Sociólogo y politólogo. Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (2003/2022)
Artículos propios. Año 2024
Con párrafos seleccionados, un breve comentario y la referencia web original. El texto completo pinchando en el enlace. Para acceder a los años anteriores en la entrada correspondiente de la Portada y de Publicaciones.
Ante el ‘caso Errejón’, más feminismo, no menos. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Nueva Tribuna (16/11/2024)
En esta versión se amplía la valoración sobre las actitudes ante este caso de prepotencia machista. Se seleccionan varios párrafos:
“La realidad muestra la expresión de la prepotencia machista, que alcanza a dirigentes políticos progresistas, así como la justa indignación feminista y cívica, la exigencia masiva de responsabilidades frente a la violencia machista y el refuerzo del consentimiento, la libertad sexual y las relaciones de igualdad entre los sexos. Queda en entredicho la legitimidad ética, feminista y democrática de las cúpulas de unas organizaciones progresistas…
Son muchos los aspectos que intervienen, como en otros casos como el de la Manada de Pamplona y el de Jenni Hermoso y las mundialistas. Gracias a la importante respuesta social a todos ellos se ha ido conformado esta expresión específica de la actual ola feminista contra la violencia machista. Se refuerza la cultura y la norma del consentimiento en las relaciones sexuales, como garantía para la libertad sexual, y el imprescindible respeto a la diversidad de prácticas sexuales desde la voluntariedad, siendo secundarios los supuestos excesos del feminismo en la condena a la violencia machista. En esta ocasión se ha hecho hincapié, además, en otros valores universales como la solidaridad relacional, que conlleva el respeto y el reconocimiento de la otra persona, la reciprocidad y la ética de los cuidados. Y ello constituye la marea de fondo de la amplia sensibilidad feminista que se ha expresado con contundencia en este caso, que demuestra su vigencia y la importancia de consolidarla, como garantía para seguir avanzando…
Hemos asistido a unos hechos que merecen ser calificados como falta social y, quizás, como delito: ahí están los tribunales para juzgarlo, con las garantías jurídicas pertinentes, incluidas la reparación y la justicia restaurativa. Ambas repuestas -la social y la jurídica- son complementarias y deben ser proporcionales, con la mirada puesta en la reparación de las víctimas y en la recuperación del propio victimario, así como en la ejemplaridad pública, la educación moral igualitaria y feminista de la sociedad y el respeto a los derechos humanos. La amplia conciencia feminista, fortalecida en esta cuarta ola y reforzada por el criterio del consentimiento en las relaciones sexuales, ha supuesto una exigencia ética extraordinaria para evitar el silencio o la contemporización y está siendo una intervención positiva para la política y el feminismo, no negativa.”
Referencia web original:
La respuesta está en el feminismo. Carmen Heredero y Antonio Antón (16/11/2024)
Artículo compartido, editado en Público, sobre las lecciones del ‘caso Errejón, con el foco del problema y la respuesta justa así como el avance en la transformación feminista y democrática, del que se extraen varios párrafos:
“El problema principal del ‘caso Errejón’ es la persistencia de la desigualdad de género y el abuso de poder machista de ciertos varones para imponer y preservar sus ventajas relacionales, acompañado de la permisividad o la inacción de distintos sectores sociales, así como de ciertas estructuras jerárquicas y patriarcales. Frente a ello, nos encontramos con una mayor conciencia feminista y el empoderamiento de la mayoría de mujeres, que avanzan en sus derechos igualitarios, lo que posibilita que las mujeres “rompan el silencio”, denunciando sus experiencias de abuso, y que amplios sectores sociales exterioricen su rechazo al machismo…
Hemos asistido a unos hechos que merecen ser calificados como falta social y, quizás, como delito: ahí están los tribunales para juzgarlo, con las garantías jurídicas pertinentes, incluidas la reparación y la justicia restaurativa. Ambas repuestas -la social y la jurídica- son complementarias y deben ser proporcionales, con la mirada puesta en la reparación de las víctimas y en la recuperación del propio victimario, así como en la ejemplaridad pública, la educación moral igualitaria y feminista de la sociedad y el respeto a los derechos humanos.
La amplia conciencia feminista, fortalecida en esta cuarta ola y reforzada por el criterio del consentimiento en las relaciones sexuales, ha supuesto una exigencia ética extraordinaria para evitar el silencio o la contemporización y está siendo una intervención positiva para la política y el feminismo, no negativa.
El intenso debate de las últimas semanas en torno al ‘caso Errejón’ está sirviendo para reforzar la agencia femenina en las relaciones sexuales, dado el manifiesto rechazo social a un comportamiento sexual de dominio masculino y la defensa de unas relaciones consentidas. Posibilita, por otro lado, que los hombres se cuestionen su posible sexualidad abusiva. Todo esto está permitiendo, además, divulgar una crítica a la justicia que tenemos, a cómo se impone a las mujeres víctimas de violencia machista a pasar por una revictimización si acuden a ella, lo que les obliga (además de otros muchos condicionantes) a eludir la denuncia. Al mismo tiempo, se pone de manifiesto la necesidad de buscar cauces de acceso para que las mujeres puedan expresar una presumible situación de violencia, sus miedos, sus dudas… que no signifiquen más tortura y que, a la vez, les ayuden a encontrar razones y empoderamiento.
La enseñanza partidaria es que no sirven los protocolos contra la violencia ni la paridad representativa aprobados por las organizaciones como mera formalidad. Es necesario un convencimiento real de la importancia de la aplicación de esos mecanismos, un fuerte compromiso igualitario, con mayor influencia y autoridad de las mujeres feministas y de las prácticas democráticas, en una transformación continuada y profunda. Es la forma de recuperar la credibilidad perdida, especialmente en una fuerza de izquierdas, y contribuir a un auténtico cambio de progreso. Para ello se necesita más feminismo, no menos.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/88521/la-respuesta-esta-en-el-feminismo/
La encrucijada de las izquierdas. Antonio Antón, en Público (5/11/2024)
Tras un análisis estadístico de la evolución del voto y la composición ideológica de las bases de izquierda, explico el carácter ambivalente del Partido Socialista, así como el pragmatismo sanchista y su estrategia política y de alianzas. Selecciono varios párrafos:
“Junto con el estancamiento reformador progresista, las perspectivas políticas son problemáticas para las izquierdas, con la desilusión de sus bases sociales y, particularmente, deriva del debilitamiento y la división de la izquierda transformadora. La dinámica sociopolítica es incierta y el riesgo resultante es la dificultad de la reedición de un acuerdo parlamentario y gubernamental que permita continuar con un avance democrático y de progreso.
A ello se añade el impacto del caso de la dimisión del portavoz parlamentario y referente político de Sumar y Más Madrid, Íñigo Errejón, por su admitido comportamiento machista y las acusaciones de violencia sexual, con su influencia en la credibilidad transformadora y feminista de esas formaciones y su previsible reflejo electoral negativo si no hay una respuesta global adecuada y convincente, tal como he explicado en ¿Fin de ciclo?...
El Presidente Sánchez también es realista y para su gobernabilidad, en esa etapa, necesita un espacio a su izquierda con una representatividad significativa -cercana a los 31 escaños actuales-. Pero con dos condiciones que han presidido su posición hegemonista estos años. Una, la imposición de una estrategia moderada y subordinada a sus propios intereses en la relación de conveniencia con los poderes establecidos -incluido la OTAN y la UE o la judicatura y el poder empresarial-, con contención de las presiones por la izquierda -y el nacionalismo periférico- o los movimientos sociales progresistas.
Otra, la prevalencia política y orgánica de un liderazgo moderado y afín en el conjunto de ese espacio alternativo -que representa Yolanda Díaz/Ernest Urtasun/Mónica García y, hasta ahora, Íñigo Errejón-, con una Izquierda Unida contenida y con un Podemos subalterno pero que, al mantener un nicho electoral propio, sume en un campo electoral unitario para superar la constricción del sistema electoral. Su temor, por tanto, es a que se ‘descontrole’ la dinámica por la izquierda y/o por la plurinacionalidad, taponando las grietas de descontento con políticas sociales y democratizadoras mínimas y según la capacidad de presión ciudadana, los condicionamientos fácticos y los equilibrios de su gobernabilidad.
La dirección socialista necesita que Sumar, como coalición, remonte algo su intención de voto y apañe un acuerdo con Podemos con un paraguas electoral compartido. Pero no parece que esté por colaborar con ello con un cierto giro sustantivo hacia la izquierda que le dé a Sumar un mayor oxígeno público, por ejemplo con una reforma fiscal, social y laboral significativa, y suavice sus diferencias con Podemos. No quiere tensiones con los grupos políticos y fácticos a su derecha. Y ello mientras no vengan por el horizonte nubarrones socioeconómicos regresivos o imperativos geopolíticos autoritarios, como es la permisividad con el genocidio del Gobierno israelí.
El margen de maniobra socialista es escaso. Necesitaría un liderazgo con firmeza reformadora progresista y valor democrático, con la mirada a medio plazo. Pero ese escenario solo se concretaría bajo una dinámica de fortalecimiento unitario de la izquierda transformadora, Sumar/Podemos, y las izquierdas nacionalistas, junto con una amplia activación cívica y popular.
La excepcionalidad socialdemócrata en España está pendiente de confirmarse en la próxima etapa. Y, también, la consolidación -o no- de una potente izquierda alternativa, junto con la perspectiva de una senda de progreso para la sociedad. Las izquierdas, incluidas las nacionalistas, están en una encrucijada de caminos. La victoria de las derechas no es inevitable. La mayoría ciudadana necesita una trayectoria democratizadora y de reforma social. Las izquierdas deben estar a la altura de su contrato social. Veremos.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/88279/la-encrucijada-de-las-izquierdas/
Impedir la involución derechista. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 239 (1/11/2024)
"Tras el análisis de la amenaza ultra en Europa, con el proceso de derechización institucional, la recomposición de las élites dominantes y el avance derechista y sus ejes estratégicos, critico las estrategias inadecuadas para afrontar esa involución reaccionaria y explico cómo garantizar una trayectoria democrática y de reforma social progresista en España y Europa para ganar a las derechas y consolidar una vía de progreso...
El elemento clave es la credibilidad transformadora ante las mayorías sociales. No solo de la acción reformadora progresista y democratizadora sino, en la medida que están constreñidas las posibilidades parlamentarias e institucionales, por el compromiso y la garantía de la trayectoria de esas fuerzas de progreso, por la posibilidad de generar fuerza social y representativa capaz de asegurar a medio plazo la mejora de la situación socioeconómica, política y cultural de la sociedad. En esa medida, las fuerzas progresistas y de izquierda ganarán mayor confianza popular y podrán ampliar sus electorados y, con sus recursos democráticos, ser capaces de cambiar el país y la vida de la gente en un sentido de progreso.”
https://mientrastanto.org/239/ensayo/impedir-la-involucion-derechista/
¿Fin de ciclo?. Antonio Antón, en Público (31/10/2024) y Rebelión (6/11/2024)
Tras un análisis de las tendencias electorales descendentes para la izquierda alternativa, en particular de Sumar, incluido el impacto del ‘caso Errejón, explico sus efectos para la gobernabilidad progresista, la impotencia transformadora de su dirigencia, los obstáculos y las condiciones para su unidad y las perspectivas para su recuperación política y electoral. Selecciono varios párrafos:
El último barómetro del CIS de octubre confirma la tendencia electoral descendente de Sumar (6,3%) y la representatividad limitada de Podemos (3,3%). Lo peor es que, en caso de ir por separado a unas elecciones generales, todavía lejanas hasta 2027, su traducción en escaños se ve penalizada, con una reducción de la mitad: desde los 31 actuales pasarían a 10 (o 12) para Sumar y 3 para Podemos, afectando a la gobernabilidad progresista.
A ello hay que sumar el negativo impacto político-electoral, en particular, para los núcleos dirigentes de Más Madrid y Movimiento Sumar por el descrédito derivado del caso de Íñigo Errejón, dimitido ante las acusaciones de violencia machista. El futuro es incierto para la izquierda alternativa y afecta especialmente a la legitimidad de su dirigencia…
Por tanto, con dinámicas dispares, hay una responsabilidad colectiva y un desafío a la capacidad articuladora y democrática de las dirigencias alternativas, aunque el compromiso mayor recae en Yolanda Díaz y su equipo. Habrá que comprobar si son capaces de dar respuesta a esa encrucijada estratégica de las izquierdas en España. Deberían contar con algunas condiciones favorables, al menos, con un incremento de la activación cívica popular y un impulso renovador participativo por abajo…, sin los cuales este proceso renovador y unitario parece difícil.
O, bien, pueden terminar en una gran derrota político-electoral y orgánica, en ese horizonte de 2027 -sin beneficiar al PSOE o las izquierdas nacionalistas-, y pasar por cierta catarsis profunda que requeriría una renovación y recomposición completa de esa izquierda transformadora, especialmente de la dirigencia de Sumar y sus principales partidos. Mientras tanto, la de Podemos se prepara para resistir en una situación defensiva, y habrá que ver cómo aguanta y proyecta un futuro político y articulatorio para el conjunto.
En definitiva, es necesaria una reflexión colectiva sobre las causas del declive electoral y el desconcierto estratégico de la izquierda alternativa, particularmente de la dirección de Sumar, acentuado hoy por las insuficiencias feministas que ha descubierto el caso Errejón. En los procesos de renovación y relegitimación de sus dirigencias, lo sustantivo ahora son las respuestas a esas perspectivas de bloqueo progresista, la amenaza ultraderechista e involucionista que supone la previsible victoria de las derechas, y conformar una dinámica de reforma social, democrática y feminista. Ello no es indiferente para las capas populares, la democracia, la dinámica de cambio de progreso y la formación de fuerzas sociales que sean capaces de consolidar una senda de avance democratizador. Es sobre esa agenda sobre la que tienen que reformular su legitimidad social y su liderazgo político.
Precisamente, la incógnita actual es si las actuales dirigencias políticas van a ser capaces de representar y conducir esa tarea reformadora, en el doble sentido de su orientación de izquierdas y su articulación orgánica y democrática: entre su unidad y su diferenciación; entre lo común y su pluralidad. De lo contrario, también afectará a su crisis de credibilidad transformadora y su capacidad representativa y hará necesaria su profunda recomposición y renovación en otro ciclo sociopolítico posterior al que hemos vivido estos últimos quince años. El futuro está abierto.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/88171/fin-de-ciclo/
Referencia web de la versión en Rebelión (6/11/2024):
La encrucijada electoral de las izquierdas. Antonio Antón, en Rebelión (21/10/2024)
“En una primera parte he explicado las características ideológicas de la sociedad, con la valoración de la pugna entre las corrientes de izquierda y de derecha, con su impacto en la gobernabilidad y el proyecto de país. En esta segunda parte me centro en la recomposición representativa de las izquierdas junto con el declive particular de la izquierda del Partido socialista, Sumar/Podemos, y sus retos como fuerzas políticas relevantes…
Con esas pequeñas variaciones, están claras dos tendencias. Una, la descendente del conjunto, especialmente en escaños que, lejos de las primeras expectativas unitarias y renovadoras de 2022 en que a esta izquierda del PSOE la propia 40dB le daba más de 50 escaños, han pasado a los 31 conseguidos hace más de un año y hasta los 13 diagnosticados actualmente. Otra tendencia es la supremacía electoral de Sumar, aunque muy rebajada desde la relación de cuatro a uno impuesta en las generales, respecto de Podemos, que consigue mantener un mínimo de representatividad y se acerca a Sumar a menos de punto y medio en el caso de las europeas y, prácticamente, más de un tercio del conjunto en las encuestas, o sea, en una proporción de dos a uno.
En definitiva, este declive electoral de la izquierda del PSOE, con su menor legitimidad pública, capacidad transformadora y articulación política, así como las difíciles expectativas para avanzar y consolidar una dinámica de cambio de progreso, es el factor crucial del devenir político-institucional y las perspectivas para las próximas elecciones generales (y autonómicas y municipales) y el proyecto de país. Además, la continuidad de la fragmentación y la insuficiencia de la capacidad articuladora y unitaria existente augura una dificultad adicional para su consolidación política y su conversión en fuerza parlamentaria relevante. Por tanto, es fundamental abordar el reto pendiente: valorar el diagnóstico, explicar las causas del declive y la división y, sobre todo, elaborar sus respuestas y asegurar la remontada. Habrá que volver sobre ello.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/la-encrucijada-electoral-de-las-izquierdas/
La identificación mayoritaria de izquierdas. Antonio Antón, en Rebelión (18/10/2024)
Primera parte del estudio sociológico sobre la composición ideológica de la sociedad y, especialmente, de las izquierdas. Selecciono varios párrafos:
“Según 40dB, la ‘intención de voto’ a las izquierdas -estatales- del total de la población suma 12,1 millones y su distribución sería: PSOE, 8,8 millones; Sumar, 1,91 (5%), y Podemos, 1,45 (3,8%); aunque en ‘estimación de voto válido’, se quedan en 7,92 millones (29,7%), 1,63 (6,10%) y 0,72 (2,70%), respectivamente, con 2,35 millones y 8,8% entre las dos últimas. Hay que observar que su relación entre los dos ámbitos cambia en perjuicio de Podemos que según la ‘cocina’ utilizada pasa del 43% de la intención de voto de esa base social conjunta al 30% de la estimación de voto válido. Y si consideramos del grado de ’simpatía’, se reparte entre el 58% hacia Sumar y el 42% hacia Podemos…
En el gráfico adjunto he señalado la autoubicación ideológica de las tres formaciones de la izquierda estatal para comparar su representatividad en las tres corrientes ideológicas. Se destaca la preponderancia socialista en los tres ámbitos ideológicos, pero de forma escalonada, con menor peso relativo en la izquierda transformadora (62,4%) y mayor en la izquierda moderada (78,1%) y el centro (81,9%). Es también significativa la comparación de las bases sociales de Sumar respecto de las de Podemos. Este último cuenta con un mayor apoyo entre la gente definida ideológicamente como de izquierda transformadora, y el primero entre la de izquierda moderada y de centro (este último con menor peso demográfico)…
Como decía antes, en la afinidad política de los electorados no solo impacta el nivel de radicalidad o moderación discursiva de su representación política y si es adecuada respecto de la de su base social, sino que, además de esa identificación ideológica, la vinculación partidista o representativa también se ve influida por otras condiciones sociopolíticas y organizativas, que han tenido un fuerte impacto en la trayectoria de la izquierda transformadora. Así, la vinculación política también se consigue por el carácter transformador de su gestión político-institucional, o sea, por el grado de coherencia en el cumplimiento de las medidas comprometidas, así como, en su caso, por conformar las condiciones políticas y de fuerzas sociales para desarrollar ese compromiso cívico, junto con su articulación social y orgánica, unitaria y pluralista.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/la-identificacion-mayoritaria-de-izquierdas/
Ganar a las derechas. Antonio Antón, en Público (17/10/2024)
El reto de una estrategia ganadora de las izquierdas con credibilidad transformadora. Selecciono varios párrafos:
“El giro conservador, regresivo y autoritario, se refuerza en Europa, con el ascenso de las derechas extremas. En un reciente artículo, La amenaza ultra, analizo sus características. Aquí, tras el detalle complementario sobre la representatividad electoral de las distintas corrientes políticas en el Parlamento europeo, explico las estrategias -fallidas- para evitar esa involución derechista y, frente a cierta actitud de impotencia y resignación, cómo frenarla y garantizar una trayectoria democrática y de reforma social progresista en España y Europa…
La estrategia ganadora de las izquierdas no deriva del deslizamiento político hacia el centroderecha, o por asumir postulados derechistas. Son pretextos para esconder la verdadera motivación impuesta por la realpolitik, por la adaptación a los intereses de los grandes poderes establecidos, como en los temas antedichos.
