat.adobe.com/id/urn:aaid:sc:EU:fc29eeec-2e2d-4080-bc40-73e0c6249935
Acerca del consentimiento. Antonio Antón Morón (aceptada, abril, 2024)
Comunicación al XV Congreso Español de Sociología. Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, 26-29 de junio de 2024.
Grupo de trabajo 12: Sociología del género
Palabras clave: Voluntariedad, contractualismo, violencia machista, deseo, sexualidad libre
Referencia web original:
https://acrobat.adobe.com/id/urn:aaid:sc:EU:9e2d4774-e015-4568-9f09-8a4ebb080b34
Izquierda transformadora: Introducción. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 232 (marzo 2024)
Reproduzco los párrafos iniciales y el final de la introducción de esta obra:
“Este libro, Izquierda transformadora —edición digital y de acceso libre (366 pp.)— tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de los últimos quince años en España y, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años en torno a la frágil relación Sumar/Podemos con la perspectiva inicial de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones, y rota más tarde.
Utilizo de forma preferente la expresión ‘izquierda transformadora’ para caracterizar a todo el conjunto de formaciones políticas, agrupadas en la coalición electoral Sumar para las elecciones generales del 23 de julio de 2023 —incluido Podemos—, que mantienen una actitud más exigente y reformadora en beneficio de la mayoría popular. Está diferenciada de la socialdemocracia retórica del Partido Socialista que, en el comienzo de este ciclo sociopolítico progresista en 2010, ejercía una gestión dominante de carácter socioliberal ante la crisis socioeconómica, aunque luego, tras un lustro de crisis, se ha renovado parcialmente con el nuevosanchismo. Por otro lado, se diferencia de las izquierdas nacionalistas periféricas, con puntos comunes en su identidad social y sensibilidad plurinacional pero distintas de estas respecto de su énfasis en el nacionalismo particular. Así, esta izquierda nueva tiene un perfil más crítico, democratizador e igualitario, por la justicia social, laboral y distributiva, además de otros ejes específicos como su feminismo, su ecologismo y su plurinacionalidad federal/confederal…
El análisis se realiza desde la teoría crítica, en particular de la sociología política, la sociología de los movimientos sociales, la acción colectiva y el cambio social, y la sociología del género, con un enfoque realista, relacional y sociohistórico.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/232/ensayo/izquierda-transformadora-introduccion/
Camino por recorrer. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 230 (1/01/2024)
El frágil acuerdo entre Sumar y Podemos se ha roto. Es necesario analizar su significado, el contexto, las perspectivas estratégicas y el futuro y, sobre todo, definir los retos para la izquierda transformadora y el camino por recorrer. En este ensayo explico las siguientes secciones: Poner las luces largas; Superar la fragmentación, la prepotencia y el sectarismo; Qué tipo de cambios se producen, por qué y cuáles son sus efectos; Perspectivas estratégicas y frente amplio; Retos para la izquierda transformadora.
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/230/ensayo/camino-por-recorrer/
Se reedita en Voces Críticas nº 43 (15/01/2024):
https://mailchi.mp/3e628909f033/boletn-voces-crticas-n-43-enero-2024
Desafíos para la izquierda alternativa. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 229 (1/12/2023)
En este ensayo me detengo en cuatro aspectos interconectados. En ámbito externo sobre la remontada electoral pendiente de la izquierda alternativa y la necesidad de un impulso transformador en la acción gubernamental y política, y en el ámbito interno sobre la articulación y la representación institucional de la coalición Sumar y la actitud ante el conflicto particular entre Movimiento Sumar y Podemos y sus perspectivas. Selecciono varios párrafos:
“La conclusión es clara: Movimiento Sumar ha podido generar mayor ilusión, expectativas o comodidad en partes de ese electorado, pero no ha generado mayor apoyo social y electoral y, por tanto, mayor presencia institucional y fuerza transformadora. Su moderación política y su mejor trato mediático no han aportado nuevo electorado; aunque haya divulgado otra cultura más dialogante con el PSOE, ésta no ha convencido lo suficiente para ensancharlo. Estos elementos solo han servido para justificar la supuesta bondad del cambio de liderazgo y de orientación política y discursiva, más aplaudidos desde el Partido Socialista y los medios, en sustitución de la más exigente y crítica de Podemos.
Dicho de otro modo, el giro político hacia la moderación política, discursiva y de afinidad con el Partido Socialista, junto con el nuevo liderazgo de Yolanda Díaz y el Movimiento Sumar y un frágil acuerdo de coalición electoral, fueron insuficientes para mejorar la representatividad del conjunto, reequilibrar la subalternidad respecto del partido mayoritario de la izquierda, el PSOE, y condicionar más y mejor la acción gubernamental e institucional.
