Sociólogo y politólogo.  Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (2003/2022)

SE HACE CAMINO AL ANDAR: Estudiar, comprender, transformar

SE HACE CAMINO AL ANDAR: Estudiar, comprender, transformar

Artículos y ensayos ajenos destacados

Selección mensual del texto más significativo para un pensamiento crítico.

(Los anteriores a diciembre de 2019 están, junto con los propios, en: Artículos destacados)

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Gaza: Occidente no se entera de nada. Pankaj Mishra (6/10/2024)


Agudo, valiente y certero análisis de Mishra. La clarividencia critica frente al supremacismo blanco y el imperialismo y el nuevo colonialismo, con el genocidio israelí actual, tenía que venir del Sur global. Mucho mérito frente a la responsabilidad de periodistas y medios. Selecciono varios párrafos:


“Vivimos en un mundo que difiere por completo, en todas sus variantes de mentalidad política, actitud emocional y estructura económica, del mundo de hace solo dos décadas. La historia siempre ha consistido en un choque entre distintos relatos en los que la gente desea reconocerse. El relato que escogemos sobre el pasado nos orienta hacia el mundo actual, nos ofrece un lugar y una identidad, y explica en líneas generales nuestros sentimientos sobre lo que es posible. El marco del periodismo occidental, muy utilizado, se construyó sobre los triunfos de Occidente: la derrota de los regímenes totalitarios en dos guerras mundiales, la contención de Alemania, Italia y Japón en la posguerra y la victoria sobre el comunismo en la Guerra Fría, seguida de la propagación mundial del capitalismo y la democracia occi­dentales. Esta experiencia excepcional de progreso en el Occidente de posguerra llevó a sus beneficiarios a hacer generalizaciones optimistas sobre los cambios en el resto del mundo y la capacidad de Occidente para dirigirlos...


Pero esta versión de la historia en la que les gustaba reconocerse a varias generaciones de periodistas occidentales choca ahora con otro relato mucho más amplio, resonante y convincente: el de la descolonización, el acontecimiento fundamental del siglo XX para la inmensa mayoría de la población humana.


Mucho antes de que estallara la guerra y de que las informaciones sobre ella se convirtieran en mentiras descaradas, las personas de ascendencia no occidental ya estaban exigiendo urgentemente la descolonización de los sistemas occidentales de conocimiento y un cambio en la imagen que tienen de sí mismos los antiguos imperios que impusieron la supremacía blanca. Eso quiere decir una transformación de las culturas públicas, desde la sustitución de topónimos, estatuas y fondos de museos hasta la modificación y corrección de los planes de estudios académicos, el periodismo y la retórica política.


Como es lógico, este cambio de imagen es inaceptable para muchos occidentales, cuya reacción es obstinarse en ideas fracasadas y tesis destrozadas y apresurarse a reforzar las estructuras de desigualdad que siempre los ha beneficiado. El nacionalismo blanco en la política actual ha empezado a tener una siniestra contrapartida en el ámbito cultural que trata de acabar con la diversidad intelectual, aunque de boquilla defienda el pluralismo demográfico…


Estamos destinados a ser observadores indefensos mientras una potencia que actúa al margen de toda conciencia y se basa en ficciones ideológicas es capaz de racionalizar hasta un genocidio retransmitido en directo. Desde luego, después de Gaza tengo todavía menos confianza en que sea posible recuperarnos de la era de la posverdad. Mis contribuciones al periodismo literario e intelectual durante tres décadas resultan hoy insignificantes, desproporcionadas en comparación con el reconocimiento y las recompensas materiales que he recibido.”


Referencia web original:

https://elpais.com/ideas/2024-10-06/gaza-occidente-no-se-entera-de-nada.html

Sobre el ‘sí’ o el ‘no’ en el consentimiento a raíz del caso Pélicot. Silvia L. Gil (4/10/2024)


Buen enfoque, con argumentos clarificadores. Selecciono varios párrafos:


“Esto significa que el Sí no anula el No. Habrá situaciones en las que soy capaz de decir No, sobre todo en la medida en que el feminismo siga dando herramientas para identificar abusos y elaborar estrategias para salir de ellos. Y habrá momentos en los que no soy capaz. Si eso me ocurre quiero tener la certeza de que un juez no puede argumentar que el deseo del ser humano es opaco y que, por tanto, no es posible dirimir si yo en el fondo realmente deseaba estar ahí. Me gustaría que esa reflexión se quede en otros ámbitos de la vida social donde mi integridad no esté amenazada y donde puedo jugar sin peligro evidente (aún con el peso del patriarcado, las mujeres y las diversidades sexo-genéricas siempre han gozado y deseado de muchas maneras, lo que muestra, entre otras cosas, que la ley nunca totaliza el deseo, incluso cuando uso la ley a mi favor para defenderme). El Sí y el No son iguales en tanto afirmaciones de la diferencia (interrumpo lo que hay para hacer valer mi voluntad), pero el Sí, enfocado a la otra parte, añade al otro en la relación, recupera la interdependencia del vínculo, saca al sujeto fuera de sí para ver algo más que su sí mismo: llama la atención sobre una relación que siempre es con otra persona frente a la que no cabe indiferencia (no en un sentido amoroso, sino simbólico). En otras palabras: coloca al individuo ante la necesidad de reconocer un deseo que no es el propio, obligándolo a salir del ensimismamiento individual.


Si nos quedamos solo en el No, se abre la posibilidad de que aparezcan sospechas sobre el papel de la víctima, Gisèle Pélicot, y de todas las víctimas: "es imposible que ella no se diese cuenta" o "¿no sería un juego con su marido y ahora le ha dado vergüenza y lo denuncia?". Si pensamos desde la responsabilidad compartida del Sí esta posibilidad se cierra, todo cambia, el foco se sitúa en ellos: ¿hablaron con ella en algún momento para mantener relaciones? ¿Estaba despierta o consciente durante el acto? ¿Se cercioraron de que ella consentía estar ahí? Necesitamos claridad en el ámbito jurídico. La reflexión sobre la complejidad humana desligada de las relaciones de poder (para que estas no totalicen la experiencia y nos vuelvan víctimas bajo esa estructura heteropatriarcal que descubrimos) es un callejón sin salida para quienes están en desventaja.”


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/87334/sobre-el-si-o-el-no-en-el-consentimiento-a-raiz-del-caso-pelicot/

“Gran parte de la izquierda ha olvidado la prioridad de los derechos en la política migratoria”: Javier de Lucas (25/08/2024)


Enfoque justo y acertada crítica en esta entrevista sobre la política migratoria. Selecciono un par de respuestas:


'Los dos grandes partidos no fueron capaces de ponerse de acuerdo en junio para dar una solución urgente a la reubicación de menores no acompañados. ¿Cree que los términos en que se desarrolló el debate, básicamente basadas en dinero y cifras de personas, fue el correcto?


Obviamente, no. Fue un ejemplo más de cómo servirse de la inmigración en la confrontación partidista: no es un ejemplo de política de inmigración, sino de hacer política partidista con la inmigración. Electoralista, simplista y maniquea, a base de manejar tópicos simplistas sobre la inmigración. Antes que inmigrantes, esos menores son niños, cuyos derechos están reconocidos y garantizados por la Convención de los Derechos del Miño y la Ley Orgánica de Protección del Menor, que son derecho vigente que obliga a todos los poderes públicos. Lo primero es cumplir con la garantía de esos derechos, y eso no parece que fuera la condición previa aceptada en un debate que, en el mejor de los casos, se deslizó por la más paternalista y condescendiente perspectivasoi dissanthumanitaria. Los derechos no son limosnas piadosas.


¿Hasta qué punto es tóxico el discurso ambiguo del PP sobre migración —aquel que señala que valen los venezolanos y ucranianos, no valen los senegaleses ni marroquíes. ¿Cree que se ha contagiado por la extrema derecha o que los conservadores ya defendían esas ideas antes de su irrupción en la esfera pública?


Niego la mayor. No es el PP sólo, ni sólo Orban, o Salvini. Son todos los gobiernos de la Unión Europea y la propia Unión Europea quienes practican ese doble rasero. Son esos gobiernos los que están restringiendo el asilo y externalizando unas políticas migratorias obsesionadas con el control policial de fronteras y con una inmigración entendida sobre todo como fondo de reserva de mano de obra en condiciones de explotación, y de la que se puede prescindir cuando nos beneficie hacerlo.


Déjeme que insista en un asunto crucial: la explotación de los inmigrantes de países pobres como mano de obra de reserva para el mercado ya la explicó Marx en el XIX, aunque alguna filósofa experta en márketing pretenda haber descubierto hoy el vínculo entre inmigración y pobreza, que en realidad es entre inmigración y desigualdad. Bauman lo clavó: nuestras políticas migratorias se basan en una "industria del desecho humano". Por eso no hay políticas serias para promover que los inmigrantes se puedan convertir en ciudadanos de pleno derecho. En lugar de un nuevo contrato social, sólo les ofrecemos la disyuntiva nefasta entre ser víctimas del racismo u objeto pasivo de un condescendiente “humanitarismo”.'


Referencia web original:

https://www.infolibre.es/politica/javier-lucas-mayor-parte-izquierda-abandonado-prioridad-derechos-politica-migratoria_1_1867078.html

Experiencia, identidad y sujeto feminista (En torno a Judith Butler). Carmen Heredero y Antonio Antón, en Nueva Tribuna (1/08/2024)


Reflexión compartida sobre: el valor del feminismo y la identidad feminista; cómo avanzar en la liberación y la igualdad femenina; el sujeto social, imprescindible para la transformación colectiva, y la relevancia de la experiencia vivida e interpretada. Transcribo el último párrafo:


“Judith Butler ha hecho una extraordinaria aportación, especialmente sobre la liberación sexual y de género y en defensa de los colectivos LGTBIQ+, pero conviene superar esas dos limitaciones y atender a la reelaboración de un enfoque relacional, interactivo, procesual y multidimensional sobre la imprescindible formación del sujeto social, como palanca transformadora igualitaria-emancipadora, y la reafirmación de un feminismo social y crítico, para afrontar mejor las relaciones desiguales de género. Urge colaborar en la formulación de una teoría crítica feminista respecto del sujeto transformador y la identificación sociopolítico-cultural, superadora de la experiencia dispersa, los liderazgos locales y las dependencias ideológicas y políticas, y promover su vinculación con las estrategias progresistas y transformaciones globales. El feminismo sigue plenamente vigente.”


https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/experiencia-identidad-sujeto-feminista-torno-judith-butler/20240801162323229366.html

La Unión Europea en guerra: dos años después. Wolfgang Streeck (22/07/2024)


Un amplio ensayo del ilustre sociólogo alemán sobre las opciones geopolíticas de Europa. Selecciono los largos párrafos finales:


“En cuanto a Europa, el giro hacia un futuro multipolar requiere comprender que un super Estado europeo, por muy sentimentalmente atractivo que resulte mientras no se conozcan en absoluto sus rasgos y propiedades, siempre será un castillo en el aire. Una vez comprendido esto, los europeos tendrán que pensar en otras formas de conseguir que sus intereses estén representados en el mundo, a menos que estén dispuestos a contentarse con dejar su representación en manos de Estados Unidos. Dada la arraigada diversidad nacional de Europa, si la única alternativa a una Europa que no sea sino una extensión transatlántica de Estados Unidos, es un Estado europeo supranacional unitario, centralizado y gobernado jerárquicamente, es decir, un Estado francés, ello en la práctica significa que no existe tal alternativa. Sin embargo, a largo plazo, esto requeriría que las fuertes identificaciones nacionales características de Europa Occidental, si no de sus élites políticas neoliberales, sí de sus ciudadanos, estuvieran sometidas de forma efectiva para que pudiera surgir un orden imperial estable, que, dadas las diferencias de tamaño y poder, sólo podría ser un orden imperial alemán. Cabe dudar de que esto pueda ocurrir, mientras que parecen poco auspiciosas las perspectivas de una hegemonía regional concebida en la horma de Carl Schmitt, capaz de garantizar su estabilidad interna y de proyectar su poder exterior. La conclusión parece ser que si «Europa», de un modo u otro, quiere tener voz en un mundo multipolar emergente, si es que este es el escenario que realmente se avecina, debe aprender a organizarse no como un imperio o un super Estado, sino como una asociación cooperativa de Estados-nación independientes –un campo para las «coaliciones de voluntarios»– que actúen en función de sus intereses unas veces por su cuenta y otras en alianza con otros: una Europa que refleje el orden mundial multipolar, incrustándose en un alineamiento mundial de países no alineados, que contará con la oposición de Estados Unidos hasta que este país esté preparado para unirse a él.


¿Cómo se resolverán los tres Nuevos Órdenes Mundiales 2.0 alternativos y sus respectivos futuros europeos? Desafortunadamente, desde una perspectiva europea, esto lo decidirá casi por completo Estados Unidos. A sus élites políticas y militares y a su política interior les corresponde elegir entre una larga y sangrienta lucha desplegada en un mundo bipolar por el retorno a la unipolaridad o el diseño de un nuevo papel para Estados Unidos como un ciudadano global entre otros.