También es insuficiente una simple vía comunicativa o de denuncia de las medidas concretas regresivas, los proyectos estratégicos reaccionarios y las actitudes conciliadoras con ellos. La lucha cultural o, si se quiere, el debate ideológico es necesario, pero debe estar vinculado al fortalecimiento de la capacidad de activación cívica y la participación popular de la gente, a la dinámica transformadora real de las relaciones sociales y las condiciones vitales de la población. Solo así se garantiza la ampliación y la sostenibilidad de unos electorados progresistas, con su articulación democrática.
El elemento clave es la credibilidad transformadora ante las mayorías sociales. No solo de la acción reformadora progresista y democratizadora sino, en la medida que están constreñidas las posibilidades parlamentarias e institucionales, por el compromiso y la garantía de la trayectoria de esas fuerzas de progreso, por la posibilidad de generar fuerza social y representativa capaz de asegurar a medio plazo la mejora de la situación socioeconómica, política y cultural de la sociedad. En esa medida, las fuerzas progresistas y de izquierda ganarán mayor confianza popular y podrán ampliar sus electorados y, con sus recursos democráticos, ser capaces de cambiar el país y la vida de la gente en un sentido de progreso.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/65196/ganar-a-las-derechas/
Mayoría social de izquierdas. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (16/10/2024)
Estudio descriptivo sobre la composición ideológica de la sociedad y con unas valoraciones sobre el devenir de las izquierdas, particularmente de Sumar/Podemos. Transcribo la introducción:
“Este texto analiza las características ideológicas de la sociedad y su posición electoral. En especial, hay dos temas de gran impacto político, con muchas interpretaciones más o menos interesadas: la comparación electoral entre derechas e izquierdas (junto con los sectores nacionalistas), para valorar el camino y el sentido de la siguiente mayoría parlamentaria y el próximo Ejecutivo, y la recomposición representativa en el espacio de la izquierda, entre Partido Socialista, Sumar y Podemos.
Adelanto dos valoraciones. La primera: hay una mayoría social e ideológica de izquierdas, base fundamental para frenar la involución derechista y su victoria electoral. La segunda: hay un declive representativo de la izquierda política -estatal-, con un estancamiento o ligero descenso del Partido Socialista y, sobre todo, un debilitamiento electoral de su izquierda -Sumar y Podemos- que, dada su fragmentación, dificulta todavía más su conversión en escaños y su influencia institucional.
Por tanto, en el contexto europeo y mundial, estamos en una encrucijada para las izquierdas en España. Por un lado, con la incertidumbre de la persistencia y la reedición del Gobierno de coalición progresista, con sus necesarias alianzas democráticas y nacionalistas, con la garantía de ganar a las derechas e implementar un proyecto transformador de país, democratizador y social. Por otro lado, con el reequilibrio en las izquierdas, el grado de primacía socialista y su inclinación centrista, así como el peso y la composición de la izquierda transformadora y su capacidad colaborativa, de articulación sociopolítica y de condicionamiento a la previsible moderación socialista.
Las elecciones generales están previstas para el año 2027. El Gobierno de coalición progresista viene insistiendo en ello, aunque tiene una situación precaria en el Parlamento que dificulta su tarea legislativa y su gobernanza. Las derechas no tienen capacidad representativa para formar una mayoría alternativa, se vienen dedicando a desgastar a las izquierdas, pero parece que van asumiendo que hay legislatura para rato. Las distintas fuerzas políticas -y los medios de comunicación- están abriendo sus debates generales y sus congresos definitorios. Y lo primero es situar un diagnóstico de la realidad socioelectoral.”
Referencia web original:
Butler y el sujeto feminista. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Jacobin (9/10/2024)
Ensayo compartido publicado por la prestigiosa revista latinoamericana, editada en Argentina:
‘Una identidad sociopolítica liberadora y una ética fuerte, anclada en los derechos humanos y la democracia, favorecen el compromiso cívico por la igualdad y la libertad. El feminismo es positivo no solo para las mujeres, sino para toda la humanidad.’
Además de esta presentación transcribo la última parte sobre la relevancia de la experiencia vivida e interpretada:
“Antes de la constitución del sujeto social hay una realidad sociodemográfica concreta, pero no existe el sujeto «objetivo» o en potencia. Su formación y su articulación es más compleja y mediada por otros mecanismos institucionales, asociativos y socioculturales. El factor fundamental para su constitución tampoco son los discursos o las ideas de unas élites que los socializan entre la población. La conexión se establece por la experiencia vital de la gente, que se asocia a su realidad material vivida y a sus aspiraciones.
Se trata de un enfoque realista, relacional, crítico y, en cierta forma, también constructivista, en un sentido sociohistórico, en oposición al mecanicismo estructuralista u objetivista o a los excesos irreales y voluntaristas de cierto posestructuralismo, ambos con distintos componentes idealistas. Este constructivismo social e histórico, con connotaciones thompsonianas y gramscianas, es más complejo, interactivo y multidimensional que la teoría performativa de Butler, más influida por los intelectuales posmodernos franceses, y que, por cierto, parece ser desconocido para ella.
Este enfoque crítico es de gran relevancia teórica y conecta con la experiencia articuladora de los movimientos sociales igualitarios de estas décadas. Nos muestra la importancia de poner el énfasis en la valoración y la vinculación con la experiencia social, en las costumbres en común de las capas populares y en las mediaciones institucionales y socioculturales y su relación con la realidad de sus condiciones materiales de existencia, así como de sus sueños, valores e ideales. Todo ello, mediante un exhaustivo análisis empírico de las prácticas colectivas de las clases y capas subalternas, sus organizaciones y representantes en el marco de las estructuras económicas y de poder en cada ámbito.
Se da una interacción entre posición socioeconómica y de poder, conciencia y conducta, aunque no mecánica o determinista en un sentido u otro. Frente al esencialismo identitario, hay que analizar a los actores en su trayectoria, su interacción, su multidimensionalidad y su contexto. El sujeto colectivo emancipador se va formando a través de la experiencia relacional en el conflicto socioeconómico, la pugna sociopolítica y la diferenciación cultural respecto de las capas dominantes.
Judith Butler ha hecho una extraordinaria aportación, especialmente sobre la liberación sexual y de género y en defensa de los colectivos LGTBIQ+, pero conviene superar esas dos limitaciones y atender a la reelaboración de un enfoque relacional, interactivo, procesual y multidimensional sobre la imprescindible formación del sujeto social como palanca transformadora igualitaria-emancipadora, y la reafirmación de un feminismo social y crítico para afrontar mejor las relaciones desiguales de género.
Urge contribuir a la formulación de una teoría crítica feminista respecto del sujeto transformador y la identificación social, política y cultural que sea superadora de la experiencia dispersa, los liderazgos locales y las dependencias ideológicas y políticas, y promover su vinculación con las estrategias progresistas y transformaciones globales. El feminismo sigue plenamente vigente.”
Referencia web original:
https://jacobinlat.com/2024/10/butler-y-el-sujeto-feminista/
Inmigración, racismo y delincuencia. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 238 (1/10/2024)
Un ensayo completo sobre la dimensión y el carácter de la inmigración, con una crítica a su vinculación con la delincuencia y su trasfondo racista. Selecciono varios párrafos:
“Tras esta introducción, en primer lugar expongo los principales datos sobre la relación entre criminalidad e inmigración, para criticar la idea racista de asociarla con delincuencia. En segundo lugar, analizo la mayor tasa de actividad, la menor renta media y la fiscalidad equitativa de la inmigración, y critico la percepción sesgada de la inmigración y la estrategia racista de desinformación y estigmatización inmigrante…
Por tanto,el origen nacional extranjero o la inmigración ‘pobre’ no genera una significativa mayor criminalidad respecto de la población autóctona, y no tienen fundamento las alarmas sociales y las campañas discriminatorias y estigmatizantes antiinmigración,que son debidas a una determinada opción política y estratégica de las derechas extremas. Estas alarmas sociales se basan en una interpretación falsa y abusiva de la realidad, opuesta a los derechos humanos y la democracia. Debe ser respondida por la difusión de la verdad y la crítica argumentada y, al mismo tiempo, acompañadas por unas medidas de integración social y convivencia intercultural, tal como he argumentado en el reciente artículo «La lacra del racismo», con la perspectiva de articular un nuevo ‘nosotros’ inclusivo de la diversidad…
La estrategia discursiva de desinformación y justificación estigmatizadora de las derechas extremas, con el control y el apoyo del grueso de los medios de comunicación y redes sociales y distintos grupos de poder, busca reforzar la discriminación y la subordinación de la población inmigrante. Pretende dividir a las capas populares, justificar las grandes desigualdades mundiales derivadas del colonialismo y el neoliberalismo, tapar las responsabilidades del poder establecido respecto de la desigualdad social y el carácter regresivo del mercado y muchas políticas públicas precedentes, ampliar la mentalidad racista y segregadora entre la población española. En el terreno sociopolítico, apuesta por deslegitimar las opciones progresistas, integradoras, feministas y de diálogo intercultural y, específicamente, desgastar al Gobierno de coalición progresista para favorecer la alternancia de las derechas reaccionarias y su política de involución socioeconómica y democrática.
En definitiva, la presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Es fundamental promover la integración social y la convivencia intercultural, no la discriminación y el racismo.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/238/ensayo/inmigracion-racismo-y-delincuencia/
La amenaza ultra. Antonio Antón, en Público (20/09/2024) y Rebelión (3/10/2024)
Análisis sobre el ascenso electoral y de influencia política y mediática de las ultraderechas, el proceso de derechización institucional y la recomposición de las élites dominantes. Selecciono vario párrafos:
“En las recientes elecciones europeas las distintas derechas extremas han conseguido el 28% de votos, llegando a sumar sus tres grupos parlamentarios, junto con algunos no inscritos, unos doscientos escaños, cifra similar a la del primer grupo del Parlamento europeo, el Popular, con conservadores y democratacristianos, que representa la Presidenta de la Comisión europea, la alemana Ursula von der Leyen.
Particular impacto inmediato y a medio plazo tienen los casos de Alemania y Francia. En este eje francoalemán, donde se basa el núcleo fundamental de la Unión Europea, se ventilan auténticos retos estratégicos con la posibilidad de un mayor giro derechista de ambas formaciones de centroderecha, con la colaboración de las derechas extremas…
Asistimos a un proceso complejo y multidimensional, pero persistente, de recomposición de las élites dominantes y su articulación partidaria y representativa, junto con la relegitimación y refuerzo de las estructuras de poder del Estado y una reorientación estratégica y discursiva. Sus componentes básicos son:
a) Nacionalismo autoritario a nivel externo (hegemonismo geopolítico, imperialismo competitivo, neocolonialismo, militarismo) e interno (nacionalismo excluyente, primacía nacional de los nativos, homogeneización étnico-cultural y racismo).
b) Autoritarismo postdemocrático o iliberal, manipulación mediática, jurídica y de fuerzas de seguridad, debilitamiento de la propia institucionalidad democrática… aun respetando a regañadientes los procesos electorales, cierta libertad partidista y la mínima legitimidad parlamentaria; no estamos -todavía- en el nazi-fascismo de los años treinta.
c) Recorte de la participación democrática y los derechos civiles, políticos y sociales, con control social y marginación de las izquierdas y movimientos sociales progresistas.
d) Segregación popular, con apoyo de capas acomodadas, reconvirtiendo el retroceso de ventajas relativas de sectores en declive o el miedo al avance en derechos universalistas -feministas- en resentimiento y culpabilización hacia capas vulnerables -inmigrantes-.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/86889/la-amenaza-ultra/
Referencia web de la versión editada en Rebelión (3/10/2024):
Mentiras del racismo (II). LA MANIPULACIÓN DISCURSIVA. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (9/09/2024)
En esta segunda parte trato algunos criterios metodológicos y de enfoque, la mayor tasa de actividad, la menor renta media y la fiscalidad equitativa de la inmigración, la percepción sesgada de la inmigración y la estrategia racista de desinformación y estigmatización inmigrante. Selecciono los últimos párrafos:
“La inmigración resuelve necesidades de importantes segmentos del mercado laboral -que la población autóctona no cubre-, aporta al sostenimiento del Estado de bienestar y, comparativamente, usa menos la protección social -pensiones, prestaciones de desempleo- y los servicios públicos -sanidad-. Cuestión aparte es el necesario esfuerzo cultural y educativo que necesita más y mejores recursos y políticas públicas, frente a la tendencia segregadora en la escuela o el nacionalismo excluyente.
Hay un problema global de infrafinanciación de los servicios públicos y la protección social, con la necesidad de una profunda reforma fiscal progresiva, pero ello no justifica la tendencia competitiva en capas acomodadas, espoleada por las derechas, de restringir derechos al peldaño más bajo de la estratificación social, la gente inmigrante y vulnerable.
La estrategia discursiva de desinformación y justificación estigmatizadora de las derechas extremas, con el control y el apoyo del grueso de los medios de comunicación y redes sociales y distintos grupos de poder, busca reforzar la discriminación y la subordinación de la población inmigrante. Pretende dividir a las capas populares, justificar las grandes desigualdades mundiales derivadas del colonialismo y el neoliberalismo, tapar las responsabilidades del poder establecido respecto de la desigualdad social y el carácter regresivo del mercado y muchas políticas públicas precedentes, ampliar la mentalidad racista y segregadora entre la población española. En el terreno sociopolítico apuesta por deslegitimar las opciones progresistas, integradoras, feministas y de diálogo intercultural, y específicamente, desgastar al Gobierno de coalición progresista para favorecer la alternancia de las derechas reaccionarias y su política de involución socioeconómica y democrática.
En definitiva, la presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Es fundamental promover la integración social y la convivencia intercultural, no la discriminación y el racismo.”
Referencia web original:
La manipulación racista de la inmigración. Antonio Antón, en Rebelión (6/09/2024)
Ensayo completo (7 pp.), con abundante explicación estadística, sobre los delitos y delincuentes por edad, sexo y nacionalidad, así como algunos criterios metodológicos y de enfoque, la mayor tasa de actividad, la menor renta media y la fiscalidad equitativa de la inmigración, la percepción sesgada de la inmigración y la estrategia racista de desinformación y estigmatización inmigrante. Selecciono varios párrafos:
“La conclusión es evidente: el porcentaje del sector nativo de edad avanzada es muy superior al de origen extranjero y de doble nacionalidad, y al revés, el de edad joven e intermedia de estos últimos es muy superior al de la población autóctona.
El factor edad, aparte de la nacionalidad, es clave para explicar el distinto grado de criminalidad entre la población española y la extranjera, ya que en ese tramo de edad entre 16 y 54 años, en el que se concentra la criminalidad, el porcentaje de la población extranjera (67,8%) y la de doble nacionalidad (64,9%) supone, prácticamente, veinte puntos más que la población española (47,9%).
En todo caso, tal como avanzaba, las personas delincuentes condenadas en el último año -algo más de trescientas mil- son una minoría poblacional de cada comunidad nacional, con una media inferior al 1% (0,8%) de la población adulta; ello significa que en torno al 99,3% en el caso español y el 98,6% en el caso extranjero, no ha cometido delitos penados. Por tanto, igual que no tiene sentido acusar a todo el grupo de varones ‘activos’ -jóvenes y de edad intermedia- por la delincuencia de una minoría de su sexo y grupo de edad, tampoco se puede denunciar a toda la población inmigrante (o extranjera) de los hechos delictivos de una pequeña parte. Esa lógica de generalización criminalizadora es típica del racismo y el neofascismo, y es lo que utiliza la derecha extrema para justificar la discriminación colectiva a las personas inmigrantes…
La estrategia discursiva de desinformación y justificación estigmatizadora de las derechas extremas, con el control y el apoyo del grueso de los medios de comunicación y redes sociales y distintos grupos de poder, busca reforzar la discriminación y la subordinación de la población inmigrante. Pretende dividir a las capas populares, justificar las grandes desigualdades mundiales derivadas del colonialismo y el neoliberalismo, tapar las responsabilidades del poder establecido respecto de la desigualdad social y el carácter regresivo del mercado y muchas políticas públicas precedentes, ampliar la mentalidad racista y segregadora entre la población española. En el terreno sociopolítico apuesta por deslegitimar las opciones progresistas, integradoras, feministas y de diálogo intercultural, y específicamente, desgastar al Gobierno de coalición progresista para favorecer la alternancia de las derechas reaccionarias y su política de involución socioeconómica y democrática.
En definitiva, la presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Es fundamental promover la integración social y la convivencia intercultural, no la discriminación y el racismo.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/la-manipulacion-racista-de-la-inmigracion/
Mentiras del racismo (I). INMIGRACIÓN NO ES DELINCUENCIA. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (4/09/2024)
Primera parte del informe, con abundante explicación estadística, sobre los delitos y delincuentes por edad, sexo y nacionalidad, con una conclusión es clara: ‘La minoría delincuente se concentra entre los segmentos de edad joven e intermedia, de 18 a 50 años, en la que se produce una gran diferencia en la composición de la población española y la extranjera que explica que el factor de inmigración no es el exclusivo y decisivo para asociarlo a la delincuencia, sino que tiene un gran peso el de la edad (y el sexo)’. Selecciono varios párrafos:
“La conclusión es evidente: el porcentaje del sector nativo de edad avanzada es muy superior al de origen extranjero y de doble nacionalidad, y al revés, el de edad joven e intermedia de estos últimos es muy superior al de la población autóctona.
El factor edad, aparte de la nacionalidad, es clave para explicar el distinto grado de criminalidad entre la población española y la extranjera, ya que en ese tramo de edad entre 16 y 54 años, en el que se concentra la criminalidad, el porcentaje de la población extranjera (67,8%) y la de doble nacionalidad (64,9%) supone, prácticamente, veinte puntos más que la población española (47,9%).
Dicho de otro modo, la población de origen extranjero en ese tramo de edad joven e intermedia tiene un 41,5% de mayor peso demográfico que la española. Así, el porcentaje de ese tramo de edad entre el conjunto del resto de individuos europeos es del 59,8%, entre latinoamericanos el 73,9% y en el resto de afroasiáticos, el 69,1%. O sea, considerando estos dos últimos segmentos el grueso de la inmigración ‘pobre’, la diferencia respecto de la población española es de unos veinticinco puntos, un 50% más.
El problema interpretativo que nos encontramos es sobre la vinculación de la criminalidad con la inmigración, tesis central entre las derechas y sus aparatos mediáticos. Por tanto, hay que analizar la interacción entre criminalidad (personas condenas y delitos penados) y los tres indicadores y resaltar su carácter minoritario. En la tabla adjunta se expone el mayor índice entre los grupos de edad de 18 a 40 años y el menor entre los mayores de 50 años. Pero para explicar el peso de la nacionalidad hay que valorar el impacto demográfico derivado de que la población inmigrante se concentra, precisamente, en esos primeros tramos de edad y la población española tiene un porcentaje muy superior entre los mayores de 50 años.
En todo caso, tal como avanzaba, las personas delincuentes condenadas en el último año -algo más de trescientas mil- son una minoría poblacional de cada comunidad nacional, con una media inferior al 1% (0,8%) de la población adulta; ello significa que en torno al 99,3% en el caso español y el 98,6% en el caso extranjero, no ha cometido delitos penados. Por tanto, igual que no tiene sentido acusar a todo el grupo de varones ‘activos’ -jóvenes y de edad intermedia- por la delincuencia de una minoría de su sexo y grupo de edad, tampoco se puede denunciar a toda la población inmigrante (o extranjera) de los hechos delictivos de una pequeña parte. Esa lógica de generalización criminalizadora es típica del racismo y el neofascismo, y es lo que utiliza la derecha extrema para justificar la discriminación colectiva a las personas inmigrantes.