La coalición Sumar -incluido Podemos- ha dado un paso unitario positivo aunque forzado, al presentarse conjuntamente a las elecciones parlamentarias por responsabilidad ante el riesgo de victoria de las derechas, cosa que se ha evitado, y constituye el gran valor colectivo de la apuesta unitaria. Pero el hecho evidente es que todavía persiste la tendencia representativa descendente que denota los límites de su credibilidad transformadora ante su base social ampliada de esos seis millones iniciales. Persisten esos dos factores externos: la estrategia fáctica y mediática de aislamiento político, particularmente contra Podemos -recrudecida contra el Ministerio de Igualdad y su referente Irene Montero con ocasión de la ley del ‘solo sí es sí’- y el refuerzo de la posición dominante socialista, renovada y que aguanta la presión de las derechas extremas…
Pero, para la coalición Sumar es decisiva una firmeza transformadora y, al mismo tiempo, de colaboración de todo el conglomerado alternativo y con la izquierda nacionalista. Se encadena la estrategia reformadora ambiciosa con una articulación interna unitaria y plural…
En definitiva, el factor clave a superar es la débil credibilidad transformadora, derivado de cierta inconsistencia de la fuerza social de base y vinculado con otro factor adicional significativo: la insuficiente unidad desde la pluralidad de su articulación orgánica, que expresa los límites de la actual élite política de la izquierda alternativa…
La pluralidad política e ideológica, por sí sola, no explica el sectarismo. La prepotencia organizativa deriva, con el pretexto de diferencias políticas, de la débil cultura democrática para encauzar y no imponer los distintos intereses corporativos; muchas veces legítimos y necesitados de integrar, negociar o reequilibrar en un marco común superior.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/229/ensayo/desafios-para-la-izquierda-alternativa/
Gobernabilidad, agenda social y plurinacionalidad. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 228 (1/11/2023)
Ensayo sobre la relación de esos tres aspectos. Reproduzco varios párrafos:
“La soberanía popular ha hablado el pasado 23 de julio: Existe una mayoría progresista, democrática y plurinacional con el reto, no solo de frenar el proyecto reaccionario de las derechas extremas y hacer fracasar la investidura de Núñez Feijóo, sino de apoyar un nuevo Gobierno de coalición progresista, en torno al Partido Socialista y la coalición Sumar, que aborde los imprescindibles avances, entre otros, de las agendas social y territorial. Con la probabilidad de esa configuración gubernamental y de alianzas se trata de avanzar en la clarificación de algunos nudos programáticos y de gobernabilidad…
Por otro lado, la estrategia de diálogo social, particularmente con la patronal de la CEOE, puede acentuar sus límites para pactar progresos significativos, para lo que habrá que contar con la activación del movimiento sindical y otros agentes sociales y articular las mayorías parlamentarias necesarias. Además, hay que contar con que las derechas nacionalistas (PNV y Junts) deben medir sus pautas neoliberales y avenirse a medidas de progreso ante el fuerte emplazamiento con las izquierdas en sus territorios y la competencia electoral próxima.
Pero, aparte de la responsabilidad específica para la coalición Sumar —incluido Podemos—, se ventila la credibilidad transformadora, en este campo, de esa izquierda alternativa con un perfil diferenciado y más exigente que el propio Partido Socialista, con una identidad propia capaz de atraer y ensanchar una base social y electoral en disputa. Al mismo tiempo, en el caso de fracasar en esa trayectoria reformadora de progreso, tendría que hacer frente al riesgo de las tendencias de desafección abstencionista o de pasividad en su base social o, simplemente, de desplazamiento electoral hacia el PSOE al no representar una utilidad adicional para avanzar en condiciones vitales y derechos sociales para las mayorías populares, elemento fundamental de su identidad política.
Por tanto, ese continuismo de la política sociolaboral e impotencia transformadora tiene un riesgo mayor de desencanto cívico para la coalición Sumar que para el propio PSOE, amparado por un mayor aparato institucional y mediático. Sería también un factor de incremento de la división interna de la coalición, en particular entre Movimiento Sumar y Podemos, que necesitan lo contrario: firmeza transformadora, esfuerzos unitarios e incremento representativo. Y poder encarar mejor la próxima etapa. En definitiva, una agenda social ambiciosa y compartida es decisiva para el avance del país, consolidar las fuerzas de progreso y, en particular, reforzar la izquierda transformadora.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/228/ensayo/gobernabilidad-agenda-social-y-plurinacionalidad/
Formación, declive y rearticulación de la izquierda transformadora. Antonio Antón, en Rebelión (30/08/2023) y Mientras Tanto nº 127 (1/10/2023)
Ensayo completo donde se analiza el perfil de la izquierda transformadora, la formación del espacio del cambio de progreso, la diferenciación y los vasos comunicantes en las izquierdas, la reordenación del espacio progresista, su declive, con los factores, su relato y la legitimación del liderazgo, así como la entidad de las discrepancias políticas y su tratamiento. Transcribo su introducción:
“Hace unas semanas, como parte del balance de las elecciones generales del 23J, publiqué el artículo ‘Reequilibrios en la izquierda transformadora’, con una reflexión sobre el cambio de liderazgo y primacía dirigente producida en Sumar respecto de Podemos, con las características políticas y organizativas de la nueva coalición y los criterios democrático-pluralistas para su articulación.