En cuanto a Europa, Alemania en particular tendrá que elegir entre laNibelungentreue[confianza indestructible] transatlántica y la pertenencia como una potencia europea de tamaño medio a un mundo que se esfuerza por convertirse enblockfrei, esto es, un mundo de no alineación.El problema al respecto o, mejor dicho, uno de los muchos problemas, es que la Alemania actual, a diferencia de Francia, carece de una tradición de pensamiento estratégico sobre sus intereses nacionales. El resultado de ello puede ser que las políticas decididas por Alemania traten de eludir la cuestión, que traten de salir del paso intentando servir a dos amos al mismo tiempo, Estados Unidos y Francia: mostrando lealtad transatlántica para satisfacer al primero y entusiasmo paneuropeo para apaciguar a la segunda, al tiempo que busca las oportunidades multipolares que surjan, especialmente para sus industrias de exportación. Sea cual sea el resultado, es poco probable que todo ello se traduzca en un orden europeo estable.”


Referencia web original:

https://www.diario.red/articulo/internacional/union-europea-guerra-anos-despues/20240721210942033010.html

La Europa de las extremas derechas. Ricardo Orozco (12/06/2024)


Una reflexión interesante sobre las tendencias dominantes y la encrucijada para las izquierdas y el progresismo. Transcribo un amplio extracto:


“No tiene que perderse de vista, después de todo, que parte del fortalecimiento y de la consolidación que a lo largo de los últimos años han experimentado a nivel nacional las derechas ubicadas más hacia los extremos se ha debido, en gran medida, al éxito con el que éstas han logrado fagocitar, en tiempo récord, a aquellas otras derechas que, históricamente, habían asumido roles mucho más conciliadores, menos radicales o más de centro; frecuentemente obligándolas no sólo a correrse ellas mismas hacia los extremos sino, asimismo, a normalizar el discurso, la agenda ideológica y el programa de acción del extremismo(a veces, inclusive, hasta por pura supervivencia política propia, pues ahí en donde más ha crecido la extrema derecha entre los Estados europeos ésta lo ha logrado apropiándose de las bases sociales de apoyo de los partidos más moderados).


En este sentido, y teniendo en mente, por supuesto, el fracaso que ha significado, en distintos países de Europa, para las izquierdas, en particular; y para el progresismo, en general; el confiar en que las derechas moderadas serán capaces de atemperar a sus variaciones más extremistas para no desaparecer ellas mismas como una fuerza de derecha relevante en sus sociedades y, sobre todo, como una fuerza política puente entre derechas e izquierdas, a la luz de los resultados obtenidos en los comicios del Parlamento Europeo habría que colocar en su justa dimensión analítica a las capacidades políticas con las que puedan llegar a contar las fracciones parlamentarias más extremistas, a pesar de ser minoritarias frente a las bancadas de centro, para hacer que éstas se radicalicen cada vez más, con tal de no ser presentadas ante los pueblos de Europa o bien como una derecha falsa, débil y/o cobarde o bien como una derecha traidora, por preferir la negociación de consensos con las izquierdas antes que defender auténticamente los intereses y el mandato popular de su propio electorado orgánico…


En tercer lugar, para comprender los resultados de estas votaciones tampoco habría que ignorar la carga de responsabilidad que en ello jugaron las decisiones tomadas por múltiples y muy diversas fuerzas políticas de centro-izquierda en relación con, por lo menos, tres temas: i) en lo concerniente al apoyo que ofrecieron a la guerra en Ucrania y al genocidio en Palestina (hasta que tardíamente algunas de ellas optaron por cambiar de posición y asumir un tibio pacifismo ante Rusia y una igualmente mesurada condena de los excesos israelíes); ii) en lo relativo al soporte que dieron a la subordinación de los intereses nacionales de cada Estado ante las necesidades del bloque (que en última instancia suelen ser las necesidades de sus actores más poderosos y dominantes y, entre ellos, las de sus clases dirigentes); y, iii) por supuesto, en lo tocante a la gestión que hicieron de la conflictividad social experimentada en sus territorios, sobre todo recurriendo indiscriminadamente a su represión abierta y directa o, en el mejor de los casos, a su desprecio.


Y es que, en efecto, actuando como lo hicieron en cada una de estas agendas, al final, en vez de distanciarse y de diferenciarse de sus adversarios ideológicos de derecha, liberales, socialdemócratas y socialistas por toda Europa más bien tendieron a mimetizarse o, por lo menos, a identificarse con las posiciones asumidas por quienes se supone que son la encarnación de su antítesis…


De ahí que, si las izquierdas derrotadas en estas votaciones en verdad buscan comprender la dimensión de su descalabro y reponerse de él, deban, necesariamente, prestar atención a aquellos sectores de la población que no están siendo capaces de representar y de dar solución a sus inquietudes; al mismo tiempo que comprender en dónde sus respuestas ante la crisis por la que atraviesa Occidente se parecen demasiado a las que ofrecen sus adversarios de derecha y/o de extrema derecha. De lo contrario, lo único que les queda es la cómoda posición del conformismo que se complace en denunciar o en tender cercos sanitarios alrededor de ellas, pero sin alcanzar a combatirlas política y culturalmente. Por ahora, por lo pronto, pueden regodearse en su propio fracaso explicando a los pueblos de Europa y del mundo que, en gran media, el avance de las derechas en el parlamento se debió a los amplísimos márgenes de abstención registrados en las urnas y a su correspondiente incremento en la participación de las bases sociales de apoyo de las derechas (y no tanto, como cabría suponer, a su fortaleza intrínseca). Sin embargo, más adelante también tendrían que explicar las razones por las que es el electorado de derechas el que más está buscando participar en ejercicios democráticos como éste y por qué, por otra parte, entre el resto de la ciudadanía de sus países parece campear un agudo sentido de desencanto político: lo suficientemente hondo como para no interesarse, si quiera, por contener el peligroso crecimiento del extremismo en la Unión.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/global/elecciones-europeas-europa-extremas-derechas/20240613141923227890.html

El nuevo pacifismo militar. Asier Arias (1/05/2024)


Un ensayo crítico al nuevo lenguaje justificativo del rearme militarista, por los intelectuales orgánicos del poder. Selecciono varios párrafos:


“Lo sustantivo ahora es el rearme: nuestras élites lo prescriben, nuestros intelectuales corean. La UE lleva un mes pisando a fondo el acelerador de la militarización, y nuestros intelectuales vienen dando cuerpo en este contexto a un nuevo pacifismo militar. Durante las semanas previas al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, celebrado a comienzos de abril, se sucedieron las declaraciones de altos cargos atlánticos advirtiendo de la inminencia de la guerra y la necesidad de «prepararnos para defendernos». Compendiando el tono de esas declaraciones, el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, sugería a finales de marzo que debemos acostumbrarnos al hecho de que nos adentramos en una era prebélica. Nuestros intelectuales prolongaban después la melodía. «Vivimos un momento hobbesiano» y «percibimos cada vez con mayor claridad que estamos en guerra» (Martínez-Bascuñán, 2024). Seamos «realistas», o doblegamos a los rusos o terminarán tomando Lisboa (Vallespín, 2024).


Frente al realismo de nuestros pacifistas militares, la candidez del pacifista bobalicón le permite digerir sin sobresaltos la propaganda del Kremlin cuando insiste en que «Rusia no tiene motivo alguno, ni tampoco ningún interés −geopolítico, económico, político o militar−, para enfrentarse a los países de la OTAN» (Lecca, 2023). «En 2022, el gasto en defensa de EE.UU. ascendió a 811 millardos de dólares, mientras Rusia gastó 72 millardos. El gasto en defensa de EE. UU. representa el 39 por ciento del total global, mientras que Rusia representa el 3,5 por ciento. Teniendo en cuenta esta diferencia, ¿estamos planeando luchar contra la OTAN?» (PPS, 2024).


El realismo del pacifista militar no se limita a la difusión de campañas de terror como pretexto para el rearme, sino que se extiende asimismo a la reflexión histórica para asegurarnos que esta guerra nada tiene que ver con la OTAN: se trata de una lucha por la democracia.[3] Pocos días después de que Tusk compendiara semanas de exhortos a la pronta preparación para el inminente ataque del oso, el secretario general de la OTAN proponía en el referido Consejo «blindar» un fondo a cinco años de 100.000 millones de euros. Lo que ese verbo significa en castellano es «salvaguardar el rearme de cualquier ocurrencia que pudiera tener cualquier parlamento». En la misma liga jugarían los 1.500 millones del Programa Europeo de la Industria de Defensa presentado a comienzos de marzo por la Comisión Europea.


Al día siguiente de la clausura del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, nuestros intelectuales comenzaban a explicarnos las bendiciones del rearme prescrito por los jefes: «la mejor manera de garantizar la paz (…) es invertir en defensa de forma suficiente para disuadir a tiranos con comprobado historial de agresores». En este marco, nuestros intelectuales nos llamaban también a fomentar una ciudadanía crítica, capaz de «cultivar la duda»; en concreto, la duda ante esa minoría inaudible que cuestiona la prescripción de los jefes. «Cultivar la duda de que, a lo mejor, [nuestros líderes] de verdad piensan que hay riesgo y conviene afrontarlo de esa manera» (Rizzi, 2024). «Cultivar la duda», pues, como la actitud de quien no pone en duda lo que dicen los que mandan: la concepción tradicional de la ciudadanía en las democracias liberales capitalistas. «Espectadores, no participantes» (Chomsky, 1989: 14; 1991: 18).


En el núcleo de este nuevo pacifismo militar encontramos la idea de que los verdaderos pacifistas son los partidarios del rearme, los que no ponen en duda el dictamen de los jefes. No es de extrañar, habida cuenta de que, «cuanto más nos inclinamos por consideraciones morales, tanto más belicistas nos vemos obligados a ser» (Vallespín, 2024). Así las cosas, es obvio que necesitamos rearmarnos tal y como dicen los jefes, abrazando todos a una el keynesianismo militar −«una política de defensa común»−, pues «compartimos valores supranacionales −los derechos humanos, el Estado de derecho y la democracia− que solo pueden salvaguardarse desde esa misma escala» (Martínez-Bascuñán, 2024).[4]Refinadas abstracciones con las que edulcorar la falta de cualquier atisbo de deliberación democrática en el camino hacia el rearme. Poner en palabras bonitas las órdenes de los jefes es una de las funciones más importantes de entre las asignadas a nuestros intelectuales −quienes mejor han entendido este rol son de hecho los que lo han ejercido al más alto nivel, y han sido totalmente explícitos al respecto: tal y como explicaba Henry Kissinger, un intelectual, un «experto», es alguien capaz de «elaborar y definir» el consenso de las élites de tal modo que sea de utilidad a quienes ejercen el poder (Chomsky, 2019: 76).”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/234/notas/el-nuevo-pacifismo-militar/

Nuestro Waterloo. Javier de Lucas (15/04/2024)


Una crítica clara y contundente al pacto europeo sobre inmigración y asilo, por parte de este prestigioso catedrático. Transcribo un amplio extracto:


“Por todo ello, este no es nuestro pacto. No es un pacto digno de los ciudadanos europeos, de los principios en los que creemos y por los que apoyamos el proyecto de la Unión Europea. No es un pacto digno de lo que debemos ofrecer–reconocer, negociar– con los migrantes que tratan de llegar a Europa y que son un indiscutible factor de complejidad, pero no menos indiscutible elemento de prosperidad para todos: ellos y nosotros, los europeos. No es un pacto que nos sirva ante la confrontación que nos imponen las elecciones europeas, una disputa que se diría –más incluso que electoral, entre opciones políticas– civilizatoria, porque nos jugamos el alma de Europa.


En términos políticos, el peor de los riesgos de este pacto es que, aunque se presente como un logro de lo posible, que permite una barrera frente a la extrema derecha (que, es cierto, ha votado en su contra), en realidades la confesión de nuestra derrota, ante su mensaje simplificador sobre la respuesta a la inmigración y a la demanda de asilo, un mensaje no sólo discriminatorio, xenófobo y racista, sino que niega los más elementales deberes y derechos propios de la legalidad internacional y europea, y de las constituciones de la inmensa mayoría de los Estados miembros. Un mensaje que ha comenzado a contaminar a buena parte de las filas conservadoras y liberales europeas y ante el que parecen claudicar también los partidos de la socialdemocracia. Todo ello en aras de asegurar réditos electorales, por la supuesta sangría de votos que producen los mensajes de defensa de derechos de los inmigrantes y refugiados. Una falacia que ignora que el elector siempre acaba prefiriendo el original al sucedáneo, como se ha demostrado reiteradamente. Si se trata de “firmeza” ante la inmigración, siempre son más coherentes las propuestas del Rassemblement National, que las del Rennaissance (ex En marche!) de Macron, o los restos de los socialistas franceses, por poner un ejemplo.