Por tanto, el origen nacional extranjero o la inmigración ‘pobre’ no generan una significativa mayor criminalidad respecto de la población autóctona, y no tienen fundamento las alarmas sociales y las campañas discriminatorias y estigmatizantes antinmigración que son debidas a una determinada opción política y estratégica de las derechas extremas. Está basada en una interpretación falsa y abusiva de la realidad, es opuesta a los derechos humanos y la democracia. Debe ser respondida por la difusión de la verdad y la crítica argumentada y, al mismo tiempo, acompañadas por unas medidas de integración social y convivencia intercultural, tal como he argumentado en el reciente artículo ‘La lacra del racismo’.”
Referencia web original:
El feminismo como sujeto social. Acerca del pensamiento de Judith Butler. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 237 (1/09/2024)
En este ensayo tratamos varios aspectos del pensamiento feminista: el valor del feminismo y la identidad feminista; cómo avanzar en la liberación y la igualdad femenina; el sujeto social, imprescindible para la transformación colectiva, y la relevancia de la experiencia vivida e interpretada. Selecciono varios párrafos:
“Antes de la constitución del sujeto social hay una realidad sociodemográfica concreta, pero no existe el sujeto ‘objetivo’ o en potencia. Su formación y su articulación es más compleja y mediada por otros mecanismos institucionales, asociativos y socioculturales. El factor fundamental para su constitución tampoco son los discursos o las ideas de unas élites que los socializan entre la población. La conexión se establece por la experiencia vital de la gente, que se asocia a su realidad material vivida y a sus aspiraciones.
Se trata de un enfoque realista, relacional, crítico… y, en cierta forma, también constructivista, en un sentido sociohistórico, en oposición al mecanicismo estructuralista u objetivista o a los excesos irreales y voluntaristas de cierto posestructuralismo, ambos con distintos componentes idealistas. Este constructivismo social e histórico, con ligeras connotaciones gramscianas, es más complejo, interactivo y multidimensional que la teoría performativa de Butler, más influida por los intelectuales posmodernos franceses, y que, por cierto, parece ser desconocido para ella. Este enfoque crítico, a pesar de ser minoritario entre las izquierdas políticas y académicas, es de gran relevancia teórica y conecta con la experiencia articuladora de los movimientos sociales igualitarios de estas décadas, y más allá.
Se da una interacción entre posición socioeconómica y de poder, conciencia y conducta, aunque no mecánica o determinista en un sentido u otro. Pero, frente al esencialismo identitario, hay que analizar a los actores en su trayectoria, su interacción, su multidimensionalidad y su contexto. El sujeto colectivo emancipador se va formando a través de la experiencia relacional en el conflicto socioeconómico, la pugna sociopolítica y la diferenciación cultural respecto de las capas dominantes.
Judith Butler ha hecho una extraordinaria aportación, especialmente sobre la liberación sexual y de género y en defensa de los colectivos LGTBIQ+, pero conviene superar esas dos limitaciones y atender a la reelaboración de un enfoque relacional, interactivo, procesual y multidimensional sobre la imprescindible formación del sujeto social, como palanca transformadora igualitaria-emancipadora, y la reafirmación de un feminismo social y crítico, para afrontar mejor las relaciones desiguales de género.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/237/ensayo/el-feminismo-como-sujeto-social/
Butler y la vigencia del feminismo. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Público (7/08/2024)
Reflexión valorativa a raíz de la publicación de su último libro ‘¿Quién teme al género?’ donde se constata la persistencia de la desigualdad de género y la necesidad de combatir la estrategia reaccionaria contra el feminismo. La segunda parte está tratada en ‘Experiencia, identidad y sujeto feminista. (En torno a Judith Butler)’, publicado recientemente. Selecciono varios párrafos:
“No se trata de hacer aquí una valoración completa de su obra. Con ocasión de la publicación de su último libro comentamos lo que pudiera considerarse contradictorio respecto del hilo conductor de varios de sus libros anteriores. El foco principal de su posición, hasta ahora, era superar, debilitar, romper… el género y el normativismo sexual dominante, que ha sido la fuente de la discriminación de las mujeres y las disidencias sexuales y de género, así como deslegitimar su justificación teórica. Su aportación más específica, la teoría de la performatividad, es una visión constructivista del ser humano: el mundo de las ideas, los discursos y las normas es decisivo en la construcción de la realidad social de las personas, cuya capacidad de agencia va configurando su carácter, su experiencia y su identificación de género.
En ¿Quién teme al género? se produce un giro discursivo y de objetivo prioritario, aunque la autora lo considera menor y en continuidad con sus aportaciones fundamentales sobre ‘deshacer’ el género. Ahora, la finalidad es combatir a las corrientes antigénero, es decir, fortalecer el análisis y las estrategias de género, las identificaciones femeninas y las experiencias LGTBIQ+ frente a los intentos, en múltiples países, de destrucción del género y la diversidad sexual por parte de las ultraderechas reaccionarias y las confesiones religiosas tradicionalistas, en especial el Vaticano y las iglesias evangélicas, tal como analiza profusamente en el libro.
El giro obedece a la necesidad de afrontar desde una óptica progresista y democrática la nueva ofensiva ultraderechista, autoritaria y patriarcal desatada frente a los avances feministas y de los movimientos LGTBIQ+ de estas últimas décadas, así como combatir el racismo, la explotación de clase y el neocolonialismo. Estos sectores más conservadores y neofascistas extralimitan mediáticamente los supuestos horrores que habría supuesto lo que llaman ‘ideología del género’ que habría que destruir por ser su enemigo civilizatorio. Sus efectos serían corrosivos para las familias, la propia nación -blanca, cristiana y occidental-, incluso para el propio Estado, el orden establecido y la cohesión social. Por tanto, desde las derechas extremas, no hay tregua ni contemporización con esa supuesta degradación, por lo que promueven la polarización discursiva y, cada vez más, la involución político-estructural y el machismo agresivo…
Lo que nos interesa destacar aquí es que, frente a la ofensiva reaccionaria contra el género y su carácter destructivo, Butler defiende el sentido del género, de las nuevas identidades femeninas y su avance liberador. Su prioridad ya no es disolver el género, sino defender su estatus actual más avanzado, así como sus distintos niveles identificadores, frente a la tendencia reaccionaria antigénero, que busca reforzar el papel tradicional y subordinado de la(s) mujer(es).
En consecuencia, el punto de partida de su reflexión es claro: existe el género, existen las mujeres, con una realidad diversa, pero con rasgos comunes que permiten hablar de sexo/género femenino (o masculino o un tercero). Frente a la idea naturalista, el modelo familiar tradicional y el concepto unitario de mujer, se ha abierto una diversidad de opciones sexuales, convivenciales e identificaciones personales. La autora ha realizado una gran aportación analítica y crítica, tanto respecto de la normatividad heterosexual obligatoria cuanto de las experiencias de género más o menos fluidas y consistentes, en transición o con experiencias mixtas e intermedias. Se echa en falta, no obstante, una profundización más sistemática de las problemáticas femeninas y, en consecuencia, de las políticas de igualdad de género o entre los géneros. En ese sentido, tendría que dar un paso más en la orientación planteada en el libro.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/85932/butler-y-la-vigencia-del-feminismo/
La lacra del racismo. Antonio Antón, en Público (28/08/2024)
A raíz de los hechos racistas en Gran Bretaña, analizo la problemática de la inmigración en España y cómo prevenir y combatir el racismo a través de la integración social y la convivencia intercultural. Selecciono varios párrafos:
“Por tanto, la prevención y el tratamiento del racismo constituye un reto interpretativo y sociopolítico, en torno a dos ejes combinados: la integración social y la convivencia intercultural. Se trata de afrontar la involución derechista y segregadora respecto de la inmigración, su disciplinamiento como mano de obra barata, su sometimiento a una situación subordinada y con menos derechos y la división social respecto de las capas trabajadoras autóctonas y entre la propia población inmigrante.
Al igual que con el antifeminismo, frente a los avances de condiciones igualitarias y derechos emancipadores feministas, con el racismo se ha reforzado una ofensiva cultural reaccionaria. Pero, también, se intenta consolidar la discriminación de una parte significativa de las capas populares e influir en el aparato de poder institucional europeo, con el acceso a posiciones gubernamentales como en Italia y otra media docena de países.
El racismo y las dinámicas de extrema derecha no solo buscan la complicidad de una parte del poder establecido, especialmente con la penetración en el aparato del Estado -fuerzas de seguridad, judicatura- y los medios de comunicación, sino que buscan ampliar su legitimidad social con el apoyo de sectores populares, particularmente de clases medias y capas trabajadoras en descenso de estatus socioeconómico -no solo en el ámbito rural o tradicionalista-. Se pretende reconducir sus malestares y resentimientos y movilizarlos utilizando los supuestos agravios comparativos y estimulado sus ventajas étnico-nacionales o de raza (o de sexo). O sea, con el socorrido criterio trumpiano o neofascista de la culpabilización del más débil y la primacía ‘nacional’.
Se produce una conversión discursiva: la responsabilidad de los recortes sociales, las deficiencias de los servicios públicos, los retrocesos de estatus y reconocimiento interpersonal e institucional, el malestar social…, ya no deriva de los de arriba, los poderosos, las grandes instituciones globalizadoras o el propio mercado y el capitalismo; la culpa la tiene el nuevo chivo expiatorio que destruye la nación, el orden social o la cultura del país: la inmigración, a veces centrada en la irregular o la musulmana.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/86470/la-lacra-del-racismo/
Referencia web de la versión publicada en Rebelión (29/08/2024):
https://rebelion.org/la-lacra-del-racismo/
Referencia web de la reedición por Mientras Tanto nº 237 (1/09/2024):
https://mientrastanto.org/237/de-otras-fuentes/la-lacra-del-racismo/
Se reedita en Voces Críticas nº 47 (17/09/2024). Boletín sociocultural de Acción en Red Madrid:
La criminalización racista de la inmigración. Antonio Antón, en Público (1/09/2024)
La presentación de la inmigración como una amenaza para el mercado de trabajo, la sostenibilidad fiscal y del Estado de bienestar y la cohesión social y cultural y, especialmente, como fuente de delincuencia, criminalidad e inseguridad, no se atiene a los hechos. Supone una ofensiva política derechista con toda una manipulación discursiva y política-ideológica. Selecciono varios párrafos:
“Desde hace unos años estamos asistiendo a un recrudecimiento de la estrategia racista por parte de las derechas extremas. Paralelamente al incremento gradual de la inmigración, sobre todo del Sur global, en Europa y EEUU, hay un incremento reaccionario de la estigmatización de la población inmigrante. Su ofensiva discursiva, apoyada por importantes medios de comunicación y la utilización de las redes sociales, pone el acento en su criminalización, como asociación a delincuencia e inseguridad para la población nativa.
Esa falsa interpretación no está basada en hechos objetivos, por lo que se instrumentalizan, sobredimensionan y generalizan algunos acontecimientos o, bien, directamente se inventan los llamados ‘hechos alternativos’, desconectados de la realidad pero que tienen una función de crear una amenaza y un miedo entre la población autóctona y, por tanto, contribuir a su marginación, sometimiento, control disciplinario y expulsión.
Aquí voy a utilizar el máximo rigor analítico a partir de losdatos oficiales delInstituto Nacional de Estadística(INE) sobre criminalidad-delitos y personas condenadas- referidos principalmente al origen nacional, la edad y el sexo, comparados con la composición de la población. Adelanto las conclusiones según la tabla adjunta.
Los tres indicadores principales que explican el diferente nivel de criminalidad son la nacionalidad, la edad y el sexo: la gran mayoría de personas que han cometido delitos son varones, el 80%, y mujeres solo el 20%; sobre todo, adultos jóvenes y de edad intermedia (18 a 40 años); la media de personas condenadas de nacionalidad extranjera, cada 100 habitantes, es de 1,42%, el doble que las de la población española (0,67%). No obstante, en ambos casos es una minoría evidente que no debería ser utilizada para criminalizar al conjunto de cada grupo social, sea por nacionalidad, sexo o grupo de edad.”
https://blogs.publico.es/dominiopublico/64188/la-criminalizacion-racista-de-la-inmigracion/
Experiencia, identidad y sujeto feminista (En torno a Judith Butler). Carmen Heredero y Antonio Antón, en Nueva Tribuna (1/08/2024) y Rebelión (7 y 9/08/2024)
Reflexión compartida sobre: el valor del feminismo y la identidad feminista; cómo avanzar en la liberación y la igualdad femenina; el sujeto social, imprescindible para la transformación colectiva, y la relevancia de la experiencia vivida e interpretada. Transcribo el último párrafo:
“Judith Butler ha hecho una extraordinaria aportación, especialmente sobre la liberación sexual y de género y en defensa de los colectivos LGTBIQ+, pero conviene superar esas dos limitaciones y atender a la reelaboración de un enfoque relacional, interactivo, procesual y multidimensional sobre la imprescindible formación del sujeto social, como palanca transformadora igualitaria-emancipadora, y la reafirmación de un feminismo social y crítico, para afrontar mejor las relaciones desiguales de género. Urge colaborar en la formulación de una teoría crítica feminista respecto del sujeto transformador y la identificación sociopolítico-cultural, superadora de la experiencia dispersa, los liderazgos locales y las dependencias ideológicas y políticas, y promover su vinculación con las estrategias progresistas y transformaciones globales. El feminismo sigue plenamente vigente.”
Se reedita en Voces Críticas nº 47 (17/09/2024). Boletín sociocultural de Acción en Red Madrid:
https://mailchi.mp/6b40301dd70a/voces-crticas-n-47-sept2024
Se publica una versión de la primera parte, "En torno a Judith Butler. Experiencia, identidad y sujeto feminista (I)", en Rebelión (7/08/2024). Referencia web: https://rebelion.org/experiencia-identidad-y-sujeto-feminista-i/
Referencia web de la segunda parte editada por Rebelión (9/08/2024): https://rebelion.org/experiencia-identidad-y-sujeto-feminista-y-ii/
La experiencia francesa. Antonio Antón, en Público (18/07/2024)
Las enseñanzas que proporciona la experiencia francesa de sus recientes elecciones parlamentarias. Selecciono varios párrafos:
“Las experiencias de la unidad, el programa y el apoyo social del Nuevo Frente Popular en Francia han traído numerosas enseñanzas. En primer lugar, haber sido capaces de articular una oferta política transformadora y creíble en un tiempo breve y ante el emplazamiento electoral anticipado del presidente Macron. Éste pretendía encajar la campaña electoral, en el marco de su creciente desprestigio, confirmado en las recientes elecciones europeas, solo entre las dos opciones fundamentales de las presidenciales: la ascendente y reaccionaria ultraderecha de Le Pen, y su regresivo proyecto neoliberal y su prepotente liderazgo de centro derecha; las izquierdas quedaban divididas y subordinadas.
La realidad es que, con la combinación de la unidad popular y la unidad republicana, se han conformado tres bloques parlamentarios similares pero con la victoria relativa del Nuevo Frente Popular (182 escaños), que expresa una demanda significativa de cambio progresista en la sociedad francesa. Además, en segundo lugar están las candidaturas presidencialistas (Ensamble-Juntos, 168 escaños, 102 del partido directo de Macron, Renacimiento); en tercer lugar la ultraderechista Reagrupamiento Nacional (143 escaños), y en cuarto lugar, la derecha tradicional de Los Republicanos (46 escaños), susceptible de alianza con el centrista Macron. Además, existen varios representantes no adscritos a esos grupos, de izquierda (13), derecha (14), centro (6) y regionalistas y otros (5)…
Por tanto, la segunda opción de cambio progresista, igualitario y solidario es difícil y compleja. Junto con la legitimidad electoral y parlamentaria, el Nuevo Frente Popular deberá ampliar sus apoyos sociales y políticos, negociar sus prioridades y ritmos aplicativos y mantener el doble objetivo: por un lado, avanzar en derechos y condiciones vitales para la mayoría social, junto con la garantía de una integración social y convivencia intercultural frente a la dinámica segregadora; por otro lado, reforzar su cohesión y unidad, así como su credibilidad reformadora, democrática y ética.
No obstante, para la configuración gubernamental, sigue en pie esa opción del centroderecha por una gran coalición, con la ruptura del Nuevo Frente Popular y la incorporación de los socialistas, en una posición subalterna, a un Ejecutivo derechista y continuista, junto con el aislamiento de Francia Insumisa y, particularmente, de su líder Melenchón.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/85221/la-experiencia-francesa/
Referencia de la versión publicada en Rebelión (20/07/2024):
La reforma social pendiente. Antonio Antón, en Público (2/07/2024)
Tras una radiografía de la opinión de la sociedad sobre los problemas sociales, a partir de estudios del CIS, se explica la ambivalente gestión política y la necesidad de profundizar en la reforma social de progreso. Selecciono los párrafos finales:
“Junto con estos avances limitados y costosos, la cuestión fundamental es que la reforma social de progreso aparece relativamente estancada en esta segunda legislatura del Gobierno de coalición progresista, ahora con Sumar, sin capacidad para sacar los prepuestos generales. La prioridad ha sido, primero la amnistía y, después, la llamada regeneración democrática que, a la vista del pacto PSOE/PP para la renovación del Consejo General del poder judicial, parece limitada y encaminada a la estabilización del bipartidismo.
Pero este bloqueo actual de la agenda social, con solo cambios menores, contrasta con la situación y la percepción mayoritaria de la sociedad que reclama solución a los graves y variados problemas socioeconómicos, laborales y de empleo, con síntomas de frustración.
Se ha propuesto una gran reforma, la reducción del tiempo de trabajo, pendiente de las dificultades para el diálogo social tripartito y su concreción. La segunda reforma es la financiación autonómica, contando con la singularidad de Cataluña; debería ser clave para ampliar la garantía de los servicios públicos (sanidad, educación, servicios sociales) que es el mayor gasto de las Comunidades Autónomas. Sin embargo, ya aparece una gran dificultad: la ausencia de una profunda reforma fiscal progresiva -con nubarrones de austeridad desde la UE- que garantice el incremento sustantivo de la inversión social, es decir, de la tarta global a repartir, y evitar el forcejeo interterritorial de suma cero y agravios comparativos. Y otro problema, no inferior a la infrafinanciación del Estado de bienestar, es la de la privatización, segmentación y segregación de esos servicios públicos, particularmente, por las políticas de las derechas. Constituyen desafíos para las fuerzas progresistas y, especialmente, para el impulso reformador y la credibilidad transformadora de las izquierdas.