En este texto amplío el foco con un análisis de la evolución de sus bases sociales y electorales, con varias etapas, dentro de la persistencia del ciclo progresista de más de una década en el que todavía estamos: la etapa de formación del campo sociopolítico y electoral (2010-2014); el periodo de la máxima expresión electoral de las fuerzas del cambio, de forma diferenciada del Partido Socialista (2015-2016); el lento y gradual declive del apoyo electoral, ya significativo en 2019, junto con la reafirmación institucional en el Ejecutivo de coalición y el empuje y la corresponsabilidad gestora de la reforma social y democrática hasta el presente; por último, aludiré a las expectativas y planes colectivos sobre la rearticulación de ese espacio bajo la coalición Sumar, como nueva representación institucional y unitaria plataforma política.
Como complemento descriptivo, acompaño dos gráficos con la evolución y la comparación entre los resultados de las elecciones autonómicas y las generales de la izquierda transformadora, en los tres grandes procesos de 2015, 2019 y 2023 -junto con los ciclos específicos de varias Comunidades Autónomas-, con el anexo de dos tablas, con la distribución por territorios y por sensibilidades políticas.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/formacion-declive-y-rearticulacion-de-la-izquierda-transformadora/
Referencia de la versión reeditada en Mientras Tanto nº 127 (1/10/2023):
Impulso de progreso y plurinacional. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 226 (1/09/2023)
Ensayo donde explico la victoria de las izquierdas y sus aliados nacionalistas en el 23J, los factores sociopolíticos que explican la derrota de las derechas, el irreal relato reaccionario, los reequilibrios en la izquierda transformadora, las insuficiencias por superar y el recambio dirigente en la coalición Sumar y la articulación democrática de su pluralidad interna. Destaco varios párrafos:
Al final ha habido remontada progresista, tal como unos pocos vaticinábamos a comienzo de la campaña electoral del 23J. Las derechas extremas del PP y VOX no alcanzan el suficiente apoyo parlamentario para gobernar, y lo más probable es la investidura del socialista Pedro Sánchez, en alianza con Sumar y el apoyo nacionalista. No termina el ciclo institucional de progreso, tal como pretendía liquidar el bloque reaccionario, y se abre una nueva etapa de necesaria profundización de la política social y la regulación de la plurinacionalidad, particularmente catalana, con la ampliación y consolidación del bloque progresista…
En definitiva, la base del éxito de la coalición Sumar es su contribución al freno de las derechas y su involución autoritaria y regresiva, así como la dimensión transformadora que, en continuidad y mejora de su acción reformadora precedente, debe incorporar a la acción del Ejecutivo y las instituciones políticas, con el correspondiente arraigo cívico y democrático.
Junto con esa aportación política, el cambio más relevante ha sido la modificación, en este largo proceso transitorio de más de dos años, de la primacía dirigente de Podemos por el nuevo equipo dirigente del Movimiento Sumar, comandado por Yolanda Díaz. Ambos tienen sus particularidades políticas, orgánicas y discursivas, más transformadoras y confrontativas en el primer caso y más dialogadoras y amables en el segundo, pero con un amplio campo compartido que se debería cuidar y fortalecer para ser útiles en beneficio de la gente popular y el proyecto igualitario y emancipador del país.
Además, la legitimidad de la nueva estructura representativa y coordinativa y, en especial, el liderazgo de Yolanda Díaz, se verán reforzados en la medida de su esfuerzo unitario y siempre que se mantenga su carácter integrador, representativo y de respeto al pluralismo. Sumar tiene una ardua tarea por delante, externa e interna: promover y cogestionar una nueva etapa de progreso y consolidar las condiciones orgánicas y su institucionalidad democrática para articular una mayor acción política, implicación participativa e influencia social transformadoras.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/226/ensayo/impulso-de-progreso-y-plurinacional/
Caminos por recorrer: ¡SE HACE CAMINO AL ANDAR!