Creo que en esas elecciones está en juego, en más de un sentido, una disputa por el alma europea, por utilizar la paráfrasis del lema al que recurrió la campaña de Biden frente a Trump.


Por esa razón, estoy de acuerdo con los propósitos de la campaña de movilización para las elecciones al Parlamento Europeo lanzada por la red ECRE y que se concretaría en cuatro compromisos que deberíamos exigir a quienes pretendan nuestro voto:


*Una política exterior y una política migratoria de la UE que, frente a la obsesión securitaria y el modelo de externalización basado en un sistema de detención y expulsiones rápidas y colectivas, promueva vías legales y seguras y la garantía de derechos en las fronteras.

*El establecimiento de sistemas de asilo justos y funcionales en Europa que garanticen los estándares de derechos humanos.

*La garantía a las personas refugiadas del acceso a sus derechos, para promover su inclusión en las sociedades europeas.

*Una financiación transparente y responsable de la UE que promueva los derechos de las personas desplazadas tanto dentro como fuera de Europa.


Se trata de no limitarse a manifestar nuestro rechazo al pacto. La cuestión va mucho más allá, como corremos el riesgo de comprobar si los ciudadanos europeos no nos movilizamos en torno a la defensa del Estado de Derecho, de la garantía de los derechos humanos, de la igual libertad en los derechos humanos y del pluralismo, que son el alma de la Unión. Ojalá me equivoque.”


Referencia web original:

https://www.infolibre.es/opinion/ideas-propias/waterloo_129_1765850.html

Política de guerra. Albert Recio (1/04/2024)


Reflexión profunda frente al ascenso del militarismo, marco favorable para el autoritarismo, el racismo y el nacionalismo excluyente, y que impide afrontar los grandes problemas de la desigualdad y la crisis ecológica. Selecciono varios párrafos:


“Aunque ahora está emergiendo esta dinámica bélica, muchos de sus rasgos (más allá de lo estrictamente militar) llevan años proliferando en las sociedades capitalistas desarrolladas. El sostenido crecimiento de la extrema derecha se apoya en las líneas que acabo de destacar: explotación del medio, creación de chivos expiatorios, agresión sostenida a los opositores, delimitación de espacios… Lo aplica la extrema derecha, lo han aplicado los nacionalismos periféricos y lo está implementando, de forma creciente, la derecha tradicional.


Una parte de este modelo de acción puede explicarse por motivos instrumentales, de la eficacia que tienen estas políticas a la hora de ganar audiencia, consolidar la base social y debilitar al opositor. La proliferación de especialistas en comunicación —más bien en manipulación de masas, sea con fines políticos o comerciales—, consolidada en centros de formación especializados, de empresas dedicadas a ello, puede explicar parte del fenómeno. La otra, menos conocida, es la de los intereses materiales; las élites económicas han optado por fomentar estas políticas para frenar cualquier regulación pública que atente contra sus intereses, y para bloquear la emergencia de modelos alternativos de organización social…


Romper esta dinámica, cuestionar el militarismo, las lógicas de bloques, el nacionalismo excluyente, el racismo implícito, el autoritarismo, es una tarea urgente. Por el peligro claro que supone y porque, además, su ascenso impide afrontar con serenidad los problemas reales a los que se enfrenta la humanidad: la crisis ecológica y la desigualdad extrema. Requiere un esfuerzo social, político y cultural enorme. Y exige, también, que la izquierda evite entrar en esta dinámica de espacios cerrados, de persecución de la propia disidencia en busca de cohesión. Exige buscar líneas de actuación que sirvan para quebrar el simplismo y la grosería de la lógica militar.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/233/notas/politica-de-guerra/

Feminismo de la igualdad. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Mientras Tanto, nº 232 (1/03/2024)


A raíz de los intentos de fundamentación programática del nuevo ministerio socialista de Igualdad, rebajando la importancia del consentimiento, y el nombramiento de la directora del Instituto de las mujeres, con posiciones contra la Ley trans, se analizan las perspectivas alicortas del feminismo institucional y los retos igualitarios del feminismo transformador. Se seleccionan los últimos párrafos:


“Parece que los derroteros del nuevo Ejecutivo van por otro camino. Se está intentando poner las bases doctrinales, las responsabilidades ejecutivas y la distorsión de las prioridades feministas para dar soporte a un feminismo institucional alicorto, sin abordar convenientemente los grandes retos feministas. Su plan puede tener elementos positivos y de continuidad con el feminismo socialista anterior que, particularmente, en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero (2004/2008) supuso unas reformas legales y simbólicas significativas, especialmente con la Ley de Igualdad, la Ley contra la Violencia de género y la Ley del matrimonio igualitario.


La evidencia empírica e histórica ha demostrado que, en estas dos últimas décadas, aquel feminismo institucional, levemente reformador y muchas veces solo retórico, superficial y formalista, se ha visto como insuficiente por la nueva y masiva conciencia feminista, especialmente de mujeres jóvenes, en unas condiciones desiguales insostenibles. Esa demanda igualitaria es la base social justificativa para el impulso renovador de estos años.


Precisamente, esa situación de bloqueo en la igualdad de género, con la persistencia de la subordinación femenina y el acoso machista, ha sido cuestionada y desbordada por las exigencias de la cuarta ola feminista de amplia base crítica y popular que, sobre todo, desde 2018, alumbró las nuevas demandas de derechos y condiciones igualitarias y emancipadoras para las mujeres y colectivos LGTBI.


De fondo, este feminismo transformador, real y sustantivo, ligado a la tradición igualitaria-emancipadora de los feminismos anteriores, ha constituido la mejor expresión sociopolítica y cultural progresista de los últimos años y una masiva dinámica popular reformadora de las relaciones sociales e institucionales. Es por lo que tiene enemigos poderosos, con estrategias de división, descalificación y distorsión de su dinámica liberadora.


Por tanto, el diseño de este feminismo institucional socialista, dentro de su tradición de un feminismo levemente reformador, formalista y retórico empieza a distanciarse del necesario impulso y consolidación de los derechos feministas y el avance en la igualdad real. Se quedará en cambios superficiales, dirigidos a mejorar el estatus de ciertas élites y capas acomodadas y, en particular, a conseguir un aval legitimador del nuevo ministerio de Igualdad, sin remover mucho las relaciones desiguales, la persistente discriminación femenina y los abusos de poder patriarcal, así como evitar la amenaza de retrocesos promovidos desde sectores reaccionarios.


En definitiva, tras la mejora de los derechos feministas en la anterior legislatura, aun con sus controversias, el reto es el avance significativo en la igualdad real, sin rebajar la exigencia de consentimiento en las relaciones sexuales -la experiencia de Jenni Hermoso y las campeonas mundiales frente al beso no consentido de Rubiales ha sido muy ilustrativa-, como garantía de libertad y no imposición. Frente a los límites previsibles del nuevo ministerio de Igualdad y el feminismo institucional, se dibuja sobre todo una tarea transformadora para el conjunto del movimiento feminista y las fuerzas progresistas.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/232/de-otras-fuentes/feminismo-de-la-igualdad/


La versión inicial se editó en Público (5/01/2024):

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/78628/feminismo-de-la-igualdad/

Centenario del gran historiador E.P. Thompson. Dossier. Kenan Malik, Peter Linebaiugh, Jeremy Corbyn, Kate Hudson, John McDonnell (5/02/2024)


La aportación de un gran intelectual crítico. Selecciono varios párrafos:


“El núcleo del libro de Thompson se centra en volver a imaginar la clase y la conciencia de clase. La clase, escribió, "no es una cosa", ni una "estructura", sino un "fenómeno histórico" a través del cual los desposeídos "como resultado de experiencias comunes (heredadas o compartidas), sienten y articulan la identidad de sus intereses entre sí y frente a otros hombres cuyos intereses son diferentes (y normalmente opuestos) a los suyos".


Thompson andaba argumentando en contra tanto de la visión conservadora de las relaciones de clase como descripción de "la armoniosa coexistencia de grupos que desempeñan diferentes 'papeles sociales'" como de una forma de determinismo económico que imagina, como dijoposteriormente en una entrevista, que "una especie de materia prima como los campesinos 'que acuden en masa a las fábricas'" podría "procesarse en tantos metros de proletarios con conciencia de clase". Para Thompson, la clase obrera "se hizo a sí misma tanto como fue hecha". Esta idea de agencia, de personas que, incluso en las circunstancias más desfavorables, poseen la capacidad de actuar sobre el mundo, fue central en la obra de su vida…


Todos estos temas son quizás más relevantes hoy que cuando Thompson escribió su libro. Su concepción de la clase no como algo, sino como una relación, que no viene dada, sino que se forja a partir de la lucha, es tan significativa para esta era postindustrial como lo fue en el análisis del advenimiento de la industrialización.


La empatía de Thompson con quienes se ven obligados a luchar en un terreno social inhóspito también nos reserva lecciones. Hoy en día, la cuestión estriba en el enorme desdén, no de la posteridad, sino del presente: el desprecio por la clase trabajadora, la hostilidad hacia los "gorrones" de las prestaciones sociales, la burla hacia quienes se ven obligados a recurrir a los bancos de alimentos, la indiferencia ante la injusticia. También es visible en el desprecio por el supuesto fanatismo y conservadurismo de la clase trabajadora o en el desdén por quienes votaron de modo equivocado o se han desilusionado con la izquierda. La insistencia de Thompson en que "sus aspiraciones eran válidas en función de sus propias experiencias" es tan necesaria de reconocer ahora como entonces.”


Referencia web original:

https://sinpermiso.info/textos/centenario-del-gran-historiador-ep-thompson-dossier

Gracias a Gaza, la filosofía europea ha evidenciado su falta de ética. Hamid Dabashi (28/01/2024)


Una dura crítica al imaginario filosófico europeo, principalmente alemán, por su legitimación del colonialismo. Selecciono varios párrafos:


“La acusación de eurocentrismo que se lanza sistemáticamente contra la concepción del mundo de los filósofos europeos no se basa simplemente en un defecto epistémico de su pensamiento. Es un signo constante de depravación moral. Anteriormente, en múltiples ocasiones, he señalado el racismo incurable en el corazón del pensamiento filosófico europeo y actualmente de sus representantes más célebres.


Esta depravación moral no es sólo un paso en falso político o un punto ciego ideológico. Está profundamente inscrita en su imaginario filosófico, que continúa siendo incurablemente tribal…


En mi opinión, la falta de moralidad de la declaración de Habermas sobre Palestina marca un punto de inflexión en la relación colonial entre la filosofía europea y el resto del mundo. El mundo ha despertado del falso letargo de la etnofilosofía europea. Hoy debemos esta liberación al sufrimiento global de pueblos como los palestinos, cuyo heroísmo y sacrificios prolongados e históricos han desarbolado finalmente la barbarie descarada en la que se basa la “civilización occidental”.“


Referencia web original:

https://ctxt.es/es/20240101/Firmas/45328/gaza-europa-filosofos-habermas-hipocresia-deshumanizacion-israel-sionismo-hamid-dabashi.htm

Ante el cambio global, más allá del clima. Luis M. Jiménez Herrero (14/12/2023)


Análisis de la ambivalencia de la COP28 de Dubái, con la idea de que No vamos en la buena dirección y es necesaria una gobernanza ambiental global. Selecciono los párrafos finales:


“Actualmente, se están produciendo cambios muy rápidos en el sistema Tierra, y si no revisamos nuestros modelos de gobernanza a todos los niveles, las transformaciones ambientales superarán la capacidad de adaptación de nuestras sociedades y sistemas económicos. Por eso, también necesitamos una nueva gobernanza multinivel y multiactor para definir otras políticas y otras formas de entender y hacer las políticas a nivel nacional y subnacional. Ello supone adoptar un enfoque sistémico en lugar del enfoque de “silos” y compartimientos estancos. Hasta ahora, las medidas convencionales han sido de tipo paliativo y correctivo. Pero son indispensables medidas preventivas en origen. Hasta ahora las normativas y la regulación directa han sido poco eficaces. Igualmente han sido insuficientes los sistemas de precios y los instrumentos económicos y mecanismos de mercado utilizados para la internalización de externalidades a través de la fiscalidad ecológica, por ejemplo.

Pero a pesar de algunos pequeños avances, existe todavía un excesivo “optimismo técnico económico”. Demasiada confianza en las soluciones tecnológicas y en lo soluciones económicas del mercado. En el caso de la COP28, con la buena noticia de acelerar las energías renovables, se presenta como menos satisfactorio el reforzamiento de las tecnologías de energía nuclear, la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono y, sobre todo, las soluciones de “geoingeniería” para la captura de almacenamiento de carbono que permite seguir utilizándolas energías fósiles, y que, en particular, se suele justificar para la industria pesada donde son más difíciles de reducir las emisiones.