Por tanto, si miramos la percepción de la sociedad vemos que algo no cuadra respecto de un relato embellecido y justificativo de la acción gubernamental, aunque deje en entredicho la versión negativa de las derechas extremas, cuya machacona visión catastrofista no ha podido impregnar la opinión mayoritaria de la población. En consecuencia, para conectar la acción institucional con las preocupaciones y demandas populares y legitimar su acción pública, hay que partir de los claroscuros de esa realidad vivida y percibida que revive las dos grandes apuestas del movimiento cívico y las aspiraciones de cambio de progreso de los últimos quince años y que siguen pendientes: justicia social y democratización. Lejos de infravalorarla, la reforma social progresista sigue pendiente y para las izquierdas sociales y políticas debe constituir una prioridad frente a la amenaza de involución social y democrática de las derechas.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/84744/la-reforma-social-pendiente/
Referencia web de la versión en Rebelión (4/07/2024): https://rebelion.org/la-reforma-social-pendiente/
Retos de la izquierda alternativa. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 236 (1/07/2024)
Reflexión, primero, sobre la respuesta política al declive de la izquierda transformadora, y segundo, sus desafíos orgánicos, articuladores y unitarios. Transcribo la introducción:
“Las derechas han ganado las elecciones europeas del 9 de junio. El bloque democrático y plurinacional ha perdido, aunque el PSOE ha resistido y el declive se ha centrado en la izquierda transformadora: han pasado de 11 escaños en 2014 (seis de IU y cinco de Podemos), a 6 en 2019 (de Unidas Podemos), y hasta los 5 actuales (tres Sumar, con mayores expectativas, y dos de Podemos, meritorios desde unas bajas perspectivas), considerando que ha habido una ampliación de siete escaños (un 14%)…
Pero si aplicamos estos resultados generales, con su bajo nivel de participación, que no ha llegado a la mitad, y la adscripción provincial de unas elecciones generales, con su barrera del 3%, y aun contando con diferente contexto político, se evidencia todavía más la debacle de la izquierda transformadora y la pérdida de la mayoría parlamentaria del gobierno de coalición. Así, las tres derechas conseguirían 179 escaños, mayoría absoluta, el PSOE, 131, el bloque nacionalista (incluido Junts y CC), 34, y la izquierda alternativa unos escasos 6 escaños (cuatro para la coalición Sumar y dos para Podemos).
Más allá de la dimisión de Yolanda Díaz, como coordinadora general de Movimiento Sumar, y su insistencia en continuar como referente gubernamental y parlamentario de todo el conglomerado de la coalición Sumar, se abre la necesidad de una profunda reflexión sobre la rearticulación de ese espacio.
Hacer frente al declive representativo de la izquierda transformadora supone afrontar los tres tipos de causas, con credibilidad transformadora, democrática y unitaria: la ofensiva del poder establecido y las derechas con su acoso jurídico-mediático-policial, con la descalificación y el aislamiento político a los actores con capacidad de desafío transformador; la relativa renovación socialista y su ligero giro a la izquierda, con el efecto de achicar el espacio socioelectoral alternativo; las propias deficiencias y limitaciones de esa izquierda, en particular dos: la falta de arraigo social, y sus dificultades articuladoras y unitarias.
Valga la siguiente aportación general, primero, sobre la respuesta política al declive de la izquierda transformadora, y segundo, sus desafíos orgánicos, articuladores y unitarios.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/236/ensayo/retos-de-la-izquierda-alternativa/
La falta de arraigo social. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 236 (1/07/2024)
“La falta de arraigo local es una deficiencia, abiertamente constatada en las últimas debacles electorales, reconocida a medias y, sobre todo, sin terminar de diagnosticar bien y, por tanto, de resolver.
Más que un error, que también, es una deficiencia estructural de las fuerzas del cambio, reforzada por una orientación política unilateral, la prioridad institucional del acceso al gobierno central con la construcción de la representación política (los surfistas, no la ola que estaba dada). Además, está legitimada por una teoría idealista: la versión del populismo como idealismo discursivo, o la construcción de la realidad de pueblo desde las ideas… con el predominio de la actividad discursiva y de propaganda y no de la articulación social de base sobre la experiencia participativa en el conflicto social. Esa teoría era dominante en todas las sensibilidades del primer Podemos, aun con sus distintas variantes políticas, más transversales o más confrontativas…
En estos tiempos líquidos, es fundamental para las izquierdas el arraigo comunitario, plural y diverso, como base de su acción democratizadora e igualitaria.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/236/de-otras-fuentes/la-falta-de-arraigo-social/
La primera versión se editó en Público (24/05/2024): https://blogs.publico.es/otrasmiradas/83515/la-falta-de-arraigo-social/
Desafíos articuladores y unitarios. Antonio Antón, en Público (16/06/2024)
Tras el balance de las elecciones europeas del 9J y la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general de Movimiento Sumar, explico la fragilidad democrática y de la cultura pluralista en la izquierda transformadora y el corporativismo sectario en las élites alternativas como deficiencias que dificultan su tarea de representación y avance social y democrático. Reproduzco varios párrafos:
“Toda esta vertebración, poco transparente y sin criterios objetivos compartidos, afecta a la configuración democrático-pluralista del sujeto político, a su papel de mediación con la sociedad, a su prestigio como ‘mediador’ de las relaciones sociales y políticas; genera distanciamiento o desafección hacia esa dirigencia poco maleable. Es contraproducente con la senda hacia un frente amplio, unitario y plural…
Hace tiempo se había iniciado el cuestionamiento público de la legitimidad del liderazgo de Yolanda Díaz como garantizadora del ensanchamiento electoral y de influencia, beneficioso para el conjunto y cada parte del conglomerado, es decir, para un objetivo común, en el que quedaba fuera Podemos. La reacción inmediatista es a mirar por la posición institucional de cada cual a corto plazo; o sea, a cierta fragmentación y descomposición del proyecto e interés colectivo, visto como privilegio hegemonista de parte.
El divisionismo y el burocratismo de las élites partidistas es un tema polémico en la historia de las izquierdas y la ciencia política, desde la revolución francesa y pasando por las experiencias de estos dos siglos hasta el debate sobre la oligarquía de los partidos políticos de hace un siglo y replanteado en la actualidad.
Es necesaria la superación de esas inercias e intereses corporativos de las estructuras dirigentes de los partidos políticos, así como las deficiencias participativas de los hiperliderazgos. Se trata de reforzar, junto con su función representativa y gestora, un doble plano democrático: el talante unitario y colaborativo, y el respeto y la regulación de la pluralidad.
En definitiva, sin un cambio de actitud político-democrática, sobre todo, de la dirigencia de Sumar, con un modelo orgánico integrador y respetuoso con el pluralismo, no es posible una cooperación con Podemos, centrado en su propio autodesarrollo, ni la perspectiva de un frente amplio, que pueda abordar unitariamente la próxima etapa política y electoral de 2027, de municipales, autonómicas y generales, con el fin del ciclo institucional progresista en España. Como he dicho en otro lugar, la solución, de venir, vendrá de abajo y, en parte, de fuera de las dirigencias alternativas actuales. Es un desafío para la izquierda transformadora.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/84195/desafios-articuladores-y-unitarios/
Frente al declive. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (14/06/2024)
Análisis de las causas del declive de la izquierda alternativa, la respuesta renovadora fallida, la articulación unitaria y pluralista, con una bifurcación estratégica y un horizonte problemático. Selecciono varios párrafos:
“Hacer frente al declive representativo de la izquierda transformadora supone afrontar los tres tipos de causas, con credibilidad transformadora, democrática y unitaria: la ofensiva del poder establecido y las derechas con su acoso jurídico-mediático-policial, con la descalificación y el aislamiento político a los actores con capacidad de desafío transformador; la relativa renovación socialista y su ligero giro a la izquierda, con el efecto de achicar el espacio socioelectoral alternativo; las propias deficiencias y limitaciones de esa izquierda, en particular dos: la falta de arraigo social, y sus dificultades articuladoras y unitarias…
Esa voluntad estratégica transformadora es lo que el poder establecido no perdona y lo que se exige abandonar con una rectificación (rendición) y una (inmerecida) autocrítica como supuesto error estratégico (que no corresponde). Su persistente insistencia, con rigidez política y fanatismo mediático, busca la culpabilización alternativa como provocadora de toda la contraofensiva regresiva y autoritaria, tiende a justificar el castigo por haberla implementado y desgastar a sus promotores alternativos.
En cierta medida han conseguido sus objetivos, pero solo en parte. Los resultados del 9J son reflejo de ello. No obstante, persiste un doble factor, en un grave contexto, que impide ese cierre normalizador del continuismo y el bipartidismo corregido: una base social transformadora todavía relevante; una vertebración orgánica alternativa algo fragmentada y desconcertada pero todavía con potencialidad articuladora y representativa, que debe revalidar.
Además, existe una escasa legitimidad pública de las políticas regresivas y autoritarias, aun con el avance segregador conservador -del mercado y las posiciones con privilegios o expectativas comparativas superiores- como respuesta a la inacción transformadora.
Estamos en otra encrucijada estratégica. Veremos las dinámicas populares y las capacidades y la orientación de las dirigencias alternativas y del conjunto del bloque democrático y plurinacional para impulsar la remontada política y electoral y garantizar una etapa de progreso, que evite la involución derechista. El desafío inmediato: la capacidad de rearticulación de Sumar, tras la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general y la crisis del espacio, y el grado de consolidación de Podemos en su autodesarrollo, con la vista puesta en el contexto sociopolítico, las dificultades unitarias y las posibilidades de cooperación alternativa y progresista en el próximo ciclo político-electoral hasta 2027.”
Referencia web original:
Encrucijada para las izquierdas. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 235 (1/06/2024)
Ensayo sobre la catarsis socialista, la necesidad del avance social y democrático, el dilema de Sánchez, la inconsistencia estratégica socialista y el refuerzo del bloque democrático y plurinacional. Selecciono varios párrafos:
“Por otra parte, parece que Podemos resiste con un mínimo electorado que no absorbe Sumar y le permite sobrevivir y condicionar las políticas públicas y la articulación de Sumar (y al propio PSOE), que debe cuidar también su flanco izquierdo. El futuro, necesariamente, debería pasar, ante los grandes retos existentes, por una nueva reagrupación con bases objetivas y democráticas, la reafirmación transformadora y la renovación orgánica más unitaria y superando las desconfianzas, prepotencias y sectarismos; al menos como hipótesis a medio plazo -el siguiente ciclo electoral- frente al riesgo de la irrelevancia.
En todo caso, el refuerzo del bloque democrático y plurinacional y, particularmente, el propio Partido Socialista, necesitarían del acicate de una izquierda transformadora revitalizada y unitaria, con suficiente credibilidad, cuestión imperiosa para desempeñar un papel significativo. E, igualmente, de las izquierdas nacionalistas -en competencia también con sus derechas nacionalistas-, con el realismo del devenir estatal y europeo.
Y todo ello, en la medida que haya una reactivación cívica masivas que renueve, regenere y amplíe las propias izquierdas y la articulación popular como factor clave para el refuerzo de ese bloque popular progresista. En definitiva, democratización y avance social van de la mano y de su interacción y consistencia depende el futuro del país (de países).”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/235/ensayo/encrucijada-para-las-izquierdas/
El desafío de la remontada alternativa. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 235 (1/06/2024)
“No es descartable la posibilidad de cierta recuperación de esa base social y su reflejo electoral e institucional; depende de las dinámicas sociopolíticas y la capacidad de las dirigencias alternativas”. Selecciono varios párrafos:
“En el plano estatal, no se ha cerrado el ciclo institucional de progreso, con la persistencia de un significativo campo sociopolítico a la izquierda del Partido Socialista, que condiciona las políticas públicas -más justicia social y democratización- y la representación político-institucional, con la superación del bipartidismo y la configuración de mayor pluralidad representativa…
O sea, el objetivo de Sumar del ensanchamiento representativo mediante la moderación política y la exclusión de Podemos (visto más como lastre que como activo), con la confianza de la benevolencia mediática por ello, está fracasando. Y se nota la dificultad para condicionar al PSOE y sus políticas continuistas o contraproducentes, sin una presión social conjunta. Todavía no es tarde para la rectificación por parte de la dirigencia de Sumar, y hay algunos indicios de expresión pública de discrepancias en el Gobierno, aunque sin puentes de diálogo con Podemos. Su proceso constitutivo hasta el otoño busca la legitimación de su actual diseño, pero las evidencias de sus dificultades exigen un replanteamiento global de su estrategia, más incisiva y unitaria…
La cuestión fundamental es, además de esas condiciones sociohistóricas o estructurales, la formación y consolidación de esas mareas sociopolíticas a través de una experiencia masiva de participación cívica en la defensa de sus intereses y demandas socioeconómicos y democráticos, así como la calidad de la articulación social y, específicamente, partidaria de su representación política e institucional…
Sin embargo, el PSOE (y la izquierda nacionalista) persiste en la absorción de parte de ese electorado alternativo, menos consistente por esa fragilidad política y articulatoria.”
Referencia de la edición original en Rebelión (6/05/2024): https://rebelion.org/el-desafio-de-la-remontada-alternativa/
Transformar la izquierda. Antonio Antón, en Rebelión (27/05/2024)
Ponencia completa presentada en las Jornadas municipalistas de Zaragoza en Común. Selecciono varios párrafos:
“Tras la expectativa de ascenso electoral y la ilusión inicial de un frente amplio unitario (truncadas desde las elecciones autonómicas en Andalucía de junio de 2022 y hasta la asamblea de Magariños, en abril de 2023), se impone la necesidad del realismo sobre la continuación del declive representativo (28-M y 23J, y evidente desde las anteriores elecciones andaluzas y las posteriores gallegas, vascas y catalanas).
La doble conclusión es que, por un lado, disminuye la legitimación de la nueva estrategia de moderación reformadora y discursiva como la palanca de la remontada electoral, en un contexto de hegemonismo socialista; y por otro lado, se ve cuestionado su liderazgo colectivo, sin la expectativa de recuperación electoral prometida, aunque con continuidad de posiciones institucionales gubernamentales, y con el repliegue corporativo de cada grupo político. Además, se hace evidente la incapacidad política y articuladora de la dirigencia alternativa y se genera la tensión sobre el relato de sus causas y responsabilidades, con los intentos de legitimación respectiva de los diferentes grupos políticos, incluido Podemos…
El problema y la solución hacia la remontada, es doble: de carácter político, sobre la necesaria estrategia diferenciadora del partido socialista (y la izquierda nacionalista) con credibilidad transformadora real y arraigo social; y de capacidad articuladora unitaria con la necesaria cultura democrático-pluralista…
El pragmatismo sanchista y su hegemonismo político persiste en cerrar ese ciclo de adversarios estratégicos, con una legitimidad social significativa, que condicionen un proceso reformador relevante...
La opción confrontativa escogida -más allá de la retórica transformadora inicial y distintos errores discursivos- me pareció acertada, fue avalada por más del 80% de la militancia alternativa, y ya hemos visto lo que ha dado de sí: forzó la crisis y la renovación socialista, con su giro hacia la izquierda y la apertura democrática, hasta el desalojo gubernamental de la derecha con la moción de censura de 2018, junto con la posterior experiencia reformadora real aunque limitada, del gobierno progresista de coalición, en 2020/2023, y su prolongación posterior menos intensa.
Pero aquel emplazamiento estratégico ha tenido una particularidad: la gran ofensiva, con la correspondiente guerra jurídica-mediática-institucional, del poder establecido -incluida la aquiescencia socialista- contra esas fuerzas del cambio con posiciones de cierto poder transformador y legitimación pública, que cuestionaba los privilegios de siempre…
Esa voluntad estratégica transformadora es lo que el poder establecido no perdona y lo que se exige abandonar con una rectificación (rendición) y una (inmerecida) autocrítica como supuesto error estratégico (que no corresponde) …
En cierta medida han conseguido sus objetivos, pero solo en parte. Persiste un doble factor, en un grave contexto, que impide ese cierre normalizador del continuismo y el bipartidismo corregido: una base social transformadora todavía relevante; una vertebración orgánica alternativa algo fragmentada y desconcertada pero todavía con potencialidad articuladora y representativa…
Por tanto, la dificultad principal en la izquierda alternativa no es la diferencia programática o ideológica en sus definiciones generales. Es otro el elemento político decisivo, con importantes conexiones ideológicas y organizativas: el corporativismo sectario de (parte de) sus élites respecto de la vertebración partidaria estatal (y autonómica), con sus expectativas y procesos aspiracionales para conseguir reconocimiento público y estatus institucional. Tiene una vinculación, a veces confusa o indirecta, con los intereses, demandas y expectativas del poder o de fracciones populares y grupos sociales diversos con polarización identitaria…
En definitiva, tras la experiencia de estos meses de cierto agotamiento representativo, a confirmar en los resultados de las elecciones europeas, se debe abrir una fase de reflexión y recomposición. Y veremos la capacidad de las élites dirigentes para remontar el declive y la fragmentación y avanzar en la colaboración y la perspectiva de una amplia alianza de la izquierda transformadora, como factor relevante dentro de un bloque democrático y plurinacional que impulse el avance social y de derechos frente a la involución reaccionaria de las derechas.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/transformar-la-izquierda/
Reeditado en Voces Críticas nº 45, Boletín sociocultural de Acción en Red-Madrid (16/06/2024):
La transformación de la izquierda. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (25/05/2024)
Extracto de la ponencia en las jornadas de Zaragoza en Común (mayo-2024). Selecciono varios párrafos:
“Hablo de encrucijada estratégica porque tras casi quince años de inicio del ciclo de activación cívica y respuesta progresista existe el debate sobre su final, el cierre del ciclo, con un cambio cualitativo en las tendencias sociopolíticas y las relaciones de fuerzas políticas en ese campo democrático y de izquierdas.
Existe una interpretación interesada sobre el cierre del proceso de cambio, el agotamiento del impulso reformador del 15M, en sentido amplio, con el debilitamiento del espacio político del cambio de progreso, y una nueva hegemonía socialista, con mayor continuismo y una subalternidad de las fuerzas alternativas, Sumar y Podemos, que tendrían una limitada operatividad movilizadora y gestora, aunque con cierta influencia institucional y discursiva.
El objetivo del poder establecido, desde el comienzo de esta etapa, ha sido frenar, debilitar y marginar esta dinámica transformadora y su expresión político institucional, en particular Podemos y su desafío de sorpasso al PSOE, con la superación del bipartidismo gobernante. Esta izquierda social y política se caracteriza por su radicalismo reformador, especialmente en dos campos: la justicia social y la democratización política, incluida la territorial. La normalización político-institucional consistiría en la vuelta a un bipartidismo imperfecto, sin el condicionamiento al Partido Socialista (y al conjunto del sistema) por una fuerza consistente y reformadora a su izquierda…
Se trata del ciclo actual de progreso que considero que no se ha agotado, pese al empeño de los grupos de poder por su cierre, en la doble dimensión como activación cívica y como espacio socioelectoral y político…
La doble conclusión es que, por un lado, disminuye la legitimación de la nueva estrategia de moderación reformadora y discursiva como la palanca de la remontada electoral, en un contexto de hegemonismo socialista; y por otro lado, se ve cuestionado su liderazgo colectivo, sin la expectativa de recuperación electoral prometida, aunque con continuidad de posiciones institucionales gubernamentales, y con el repliegue corporativo de cada grupo político.”