Estamos ante una crisis de un modelo económico capitalista, movido por un motor fósil y es el momento de plantear una gran “transición socioecológica” ante una verdadera emergencia planetaria. Tenemos que ir a las causas raíces e imponer la urgencia para la acción y atacar las causas verdaderas, que no es otra que la insostenibilidad de los modos de producción, consumo, distribución dentro de un modelo de desarrollo y estilos de vida marcados por el capitalismo neoliberal. Necesitamos soluciones reales: pero solo serán posibles con “otro capitalismo” y “otra economía”.


Hasta en el Foro de Davos, núcleo ideológico del capitalismo, ya se viene hablando de un “reseteo del capitalismo” o de un “capitalismo socialmente responsable”. Y justamente allí, a través de sus informes sobre los Riesgos Globales.se manifiesta que los riesgos ambientales son de primer orden para la estabilidad de todo el sistema. Desde un punto de vista económico-financiero, los desafíos ambientales y climáticos figuran entre las principales amenazas de la humanidad, debidos a la enorme capacidad de destrucción de los fenómenos climáticos extremos, la subida del nivel del mar, el estrés hídrico, las sequías.


Tenemos que reconocer que la economía es un subsistema económico del ecosistema global. Las leyes de la termodinámica y de la naturaleza y la lógica del mundo vivo están por encima de las leyes del mercado y la lógica económica del crecimiento. Es urgente dar un nuevo sentido al progreso basado en el bienestar sostenible y en la resiliencia transformadora donde el éxito económico y político tienen que valorarse más allá del PIB y del crecimiento material.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sostenibilidad/cop28-cambio-global-mas-alla-clima/20231214084149220769.html

Reparación y derecho a decidir de las víctimas de violencia de género. María Antonia Caro y Belén González (25/11/2023)


Interesante reflexión para potenciar la capacidad de agencia de las propias mujeres, la mediación y acompañamiento y la justicia restaurativa. Selecciono el principio y el final:


“Las políticas públicas tienen que dejar de promocionar el ámbito penal, dejar de considerar a las mujeres que sufren violencia como carentes de agencia y poner el acento sus derechos y en la reparación del daño causado…


En definitiva, las políticas institucionales tienen que redirigir el rumbo: dejar de promocionar el ámbito penal que focaliza el mensaje en la denuncia, lo que responsabiliza a la víctima, y poner el acento en los derechos que esta tiene. Las medidas tienen que orientarse a reparar el daño y, por tanto, garantizar los recursos psicosociales, incluyendo instancias intermedias, como la mediación que permita a las víctimas ensanchar los márgenes de decisión. Se debe igualmente priorizar las medidas educativas y la prevención garantizando derechos como la educación sexual, recogida en la Ley Orgánica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva, pero sistemáticamente postergada. Finalmente, es fundamental la implicación ciudadana que no puede quedar reducida a la interposición de denuncia cuando se tenga conocimiento de un caso de violencia sexista, sino que se deben potenciar diversas formas de intervención social, entre ellasel acompañamiento, derecho que contempla el estatuto de la víctima –muy presente también por la justicia restaurativa–, pues ofrece un cauce de corresponsabilidad civil que permite expresar la solidaridad y el apoyo que merecen las víctimas.”


Referencia web original:

https://ctxt.es/es/20231101/Firmas/44793/25n-violencia-mujeres-tutela-maltrato-m-antonia-caro-belen-gonzalez-justicia-restaurativa-penal-denuncia-derechos-alternativa.htm

Podemos, Sumar, el PSOE y otros crímenes de lesa izquierda. Miguel Mora (22/11/2023)


La voluntad para persistir en una izquierda transformadora, por Miguel Mora, director de CTXT. Selecciono la parte final:


“El futuro para Podemos y otras debilitadas izquierdas europeas parece claro: avanzar junto al tejido social feminista, LGTBIQ, pacifista y municipalista; dar espacio y voz a los territorios y los jóvenes que se ven sin representación –en buena parte por dejación de funciones de quienes prometieron representarlos–, y coser vínculos con otras fuerzas regionales y europeas para movilizar a la ciudadanía contra la extrema derecha neoliberal y contra este bárbaro desorden mundial que tolera que Israel cometa un genocidio en Gaza sin que Europa mueva un dedo.


Yolanda Díaz tiene razón en una cosa, aunque haya olvidado aplicársela a sí misma: la gente no quiere politiqueos. Por eso, Sumar debería impulsar políticas públicas realmente progresistas y ponerse a hacer algo de ruido si quiere empezar a parecerse a una fuerza transformadora y dejar de parecer un grupete de amigotes guais echando un tardeo. Y Podemos e Iglesias deberían asumir sus errores, autogoles y limitaciones, y ser conscientes de que su papel histórico les exige abrirse a la militancia, ponerse a pensar el mundo en serio y volver a hacer política y a proponer ideas para mejorarlo. Cinco diputados son pocos, sí. Pero ante un Gobierno sin brújulas morales y ante una Europa sin líderes ni alma, las izquierdas tienen que empezar a exigir cambios importantesy dejar de dar la turracon sus lloros y sus cuitas. Lo que pasó, pasó. Y a la política se viene llorado.


En todo caso, Podemos está lejos de ser “el cadáver intelectual y político” que tanto ansían velar los infatigables justicieros de la prensa sistémica. Ione Belarra estará en el Congreso; Irene Montero, fuera. Ya quisieran muchos contar con un ticket parecido.”


Referencia web original:

https://ctxt.es/es/20231101/Firmas/44783/Miguel-Mora-Podemos-Sumar-PSOE-izquierdas-Irene-Montero-Ione-Belarra-oposicion-progresista.htm

La causa palestina es la causa por una Europa democrática. María Corrales (23/10/2023)


Buen enfoque. La involución democrática en Europa está vinculada con su giro insolidario respecto del pueblo palestino. Selecciono varios párrafos:


“Todo esto nos lleva a una conclusión: bajo los grandes llamamientos a salvar la democracia, la crisis existencial europea se estaba saldando, en realidad, a favor del relato de la guerra de civilizaciones que hoy da alas a la extrema derecha, pero, también, al islamismo radical que en estas actuaciones puede ver la confirmación de todos sus miedos.


Los palestinos están siendo asesinados, y con ellos, la democracia en Europa. En este contexto, las manifestaciones multitudinarias a lo largo y ancho del país a favor de la causa palestina que hemos visto este fin de semana no son solamente un grito de solidaridad frente a la barbarie, son también la mejor expresión que tenemos a nuestro alcance para defendernos contra el giro de unas élites europeas arrojadas al precipicio autoritario de su propia crisis existencial. Son, también, un grito a favor de la convivencia entre los pueblos dentro y fuera de nuestras fronteras que nos permite afirmar que más allá de aquello que nos separa, contamos con unos principios universales que nos unen.


Dentro de unos años, nos preguntaremos cómo el mundo occidental fue capaz de mantener el apoyo a un aliado como Israel que anunció en directo su voluntad de acabar con todo un pueblo. Nos preguntaremos, también, cómo murieron nuestras democracias. Y, sin embargo, dentro del pesimismo, puede que resuenen aún las consignas de millones de personas que en todo el continente dijeron: "no en mi nombre". Es en estas voces donde podremos encontrar, sin lugar a dudas, la esperanza de otra Europa posible.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/77259/la-causa-palestina-es-la-causa-por-una-europa-democratica/

¿Plurinacionalidad? Así somos. Ignacio Sánchez-Cuenca (6/09/2023)


Un análisis con una exigencia para adecuar el reconocimiento institucional a la realidad social y cultural de la plurinacionalidad de España, con varias nacionalidades, particularmente Cataluña y el País Vasco. Queda sin resolver qué es y cuál es el ‘demos’ de la nación española -y su diversidad- desde una óptica progresista y federal/confederal, así como la articulación del conjunto y las identidades superpuestas o mixtas. Selecciono varios párrafos:


“En lo que va de siglo, hemos experimentado dos momentos complicados, primero conelplan Ibarretxey después con elprocéscatalán. En ambos casos se ha planteado con toda su crudeza un conflicto sobre la composición deldemos(el pueblo), es decir, un conflicto en torno a la pertenencia a la comunidad y su proyecto de vida política en común. Los independentistas, por razones diversas que sería muy complejo resumir aquí, no querían seguir formando parte deldemosespañol. Eso no es un crimen ni una traición, ni es fruto de un odio generalizado a España, sino, más bien, un reflejo de que no hemos conseguido establecer un diseño institucional y político que desactive las demandas de independencia y ruptura de la nación española, es decir, un diseño integrador que permita la convivencia entre sentimientos nacionales diversos.


La plurinacionalidad exige políticas de reconocimiento (comoel uso de lenguas cooficiales en el Congreso),pero también una participación efectiva en la toma de decisiones y en las instituciones del Estado (incluyendo el Tribunal Constitucional). Exige entender que el uniformismo político y jurídico no puede funcionar cuando se aplica en un país que alberga en su seno naciones de distinta escala y ambición. El nacionalismo español ha considerado que el reconocimiento de la plurinacionalidad es la antesala de la ruptura de España: pidefirmeza ante la reivindicación nacional de vascos y catalanes,sin entender que dicha reivindicación ha sido en muchos momentos resultado de la resistencia al reconocimiento de la plurinacionalidad.


Aunque el país está profundamente dividido sobre este particular, los resultados electorales han querido que no nos quede más remedio que abordar este asunto difícil. Un asunto que, para bien o para mal, no va a desaparecer por mucho que miremos a otro lado o endurezcamos la ley. Por azares de la historia, se abre una oportunidad para que nos reconciliemos con el tipo de sociedad que realmente constituimos.”


Referencia web original:

https://elpais.com/opinion/2023-09-06/plurinacionalidad-asi-somos.html


Es muy sencillo: solo sí es sí. Irene Montero (23/08/2023)


Una argumentación clara. Las relaciones sexuales deben ser consentidas; si se imponen, es agresión. Selecciono un par de párrafos:


“Es muy sencillo. Dos personas se besan si las dos quieren. Si hay consentimiento. Todo lo demás, es decir, cualquier acto de naturaleza sexual no consentido, es una agresión sexual. Esto que las feministas llevamos décadas peleando ya no lo decimos solo las feministas, porque gracias a la lucha de las mujeres ahora es también un mandato de obligado cumplimiento para todos los países que, como España desde 2014, ratificamos el Convenio de Estambul, tratado internacional de Derechos Humanos en materia de violencia contra las mujeres.


Lo que no se nombra, no existe. Lo sabemos bien las feministas. Por eso es tan importante llamar a las cosas por su nombre. Desgraciadamente, lo que hemos visto no es sólo un acto machista intolerable o bochornoso, no es únicamente una actitud sexista, una vejación o un abuso de poder: es violencia sexual. Si no lo llamamos por su nombre, las propuestas, soluciones o medidas serán inadecuadas. Si no lo llamamos por su nombre, tendrá muchas más posibilidades de quedarse en nuestra memoria como algo anecdótico, y no como la realidad cotidiana de muchas mujeres que también tienen derecho a que hablemos de las violencias machistas y, especialmente, de que despleguemos todas las estrategias institucionales, sociales, culturales y políticas para construir vidas libres de violencias. Si no lo llamamos por su nombre, violencia sexual, podremos conseguir ahora que Rubiales dimita o sea cesado, pero otros millones de besos no consentidos seguirán quedando en la impunidad. Las violencias sexuales son una realidad estructural en nuestra sociedad que, aunque cada vez menos, permanecen profundamente invisibilizadas y normalizadas.”


Referencia web original:

https://canalred.tv/rubiales-solo-si-es-si-irene-montero/

"La reconstrucción de las izquierdas no vendrá por la vía electoral": Xavier Domènech (31/07/2023)


Una larga e interesante entrevista donde explica la trayectoria de las fuerzas del cambio, la clave de la movilización social para la reconstrucción de las izquierdas y las diferencias estratégicas entre Yolanda Díaz (Movimiento Sumar) y Pablo Iglesias (Podemos) en la forma de construir la política, o sea, acumular fuerza social desde la ‘contraposición’ con las derechas, que admite ha sido más eficaz en esta campaña electoral, o la moderación, como argumento para conseguir apoyos mayoritarios. Selecciono varias respuestas:


Ah, y entonces, ¿por dónde puede llegar ahora la reconstrucción?

La clave será el papel que desempeñen los movimientos sociales. Tiene que haber una recuperación de la calle y de todo el espacio de creación de redes alternativas. Lo institucional hace un cambio, ya fuera en el eje 15-M o en el eje independentista, porque hubo un movimiento muy potente, masivo y generacional que logró cambiar la conversación pública y la agenda política. Ahora hay que volver allí, donde muchos no han dejado de estar. Sin embargo, no es lo mismo hablar del camino que andar; no hay respuestas mágicas aquí…


Después de las elecciones municipales y ahora las estatales, ¿estamos viviendo un final de ciclo del espacio político de los Comunes y de Podemos?

El final de ciclo en realidad se dio en el 2019. En el 2015 hubo un terremoto de dimensiones colosales que todavía no hemos entendido del todo: los ayuntamientos del cambio. Y no sólo Barcelona: imagina qué representa para la derecha española que en ciudades simbólicas como Santiago de Compostela gobernase Compostela Aberta o El Ferrol del Caudillo se convirtiera en El Ferrol en Común. O en Zaragoza, Madrid, Valencia, Cádiz… Millones de personas de todo el estado pasan a votar a nuevos ayuntamientos formados por fuerzas políticas que se han creado meses antes de las elecciones. En términos comparativos de historia política europea, es un hecho inédito: desde la Segunda Guerra Mundial, ningún movimiento político de un solo asalto había logrado lo mismo. Aquella primera ola fue seguida de una segunda: el fin del bipartidismo en España con las elecciones generales del 2016,en la que Podemos obtiene 71 diputados. Todo esto ocurre en dos años. Y entonces de repente, en el 2019, se pierden todos los ayuntamientos. De los mayores, sólo sobreviven Cádiz, Valencia y Barcelona. Y Barcelona, ​​sin quedar primeros en las elecciones, ya que lo hará ERC y en ese momento yo defendí que el mejor camino era precisamente una alianza Comuns-ERC. Esto no quiere decir que en el segundo mandato de Barcelona no se consiguiera mostrar más claramente el modelo de ciudad que quería construirse o que los Comunes, Sumar o Podemos no tengan futuro; quiere decir que estamos en un ciclo diferente en el que las viejas recetas puede que sirvan de poco y debemos pensar no en una centralidad político-electoral, sino en unas izquierdas pericéntricas…


¿Por qué ocurrió esto?

Es una pregunta que no nos hemos hecho mucho y está por responder. Una posible clave es que es muy difícil consolidar un espacio político sólo desde el municipalismo surgido en grandes capitales sin imaginar un espacio más amplio que el integre. Pero seguramente existen otras causas, y es un diagnóstico que tenemos pendiente. Lo que ocurre es que todo esto tiene continuidad en forma de un epílogo final, que es que, después de las elecciones generales del 2019, pese al descenso de Podemos, hay una voluntad de hierro, la de Pablo Iglesias, por constituir un Gobierno de coalición y no estar en la oposición. Y es justamente cuando se está cerrando el ciclo que se logra por primera vez desde la Guerra Civil un Gobierno de coalición cuya fuerza está situada a la izquierda del PSOE.


Tú conoces bien tanto a Pablo Iglesias como a Yolanda Díaz… ¿De dónde sale su divergencia y enemistad, cada vez más evidente?

Ellos eran muy amigos, pero han terminado en posiciones diferentes. A veces piensas que es una enemistad lo que provoca una divergencia estratégica o táctica, y no es así. Ahora, como estoy fuera de esta dinámica, creo que lo que pueda decir es irrelevante; no me gusta decir mucho qué hacer. Además, no puede construirse el problema como una dialéctica Pablo-Yolanda; primero, porque ahí hay muchos más nombres en juego. Pero la supervivencia del espacio depende de que todos lleguen a acuerdos estratégicos importantes o desarrollen sus proyectos de forma ya completamente autónoma. No puede ser que en ciertos momentos la narrativa principal hacia fuera sea que te opones a lo que tienes más cerca o que excluyes partes.


¿Pero cuáles son estas divergencias estratégicas?

Creo que parten de formas distintas de construir la política. El mundo de Podemos entiende que es necesario hacer una contraposición fuerte al conjunto de la derecha y al propio PSOE, y otra concepción es que, si el espacio político de la izquierda se construye a partir de contraponerse de forma muy fuerte, esto genera una movilización de la derecha y se pierde la capacidad de conquistar grandes mayorías. En concreto, mi sensación es que la campaña mejoró y conectó mejor por parte de Sumar cuando en la última semana se entró más en una fase de contraposición con la derecha.”


Referencia web original:

https://www.elcritic.cat/entrevistes/xavier-domenech-la-reconstruccio-de-les-esquerres-no-vindra-per-la-via-electoral-174093

Crisis ecológica, crisis capitalista, crisis del ecologismo político. Isidro López (22/06/2023)


Una radiografía de algunos problemas ciertos del ecologismo político. Destaco varios párrafos:


“La presentación actual de la crisis ecológica en las sociedades capitalistas occidentales encierra una paradoja que añade desconcierto político a un mundo pospandémico de por sí tendente al desconcierto. A primera vista, la crisis ecológica, con la crisis climática como eje central, es más visible que nunca en los canales de comunicación mayoritarios de medio mundo y moldea todo tipo de prácticas de distinción en términos de consumo y estilos de vida. Y algo similar pasa en el terreno de los grandes discursos de los diferentes tipos de jefaturas políticas y económicas en sus diferentes escalas y posiciones jerárquicas relativas…


Lo paradójico de la situación es que el ecologismo político, entendido como movimiento social antagonista, lejos de haber aumentado su potencia política en este contexto de efervescencia discursiva verde parece estar implosionando. Este hecho es desconcertante desde el punto de vista de las dinámicas históricas de las crisis sistémicas, estas tienden a formar sujetos políticos en lucha, ya sean de clase, de género o de raza, que son moldeados y moldean sus perfiles y características concretas en el conflicto, y desde ahí, generan dinámicas propias de sucesión, concentración, cooptación, fragmentación o recomposición…


En este contexto, el ecologismo político ha quedado completamente desdibujado o se ha desintegrado. Que hoy los Estados, las empresas energéticas, las grandes casas de finanzas o los grandes medios de comunicación hablen el lenguaje de la crisis ecológica y se propongan como los agentes de su superación en términos propiamente capitalistas ha dejado sin espacio a un discurso del ecologismo político que está quizás demasiado desvinculado de los movimientos políticos reales, para habitar en los pasillos de los ministerios, las grandes cumbres globales, los departamentos de universidad y las campañas mediáticas de concienciación ciudadana.


Todos los debates políticos del ecologismo actual están atravesados por esta suplantación de los discursos orientados a, y procedentes de, la constitución de nuevos sujetos políticos en lucha capaces de alumbrar alguna alternativa de salida de la crisis de la ecología del capital en la que vivimos que no esté totalmente orientada por las políticas públicas o sea una forma de estilizar y embellecer las decisiones de consumo. Esto incluye a las versiones que se quieren más radicales como el decrecentismo o el colapsismo, que apenas son formasa fortioride los mismos discursos de “concienciación” y “autocontención” que hoy son dominantes en el mundo capitalista.”


Referencia web original:

https://www.elsaltodiario.com/analisis/crisis-ecologica-crisis-capitalista-crisis-del-ecologismo-politico

“La izquierda debe ofrecer una visión positiva del patriotismo”: Michael J. Sandel (14/05/2023)


Entrevista a este filósofo estadounidense prestigioso en el que defiende la importancia de la comunidad y el bien común. Selecciono varias respuestas:


“P.¿Por qué la derecha populista sigue conectando más con la clase trabajadora?

R. En parte, la respuesta es que la política no trata solo de cuestiones redistributivas. También está conectada con el patriotismo. La gente necesita un sentido de identidad y comunidad fuerte. Y la izquierda no ha logrado ofrecer su propia versión positiva del patriotismo como alternativa al hipernacionalismo estrecho, intolerante y xenófobo que ofrece la derecha populista. Ya en la primera edición de El descontento democrático expresaba mi preocupación por que la gente sentía que el tejido moral de comunidad se está deshaciendo alrededor de ellos, en las familias y en los barrios, pero también a nivel de nación. La globalización, o al menos la globalización liderada por los mercados, ignoraba el significado de comunidad nacional. Y eso es algo que los progresistas no han sabido aún cómo abordar. Para la derecha, para Trump,la frontera y la inmigración son una manera de apelar a ese deseo de identidad nacional. La izquierda quiere otra aproximación a la inmigración. Pero necesita ofrecer una idea alternativa de lo que nos mantiene unidos como país, como comunidad, como nación… Creo que la relación entre los partidos de centroizquierda y los de la izquierda más populista está ahora en proceso de redefinición.


P. ¿Por dónde deberían empezar?

R. La combinación más poderosa para rejuvenecer el centroizquierda es conectar los valores aparentemente conservadores de patriotismo e identidad compartida con un proyecto creativo de reconfiguración de la economía para hacerla susceptible al control democrático, algo que tradicionalmente se asocia con la izquierda populista. Nociones potentes de comunidad, que parecen beber del pensamiento conservador, y un poder económico controlado por los ciudadanos. Conectar esas dos ideas es el proyecto de futuro de la política progresista.”


Referencia web original:

https://elpais.com/ideas/2023-05-14/michael-j-sandel-filosofo-la-izquierda-debe-ofrecer-una-vision-positiva-del-patriotismo.html

Empleos, salarios, reformas y sindicatos. Albert Recio (1/02/2023)


Una valoración sobre dos aspectos fundamentales del mercado de trabajo, la insuficiente calidad del empleo y la frágil estructura productiva, y las relaciones laborales, la incapacidad y falta de claridad de los sindicatos para hacer frente a la devaluación salarial derivada de la inflación. Selecciono varios párrafos:


“En resumen, hay dos cuestiones a destacar: En primer lugar, la reforma laboral sí ha tenido éxito en aquello que podía influir: en reducir la discrecionalidad empresarial en la contratación y en fomentar condiciones más dignas de empleo. Pero no puede esperarse que, por sí misma, sea capaz de transformar todas las condiciones que influyen en el modelo laboral. Hay sin duda otros campos en los que el cambio de las regulaciones laborales puede añadir mejoras. Especialmente aquellos que la reforma esquivó en aras del pacto con las patronales: ampliar la vigencia de los convenios sectoriales, eliminar la posibilidad de crear representaciones laboralesad hocy reforzar la necesidad de negociación de cambios en las condiciones laborales. Así como avances en términos de democracia económica. Pero hay otros aspectos que deben abordarse por otras vías…


Y, en segundo lugar, el modelo económico español está lejos de una transformación radical. Los programasnext generationmás bien parecen diseñados para mantener las rentas de los sectores que han liderado el actual modelo de desarrollo que en propiciar una transformación real capaz de reducir drásticamente las desigualdades y de hacer frente a los problemas que plantean las tensiones en el campo del clima, la energía, el cambio demográfico, los problemas hídricos, la crisis de biodiversidad y la vulnerabilidad exterior. Son muchos problemas y ninguno tiene soluciones inmediatas. Para muestra, la nueva batalla en torno al agua en el sudeste español. Hay que tener una visión global, una modestia en la capacidad de cambio a corto plazo y tenacidad para ir aplicando medidas que cambien la situación. Porque lo que realmente se necesita es una movilización social capaz de entender y hacer frente a la situación. Y lo que sobra es presentar los éxitos, por meritorios que sean, e ignorar las carencias…


Frente a esta situación se echa en falta alguna propuesta de movilización y claridad en los objetivos. Los sindicatos tienen en ello un papel fundamental. Y hasta ahora no se percibe esta contundencia ni esta claridad…


Esta nota contiene dos críticas directas a gente con la que comparto muchas cosas: al excesivo triunfalismo respecto a la reforma laboral por conducir al olvido de cuestiones clave; y al despiste y falta de claridad sindical al abordar la lucha contra la inflación. Criticar sólo tiene sentido si se hace con ánimo de mejorar, de encontrar salidas y compartirlas.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/220/notas/empleos-salarios-reformas-y-sindicatos/

Los derechos y las derechas. Victoria Rosell (22/04/2023)


Un estupendo repaso sobe la ley del ‘Solo sí es sí’ y su reforma. Selecciono varios párrafos:


La reforma solo fue aplaudida por las derechas, ni siquiera por el grupo socialista proponente, que mostraba una evidente incomodidad al aprobar este retroceso en derechos, que no es una cuestión técnica, sino política, como demuestra el Partido Popular apelando verbalmente y por escrito el sistema anterior. Incluso la ultraderecha de Vox en sus enmiendas reclamaba "derogar el sistema del consentimiento sexual y volver al modelo negativo del sistema anterior". En mi opinión, es un error aprobar un tercer texto penal en seis meses, que contradice la Circular de la propia Fiscalía General, avalada por unanimidad por la Junta de Fiscales de Sala, y las decisiones judiciales que no han revisado las penas a la mínima posible…


Por eso quienes reclaman penas más duras son los mismos que están en contra de los derechos de las mujeres e incluso niegan la violencia de género. Porque paradójicamente, su respuesta exclusivamente punitiva y pretendidamente protectora, en realidad desprotege a las mujeres e infancia. Es la única desde hace siglos, y no funciona.


Lo comprobamos con la ley contra la violencia de género de 2004, que sufrió similares embates reaccionarios de la derecha extraparlamentaria, mediática y judicial, con víctimas que no sufrieron porque sus agresores vieran reducida la condena anterior, sino que no tuvieron sentencia hasta que el Tribunal Constitucional resolvió las 187 cuestiones de inconstitucionalidad con la que otros tantos juzgados habían paralizado las decisiones, quedando todo ese tiempo sin protección penal frente a su agresor.  Lo que protege son las medidas integrales. La seguridad nos la dan los derechos, no las derechas.