Referencia web original:
La falta de arraigo social. Antonio Antón, en Público (24/05/2024)
Analizo una deficiencia estructural de la izquierda transformadora, admitida parcialmente y sin resolver bien, que se debe superar. Selecciono varios párrafos:
“La falta de arraigo local es una deficiencia, abiertamente constatada en las últimas debacles electorales, reconocida a medias y, sobre todo, sin terminar de diagnosticar bien y, por tanto, de resolver. Más que un error, que también, es una deficiencia estructural de las fuerzas del cambio, reforzada por una orientación política unilateral, la prioridad institucional del acceso al gobierno central con la construcción de la representación política (los surfistas, no la ola que estaba dada). Además, está legitimada por una teoría idealista: la versión del populismo como idealismo discursivo, o la construcción de la realidad de pueblo desde las ideas… con el predominio de la actividad discursiva y de propaganda y no de la articulación social de base sobre la experiencia participativa en el conflicto social. Esa teoría era dominante en todas las sensibilidades del primer Podemos, aun con sus distintas variantes políticas, más transversales o más confrontativas…
En definitiva, tras la experiencia de estos meses de cierto agotamiento representativo, a confirmar en los resultados de las elecciones europeas, se debe abrir una fase de reflexión y recomposición. Y veremos la capacidad de las élites dirigentes para remontar el declive y la fragmentación y avanzar en la colaboración y la perspectiva de una amplia alianza de la izquierda transformadora, como factor relevante dentro de un bloque democrático y plurinacional que impulse el avance social y de derechos frente a la involución reaccionaria de las derechas.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/83515/la-falta-de-arraigo-social/
TRANSFORMAR LA IZQUIERDA. Antonio Antón y Luisa Broto
Jornadas municipalistas de Zaragoza en Común-PRIMERA SESIÓN (16/05/2024)
Sesión completa, con presentación, ponencias y debate, en YouTube (2h.)
Referencia:https://www.youtube.com/watch?v=R0KrBNEUXaw
Democratización y avance social. Antonio Antón, en Público (15/05/2024)
La combinación necesaria de los dos aspectos, regeneración democrática y reforma social. Selecciono varios párrafos:
“El Presidente Pedro Sánchez, tras su reflexión sobre la existencia de lawfare hacia su entorno familiar, con la conciencia de la degradación democrática y su confirmación de seguir liderando el país, se enfrenta a un importante dilema: qué hacer para evitar el acoso judicial, mediático y político del amenazante bloque conservador y garantizar su plan reformador progresista con su hegemonía institucional.
Lo más inmediato conseguido con su gesto ha sido priorizar un foco, la regeneración democrática, ante el relativo bloqueo de la reforma social, clave para el programa de la coalición, y la forzada amnistía, imprescindible para la investidura y la primera andadura de la legislatura. Ambos temas están forzados por sus dobles socios parlamentarios con sus respectivas bases sociales y condicionado por profundos problemas estructurales que deben afrontarse: la relevante desigualdad y precariedad social con el débil Estado de bienestar, y la democratización del Estado con la articulación de la plurinacionalidad…
A tenor de los pocos estudios demoscópicos recientes -veremos los resultados de las elecciones catalanas y, sobre todo, de las europeas-, el Partido Socialista se ha reforzado electoralmente, en particular por su izquierda a costa de Sumar que ha tenido que incrementar su diferenciación política más social y su perfil propio más crítico para resguardar su electorado… cosa habitual en la experiencia anterior de Unidas Podemos, calificada de ‘ruidosa’.
Por otra parte, parece que Podemos resiste con un mínimo electorado que no absorbe Sumar y le permite sobrevivir y condicionar las políticas públicas y la articulación de Sumar (y al propio PSOE), que debe cuidar también su flanco izquierdo. El futuro, necesariamente, debería pasar, ante los grandes retos existentes, por una nueva reagrupación con bases objetivas y democráticas, la reafirmación transformadora y la renovación orgánica más unitaria y superando las desconfianzas, prepotencias y sectarismos; al menos como hipótesis a medio plazo -el siguiente ciclo electoral- frente al riesgo de la irrelevancia.
En todo caso, el refuerzo del bloque democrático y plurinacional y, particularmente, el propio Partido Socialista, necesitarían del acicate de una izquierda transformadora revitalizada y unitaria, con suficiente credibilidad, cuestión imperiosa para desempeñar un papel significativo. E, igualmente, de las izquierdas nacionalistas -en competencia también con sus derechas nacionalistas-, con el realismo del devenir estatal y europeo.
Y todo ello, en la medida que haya una reactivación cívica masivas que renueve, regenere y amplíe las propias izquierdas y la articulación popular como factor clave para el refuerzo de ese bloque popular progresista. En definitiva, democratización y avance social van de la mano y de su interacción y consistencia depende el futuro del país (de países).”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/83263/democratizacion-y-avance-social/
Fortalecer la democracia. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (12/05/2024)
En defensa de la firmeza democrática. Selecciono varios párrafos:
“El Partido Socialista y el conjunto de las fuerzas progresistas y plurinacionales están en una encrucijada para afrontar la persistente deslegitimación social de las derechas y diversos poderes fácticos, a través de medios ilegítimos: la guerra jurídica o lawfare, y la instrumentalización mediática de la mentira y la descalificación pública. El Presidente Pedro Sánchez lo ha expuesto claramente, con la ayuda de una fuerte dramatización sobre la posibilidad de su dimisión y la generación de un vértigo político-emocional por la incertidumbre del vacío gubernamental y la inseguridad de la respuesta institucional progresista.
Se ha puesto en primer plano un problema grave de la democracia española: la extraordinaria capacidad de determinados poderes ocultos para condicionar, con mecanismos no democráticos, la gobernabilidad y, por tanto, la soberanía popular y la democracia. De pronto, ha adquirido una relevancia masiva la degradación de este sistema democrático y la influencia de operadores iliberales para forzar el cambio de representantes elegidos democráticamente y frenar los avances sociales y de progreso. Tiene un sentido político claro: debilitar el bloque democrático y plurinacional, junto con el gobierno de coalición progresista, y reforzar los sectores derechistas, que tratan de cerrar el ciclo de progreso y abrir una dinámica regresiva y autoritaria…
La particularidad ahora es que, una vez debilitado Podemos y neutralizado el posible ascenso de Sumar, el obstáculo principal para las derechas y las cloacas del Estado es el propio Partido Socialista. Así, aunque de forma preventiva hace ya una década que preparan los chantajes familiares necesarios al Presidente Pedro Sánchez para forzarle a una mayor moderación política, con la aceptación de la hegemonía del Partido Popular, y ahora los redoblan, se incrementa la crispación y operan con toda la máquina del fango.
No obstante, fracasa toda la operación derechista para obligarle a dimitir y abrir el camino para el acceso gubernamental conservador e imprimir su giro regresivo, centralizador y de colonización institucional, particularmente con la instrumentalización de los dos poderes más operativos hoy: el judicial y el mediático.
La catarsis promovida por el presidente del Ejecutivo ha tenido un efecto positivo: ha manifestado la profundidad y gravedad del déficit democrático de nuestro sistema político, que atenta al corazón mismo de la gobernanza y la ética pública. Existen una clase política de derechas y unos grupos de poder fáctico que desprecian los valores y los procedimientos básicos de la democracia, y utilizan el ventajismo político ilegítimo como medio de deslegitimación del adversario -enemigo- y garantía de su acceso al poder y su control.”
Referencia web original:
El desafío de la remontada alternativa. Antonio Antón, en Rebelión (6/05/2024)
El agotamiento del impulso reformador, las deficiencias de las dirigencias alternativas y la búsqueda de respuestas. Selecciono varios párrafos:
“En el plano estatal, no se ha cerrado el ciclo institucional de progreso, con la persistencia de un significativo campo sociopolítico a la izquierda del Partido Socialista, que condiciona las políticas públicas -más justicia social y democratización- y la representación político-institucional, con la superación del bipartidismo y la configuración de mayor pluralidad representativa…
O sea, el objetivo de Sumar del ensanchamiento representativo mediante la moderación política y la exclusión de Podemos (visto más como lastre que como activo), con la confianza de la benevolencia mediática por ello, está fracasando. Y se nota la dificultad para condicionar al PSOE y sus políticas continuistas o contraproducentes, sin una presión social conjunta. Todavía no es tarde para la rectificación por parte de la dirigencia de Sumar, y hay algunos indicios de expresión pública de discrepancias en el Gobierno, aunque sin puentes de diálogo con Podemos. Su proceso constitutivo hasta el otoño busca la legitimación de su actual diseño, pero las evidencias de sus dificultades exigen un replanteamiento global de su estrategia, más incisiva y unitaria.
Todavía no es tarde para la recomposición de la izquierda transformadora, en la perspectiva de las próximas elecciones generales de 2027 (o anticipadas), que serán decisivas para la supervivencia de todo el espacio como actor determinante del proceso de cambio de progreso en España. O, dicho de otra manera, de cierre de este ciclo de exigencia reformadora, social y democratizadora, y vuelta a la normalización bipartidista, con el riesgo de la victoria involucionista de las derechas y, en el menos malo de los casos, con la continuidad de la prevalencia gubernamental socialista con su pretensión de mayor autonomía en su gestión centrista respecto de su izquierda y el bloque nacionalista.
Pero, se habría agotado la gran relevancia del impulso reformador y democrático de estos quince años, en espera de un nuevo recomienzo de la activación cívica y la articulación partidaria. La radiografía de las elecciones europeas del 9 de junio nos dará pistas sobre esa trayectoria en España y también en la Unión Europea…
La cuestión fundamental es, además de esas condiciones sociohistóricas o estructurales, la formación y consolidación de esas mareas sociopolíticas a través de una experiencia masiva de participación cívica en la defensa de sus intereses y demandas socioeconómicos y democráticos, así como la calidad de la articulación social y, específicamente, partidaria de su representación política e institucional.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/el-desafio-de-la-remontada-alternativa/
Regeneración democrática y reforma social. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (4/05/2024)
Existen tres dinámicas interconectadas: la necesidad y el alcance de un movimiento regenerador de la vida pública y democratizador, en particular, del poder judicial y los aparatos mediáticos, puesto de manifiesto por el Presidente del Gobierno; el reajuste de las prioridades entre los ejes fundamentales de la legislatura, con el refuerzo de la reforma sociolaboral, distributiva y plurinacional, y el papel de la activación cívica y la polarización político-ideológica frente a la ofensiva derechista. Vayamos por partes…
En ese sentido está por ver el alcance del movimiento por la regeneración democrática promovido por el Partido Socialista y las fuerzas progresistas, a raíz de la reflexión de Pedro Sánchez sobre el acoso judicial y mediático, en los dos planos, a corto y a medio plazo. Por un lado, más allá del interés inmediato socialista por incrementar su centralidad política respecto de sus socios gubernamentales y de investidura y mejorar sus expectativas electorales para los comicios europeos, para frenar a las derechas y asegurar mayor autonomía, legitimidad pública y capacidad de gobernabilidad. Por otro lado, a medio plazo, cómo se reajustan los ejes reformadores de la legislatura, bastante bloqueados, y frente a la contraofensiva derechista; parece que se prioriza la regeneración democrática y se relega una imprescindible reforma social, laboral, distributiva y fiscal, y una vez terminado, con la aprobación de la amnistía, el nuevo equilibrio -inestable- sobre la cuestión territorial.
Lo que queda claro es que va a continuar la polarización político-ideológica, acompañada con la crispación deslegitimadora de las derechas. Y está por ver, por una parte, el grado de la cohesión de la alianza gubernamental, con la presión hacia la subordinación de Sumar. Y, por otra parte, y el nivel de la unidad del conjunto del bloque democrático y plurinacional. Todo ello bajo este plan continuista y hegemonista del Partido Socialista, con escasa reforma social y leve regeneración de los aparatos judicial y mediáticos, en un incierto contexto socioeconómico y geopolítico, así como por la previsible derechización institucional europea. Por tanto, permanece el desafío de una reforma social y democratizadora sustantiva que conecte con los intereses y demandas de la mayoría cívica.”
Referencia web original:
¿Podrá Sumar?. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 234 (1/05/2024)
En este ensayo, tras esta pequeña descripción inicial, explico, en primer lugar, el contexto político con las características del sanchismo para enmarcar su alianza con Sumar. En segundo lugar, señalo el estancamiento del espacio alternativo y la necesidad de su remontada representativa, con la duda, en tercer lugar, de su capacidad para afrontar los desafíos estratégicos. Finalmente, analizo la idea de que la democracia será social, participativa y solidaria, o no será, con la evaluación de los valores ideológicos, progresistas y combinados, de libertad, igualdad y solidaridad. Selecciono varios párrafos:
“La hipótesis aquí dibujada es el estancamiento representativo y de influencia de la izquierda transformadora, con un importante impacto en la reducción de escaños parlamentarios agudizado por su división y el deterioro asimétrico de la legitimidad de sus liderazgos. Así, en la reciente encuesta de 40dB (8/04/2024), desde el porcentaje del 12,31% conseguido en las elecciones generales del 23J por Sumar -con sus aliados e incluido Podemos-, ahora pasa al 8,2%, más de cuatro puntos menos, mientras Podemos, presentándose en solitario, consigue el 2,9%, o sea, en una proporción de uno a tres; del total de ese electorado alternativo del 23J casi un tercio (31%) opta por Podemos y algo menos de la mitad (49%) votaría por Sumar (y sus aliados).
Además de su confirmación analítica, este panorama exige un reajuste, sobre todo, de la actitud democrática, unitaria y pluralista para deliberar y decidir sobre la orientación política y la conformación de sus equilibrios internos y sus dirigencias. Es una base mínima de respeto, reconocimiento y confianza para dialogar y establecer pautas comunes de colaboración y poder dar otro paso consensuado hacia un acuerdo más global, con vistas a las próximas elecciones generales y más allá.
La fotografía electoral de las europeas proporcionará algunos indicios detallados de la realidad representativa. Junto con la experiencia reciente y el conjunto del contexto de este próximo verano y otoño proporcionará elementos para encarar la reflexión crítica y, en su caso, la reorientación más inclusiva y respetuosa de la conformación de esta izquierda transformadora.
Por tanto, para avanzar en la respuesta a ese interrogante, habrá que esperar a la trayectoria práctica de los próximos meses, el panorama tras las elecciones europeas, los próximos presupuestos generales y el perfil de la legislatura, así como los reajustes constituyentes de este conglomerado alternativo en este periodo hasta finales de año, y comprobar si se confirman estas tendencias y las capacidades articuladoras y participativas de los sectores más activos e influyentes y los dirigentes alternativos.
Por ello, me parece más apropiado señalar el problema como duda y, al mismo tiempo, como emplazamiento para superarlo: ¿serán capaces el conjunto de estas fuerzas en torno a Sumar, e incluido Podemos y, en particular, sus élites directivas, de afrontar sus desafíos estratégicos y organizativos, ampliar su espacio representativo y consolidar una dinámica democratizadora y de progreso?. Y, paralelamente, ¿serán capaces de favorecer los vínculos con las izquierdas nacionalistas y el propio Partido Socialista, desde su doble identidad social y confederal/plurinacional, como argamasa para el conjunto del bloque democrático?. Lo dejo abierto, recordando lo que tengo escrito en el libro Izquierda transformadora: la solución, de venir, vendrá por el impulso de abajo y, en parte, de fuera de los liderazgos actuales.”
Referencia web original:
Incertidumbres para las izquierdas. Antonio Antón, en Público (27/04/2024)
Tras un comentario sobre el anuncio de Pedro Sánchez sobre su posible dimisión, expongo un análisis sobre el descenso y reajuste representativo entre Sumar/Podemos, según datos del CIS. Selecciono varios párrafos:
Conociendo la trayectoria política y humana del Presidente Pedro Sánchez, con su capacidad de resistencia y su pragmatismo político, no es difícil adivinar el sentido de su último gesto de decir basta a la descalificación mediática y judicial de la ultraderecha, con la cobertura de las derechas y redefinir su respuesta. Interpreto que no va a consistir en una rendición, sino en un contraataque: reforzar su liderazgo y la prevalencia socialista, junto con sus aliados del bloque democrático y plurinacional, y evitar el desborde de las derechas y su estrategia de desgaste y crispación. Está por ver su concreción.
Parece improbable un adelanto de las elecciones generales, con demasiados riesgos para el campo progresista respecto de ese objetivo. Veremos la fórmula elegida para reafirmar la primacía socialista, en el marco necesario de reforzar la ética y la democracia, junto con sus socios de investidura, frente a los intentos involucionistas y autoritarios de las derechas extremas. En particular, deberá enfrentarse al acoso jurídico y mediático del bloque derechista, del que hay precedentes relevantes contra representantes de la izquierda con influencia institucional, y abordar la necesaria regeneración democrática de los órganos de la judicatura y frente a la práctica deslegitimadora y antidemocrática del lawfare hacia un golpe de Estado blando.
Todo ello añade más incertidumbre a las ya existentes sobre la estabilidad del Gobierno de coalición y la dinámica política de la legislatura, empezando por los emplazamientos inmediatos de las elecciones catalanas y europeas, la aprobación de la ley de amnistía, el aplazamiento presupuestario o las dificultades para las reformas sociales, en el marco de la construcción europea y el conflicto geopolítico. Me voy a detener en un aspecto particular, las perspectivas de la izquierda alternativa y su impacto en el reequilibrio de la alianza de gobierno entre Partido Socialista y Sumar en este incierto contexto…
Pero, la segunda consideración relevante es su distribución; así, si en el acuerdo preelectoral de las elecciones generales del 23J se había impuesto un reconocimiento de la representatividad de Podemos en torno al 22%, ahora tendría el doble, el 44% del conjunto del conglomerado de la izquierda transformadora, habiéndose reducido la representatividad del conjunto actual de Sumar al 56%. Supondría un importante reequilibrio comparativo, particularmente problemático para Sumar y sus amplias expectativas, así como un balón de oxígeno para Podemos, aunque en caso de ir por separado y dada la normativa electoral penalizaría mucho más a este último en su acceso a los escaños.
Traducido esos datos sobre las elecciones europeas a posibilidades de escaños europarlamentarios, a Sumar le corresponderían 3,25, o sea, seguros tres y por restos el cuarto improbable y que, precisamente, ha sido adjudicado a Izquierda Unida, siendo objeto de tensión al considerarse marginada; mientras que a Podemos le corresponderían 2,66 escaños, es decir, dos seguros y el tercero con un resto superior al de Sumar. Por otra parte, a la izquierda nacionalista le corresponderían 2,37 escaños, o sea, difícil de alcanzar el tercero.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/82681/incertidumbres-para-las-izquierdas/
Las dificultades de Sumar. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (16/04/2024)
Se va imponiendo una realidad: sus dificultades para aumentar su influencia política y su legitimidad pública, que queda reflejada en el retraimiento de sus expectativas electorales y, sobre todo, en los problemas articulatorios del conjunto de este conglomerado. Destaco varios párrafos:
“Por tanto, en este último proceso del espacio alternativo se ha producido un reequilibrio de la dirigencia del conjunto, con la primacía del núcleo dirigente en torno a Yolanda Díaz y su orientación más moderada, amable y dialogadora frente a la actitud más exigente, crítica y confrontativa de Podemos. No obstante, esa recomposición del liderazgo y su reorientación discursiva y estratégica más moderada no ha permitido conseguir a la dirigencia de Sumar dos objetivos centrales que fundamentaban la legitimidad de toda la operación renovadora y sustitutiva de Unidas Podemos. Por un lado, incrementar su peso representativo y de influencia para condicionar más y mejor el proceso reformador del país. Por otro lado, unificar y fortalecer el propio espacio sociopolítico y partidario, agrupando y dando coherencia al conjunto de esa corriente confederal, superando, en primer lugar, la división con Podemos, y consiguiendo un estatus social e institucional con credibilidad transformadora.
En todo caso, se puede avanzar una constatación: no hay una remontada de las fuerzas del cambio y, en particular de Sumar, como alternativa dominante que pretendía asegurarla con su nueva oferta política y de liderazgo. Ello explica el relativo desconcierto y desánimo respecto de las expectativas previas. Supone, al menos, las dudas sobre la eficacia de sus pasos dados y abre el dilema sobre sus planes inmediatos y su trayectoria hasta el otoño con su Asamblea constituyente. Y, por otro lado, se deberá complementar con el balance por Podemos del alcance de su plan de fortalecimiento y su capacidad de supervivencia como actor significativo…
Por tanto, se ha producido el reemplazo en la dirigencia, las responsabilidades institucionales y la orientación de la estrategia y la gestión política del espacio, más moderada, posibilista y colaboradora con el PSOE. Sin embargo, ese giro orgánico, gestor y discursivo no ha permitido llegar a la aspiración inicial de unificar el conjunto del conglomerado a la izquierda del Partido Socialista y, sobre todo, asegurar su ampliación representativa y política, con la suficiente credibilidad transformadora y legitimidad pública.”
¿Serán capaces?. Antonio Antón, en Público (16/04/2024)
Estamos en un proceso de transición en la conformación y recomposición de la izquierda transformadora. Todavía no hay certezas claras. Planteo la reflexión en términos de duda: ¿Serán capaces las dirigencias alternativas de afrontar los desafíos estratégicos y unitarios?. Selecciono varios párrafos:
“A un plan inicial de Podemos de abordar una renovación del liderazgo con cierto continuismo de la orientación política y su primacía orgánica, ha seguido el plan más drástico de reorientación política moderada y cambio de la primacía dirigente que es lo que, con amplio apoyo mediático e institucional, se ha impuesto con la constitución de Sumar y la ruptura final con un Podemos en situación defensiva.
Persisten los retos estratégicos y cooperativos del conjunto de esta izquierda transformadora para frenar su deterioro político y apostar por una recomposición unitaria y plural, en torno a una dinámica política reformadora y democratizadora de país. Todavía es pronto para calificar todo el proceso de estos dos/tres años como fallido para renovar y fortalecer las opciones de progreso y valorar como irreversible su declive político y su división, junto con el avance representativo socialista (y las izquierdas nacionalistas) … y su posible consecuencia de una próxima victoria de las derechas…
Además de su confirmación analítica, este panorama exige un reajuste, sobre todo, de la actitud democrática, unitaria y pluralista para deliberar y decidir sobre la orientación política y la conformación de sus equilibrios internos y sus dirigencias. Es una base mínima de respeto, reconocimiento y confianza para dialogar y establecer pautas comunes de colaboración y poder dar otro paso consensuado hacia un acuerdo más global, con vistas a las próximas elecciones generales y más allá.
En todo caso, me parece más apropiado señalar el problema como duda y, al mismo tiempo, como emplazamiento para superarlo: ¿serán capaces el conjunto de estas fuerzas en torno a Sumar, e incluido Podemos y, en particular, sus élites directivas, de afrontar sus desafíos estratégicos y organizativos, ampliar su espacio representativo y consolidar una dinámica democratizadora y de progreso?. Y, paralelamente, ¿serán capaces de favorecer los vínculos con las izquierdas nacionalistas y el propio Partido Socialista, desde su doble identidad social y confederal/plurinacional, como argamasa para el conjunto del bloque democrático?. Lo dejo abierto, recordando lo que tengo escrito en el libro Izquierda transformadora: la solución, de venir, vendrá por el impulso de abajo y, en parte, de fuera de los liderazgos actuales.”
Referencia web original:
Reforma, pluralismo y democracia social. Antonio Antón, en Rebelión (13/04/2024) y en Nueva Tribuna (25/04/2024)
Tras un análisis sintético del contexto, me detengo en dos aspectos: la importancia de promover reformas sustantivas y el pluralismo en el campo progresista, y la idea de que la democracia será social, participativa y solidaria, o no será. Transcribo varios párrafos de la última parte:
“En ese sentido, es insuficiente que la pugna ideológica frente a las derechas se restrinja a la libertad, como plantea la ponencia política de Sumar. Es fundamental no solo la disputa cultural sino, sobre todo, las transformaciones institucionales y estructurales que faciliten la libertad real de la gente y la emancipación respecto de las subordinaciones de todo tipo, es decir, la eliminación de las dinámicas de dominación.
No obstante, siguiendo la mejor tradición de las izquierdas democráticas y fuerzas progresistas, desde la revolución francesa y el republicanismo cívico, la política transformadora debe incorporar y combinar otros dos ejes fundamentales, la igualdad y la solidaridad.
Así la igualdad social, no solo retórica o formal en el plano jurídico o de los derechos, sigue siendo fundamental respecto del conjunto de estructuras sociales, económicas y políticas con profundas situaciones de desigualdad. La lucha contra la desigualdad es un patrimonio de las izquierdas durante estos dos siglos, y es imprescindible para avanzar en la igualdad de oportunidades y condiciones igualitarias, individuales y colectivas, en particular entre los grupos subalternos, con fuertes y gravosas desigualdades existentes de clase, de sexo/género o étnico-culturales, de raza u origen nacional...
Igualmente, es necesaria la solidaridad (o comunalidad y mejor que fraternidad por su sesgo masculino), considerada como proceso de cooperación social, incluido en los propios mecanismos protectores del Estado de bienestar, y apoyo comunitario. Es doblemente relevante en las actuales dinámicas de individualismo y desprotección pública, con la exigencia del reparto solidario de las tareas reproductivas y de cuidados, junto con su colectivización. Sigue siendo un elemento fundamental del feminismo, el ecologismo, el sindicalismo y la solidaridad internacional, así como con componentes de identificación sociocultural y sentido de pertenencia de clase o de grupo nacional. Se basa en el doble papel del ser humano, su carácter individual y social, con lo que la interacción humana, además de necesaria debe seguir unos criterios éticos, con unos derechos humanos y sociales que refuercen la sociabilidad, la cohesión y la integración social.
En definitiva, los tres valores tienen características propias pero, sobre todo, tienen una interacción entre ellos para que se apliquen de forma combinada y con las prioridades adecuadas en cada momento y circunstancia. Desde la perspectiva emancipadora, tienen plena vigencia ideológica y hay que readecuar y fortalecer su implementación en estas sociedades con fuertes tendencias dominadoras, segmentadoras e insolidarias. Es la mejor forma de reforzar la democracia social, participativa y solidaria y avanzar en el bien común.”
Referencia web original:
https://rebelion.org/reforma-pluralismo-y-democracia-social/
Referencia de la versión en Nueva Tribuna, 'Democracia social y pluralista' (25/04/2024):
https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/democracia-social-pluralista/20240425192019226284.html
El pragmatismo del sanchismo y los reequilibrios de poder. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (9/04/2024) y en Rebelión (19/04/2024)
Una caracterización de la estrategia socialista para enmarcar su actitud y sus objetivos respecto de la alianza con Sumar y, en general, con la izquierda transformadora y los grupos nacionalistas. Selecciono dos párrafos:
“O sea, el sanchismo, al que tanto ataca las derechas, precisamente por su relación y su dependencia de esos otros dos sectores, necesita sus apoyos… reconvertidos en virtuosos. Lo que se ventila, aparte de evitar la involución derechista, es la modificación de los equilibrios entre esas tres patas progresistas: la socialista, la nacionalista y la izquierda transformadora. Ese espacio alternativo debe valorar su consistencia, su recomposición interna entre Sumar y Podemos y su orientación política, aunque se puede considerar hoy el sector institucionalmente más débil. Así, el plan socialista consiste en recuperar terreno electoral y ampliar su propia autonomía respecto del resto de fuerzas progresistas, achicando el espacio político a su izquierda y reduciendo su influencia institucional y sociopolítica… a un ritmo y con unas condiciones que no pongan en peligro la mayoría representativa del conjunto.
En esta etapa es adecuada esa percepción de estos equilibrios de poder para mantener un gobierno progresista para la próxima legislatura, haya o no haya adelantamiento electoral. Pero, sobre todo, es realista contemplar el objetivo socialista de gobernar en solitario y, por tanto, de modificar esa realidad plural y de dependencia política y su consiguiente necesidad negociadora y transaccional. O sea, en el fondo, el freno a su hegemonismo irrefrenable y el continuismo socioeconómico y político depende de la consistencia y amplitud de un espacio democrático, plurinacional y reformador a su izquierda que persista en el cambio de progreso.”
Referencia web original:
Referencia de la versión en Rebelión (19/04/2024), titulada "Pragmatismo y hegemonismo socialista":
Sobre el consentimiento y el deseo. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 233 (1/04/2024)
Versión ampliada de la comunicación de Sociología de Género al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Transcribo su introducción:
“Existe una amplia corriente feminista que, tal como detallo en el reciente libro Feminismos. Retos y teorías (2023), ya no se resigna ante los comportamientos machistas y la discriminación femenina, no acepta la prepotencia sexista ni los malos tratos, no normaliza los machismos cotidianos ni tampoco la desigualdad por género u opción sexual y sus estereotipos legitimadores. Esa tendencia sociopolítica y cultural de fondo, con sus altibajos, exige profundizar en un cambio cultural y relacional igualitario. En una coyuntura favorable, con este desencadenante, su expresividad ha resurgido estos años en la esfera pública.
Tal como he analizado en otro libro, Izquierda transformadora(2024), se refuerza el feminismo y el consentimiento, como acuerdo libre e igualitario en las relaciones sexuales (y sociales en general), con una perspectiva relacional y colectiva, superando el simple deseo individual que es un motor ambiguo de las relaciones humanas y cuyo sentido hay que valorar según su impacto en las relaciones sociales. Por ello, el deseo sexual —la libido— hay que analizarlo en el contexto social, su interacción personal y los valores en que está inserto. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa del deseo sexual, puede ser compatible con una versión machista de su expresión por parte de Luis Rubiales que ejerce su prepotencia sexual y su abuso de autoridad, aunque aparezca camuflado en su supuesta espontaneidad y jolgorio como en el caso de La Manada.
El conflicto actual que tratamos no es, principalmente, entre libre deseo sexual y puritanismo, campo en el que hay que avanzar frente a las corrientes reaccionarias, sino entre relaciones igualitarias y voluntarias frente a acoso y dominación machistas.
La experiencia feminista y progresista actual refuerza el consentimiento como criterio fundamental y complementario con el respeto relacional a los derechos humanos; se supera, así, la prioridad por el simple deseo o el interés individual expresada por una diversidad ideológica de agentes. La legitimidad de unas relaciones iguales y libres se basa en la voluntariedad de la relación, en el consentimiento mutuo. Es la gran enseñanza ética y sociopolítica de esta parte de la pugna contra las últimas agresiones sexuales, de gran trascendencia mediática, cuya masiva respuesta feminista ha constituido un ejemplo solidario para el avance cultural y de derechos.
El criterio del consentimiento presupone voluntariedad y acuerdo y está amparado por el contractualismo entre las partes; desborda el simple individualismo, rechaza la dominación o imposición unilateral —patriarcal— en las relaciones sociales, y es superior al impulso del deseo propio y la simple voluntad individual que obvia la relación interpersonal consentida. Hacer del deseo la primacía valorativa de una conducta correría el riesgo de ventajismo instrumental de la persona más fuerte, con el desdén al aspecto principal: el consentimiento. El paso del deseo subjetivo —o la simple fantasía y la masturbación— a su realización relacional necesita contar con la otra persona.
Por tanto, una persona, éticamente, no es plenamente soberana para imponer a otra la actuación que desee o decida, ya que tiene que considerar también la voluntad de la otra persona. Supone la prioridad de asegurar condiciones cívicas de la interacción humana como el respeto y el reconocimiento mutuos.
Desde ese enfoque relacional del consentimiento reflexiono ahora sobre algunas ideas aparecidas en el debate público, especialmente a partir del librito de Clara Serra, ‘El sentido de consentir’(2024), donde se abordan muchos temas de interés, aunque controvertidos. Me permito aportar algunas ideas para clarificar el sentido del consentimiento y su relación con el deseo, junto con sus fundamentos teóricos.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/233/ensayo/sobre-el-consentimiento-y-el-deseo/
Se reedita en Voces Críticas, nº 45 (15/04/2024):
https://mailchi.mp/f492e642c460/voces-crticas-n-45-abril-2024
Deseo y nihilismo. Antonio Antón, en Público (17/03/2024)
Reproduzco varios párrafos de esta reflexión:
“El ¡SE ACABÓ! defendido como idea fundamental en este 8 de Marzo masivo, demuestra una buena orientación feminista, con el refuerzo del consentimiento frente a la lacra de la violencia machista. Esta gran movilización, en el marco de la actual ola feminista de los últimos años contra el acoso sexista y los privilegios y la desigualdad de género, contrasta con la opinión de que el feminismo ha ido demasiado lejos y tiene que rebajar sus objetivos, en particular, la exigencia de consentimiento para asegurar la voluntariedad de las relaciones sexuales y la libertad sexual. Critico aquí, desde el punto de vista teórico, algunos de los fundamentos posmodernos que relativizan la importancia del consentimiento.
Además de las dos posiciones que ningunean el consentimiento, la teoría -estructuralista- de la dominación y el neoliberalismo -radical-, desde cierto pensamiento posmoderno se contribuye al combate contra el consentimiento con la crítica a su fundamento doctrinal en el contractualismo y basándose en la importancia del inconsciente. No se trata de valorar las bases del pensamiento psicoanalítico, desde Freud, Foucault y Lacan, sino de su expresión más posmoderna, individualista e idealista. La idea más extrema, de origen en Nietzsche, se basa en la inexistencia de un sujeto pensante o racional o, simplemente, relacional/social; solo existiría el sujeto impulsivo o pasional, con la pulsión del deseo sexual (la libido) o la voluntad de poder inseparable de la sexualidad, tal como bien explican Judith Butler y Éric Marty (El sexo de los Modernos. Pensamiento de lo Neutro y teoría del género, 2022)…
Ese escepticismo filosófico, ya presente en algunos filósofos griegos de la antigüedad, niega la posibilidad de conocer la realidad, consideran la existencia de dos esferas sin conexión, la realidad (material, social o cultural) y la mente. Frente a las certezas del conocer por el racionalismo y el empirismo de la experiencia, la teoría del conocimiento posmoderna se va al extremo contrario, al relativismo y la incapacidad humana para conocer. Así, se llega al nihilismo como negación de la existencia de una realidad objetiva que fundamente el conocimiento y la moral. Se trata del énfasis en el ‘no saber’ del deseo sexual que conlleva la indefinición sobre la voluntariedad y el acuerdo y la impotencia ante la agresión sexual…
El sujeto deseante y opaco, así como el irracionalismo o el escepticismo filosófico no sirven para fundamentar un feminismo crítico, popular y transformador respecto de las profundas relaciones de desigualdad. Su individualismo abstracto le impide valorar y cambiar las condiciones de subordinación de las interdependencias del ser humano. En ese sentido, la sexualidad no solo es la expresión de un deseo individual, la libido, sino, sobre todo, una interacción humana y, por tanto, inserta en una relación social y las normas cívicas que la regulan…
En definitiva, la prioridad del consentimiento y la voluntariedad es lo que, en un contexto relacional concreto, da sentido a una relación sexual libre y no impuesta. Es la enseñanza ética y teórica que ha proporcionado esta masiva y mediática experiencia feminista frente a la prepotencia machista.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/60319/deseo-y-nihilismo/
El consentimiento se refuerza: ¡SE ACABÓ!. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (11/03/2024)
Tras una pequeña valoración sobre el éxito participativo de este 8 de Marzo, una reflexión crítica frente a la relativización del consentimiento como eje contra la violencia machista. Selecciono varios párrafos:
“Pero todavía es más significativo el contenido general que se ha aclamado en esta manifestación madrileña mayoritaria y en la gran mayoría de las movilizaciones de todo el Estado, con la reafirmación del ¡SE ACABÓ!. Se trata de la referencia principal contra la violencia machista que ha constituido un reto cívico fundamental en estos meses (y años) y que se ha extendido, en general, a la exigencia feminista frente a los privilegios y desigualdades de género y el patriarcado, así como contra el actual genocidio palestino, con fuerte impacto para mujeres e infancia. Se ha demostrado la persistencia de un movimiento feminista masivo, de mayorías, crítico, popular y transformador. Y con esa idea central contra la violencia sexista, se refuerza su justificación fundamental basada en la exigencia de consentimiento y voluntariedad en las relaciones sexuales, no en la imposición y el acoso machistas que coartan la libertad de las mujeres.
Veamos algunas ideas que desde cierto feminismo van en sentido contrario de esta mayoría social feminista, intentando rebajar la importancia del consentimiento y la acción colectiva frente a la violencia machista, relativizando el foco sobre la imprescindible superación de esta lacra social….
La libertad sexual exige relaciones consentidas y, al mismo tiempo, frente al puritanismo, que sean libres y placenteras (no exentas de incertidumbres). El derecho al sexo -compartido- se sobreentiende que es relacional y, por tanto, debe ser ‘consentido’, no forzado unilateralmente o impuesto. El consentimiento, como más garantía frente a la agresión machista y con la exigencia de voluntariedad y libertad sexual, junto con mayor credibilidad para las mujeres, debe ser reforzado, no rebajado.”
Referencia web original:
Debates sobre el consentimiento. Antonio Antón, en Rebelión (9/03/2024)
Versión ampliada de la Comunicación de Sociología del Género al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Reproduzco varios párrafos:
En definitiva, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada.
La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente.
Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y dinámicas diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido, con buenos tratos-. El consentimiento da respuesta a la violencia machista; el deseo sexual al puritanismo. La libertad sexual se garantiza por la voluntariedad y el acuerdo y, al mismo tiempo, con la libre expresión del deseo.
En consecuencia, a través de cierta habilidad discursiva de reinterpretación del papel del consentimiento, se pretende establecer el ‘verdadero’ sentido de un consentir subalterno, según ese enfoque individualista posmoderno, frente al contenido del consentimiento como acuerdo interpersonal, para acomodarlo a una nueva versión argumentada de la prioridad del deseo. Así, se consigue la subordinación del consentimiento, descalificando su sentido relacional frente a la violencia machista, para resaltar la libre expresión del deseo individual sin ningún contrapeso social y ético.
El problema es que, aunque se suele expresar como fundamento para la liberación sexual femenina, la defensa dogmática e individualizadora del deseo sexual se adjudica de forma indiferenciada respecto de varones y mujeres pero, como existen distintas relaciones de estatus y poder, adquiere diferente significado práctico. Y, para el caso que nos ocupa de la violencia sexista, practicada generalizadamente de varones hacia mujeres, queda sin deslegitimar la simple libido impositiva, como deseo sexual irrefrenable, y la voluntad de varones machistas y prepotentes que imponen su agresión sexual… dejándose llevar por su deseo, o legitimándose en él. Esa ambigüedad del deseo sexual o, mejor, su carácter polisémico, al materializarse con otra persona, es cuando debe clarificar su sentido relacional, o sea, su voluntariedad y su consentimiento o, bien, la imposición y el abuso sexual, sin caer en la indefinición pasiva o en el ‘no saber’ como agente sin voluntad.”
Referencia web original:
La interacción entre deseo y consentimiento. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (6/03/2024)
Segunda parte de la versión ampliada de la Comunicación al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Reproduzco varios párrafos:
“Las mujeres (todas las personas) pueden no saber lo que quieren y durante una trayectoria… hasta que saben y expresan una voluntad o una decisión, el NO o el SÍ de la relación, aunque sea en distintas etapas y prácticas. Y la indefinición puede durar un tiempo, incluso con el deseo y el placer por distintos derroteros. Pero cuando se expresa la voluntad, del no consentimiento, prima su soberanía… frente a la decisión -deseo o voluntad- del otro.
En definitiva, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada.
La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente.
Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y dinámicas diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido, con buenos tratos-. El consentimiento da respuesta a la violencia machista; el deseo sexual al puritanismo. La libertad sexual se garantiza por la voluntariedad y el acuerdo y, al mismo tiempo, con la libre expresión del deseo.”