Hemos sufrido una derrota y un retroceso. Pero seguiremos trabajando cada día en la implantación del resto de la ley, que sigue en pie. Si dejamos de mirar al pasado y miramos al presente y al futuro, las mujeres e infancia tenemos una ley integral que nos garantiza todos los recursos desde la prevención hasta la reparación frente a las violencias sexuales.  Tendremos un futuro mucho mejor para nosotras mismas y para nuestras hijas.”


Referencia web original

https://blogs.publico.es/dominiopublico/52107/los-derechos-y-las-derechas/

"La movilización en la calle hace imposible la continuidad de la dictadura franquista": Xavier Domènech (31/12/2022)


Amplia entrevista sobre un libro excelente. Destaco varias respuestas:


“1976 será el momento en que la clase obrera industrial será mayoritaria entre la sociedad y la provincia con más obreros industriales será Barcelona. Nunca había habido tantos obreros industriales y nunca más habrá tantos y se logra algo inaudito, como es que el aumento salarial se produzca a expensas de la tasa de beneficio empresarial. Esto nunca ocurre. Las rentas salariales superan el 60% de la renta nacional, lo que se mantendrá hasta 1985, mientras que en 2017, por ejemplo, estaban en el 47%. La movilización política hace inviable la dictadura, otra cosa es que logre romper el sistema y situar uno nuevo, pero además es el máximo momento de la crisis de hegemonía empresarial y, al mismo tiempo, cuando existe la hegemonía cultural y más prestigio de la clase obrera. En los años setenta la mayoría de la sociedad española decía que era clase obrera, en los 80 decía que era clase media. Seguro que es el momento álgido del movimiento obrero de la segunda mitad del siglo…


[Sobre la cultura de la protesta hoy] ¡La crisis de hegemonía neoliberal no quiere decir que llegue el comunismo! Pero los propios gestores del sistema no pueden defender el tipo de principios que antes defendían. La defensa de la no intervención del Estado, en un capitalismo absolutamente dopado, se hace insostenible. Solo digo que la crisis es interesante porque permite la apertura de políticas que en los 90 o a principios del milenio parecían impensables.


Entiendo que ahora existen condiciones muy evidentes para que haya conflictos de clase, cojan la forma que cojan. El sistema, tal y como se ha ido gestando a partir de los 90, ha generado enormes y crecientes desigualdades y, además, ahora hay nuevos retos, como el modelo energético. Las dimensiones que debe asumir ahora una lucha de clases son incluso más amplias de lo que habían sido en el siglo XX, porque la contradicción capital – trabajo ha dado paso a una contradicción capital – vida, con aspectos como el cambio climático, modelos energéticos, modelos económicos, etc... Al mismo tiempo, el neoliberalismo llegó un punto tan alto de borrachera, de casino, que incluso ha terminado generando reacciones interclasistas [en contra]. 


Referencia web original

https://www.publico.es/politica/xavier-domenech-movilizacion-calle-imposible-continuidad-dictadura-franquista.html

La trampa del punitivismo. Violeta Assiego (10/12/2022)


Sugerente reflexión: salirse del marco patriarcal punitivista con el universalismo de los derechos humanos y con políticas preventivas, educativas y estructurales contra la desigualdad y una justicia feminista. Selecciono un párrafo:


“La justicia feminista ha de trascender al sistema penal, especialmente cuando, desde una mirada de derechos, llegar a este orden jurisdiccional deja al descubierto el estrepitoso fracaso e insuficiencia de las políticas públicas existentes, la incapacidad del sistema de bienestar para corregir las desigualdades sociales y, también, pone de relieve el deterioro de la estructura de apoyo social que, desde la colectividad, puede ofrecer las alternativas educativas y comunitarias como forma de prevención y resolución de los conflictos que enmarañan en el origen de las violencias machistas. La justicia feminista como la que apuesta por transformar la realidad en vez de ocultarla tras los muros y las puertas... de una prisión.”


Referencia web original

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/trampa-punitivismo_129_9781865.html

Lo sustancial y lo transitorio en la ley del 'solo sí es sí'. José Antonio Martín Pallín (4/12/2022)


Una crítica impecable jurídicamente a las decisiones injustificables de una parte de la judicatura jaleada por la derecha. Selecciono varios párrafos:


“Al margen de la manipulación política del contenido de la reforma del Código Penal, potenciado por algunos medios de comunicación, me preocupa la posición adoptada por un sector de la judicatura que está interpretando, en mi opinión de forma incorrecta, la aplicación de las normas íntegras del Código Penal, que marcan las pautas para la búsqueda de la ley más favorable al reo. Así se ha venido haciendo en todas las modificaciones legales e incluso sustituciones íntegras de un Código por otro. Así se recoge en el Código Penal de 1944. Es un principio general del derecho…


A la vista de lo que está sucediendo, resulta difícil comprender las actitudes judiciales que se limitan a argumentar de una manera simplista que, si no hay una transitoria específica, no pueden entrar en juego las disposiciones generales del Código Penal. Me parece una interpretación que, sin base legal alguna, contribuye a favorecer las alarmas infundadas de los partidos políticos y medios de comunicación afines a la derecha y a la extrema derecha. Sus decisiones actuales contrastan llamativamente con la posición adoptada respecto de la ley 1/1999 de 30 de abril, firmada por el anterior Presidente José María Aznar, que modificó la regulación de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual que ha estado en vigor hasta la publicación de la Ley Integral. Esa ley no contenía Disposición Transitoria alguna y ningún órgano judicial formuló reproche alguno ni dudó en acudir a las Disposiciones Transitorias segunda y quinta del Código Penal. Me parece que este hecho puede servir para reflexionar y rectificar las injustificables decisiones adoptadas.”


Referencia web original:

https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/sustancial-transitorio-ley-si-si_129_9766643.html

Economía de la catástrofe. Albert Recio (1/11/2022)


Un agudo y certero análisis de la problemática multidimensional de esta crisis y cierto desconcierto en la izquierda, como base para elaborar propuestas transformadoras alternativas. Selecciono varios párrafos:


“Esta secuencia de aumentos de precios, ausencia de negociación de rentas y subida de los tipos de interés están generando una enorme masa de víctimas: la caída de los salarios reales amenaza con ser incluso superior a la experimentada en la crisis anterior. Es cierto que, a diferencia del período austericida, ahora se están poniendo en marcha medidas de apoyo a las rentas más bajas (aunque muchas no llegan bien a quien lo necesita, porque el entramado burocrático y la tecnología digital generan barreras difíciles de traspasar para muchas de las personas afectadas). Y también que se anuncia una revalorización de las pensiones que va a paliar la situación para este nutrido sector social (es posible incluso que una parte de los pensionistas esté menos afectada por la inflación que otros colectivos por su diferente tipo de consumo: le impacta mucho el encarecimiento de alimentos y calefacción, pero en muchos casos casi nada el del combustible y los hoteles). En conjunto, lo que ya tenemos en una catástrofe social subterránea, individualizada, persistente. Porque esta devaluación de rentas salariales se sucede a otra brutal de la que la mayoría de gente no se había recuperado y que había dejado un poso de pobreza cada vez más consolidado. La devaluación salarial anterior fue en gran parte la combinación de un ataque a la negociación colectiva y cambios en la estructura ocupacional que generaron más empleos de bajos salarios. Ahora se trata lisa y llanamente de una subida de precios que los aumentos salariales, cuando se producen, no pueden compensar. Hasta el momento, las políticas convencionales no se muestran capaces de atajar la situación…


Todos los elementos citados tienen bases estructurales específicas que no pueden abordarse con medidas monetarias, sino que exigen cambios profundos en toda la organización económica. La verdadera catástrofe está en que el dominio cultural neoliberal es precisamente lo que impide, a partir de cierto punto, la intervención de las instituciones públicas en las tripas del sistema productivo. Una intervención que sería factible realizar de muchas formas, que ahora quedan fuera del punto de mira, y que cuando se propone (como la cuestión de la excepción ibérica en la fijación de la tarifa eléctrica) tiene un largo y tortuoso camino hasta lograr imponerse. Mientras tanto, los precios siguen subiendo…


A río revuelto, ganancia de pescadores. Esto es lo que plantea la derecha política y empresarial (o sea, el 99% del sector). El cierre de la patronal a cualquier tipo de negociación incluye objetivos tácticos y estratégicos, alineados claramente con la derecha. A corto plazo, el cierre de la negociación les permite continuar la devaluación salarial y beneficiarse de una ganancia de márgenes suculenta. Y cuentan con explotar diversas ventajas. La primera es la baja respuesta sindical, atrapada en el miedo de que una movilización masiva sea entendida más como un ataque al Gobierno que como uno a la patronal y a la derecha. Otra, que el deterioro real de las condiciones de vida de mucha gente socave el apoyo al Gobierno y a los sindicatos y propicie la vuelta del PP al Gobierno. Y aquí está el objetivo estratégico, el de recuperar un Gobierno que vuelva a hacer una política acorde con sus intereses más directos: congelación del salario mínimo y pensiones, derogación de partes de la reforma laboral, reforzamiento del negocio privado-público, cambios fiscales…


En suma, la prolongación de la catástrofe actual como condición para agravarla en el futuro. Los apocalípticos discursos que emanan de los medios que controla la derecha tienen como finalidad crear una banda sonora que haga creíble que la política actual nos lleva al desastre y que sólo el PP nos puede salvar. Política y economía de la mano. Los sindicatos han optado por una respuesta comprensible, pero insuficiente. Desplazar la conflictividad a la negociación colectiva sectorial o de empresa. Esto, que puede entenderse como un conflicto de clase directo, en la práctica es mucho más complicado… Salir de la trampa que plantea la patronal solo puede hacerse, a mi entender, con una propuesta general que incluya alguna demanda clara al Gobierno, que exija a la patronal tanto una negociación salarial general como compromisos claros de control de precios. No es que esta contienda se vaya a ganar. Pero cuando menos serviría para situar ante una gran parte de la población la naturaleza del conflicto distributivo que subyace en el proceso inflacionario… Ni la crisis económica ni los problemas ecológicos se están manifestando de tal forma que den lugar a un amplio sentimiento compartido en torno a la urgencia de un cambio radical en la forma de organizar y desarrollar la vida social…


Estamos ante un horizonte peligroso por muchas razones. Salir del cerrado esquema de la catástrofe exige construir una respuesta colectiva que requiere, como condición necesaria, la construcción de una percepción social de la naturaleza de nuestros problemas capaz de aislar a las élites que tratan de mantener su poder y su statu quo. Pero esto no va a producirse simplemente apelando a verdades generales, sino que debe ir acompañado de propuestas que ayuden a la gente común a salir del atolladero al que ha conducido la civilización capitalista. Estamos metidos en una especie de filme de terror del tipo locomotora sin frenos y en bajada. Un frenazo brusco simplemente provoca el descarrilamiento. En el plano real esto puede traducirse de muchas formas: tensiones sociales insoportables y oportunidades para las salidas autoritarias. Por ello creo que son necesarias las acciones intermedias que permitan soluciones parciales y ayuden a generar un proceso de cambio en la dirección adecuada. Ahora que ya sabemos la magnitud de la tragedia, nos faltan proyectos que sepan gestionarla.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/217/notas/economia-de-la-catastrofe/

Pierde potencia el feminismo, crece la reacción. Nuria Alabao (14/10/2022)


Tras el análisis de sus causas una propuesta de reactivación transformadora. Selecciono varios párrafos:


“No es fácil explicar por qué se están produciendo estos dos fenómenos que se solapan: el aumento del antifeminismo y la bajada de la ola feminista. Evidentemente, en España hay políticos que utilizan los marcos antifeministas para conseguir poder, les dan presencia pública y legitimidad. El machismo y la misoginia ya existían; Vox –el primer partido entre los hombres divorciados– trata de politizar estas posiciones utilizando algunas de las principales líneas narrativas de la internacional reaccionaria en cuestiones de género…


Por su parte, la política institucional, sobre todo la izquierda, lo utiliza como herramienta de gobierno para legitimar políticas de todo tipo, como un capital político que, con tanta presencia en los medios, resulta incluso cansino. Si muchas mujeres ricas y poderosas son tan feministas, y si ese feminismo no se preocupa por los principales problemas que perciben muchas personas –tanto hombres como mujeres–, el camino hacia el antifeminismo está abonado. Según Goldberg, en el pasado ciclo, “un feminismo que valorizaba la búsqueda de poder y prestigio, de pronto, tuvo vigencia cultural”, pero esos tiempos pueden haber pasado. Por otra parte, cuando se identifica a las élites con el feminismo, en un contexto de desafección institucional que va en aumento, esa identificación puede convertirse en reacción antifeminista…


Si para la izquierda el feminismo es de sentido común o solo está lleno de connotaciones positivas, fuera de esa adscripción ideológica su imagen es mucho más ambigua y los significados a los que se asocia no siempre son necesariamente positivos. El interclasismo que caracteriza su versión más pública constituye su principal punto débil. ¿Qué significa el feminismo cuando todo el mundo es feminista? ¿Cuál es su proyecto más allá de la lucha necesaria contra la violencia machista? Por su parte, el feminismo más anticapitalista –o de clase– es muy minoritario y tiene mucha menos presencia mediática…


Luchar contra la violencia machista o la desigualdad no puede estar basado en señalar comportamientos individuales perdiendo de vista las cuestiones estructurales. Cambiar el orden de género, mejorar las condiciones de vida de las mujeres, implica, además, destruir también los actuales roles masculinos que reproducen la violencia; para eso necesitamos a los hombres. Al menos, a la parte de ellos que quiera comprometerse en esta lucha. El feminismo también puede mejorar sus vidas. Este mensaje es importante para frenar el crecimiento del antifeminismo…


Pero también a la incapacidad del feminismo identitario o cultural dominante –muy centrado en la cuestión sexual y de paridad– para encarar los problemas estructurales y vitales de la mayoría de mujeres. Por tanto, para que el feminismo despliegue su potencia igualitaria tendrá que vincularse con propuestas políticas que tengan un proyecto de transformación para toda la sociedad y que conciban la igualdad como igualdad entre todos y todas. La pelea sigue abierta.”