Referencia web original:
Acerca del consentimiento. Antonio Antón, en Público (6/03/2024)
Reproduzco varios párrafos de estasintética Comunicación de Sociología del Género al próximo XV Congreso Español de Sociología:
La claridad sociopolítica feminista del consentimiento ha sido masiva y se ha expresado a nivel público ante hechos como el beso no consentido de Luis Rubiales a la campeona mundial, Jenni Hermoso, o la reciente repulsa social a la violación juzgada del futbolista Dani Alves, en cuya sentencia el tribunal ha ratificado el criterio del consentimiento para valorar la violencia machista. No obstante, continúa la disputa por su significado…
En consecuencia, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo y frente a hechos diferentes: evitar la agresión sexual y facilitar una relación voluntaria, deseada y placentera. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada a pesar de su gran apoyo social, al menos entre la mayoría del campo feminista y progresista.
La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente. Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y trayectorias diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido, con buenos tratos-, en el que se puede expresar toda la diversidad sexual… excepto la agresión sexista, la imposición no consentida, cuya caracterización es ya de violencia machista, no de sexualidad libre.
En definitiva, la prioridad del consentimiento y la voluntariedad es lo que, en un contexto relacional concreto, da sentido a una relación sexual libre y no impuesta. Es la enseñanza ética y teórica que ha proporcionado esta masiva y mediática experiencia feminista frente a la prepotencia machista.
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/80872/acerca-del-consentimiento/
Controversias sobre el consentimiento. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (4/03/2024)
Desde un enfoque relacional del consentimiento reflexiono sobre algunas ideas aparecidas en el debate público, especialmente a partir del librito de Clara Serra, El sentido de consentir (2024), donde se abordan muchos temas de interés, aunque controvertidos. Me permito aportar algunas ideas para clarificar el sentido del consentimiento y su relación con el deseo, junto con sus fundamentos teóricos. Selecciono varios párrafos:
“Las mujeres, ante una violación, pueden ‘decir’ -o pensar- que ‘no’, pero no ser suficiente para evitarla y estar sometidas a la imposición violenta y forzada; es decir, están obligadas ‘prácticamente’ a la relación sexual no consentida, contra la voluntad interior, o sea, ‘impuesta’. No se trata de la exigencia de ser heroica -hasta con el riesgo de la propia vida- para demostrar que no se accede, tolera, permite… o consiente. Y si no somos libres para decir que ‘no’, tampoco lo seríamos para decir que ‘sí’. Por tanto, el consentimiento no es oscuro, ni ambivalente, ni contiene proyectos autoritarios de dominación sino relaciones respetuosas y acordadas, es decir, basadas en el contractualismo voluntario, no en la imposición o el sometimiento abusivo…
A lo que se opone el consentimiento es, por una parte, al reaccionarismo patriarcal y autoritario que impone las ventajas de poder e imposición machista, con subordinación femenina, y, por otra parte, también al individualismo neoliberal de no reconocer o valorar a la otra persona. Y, por supuesto, se diferencia del individualismo idealista posmoderno, para el que prácticamente no existe el otro, infravalora el componente social del individuo, no contempla la relación social, solo prioriza el ‘deseo’ individual… y lo que venga después es indiferente en el plano social y ético. Por eso choca el consentimiento, como relación social voluntaria, con el pensamiento posmoderno individualista e irrealista.
En definitiva, el sentido del consentimiento sí se ha abordado públicamente y está claro su contenido sociopolítico más reequilibrador frente a la relación sexual coactiva, su influencia en el comportamiento social más respetuoso con las mujeres, su papel más garantista contra la violencia machista. Precisamente por ello ha recibido la gran campaña crítica y descalificadora de las derechas, que refuerza al sector más autoritario y conservador de los varones, algunos de ellos jóvenes; así como, a veces, ha recibido la desconsideración de sectores socialistas, incluso de algunas feministas, acomodaticios ante esa avalancha reaccionaria descalificadora.
O sea, la claridad sociopolítica feminista del consentimiento ha sido masiva y se ha expresado a nivel público ante hechos como el beso no consentido de Luis Rubiales a la campeona mundial, Jenni Hermoso, o la reciente repulsa social a la violación juzgada del futbolista Dani Alves, en cuya sentencia el tribunal ha ratificado el criterio del consentimiento para valorar la violencia machista. No obstante, continúa la disputa por su significado.”
Referencia web original:
https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/controversias-consentimiento/20240304153454224301.html
Izquierda transformadora: Introducción. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 232 (marzo).
Reproduzco los párrafos iniciales y el final de la introducción de esta obra:
“Este libro,Izquierda transformadora—edición digital y de acceso libre (366 pp.)— tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de los últimos quince años en España y, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años en torno a la frágil relación Sumar/Podemos con la perspectiva inicial de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones, y rota más tarde.
Utilizo de forma preferente la expresión ‘izquierda transformadora’ para caracterizar a todo el conjunto de formaciones políticas, agrupadas en la coalición electoral Sumar para las elecciones generales del 23 de julio de 2023 —incluido Podemos—, que mantienen una actitud más exigente y reformadora en beneficio de la mayoría popular. Está diferenciada de la socialdemocracia retórica del Partido Socialista que, en el comienzo de este ciclo sociopolítico progresista en 2010, ejercía una gestión dominante de carácter socioliberal ante la crisis socioeconómica, aunque luego, tras un lustro de crisis, se ha renovado parcialmente con el nuevosanchismo. Por otro lado, se diferencia de las izquierdas nacionalistas periféricas, con puntos comunes en su identidad social y sensibilidad plurinacional pero distintas de estas respecto de su énfasis en el nacionalismo particular. Así, esta izquierda nueva tiene un perfil más crítico, democratizador e igualitario, por la justicia social, laboral y distributiva, además de otros ejes específicos como su feminismo, su ecologismo y su plurinacionalidad federal/confederal…
El análisis se realiza desde la teoría crítica, en particular de la sociología política, la sociología de los movimientos sociales, la acción colectiva y el cambio social, y la sociología del género, con un enfoque realista, relacional y sociohistórico.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/232/ensayo/izquierda-transformadora-introduccion/
Feminismo de la igualdad. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Mientras Tanto, nº 232 (1/03/2024)
A raíz de los intentos de fundamentación programática del nuevo ministerio socialista de Igualdad, rebajando la importancia del consentimiento, y el nombramiento de la directora del Instituto de las mujeres, con posiciones contra la Ley trans, se analizan las perspectivas alicortas del feminismo institucional y los retos igualitarios del feminismo transformador. Se seleccionan los últimos párrafos:
“Parece que los derroteros del nuevo Ejecutivo van por otro camino. Se está intentando poner las bases doctrinales, las responsabilidades ejecutivas y la distorsión de las prioridades feministas para dar soporte a un feminismo institucional alicorto, sin abordar convenientemente los grandes retos feministas. Su plan puede tener elementos positivos y de continuidad con el feminismo socialista anterior que, particularmente, en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero (2004/2008) supuso unas reformas legales y simbólicas significativas, especialmente con la Ley de Igualdad, la Ley contra la Violencia de género y la Ley del matrimonio igualitario.
La evidencia empírica e histórica ha demostrado que, en estas dos últimas décadas, aquel feminismo institucional, levemente reformador y muchas veces solo retórico, superficial y formalista, se ha visto como insuficiente por la nueva y masiva conciencia feminista, especialmente de mujeres jóvenes, en unas condiciones desiguales insostenibles. Esa demanda igualitaria es la base social justificativa para el impulso renovador de estos años.
Precisamente, esa situación de bloqueo en la igualdad de género, con la persistencia de la subordinación femenina y el acoso machista, ha sido cuestionada y desbordada por las exigencias de la cuarta ola feminista de amplia base crítica y popular que, sobre todo, desde 2018, alumbró las nuevas demandas de derechos y condiciones igualitarias y emancipadoras para las mujeres y colectivos LGTBI.
De fondo, este feminismo transformador, real y sustantivo, ligado a la tradición igualitaria-emancipadora de los feminismos anteriores, ha constituido la mejor expresión sociopolítica y cultural progresista de los últimos años y una masiva dinámica popular reformadora de las relaciones sociales e institucionales. Es por lo que tiene enemigos poderosos, con estrategias de división, descalificación y distorsión de su dinámica liberadora.
Por tanto, el diseño de este feminismo institucional socialista, dentro de su tradición de un feminismo levemente reformador, formalista y retórico empieza a distanciarse del necesario impulso y consolidación de los derechos feministas y el avance en la igualdad real. Se quedará en cambios superficiales, dirigidos a mejorar el estatus de ciertas élites y capas acomodadas y, en particular, a conseguir un aval legitimador del nuevo ministerio de Igualdad, sin remover mucho las relaciones desiguales, la persistente discriminación femenina y los abusos de poder patriarcal, así como evitar la amenaza de retrocesos promovidos desde sectores reaccionarios.
En definitiva, tras la mejora de los derechos feministas en la anterior legislatura, aun con sus controversias, el reto es el avance significativo en la igualdad real, sin rebajar la exigencia de consentimiento en las relaciones sexuales -la experiencia de Jenni Hermoso y las campeonas mundiales frente al beso no consentido de Rubiales ha sido muy ilustrativa-, como garantía de libertad y no imposición. Frente a los límites previsibles del nuevo ministerio de Igualdad y el feminismo institucional, se dibuja sobre todo una tarea transformadora para el conjunto del movimiento feminista y las fuerzas progresistas.”
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/232/de-otras-fuentes/feminismo-de-la-igualdad/
La versión inicial se editó en Público /5/01/2024:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/78628/feminismo-de-la-igualdad/
Enseñanzas y perspectivas. Antonio Antón, en Rebelión (29/02/2024)
Reproduzco los párrafos finales:
“Como se ha dicho, se ha ido produciendo un cierto declive gradual de ese espacio, aunque una parte votante desplazada hacia el PSOE (o la izquierda nacionalista) se puede considerar todavía una base social transformadora y reversible o dual en su expresión electoral. La opinión realista es que, por una parte, todavía permanece algo de ese impulso transformador desde abajo, con esa experiencia sociopolítica y una cultura política más social y democrática, que explica la permanencia -debilitada- de un espacio sociopolítico y electoral más crítico y exigente que el Partido Socialista y diferenciado del nacionalismo. Por otra parte, además de evitar las insuficiencias y limitaciones de la dirigencia de los grupos alternativos, en particular de Sumar y Podemos, es necesaria la revitalización y la cooperación de ese espacio.
No obstante, esa aproximación unitaria va a venir (si viene a corto o medio plazo), fundamentalmente, en la medida que haya una reactivación cívica de distintos movimientos sociales y su mayor o menor convergencia e impacto sociopolítico y cultural; por otro lado, según la capacidad socialdemócrata para neutralizarlo o reorientarlo. Ello permitiría condicionar a las estructuras partidarias alternativas con un proceso democrático de cambio de progreso, más unitario, constructivo, plural y reformador, en el marco de su actual recomposición.
O sea, la solución, de venir, vendrá de abajo y, en parte, de fuera de las élites partidistas actuales, y su liderazgo se renovará y fortalecerá en la medida que se impulse, regule y coordine esta combinación de la activación cívica, el arraigo social y la acción democrática y plural de todo el conglomerado alternativo con su gestión institucional. Y ello supondría, en tensión con la dinámica de debilitamiento y división de esta izquierda transformadora, con sus pugnas corporativas y sus implicaciones para la gobernabilidad de progreso, una renovación y recomposición de las estructuras partidarias, en un nuevo proceso de refundación, camino de un amplio frente cívico, unitario, democrático y popular.”
Referencia web original:
Lecciones en torno a la recomposición de la izquierda transformadora. Antonio Antón, en Público (25/02/2024)
“La izquierda alternativa, diferenciada del PSOE y de la izquierda nacionalista, está en un proceso transitorio de rearticulación. La coalición Sumar y Podemos, además del Partido Socialista, se han llevado un batacazo en las elecciones gallegas. Junto con la experiencia de sus tensas relaciones en los últimos meses y los retos inmediatos de las elecciones europeas exigen una reflexión colectiva. Se trata de valorar su papel y su futuro, en el marco del objetivo compartido de reforzar el bloque progresista, democrático y plurinacional frente a la ofensiva de las derechas…
La consolidación del bipartidismo es difícil, al menos en la izquierda, con la completa hegemonía del Partido Socialista, a través de la mayor absorción, minoración y subordinación de Sumar y la (casi) marginación de Podemos, que haría innecesario incluso un gobierno de coalición y se abriría su acariciado objetivo por gobernar en solitario o con mayor autonomía respecto de su izquierda; igualmente, respecto del nacionalismo de izquierda (ERC, EH-Bildu y BNG), aunque es más difícil su neutralización por el peso de la plurinacionalidad de la sociedad española.
No obstante, el conflicto social y democrático (incluido el ecológico, el feminista y el territorial) persiste y hay espacio sociopolítico para una izquierda social y política transformadora o, si se quiere, una fuerza democratizadora y reformadora de lo socioeconómico y laboral -un nuevo y renovado laborismo-. En ese sentido, la existencia y relevancia de Podemos, frena tres dinámicas problemáticas: La moderación de Sumar con su subordinación a la estrategia socialista; la propia tendencia centrista del PSOE, y la desarticulación de un frente plurinacional relevante, incorporado a la llamada dirección de Estado, vista con recelo en la izquierda moderada y sin convicciones federalistas. Pero ese digno y valiente papel, con el desafío al poder establecido y las inercias adaptativas, es el fundamento que explica su freno por los poderes fácticos.
Por tanto, el debilitamiento de Podemos es perjudicial para mantener un espacio sociopolítico y electoral relevante autónomo del Partido Socialista, con un empuje transformador, aunque también puede representar una parte social significativa de la alianza de Sumar. Todavía hay vasos comunicantes entre las bases sociales de las dos sensibilidades y con la socialista. Así, se debería tender, especialmente por abajo, al establecimiento de puentes unitarios y consensuar una competencia ordenada y democrática que defina los equilibrios representativos en cada coyuntura, y se puedan sumar realmente todos los esfuerzos transformadores con su representatividad real.
En definitiva, al igual que en los grandes movimientos populares progresistas o amplios frentes sociales y políticos, es posible combinar diversidad y colaboración, frente al bloque de los poderosos. En consecuencia, es conveniente resaltar los intereses y objetivos comunes, así como consensuar los procedimientos democráticos para articular las estructuras orgánicas y de representación y la regulación de los desacuerdos y la pluralidad existentes.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/80508/lecciones-izquierda/
Arraigo social y reactivación cívica, claves para la remontada alternativa. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (21/02/2024)
Transcribo la introducción de esta reflexión:
“Hay un problema estructural en la conformación de la izquierda transformadora: su vinculación con el tejido asociativo y popular, con los movimientos sociales y sus activistas, incluido el sindicalismo, el feminismo y el ecologismo, muchos con doble militancia en organizaciones sociales y políticas, así como con las demandas surgida de abajo, de la propia sociedad civil.
En esta década, se ha construido una representación política al calor de un amplio y heterogéneo movimiento popular, por la activación cívica y la protesta social progresista simbolizadas por el movimiento 15-M. Pero, aparte del descenso relativo de la movilización social -salvo la cuarta ola feminista y ciertas movilizaciones parciales, como la de la sanidad pública o los pensionistas-, se ha producido un giro estratégico, discursivo y organizativo por la preferencia de la acción comunicativa, como constructora de campo electoral, y la acción institucional como gestión reformadora que legitima y reproduce a esa representación partidaria.
No obstante, esos dos ejes, discursivo e institucional, son insuficientes para evitar su declive representativo. Y, junto con otras causas, como el acoso político y mediático y la capacidad renovadora del propio Partido Socialista, se ha ido viendo el factor decisivo de otro rasgo fundamental de su articulación: el déficit de su arraigo social, denominado mediáticamente como inserción en el territorio. Se trata de esa vinculación real y directa con la gente, especialmente la más activa y sensibilizada, con su problemática y sus aspiraciones para articular las políticas públicas. El impacto ha sido evidente en los últimos comicios autonómicos gallegos, al igual que en los anteriores del 28 de mayo, sin que en unas elecciones generales como las del 23-J tenga el mismo peso al complementarse con la credibilidad gestora y transformadora del conjunto del país.
En ese sentido, la prioridad reformadora de la izquierda alternativa, dentro del bloque progresista, democrático y plurinacional, no es solo sobre las cosas cotidianas de las condiciones de vida, trabajo, protección pública o sostenibilidad medioambiental de las mayorías sociales, sino también la necesidad para abordar y ser creíble respecto de las políticas globales, las estrategias y los relatos que están vinculadas con ellas. Y, normalmente, están en pugna con los de las derechas reaccionarias, incluso con el socioliberalismo continuista.
Forman parte de la legitimación y articulación de las representaciones políticas, su papel mediador con las demandas populares y, por tanto, por la pugna -legítima- por el poder institucional. Se trata de ligar esas aspiraciones ciudadanas inmediatas con la problemática de fondo sociolaboral, económica y democrática, con un objetivo más profundo de la justicia social y la democracia, con la defensa del Estado de bienestar y de derecho y los servicios públicos, con la redistribución pública, la justicia fiscal y la protección social, por una dinámica igualitaria y emancipadora, característica de la izquierda democrática.
Por tanto, la solución viene por el refuerzo de ese arraigo social y la voluntad y la credibilidad transformadora de la representación política de la izquierda alternativa, acompañada de la activación cívica y la pugna ideológica y cultural desde los valores progresistas y los derechos humanos, sociales y democráticos.”
Referencia web original:
Sumar y Podemos en la encrucijada. Antonio Antón, en Rebelión (20/02/2024)
Transcribo la introducción de este ensayo y sus conclusiones:
“En un libro reciente, Izquierda transformadora, he analizado las características y la evolución de este espacio sociopolítico y electoral desde el movimiento 15-M, la aparición y el papel de Podemos y las distintas convergencias y aliados y, particularmente, el desarrollo de los dos últimos años de la relación entre Sumar y Podemos. Por tanto, considerando el contexto sociohistórico y los condicionamientos políticos y estructurales, aquí me centro en la conformación de la representatividad y la relación entre estos grupos políticos tras el 23J, con la vista puesta en el hecho inmediato más significativo, las elecciones europeas y la experiencia sociopolítica de estos meses, que va a condicionar su futuro competitivo y/o unitario con su correspondiente rearticulación para la etapa posterior que culminará en las próximas elecciones generales (y locales) de 2027, o antes si son adelantadas. Y, finalmente, expondré una valoración de su relación y su futuro…
Por tanto, Sumar no ha cumplido sus expectativas de ensanchamiento electoral y de capacidad de unificar el conjunto del espacio: ha mejorado la integración de una parte que estaba fuera de Unidas Podemos, básicamente las formaciones del acuerdo del Turia (Más Madrid/Más País, Compromís, Chunta Aragonesista, MES de Illes y Dragó canario), pero ha favorecido la separación de Podemos, que era la fuerza organizada principal y no reconocida de todo el conglomerado. Lo que sí ha conseguido Sumar es sustituir la primacía del liderazgo del conjunto de la alianza e imprimir un discurso más amable -salvo con su izquierda-, pero sin evitar el declive representativo de la izquierda transformadora, a tenor de los resultados del 23J y las posteriores encuestas.
En definitiva, contando con la previsible competencia y reconfiguración representativa en las elecciones europeas, está pendiente un doble proceso con mutua interacción: el impulso de una dinámica transformadora creíble, en el marco de un acuerdo global de progreso del bloque democrático y plurinacional, y la articulación en la izquierda transformadora de mecanismos unitarios con respeto al pluralismo existente y procedimientos democráticos, en la perspectiva de avanzar en un amplio frente alternativo.”
Referencia web original:
Representatividad y relación entre Sumar/Podemos. Antonio Antón en Público (17/02/2024)
Análisis, a raíz de los estudios recientes del CIS, para darle un sentido más objetivo y realista a esos dos temas delicados y complejos. Selecciono varios párrafos:
“Hasta aquí, los números objetivos de la representatividad electoral de cada cual y la trayectoria última. El peso y la proporción del espacio en conjunto y cada una de sus tendencias se va configurando. La dinámica de declive electoral se ha frenado, aunque se estanca el descenso respecto del periodo anterior; la articulación orgánica de Sumar todavía es incipiente y frágil pero se va consolidando como la coalición más representativa de esa izquierda diferenciada de la socialdemocracia -y la izquierda nacionalista- con hasta 2,5 millones de votos.
No obstante, Podemos, frente a algunos augurios, continua sin desaparecer, con un electorado propio significativo (unos 700 mil) pero lejos del peso mayoritario y decisivo en todo el conglomerado alternativo de la etapa anterior.
Las dos tendencias permanecen, en agria disputa, sin terminar de consolidarse en sus respectivas bases socio-electorales pero dibujando unas proporciones aproximadas de su representatividad electoral y, sobre todo, de la primacía dirigente de Movimiento Sumar, con un talante más moderado, dialogador y transversal, y la posición más secundaria de Podemos, con un enfoque más transformador, exigente y de izquierdas.
En ese sentido, las elecciones europeas constituyen un proceso de legitimación socio-electoral y político de las dos formaciones (y de una posible tercera) para medir su representatividad y establecer con mayor objetividad las bases relacionales entre ellas. La particularidad es que, con distrito único estatal, se necesitan cerca de 400.000 votos para acceder a un escaño, y trasladando estos porcentajes, aun con la previsión de un aumento de la abstención, habitual respecto de las elecciones generales o las territoriales, tenemos que Podemos tendría asegurado una eurodiputada, con posibilidades de la segunda, y Sumar entre cinco y seis. La pugna por la influencia política y el reconocimiento electoral continuaría.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/80173/representatividad-y-relacion-entre-sumar-podemos/
Empuje reformador y unitario. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (14/02/2024)
La idea desarrollada es que sí es posible implementar medidas sociales igualitarias y de progreso, aunque limitadas por ese tipo de mayoría parlamentaria necesaria y un ambiente social poco activo, así como en el ámbito democrático y territorial, y acompañadas de un proceso unitario e integrador en la izquierda transformadora. Selecciono varios párrafos:
“En el doble proceso de la formación de Sumar, de escucha ciudadana y de legitimación y refuerzo de su autonomía y su nuevo liderazgo respecto de Unidas Podemos, se muestra la incapacidad o falta de voluntad para articular un procedimiento democrático o una articulación de la representatividad de cada corriente interna, con una orientación política consensuada. Se impone el objetivo imperioso del desplazamiento del anterior núcleo dirigente, con una dinámica competitiva a nivel interno, al mismo tiempo que con un discurso externo más amable y una gestión institucional más posibilista o acomodaticia a la preponderancia socialista; su valoración es que Podemos resta más que suma y su papel debe reducirse al mínimo, recogiendo o trasvasando parte de su base social y de su militancia. Se cierra el diálogo interno y se abre la confrontación, en clara contraposición con la integración y la suma de todos en la pluralidad, así como con la oferta dialogadora y el mecanismo de la negociación en otros ámbitos políticos. El resultado es una lucha fratricida penosa que retrata la débil capacidad articuladora de esta representación de la nueva política…
En definitiva, contando con la previsible competencia y reconfiguración representativa en las elecciones europeas, está pendiente un doble proceso con mutua interacción: el impulso de una dinámica transformadora creíble, en el marco de un acuerdo global de progreso del bloque democrático y plurinacional, y la articulación en la izquierda transformadora de mecanismos unitarios con respeto al pluralismo existente y procedimientos democráticos, en la perspectiva de avanzar en un amplio frente alternativo.”
Referencia web original:
El conflicto del subsidio de desempleo. Antonio Antón, en Rebelión (26/01/2024)
En este ensayo se analiza el significado de recorte social en el contexto sociohistórico, la injusticia para personas desempleadas mayores de 52 años, las medidas positivas y negativas en el decreto, el que el coste de las mejoras de unos se financia con la reducción para otros, así como el fiasco parlamentario, la ruptura en la izquierda y la necesidad de su recomposición.
Referencia web original:
https://rebelion.org/el-conflicto-del-subsidio-de-desempleo/
Recorte y/o mejoras en el subsidio de desempleo. Antonio Antón, en Público (25/01/2024)
Análisis de la ambivalencia del decreto no aprobado en el Parlamento y pendiente de negociar para evitar lo negativo y reforzar lo positivo. Selecciono varios párrafos:
En el decreto de modificación del subsidio de desempleo se combinan tres tipos de medidas, más significativas. Las primeras, positivas. Para menores de 52 años, con derecho a percepción -hoy unos 264.000 -38% del total-, se incrementaría el importe de 480 euros hasta los 570 euros (95% del IPREM) durante los primeros seis meses y a 540 (90%) los seis meses siguientes, manteniéndose en los 480 euros (80%) durante el resto del periodo hasta un total de 21 meses. Es un incremento limitado pero real. El segundo tipo de medidas también es positivo, la ampliación de la cobertura a varios colectivos, los más significativos… No obstante, el tercer tipo de ajustes para personas mayores de 52 años con derecho al subsidio de paro, previsto también para junio de 2024 para los nuevos perceptores, es negativo…
Por tanto, el grueso de las medidas positivas del subsidio a menores de 52 años y la ampliación de su cobertura a otros colectivos, se financiarían con el recorte impuesto a los mayores de 52 años. Se produce un desplazamiento del gasto público de un colectivo social vulnerable -con la expectativa de su vuelta al empleo y con una duración determinada- a otro también (más) vulnerable -acentuando su carácter asistencial, indefinido y fuera del mercado laboral-. Se opone al criterio global de progresividad fiscal, de ampliar los recursos de los sectores pudientes hacia los más desfavorecidos, junto con promover un mercado de trabajo más digno, en el que todavía hay 2,7 millones de personas desempleadas, de ellos un millón de larga duración, con protección social insuficiente e inadecuadas políticas activas.
En consecuencia, el intercambio de ventajas y desventajas entre colectivos vulnerables es segregador, el Estado cargaría sobre ellos la responsabilidad de la situación de paro y la insuficiencia protectora. El decreto afectaba de forma desigual, con algunos retrocesos y en competencia entre distintos colectivos, y conllevaba un carácter insolidario. Ese recorte es social y divisivo, y además tiene implicaciones políticas y también éticas e ideológicas. Una reforma progresista para la gente parada exigiría un plan ambicioso de recursos públicos y cohesión social.
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/79245/recorte-y-o-mejoras-en-el-subsidio-de-desempleo/
El fiasco del subsidio de paro. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (24/01/2024)
Analizo la injusticia para personas desempleadas mayores de 52 años y el fracaso parlamentario, la ruptura en la izquierda y la necesidad de su recomposición. Selecciono varios párrafos:
En ese marco de pacto progresista y plurinacional de la investidura de Sánchez, con cierta garantía de estabilidad gubernamental y parlamentaria frente a la estrategia derechista, se ha producido el desencuentro sobre el decreto del subsidio de desempleo, entre Podemos y el Gobierno de coalición, que ha provocado su no aprobación parlamentaria, con el correspondiente conflicto político, en especial con Sumar que protagonizaba su contenido.
No se trata de un desajuste normativo más o un tema secundario. Y aunque es una medida parcial en esa trayectoria compartida frente a las derechas reaccionarias, está rodeada de una fuerte controversia en la que se dilucida un doble componente. Por un lado, su carácter de recorte social a un sector vulnerable y, por tanto, su papel como mal precedente para una dinámica de progreso, en defensa del interés de las capas populares y el bienestar general. Por otro lado, su impacto en los procesos de legitimación de los actores políticos, en particular entre el promotor, el Ministerio de Trabajo con Yolanda Díaz a la cabeza, que busca consolidar su hegemonía representativa en el espacio a la izquierda del PSOE, y la dirección de Podemos y su capacidad de iniciativa política una vez salido del grupo parlamentario conjunto y su apuesta por demostrar su representatividad en las elecciones europeas con un perfil diferenciado y, según ellos, no reconocida en su pertenencia a la coalición.
En definitiva, se trata de evaluar el hecho en sí mismo, el carácter (in)justo del recorte incorporado en el decreto -la reducción de la cotización de los mayores de 52 años, con minoración de su futura pensión-, la valoración comparativa entre esa medida negativa -o justificada- del decreto, y otras medidas positivas, reconocidas por todas las partes -excepto por las derechas-, y los motivos y efectos político-electorales de esa falta de acuerdo entre la dirigencia de Sumar (y PSOE) y la de Podemos.”
Referencia web original:
Izquierda transformadora. Antonio Antón Morón. Publicaciones de asociados de la FES-Federación Española de Sociología (24/01/2024)
Reseña:
El contenido tiene un doble hilo conductor. Por un lado, esanalítico de los rasgos principalesde esta dinámica social y política, así como de su contexto socioeconómico, institucional y de alianzas en las diferentes fases. Así, se explican la situación de Sumar en la encrucijada (cap. 4), la compleja formación del frente amplio (cap. 8), el balance y la situación tras las elecciones generales del 23-J con las características de la nueva etapa progresista, su gobernabilidad y la agenda social y territorial (cap. 9) y la articulación de la izquierda transformadora, así como sus perspectivas (cap. 10).
Por otro lado, es valorativo con distintas reflexiones de carácter teórico y estratégico sobre el alcance del cambio de progreso, así como de varios debates específicos con una dimensión global. En ese sentido, se abordan las transformaciones sociales y su relación con las identidades colectivas (cap. 1), la interacción entre sujetos, acción colectiva y hegemonía (cap. 2), el significado y la vigencia de las clases sociales (cap. 3), los retos del feminismo junto con la prioridad del consentimiento (cap. 6) y el carácter de la nueva cuestión social, las insuficiencias del liberalismo y la necesidad de profundizar en el pensamiento crítico (cap. 7). Como temática mixta y que enlaza los dos campos de estudio está el carácter de la estrategia transformadora (cap. 5), con la vinculación entre estrategia de cambio, proyecto de país y fuerza social.
Libro digital y de acceso libre. Ediciones Dyskolo (366 pp.):
https://www.dyskolo.cc/catalogo/lib087
Referencia web original:
https://fes-sociologia.com/noticia/Izquierda-transformadora-Antonio-Anton-Moron-1705513648
Presentación del libro “Izquierda transformadora”. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (17/01/2023)
Este libro,Izquierda transformadora, edición digital y de acceso libre (366 pp.), que presento con estas líneas, tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de losúltimos quince años en Españay, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años en torno a la frágil coalición Sumar/Podemos para las elecciones generales de 23 de julio de 2023, con la perspectiva de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones, y rota más tarde…
El contenido tiene un doble hilo conductor. Por un lado, esanalítico de los rasgos principalesde esta dinámica social y política, así como de su contexto socioeconómico, institucional y de alianzas en las diferentes fases. Así, se explican la situación de Sumar en la encrucijada (cap. 4), la compleja formación del frente amplio (cap. 8), el balance y la situación tras las elecciones generales del 23-J con las características de la nueva etapa progresista, su gobernabilidad y la agenda social y territorial (cap. 9) y la articulación de la izquierda transformadora, así como sus perspectivas (cap. 10).
Por otro lado, esvalorativo con distintas reflexiones de carácter teórico y estratégicosobre el alcance del cambio de progreso, así como de varios debates específicos con una dimensión global. En ese sentido, se abordan las transformaciones sociales y su relación con las identidades colectivas (cap. 1), la interacción entre sujetos, acción colectiva y hegemonía (cap. 2), el significado y la vigencia de las clases sociales (cap. 3), los retos del feminismo junto con la prioridad del consentimiento (cap. 6) y el carácter de la nueva cuestión social, las insuficiencias del liberalismo y la necesidad de profundizar en el pensamiento crítico (cap. 7). Como temática mixta y que enlaza los dos campos de estudio está el carácter de la estrategia transformadora (cap. 5), con la vinculación entre estrategia de cambio, proyecto de país y fuerza social.”
Referencia web original:
Feminismo de la igualdad. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Público (5/01/2024)
A raíz de los intentos de fundamentación programática del nuevo ministerio socialista de Igualdad, rebajando la importancia del consentimiento, y el nombramiento de la directora del Instituto de las mujeres, con posiciones contra la Ley trans, se analizan las perspectivas alicortas del feminismo institucional y los retos igualitarios del feminismo transformador. Se seleccionan los últimos párrafos:
“Parece que los derroteros del nuevo Ejecutivo van por otro camino. Se está intentando poner las bases doctrinales, las responsabilidades ejecutivas y la distorsión de las prioridades feministas para dar soporte a un feminismo institucional alicorto, sin abordar convenientemente los grandes retos feministas. Su plan puede tener elementos positivos y de continuidad con el feminismo socialista anterior que, particularmente, en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero (2004/2008) supuso unas reformas legales y simbólicas significativas, especialmente con la Ley de Igualdad, la Ley contra la Violencia de género y la Ley del matrimonio igualitario.
La evidencia empírica e histórica ha demostrado que, en estas dos últimas décadas, aquel feminismo institucional, levemente reformador y muchas veces solo retórico, superficial y formalista, se ha visto como insuficiente por la nueva y masiva conciencia feminista, especialmente de mujeres jóvenes, en unas condiciones desiguales insostenibles. Esa demanda igualitaria es la base social justificativa para el impulso renovador de estos años.
Precisamente, esa situación de bloqueo en la igualdad de género, con la persistencia de la subordinación femenina y el acoso machista, ha sido cuestionada y desbordada por las exigencias de la cuarta ola feminista de amplia base crítica y popular que, sobre todo, desde 2018, alumbró las nuevas demandas de derechos y condiciones igualitarias y emancipadoras para las mujeres y colectivos LGTBI.
De fondo, este feminismo transformador, real y sustantivo, ligado a la tradición igualitaria-emancipadora de los feminismos anteriores, ha constituido la mejor expresión sociopolítica y cultural progresista de los últimos años y una masiva dinámica popular reformadora de las relaciones sociales e institucionales. Es por lo que tiene enemigos poderosos, con estrategias de división, descalificación y distorsión de su dinámica liberadora.
Por tanto, el diseño de este feminismo institucional socialista, dentro de su tradición de un feminismo levemente reformador, formalista y retórico empieza a distanciarse del necesario impulso y consolidación de los derechos feministas y el avance en la igualdad real. Se quedará en cambios superficiales, dirigidos a mejorar el estatus de ciertas élites y capas acomodadas y, en particular, a conseguir un aval legitimador del nuevo ministerio de Igualdad, sin remover mucho las relaciones desiguales, la persistente discriminación femenina y los abusos de poder patriarcal, así como evitar la amenaza de retrocesos promovidos desde sectores reaccionarios.
En definitiva, tras la mejora de los derechos feministas en la anterior legislatura, aun con sus controversias, el reto es el avance significativo en la igualdad real, sin rebajar la exigencia de consentimiento en las relaciones sexuales -la experiencia de Jenni Hermoso y las campeonas mundiales frente al beso no consentido de Rubiales ha sido muy ilustrativa-, como garantía de libertad y no imposición. Frente a los límites previsibles del nuevo ministerio de Igualdad y el feminismo institucional, se dibuja sobre todo una tarea transformadora para el conjunto del movimiento feminista y las fuerzas progresistas.”
Referencia web original:
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/78628/feminismo-de-la-igualdad/
Se reedita en Voces Críticas nº 43 (15/01/2024):
https://mailchi.mp/3e628909f033/boletn-voces-crticas-n-43-enero-2024
Camino por recorrer. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 230 (1/01/2024)
El frágil acuerdo entre Sumar y Podemos se ha roto. Es necesario analizar su significado, el contexto, las perspectivas estratégicas y el futuro y, sobre todo, definir los retos para la izquierda transformadora y el camino por recorrer. En este ensayo explico las siguientes secciones: Poner las luces largas; Superar la fragmentación, la prepotencia y el sectarismo; Qué tipo de cambios se producen, por qué y cuáles son sus efectos; Perspectivas estratégicas y frente amplio; Retos para la izquierda transformadora.
Referencia web original:
https://mientrastanto.org/230/ensayo/camino-por-recorrer/
Se reedita en Voces Críticas nº 43 (15/01/2024):
https://mailchi.mp/3e628909f033/boletn-voces-crticas-n-43-enero-2024
La ambivalencia del liberalismo. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (11/12/2023), y en Mientras Tanto nº 230 (1/01/2024)
Analizo dos aspectos, el carácter doble del liberalismo y su relación con las otras dos grandes tendencias ideológicas, la derecha conservadora y reaccionaria y la izquierda, por un lado, y la pugna por la verdad y la legitimidad democrática de las distintas corrientes políticas y socioculturales, por otro lado. Además, añado la caracterización de un socioliberalismo irrealista y antipluralista. Transcribo los párrafos finales:
“Además de ese alejamiento del realismo analítico y la orientación reformadora progresista, esta evolución del liberalismo político ha tenido otra característica sustancial: su carácter antipluralista con su correspondiente déficit democrático. Junto con rasgos elitistas, tecnocráticos y de restricción participativa se configura su adversario principal a reducir y deslegitimar: la izquierda. No se trata de la normalizada competencia política y electoral por hacer prevalecer la propia representatividad e influencia sociopolítica, sino de la prioridad, con armas ventajosas de todo tipo -mediáticas, jurídicas, institucionales…-, de desprestigiar a las izquierdas transformadoras y limitar su influencia política. Los consensos con las derechas y el orden establecido van en detrimento de la colaboración con las izquierdas y una dinámica de cambio progresista.
Todo ello denota una débil cultura democrática, sin una perspectiva unitaria para impulsar un cambio de progreso. Y lo más problemático es la justificación para consolidar ese aislamiento de los grupos sociales y políticos alternativos, desautorizando su base de legitimidad: acusarles de irrealismo y, por tanto, de inutilidad práctica para la gente común; o sea, atacando su identidad transformadora e infravalorando sus valores democráticos y de justicia social. Con ello se llega a la gran inversión cínica o hipócrita del liberalismo centrista -no hablamos de las derechas reaccionarias-, con peso en la socialdemocracia europea, de disputar a la izquierda su carácter realista y de arraigo entre las capas populares y la sociedad, así como su función reformadora y democrática por la igualdad, la libertad y la solidaridad.
En definitiva, el liberalismo es ambivalente. Particularmente, el liberalismo político y social, tiene componentes progresistas como la defensa de las libertades individuales, la tolerancia relacional, el Estado de derecho y los derechos humanos, pero también conlleva dinámicas regresivas frente a los derechos sociales, una democracia participativa o una ciudadanía social plena, con una dinámica basada en unos valores de igualdad real y democracia participativa frente al poder establecido.”
Referencia web original:
https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/ambivalencia-liberalismo/20231211151213220660.html
Una versión inicial se publica en Rebelión (23/11/2023):
https://rebelion.org/el-caracter-doble-del-liberalismo/
Referencia web de la reedición en MientrasTanto (1/01/2024):
https://mientrastanto.org/230/de-otras-fuentes/la-ambivalencia-del-liberalismo/