Referencia web original:

https://ctxt.es/es/20221001/Firmas/40829/Nuria-Alabao-feminismo-reaccionarios-femonacionalista-elites.htm


A favor de la identidad feminista. Carmen Heredero (17/05/2023)


Una valoración en profundidad del libro “Feminismos. Retos y teorías” de Antonio Antón. Destaco los párrafos finales:


“La identidad colectiva está plenamente ligada a otro concepto hegeliano, el de sujeto. No hay sujeto social o político sin identidad colectiva, se afirma. Lo que aporta este concepto es la experiencia compartida en la acción práctica duradera, que da cohesión interna al grupo, en torno a un proceso liberador frente al poder. No se trata, pues, del sujeto fuerte, compacto e inmutable, basado en rasgos biológicos o sociodemográficos, que justifican ciertas teorías estructuralistas, deterministas o esencialistas, que suponen que la existencia de opresión genera automáticamente conciencia y acción alternativa. Tampoco puede entenderse que el sujeto social se construye, de forma voluntarista, con un buen discurso, programa o doctrina, como se desprende de otras teorías posestructuralistas que, más bien, anuncian la desaparición del sujeto colectivo, pues perjudicaría a la libertad individual. Unas y otras son caracterizadas como idealistas, ya que infravaloran el conjunto de mediaciones históricas, sociales e institucionales, y desconsideran que la interacción entre las personas es el principal valor para la conformación de grupo, para su reconocimiento y para forjar el sentido de pertenencia, todo ello necesario para generar acción colectiva transformadora.


De esta forma, para formar el sujeto feminista, es importante la consciencia de sufrir una realidad discriminada y de pertenecer, por ello, a un grupo social determinado, de ahí que el núcleo fundamental del feminismo sean las propias mujeres, incluidas las mujeres trans; ahora bien, el aspecto fundamental, sustantivo, que configura la identificación y el sujeto feministas es la experiencia relacional que suponen la acción práctica y la actitud de rechazo a la subordinación de las mujeres y la lucha por la igualdad. En esa medida, el autor promueve un sujeto sociopolítico inclusivo, constituido por quienes se identifican como feministas, independientemente de su género.


Como señalaba al principio de este texto, el autor se implica apostando por un feminismo transformador que persiga cambiar las desiguales relaciones sociales, culturales y de poder en los diferentes ámbitos sociales: en el de la reproducción, con el desigual reparto de los cuidados; en de la producción, con la segmentación del trabajo y la mayor precariedad laboral de las mujeres; en el educativo y cultural, con el androcentrismo y la desconsideración de las aportaciones femeninas en todos los campos del saber humano; en el sociopolítico y de la participación ciudadana, con la aún persistente preponderancia masculina; y, cómo no, acabar con la violencia machista debe ser un reto fundamental para la transformación social.


Y una aspiración, que recojo con sus palabras textuales: “Es conveniente no establecer jerarquías de ortodoxia discursiva, ni dejarse arrastrar por la simple pugna elitista por la representación del movimiento feminista y su capacidad sociopolítica, sino desarrollar una actitud unitaria, constructiva y pluralista en todo el conglomerado feminista y del conjunto del movimiento cívico y popular y su representación política”.


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/favor-identidad-feminista/20230517094125211782.html

La inhumanidad en el vértice del Estado. Luigi Ferrajoli (23/04/2023)


Buena reflexión ético-política sobre la inmigración. Selecciono varios párrafos:


“Por eso la necesidad de denunciar esta contradicción entre nuestras políticas contra los migrantes y nuestra propia tradición. Porque, en el asunto de los migrantes, se juega la identidad democrática no solo de Italia, sino también de Europa y de todos los países ricos de Occidente; porque estas políticas inhumanas ponen en cuestión, junto con el derecho a la vida y la dignidad de los náufragos, también la dignidad y la credibilidad democrática de nuestros países y de toda Europa. En efecto, pues las leyes y las prácticas contra los migrantes son responsables de la silenciosa masacre producida por los rechazos en las fronteras y por las prohibiciones de desembarco. Son muchos los millares de víctimas cuya única culpa es haber nacido en países antes depredados por nuestras colonizaciones y después por nuestra globalización. Sus muertos, sus discriminaciones, sus opresiones son la negación de todos nuestros proclamados valores. Y, mientras sigan produciéndose, habrán de pesar sobre nuestras conciencias como una vergüenza intolerable…


En la actualidad, la hipótesis menos realista es la de que las desigualdades y la pobreza puedan seguir creciendo ilimitadamente, y que nuestras ricas democracias puedan a la larga continuar basando sus desaprensivos tenores de vida sobre el hambre y la miseria del resto del mundo. Todo esto es inverosímil. Aunque irrealista en el corto plazo, el proyecto de un constitucionalismo internacional basado en la igualdad de todos los seres humanos, ya normativamente instaurado en las diversas cartas internacionales de derechos, representa, a largo plazo, la única alternativa realista al futuro de guerras, destrucciones ecológicas, fundamentalismos, racismos, conflictos interétnicos, atentados terroristas y crecimiento del hambre y la miseria a que daría lugar su fracaso.”


Referencia web original

https://elpais.com/ideas/2023-04-23/la-crueldad-en-el-vertice-de-europa-meloni-migrantes-y-politica.html

Pinchazos, fantasmas y cero rock & roll. Laura Macaya (14/09/2022)


Una mirada crítica frente al puritanismo y el punitivismo como respuestas unilaterales contra la violencia machista. Selecciono varios párrafos:


“Mientras se promueve el control y el encarcelamiento de las poblaciones más vulneradas mediante el carácter altamente selectivo del sistema penal y sancionador estatal, se oculta su ineficacia para proteger a las mujeres y la relación inversamente proporcional que esto tiene respecto a las políticas sociales y de redistribución de la riqueza.


El proceso de particularización del riesgo oculta las causas más probables de inseguridad que afectan a la mayoría de la población y que responden más a la masiva precarización y falta de derechos básicos fruto del desmantelamiento de los sistemas del bienestar llevada a cabo en los marcos neoliberales, que a la acción de individuos o grupos particulares. Pero también oculta que, probablemente muchas de estas acciones disruptivas o delictivas responden también a causas sociales que podrían intervenirse activando políticas de corte sociocomunitario y de redistribución de la riqueza…


Referencia web original:

https://ctxt.es/es/20220901/Firmas/40782/pinchazos-panico-sexual-consentimiento-punitivismo-laura-macaya.htm

El futuro de las relaciones laborales en tiempos de pandemia. Richard Hyman. Referencia: Hyman, R.(2022).

Referencia: El futuro de las relaciones laborales en tiempos de pandemia, Cuadernos de Relaciones Laborales, 38(2), 245-260.


Interesante ensayo (16 pp.). Transcribo su resumen y varios de los párrafos finales:


“En este artículo, ofrezco una lectura del contexto europeo en la tercera década del siglo XXI. Discuto, en primer lugar, hasta qué punto persisten “las variedades del capitalismo” y las implicaciones para los sindicatos de los cambios en los regímenes de relaciones laborales. En segundo lugar, considero algunas de las ambigüedades de la regulación de la UE. ¿Es la “Europa Social” todavía un baluarte contra la liberalización del mercado? En tercer lugar, recurro a Polanyi para examinar el aumento de las situaciones de trabajo precario, incluida la aparición de la “economía de plataforma”. Por último, comento el impacto del Covid-19 y de la crisis climática, antes de concluir con algunas breves observaciones finales sobre las respuestas sindicales…


Las diferencias transnacionales en la dinámica del cambio institucional y la reconfiguración normativa pueden entenderse en los términos del concepto de geometría variable. Cualquier debate sobre las posibilidades de resistencia a los ataques contra las condiciones de los trabajadores y los derechos de la organización colectiva debe abordar en particular tres aspectos de la desigualdad: la relación entre lo global y lo local; entre los sindicatos y otros ámbitos de protesta; y el reto de crear solidaridad desde la diversidad. Luchar contra las adversidades requiere imaginación estratégica, nuevas alianzas y aprendizaje y solidaridad transnacional…


Un sentido de reciprocidad, de destino común y de intereses compartidos, no está dado objetivamente, es una tarea que requiere una lucha ardua. La unidad no puede construirse mediante un juego de manos discursivo – “el pueblo unido”– sino que requiere un diálogo y un debate sostenidos, de lo contrario los intereses de los más débiles quedan fácilmente supeditados, bajo una falsa suposición sobre lo común…


La resistencia puede inspirarse en la rabia, pero para traducirse en acciones constructivas requiere confianza en la capacidad de iniciar el cambio. En tiempos oscuros, construir esperanza es quizás el reto más difícil, y no solo porque las esperanzas pueden ser fácilmente defraudadas. Pero el fatalismo y la rendición no deben ser las únicas opciones. Otro mundo es posible.”


Referencia web original

https://revistas.ucm.es/index.php/CRLA/article/view/78213/4564456561030

(In)equidad educativa e (in)movilidad social. Carmen Heredero (12/07/2022)


Un estudio amplio y detallado de un tema central, la igualdad en la educación y su influencia para las trayectorias vitales y laborales. Destaco la parte final de las conclusiones:


“Una excesiva segregación escolar que, como hemos visto, agrupa al alumnado en función de la clase de origen familiar, el origen nacional e incluso por el sexo, aunque esta causa sea marginal, condiciona en exceso el rendimiento escolar, siendo especialmente graves los resultados que refuerza en los sectores más vulnerables: fracaso escolar y abandono educativo temprano.

La escasa inversión pública en educación en España, con los recortes del gasto que hemos sufrido en los últimos años, sobre todo en la enseñanza pública, perjudica fuertemente a los centros que, por el contrario, deberían recibir más inversión pública para atender a la población más desfavorecida, que escolarizan.


Por último, un Estado del Bienestar muy insuficiente, con insuficientes ayudas sociales que no satisfacen las necesidades básicas de toda su ciudadanía, en una sociedad con fuertes tasas de paro, precariedad y bajos salarios, y una insuficiente política de becas, hacen el resto: las personas cuyo estatus social y capacidad adquisitiva han superado los de sus ascendientes no dejan de ser una minoría. Lo que predomina es el mantenimiento y la pervivencia de la desigualdad de oportunidades educativas y la reproducción de la clase social de origen. Se impone la adopción de políticas que combatan la actual situación de inequidad.


A grandes rasgos, estas deberían aplicarse en:

  • El fortalecimiento de la inclusión, evitando cualquier tipo de segregación, mediante la paulatina transformación de centros concertados en públicos, la aplicación de modelos de acceso a los centros con fuerte componente de cer­canía del domicilio y la garantía de un máximo de comprensividad que evite que la necesaria optatividad en los últi­mos cursos de la Secundaria genere segregación.
  • El incremento general del gasto público en educación, el incremento es­pecial para los centros que escolarizan a población con menores recursos so­cioeconómicos y con mayores necesi­dades educativas y una mejora de la política de becas, que haga efectivo el acceso a ellas de la población con in­suficientes recursos económicos, con especial atención al alumnado que fra­casa o que abandona tempranamente la educación.
  • La mejora de los servicios com­plementarios en los centros públicos (comedor, transporte, horarios com­plementarios…) que aporten recursos básicos a las familias más vulnera­bles, además de facilitar la concilia­ción familiar.”


Referencia web original

http://revistainnovamos.com/2022/07/12/inequidad-educativa-e-inmovilidad-social/


Una interesante valoración, muy detallada, a partir de una encuesta europea del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores: Clarificadora sobre las distintas opiniones en Europa, con fuerte oposición a la militarización y la guerra. Transcribo la conclusión:

“La guerra es como una montaña rusa: la opinión pública puede cambiar con cada giro y vuelta, y también es un motor muy poderoso. Como escribió recientemente Gideon Rachman del Financial Times : “La guerra en Ucrania se está librando esencialmente en tres frentes y entre tres protagonistas. El primer frente es el propio campo de batalla. El segundo frente es económico. El tercer frente es la batalla de voluntades. Los tres participantes son Rusia, Ucrania y la alianza occidental que respalda a Ucrania”.

Lo que sucede en cualquiera de los tres frentes afecta a los otros dos. Los éxitos militares de Ucrania son críticos para reforzar el tamaño del campo de la Justicia (cuyo líder informal, Zelensky, tiene una extraña habilidad para comunicarse con el público europeo). Los partidarios del campo de la paz ya son el grupo más grande entre los ciudadanos europeos y probablemente aumentarán en número si crece la sensación de que las feroces sanciones económicas contra Rusia no están dando resultados.

Entonces, ¿qué dicen los hallazgos de esta nueva encuesta sobre la batalla de voluntades en curso y cómo mantener el apoyo a las medidas tomadas para armar a Ucrania y sancionar a Rusia? La dependencia de Ucrania de las acciones de sus vecinos europeos significa que es probable que quien gane esta batalla de voluntades sea aún más importante que lo que ocurra en los terrenos económico y militar.

Las próximas semanas serán críticas y los datos muestran que debería ser posible mantener a Europa unida con los mensajes políticos correctos. La encuesta sugiere que la ruptura de Europa con Rusia es irreversible, al menos a corto y medio plazo. Ahora no hay ninguna posibilidad de que los europeos sueñen con integrar a Rusia en sus propias estructuras o comunidad política. Parecen estar mirando hacia un mundo en el que Europa se desvincule por completo de Rusia.

Pero el consenso europeo sobre Rusia no se traduce automáticamente en una posición común sobre qué roles debe desempeñar la UE en la guerra. Los datos anuncian una creciente divergencia entre el campo de la paz y el campo de la justicia a medida que la guerra se prolonga y los costos asociados con ella crecen.

La encuesta expone divisiones potenciales sobre los refugiados, la adhesión de Ucrania a la UE, el impacto en los niveles de vida y la amenaza de una escalada nuclear. Estos se combinan en un cisma central entre los campos de la Paz y la Justicia.

En muchos países europeos, la causa de Ucrania podría dejar de ser un esfuerzo nacional unificador y convertirse en un tema político divisorio. Pero, además de causar tensiones dentro de los países individuales, la guerra podría significar que las posturas políticas de estados como Polonia e Italia diverjan cada vez más. En las primeras etapas de la guerra, los países de Europa central y oriental se sintieron reivindicados en su anterior actitud agresiva hacia Rusia, y han ganado confianza y poder dentro de la UE. Pero, en la próxima fase, países como Polonia podrían verse marginados si el campo de la paz amplía su atractivo entre los demás estados miembros. La clave para mantener la unidad europea en apoyo de Ucrania es tomar en serio los temores de una escalada y presentar el conflicto como una lucha defensiva contra la agresión rusa en lugar de hablar de la victoria de Ucrania y la derrota de Rusia.

Si bien el conflicto de Ucrania aún podría resultar ser la partera de una UE mucho más fuerte, esta investigación muestra que el apoyo al aumento del gasto en defensa es más débil entre el público de lo que podría parecer si solo se escuchara a los líderes políticos.

Quizás el signo más preocupante es que la mayoría de los europeos ven a la UE como un gran perdedor en la guerra, en lugar de interpretar su unidad relativa como un signo de fortalecimiento de la unión.

Sigue existiendo el peligro de que los campos de la paz y la justicia puedan llegar a estar tan polarizados como los deudores y acreedores en la crisis del euro de principios de la década de 2010. Si se permite que esto suceda, y si la UE queda inmovilizada por sus propias divisiones, entonces la guerra podría señalar la marginación permanente de Europa en el escenario mundial.

La opinión pública europea fortaleció la unidad de la UE frente a la invasión rusa de Ucrania. Ahora depende de los líderes de Europa mantener esta unidad. Encontrar un lenguaje que atraiga a los votantes Swing (duro con Rusia, pero cauteloso sobre los peligros de una escalada) podría proporcionar una forma de cuadrar el círculo de la opinión pública.

Si la UE logra mantener el amplio frente que ha mostrado hasta ahora, y si los gobiernos de todos los bandos se unen en lugar de tratar de humillarse unos a otros, una Europa geopolítica más fuerte aún podría emerger de la sombra de la guerra. La forma en que se resuelva la invasión rusa de Ucrania tendrá consecuencias de gran alcance para el conflicto que se está gestando entre Estados Unidos y China.”

Referencia web original: https://ecfr.eu/publication/peace-versus-justice-the-coming-european-split-over-the-war-in-ukraine/

El retorno del rey. Wolfang Street (8/05/2022)

Un extenso y serio repaso de este prestigioso sociólogo alemán sobre la prepotencia estadounidense, con sus intereses hegemónicos a nivel mundial, con el trato subordinado hacia la Unión Europea y Alemania, en particular hacia el Partido Socialdemócrata, con ocasión de la guerra en Ucrania. Selecciono un párrafo:

“Política ucraniana aparte, una guerra estadounidense por delegación en Ucrania podría forzar a Rusia a estrechar sus relaciones de dependencia respecto a China, asegurando a este último país un aliado euroasiático cautivo, que le ofrecería un acceso asegurado a los recursos rusos a un precio realmente bajo, dado que ahora Occidente habría dejado de competir por ellos. Rusia, a su vez, podría beneficiarse de la tecnología china en la medida que esta fuera puesta a su disposición. A primera vista, una alianza como esta podría parecer contraria a los intereses geoestratégicos de Estados Unidos. Esta alianza traería aparejada, sin embargo, una alianza igualmente estrecha e igualmente asimétrica entre Europa Occidental y Estados Unidos, dominada por este último país, que mantendría a Alemania bajo control y suprimiría las aspiraciones francesas en pro de la «soberanía europea». Con toda probabilidad, lo que Europa puede entregar a Estados Unidos excedería lo que Rusia puede entregar a China, de modo que la pérdida de Rusia en beneficio de China, sería más que compensada por las ganancias de reafirmación de la hegemonía estadounidense sobre Europa Occidental. Una engañosa guerra por delegación en Ucrania podría resultar, pues, atractiva para Estados Unidos en su intento de construir una alianza global susceptible de ser utilizada en su inminente batalla con China sobre el Nuevo Orden Mundial, unipolar o bipolar en los viejos o los nuevos modos, que será librada durante los próximos años después del fin del fin de la historia.”

Referencia web original: https://www.elsaltodiario.com/carta-desde-europa/wolfgang-streeck-guerra-ucrania-retorno-rey

Hasta dónde apoyamos a Ucrania. Jürgen Habermas (8/05/2022)

Una reflexión profunda del intelectual alemán sobre el dilema de Europa. Interesante su marco interpretativo por la paz y, específicamente, de la ‘nueva crisis de identidad alemana’ con el cambio de mentalidades pacifistas y su conversión hacia la indignación moral y el realismo político, con la infravaloración del acompañamiento de la capacidad militar autónoma de Europa:

“Occidente debe medir cuidadosamente cada grado adicional de ayuda militar a Kiev. Vladímir Putin es quien decidirá en qué momento el apoyo occidental equivale a entrar en guerra… Por desgracia estas realidades [el no reconocimiento por Rusia, China ni EE. UU. de un Tribunal Penal Internacional] también delatan la vacuidad de los fundamentos de la acalorada identificación con las acusaciones morales cada vez más estridentes contra la moderación alemana… No veo ninguna justificación convincente para reclamar una política que, por doloroso y cada vez más insoportable que resulte ver el sufrimiento diario de las víctimas, ponga en peligro de hecho la bien fundada decisión de no participar en esta guerra… Descuidar las diferencias de percepción e interpretación de la guerra que tienen su origen en la historia no solo conduce a errores en el trato con el otro que acarrean múltiples consecuencias, sino, peor aún, a una incomprensión recíproca de lo que el otro en realidad piensa y quiere. Esta constatación también arroja una luz más neutra sobre la conversión de los antiguos pacifistas. Y es que ni la indignación, ni la consternación y la compasión que motivan sus mal encaminadas demandas pueden explicarse por el rechazo de las orientaciones normativas de las que siempre se han burlado los llamados realistas. Más bien son consecuencia de una interpretación demasiado estricta de esos principios. No es que sus defensores se hayan convertido al realismo; es que se han precipitado sobre él. Ciertamente, sin sentimientos morales no puede haber juicios morales, pero el juicio generalizador también corrige el alcance limitado de los sentimientos que despierta la inmediatez. Al fin y al cabo, no por casualidad los artífices del ‘cambio de era’ son los izquierdistas y liberales que, a la vista de los cambios drásticos en la constelación de las grandes potencias, y a la sombra de las incertidumbres transatlánticas, quieren poner en práctica una idea pendiente desde hace tiempo, a saber, que una Unión Europea que no esté dispuesta a que su forma de vida social y política sea desestabilizada desde el exterior o socavada desde el interior solo será capaz de actuar políticamente si también puede valerse por sí misma en el plano militar.”

Referencia web original: https://elpais.com/ideas/2022-05-07/hasta-donde-apoyamos-a-ucrania-habermas-el-gran-intelectual-aborda-el-dilema-de-europa.html

Buen diagnóstico, con un repaso de la estrategia estadounidense, y acertado enfoque de la actitud cívica a adoptar frente a esta guerra. Selecciono varios párrafos:

“La tarea inmediata es acabar con los crímenes que están devastando Ucrania. Si le preocupa lo más mínimo el destino de las víctimas ucranianas, lo que EE.UU. debe hacer es acceder a participar diplomáticamente para acabar con el ataque y plantear un programa constructivo para facilitar este resultado. Y se le debe presionar para que lo haga. Es bien sabido como sería un programa constructivo. Su elemento principal es la neutralidad para Ucrania: sin adhesión a alianzas militares hostiles, ni albergar armas que apunten a Rusia, ni ejecutar maniobras con fuerzas militares hostiles…

En resumen, un programa constructivo sería lo contrario a la política oficial actual de EE.UU. formalizada en una declaración conjunta sobre la alianza estratégica EE.UU.-Ucrania firmada en la Casa Blanca el 1 de septiembre de 2021. Este documento, críticamente importante, se ha suprimido en EE.UU. y supongo que, en todos lados declaraba enérgicamente que Ucrania debe ser libre de adherirse a la OTAN. Para justificarlo, Washington sigue con su postura sobre la santidad de la soberanía que ruboriza a los círculos civilizados, particularmente del Sur Global, que saben bien por amarga experiencia que EE.UU. es el abanderado del desprecio a la soberanía…

Un elemento en un programa constructivo es la neutralidad, que de hecho ofreció Zelensky y no respaldó EE.UU. Es sabido que no se puede saber si funcionará la diplomacia si no se intenta. Por ahora los EE.UU. con el apoyo de sus aliados se niega a intentarlo mientras sacrifica a los ucranianos condenándolos a un festino nefasto. Solo se puede conjeturar sobre los motivos, pero es importante reconocer que Putin le ha dado a Washington un regalo maravilloso. Le ha metido Europa hasta el fondo del bolsillo, un asunto mundial de primer orden desde la Segunda Guerra mundial…

El mérito por haber instigado a Rusia a invadir se lo lleva el asesor de Seguridad Nacional de Carter, Zbigniew Brzezinski, un destacado analista estratégico. Como él explicó, el destino de millones de afganos apenas cuenta comparado con abatir al enemigo mundial. Ni tal vez el destino de millones de ucranianos. Nos lo pensamos. Volviendo a las preguntas principales ¿Podemos hacer algo para evitar la masacre? ¿Podemos aprender algo? Parece obvio que la respuesta a ambas preguntas es un "sí" rotundo…

¿Qué podemos hacer? La única opción es trabajar con entrega: educación, organización y medidas para dramatizar las amenazas, confeccionadas para movilizar el apoyo. No es una tarea simple. Es necesario para sobrevivir.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/otrasmiradas/58497/lo-que-la-historia-reciente-nos-ensena-sobre-el-papel-de-eeuu-en-ucrania/

Interesante la aportación de este brillante intelectual. Acertada su idea de que la economía (la crisis económica desde 2008 y la globalización) no puede explicarlo todo, en particular la crisis de representación política y el surgimiento de nuevas fuerzas políticas, llamadas populistas y que él prefiere definirlas como anti establishment. Pone el acento en la crisis de los mecanismos de la doble ‘intermediación’: de las demandas populares a través de los partidos políticos (y la articulación democrática-electoral), y los medios de comunicación, como mediadores en la formación de la opinión pública. Por tanto, supera una simple interpretación economicista, bastante usual en otros medios, y centra el problema en un proceso político más general: la desintermediación, como la falta de capacidad político-mediática para articular y gestionar el bien público.

Se pueden plantear algunos matices. Primero, hay que interrelacionar los problemas sociales y económicos con la política, para no caer en la dicotomía de ambos campos y la unilateralidad de privilegiar uno sobre otro, con un enfoque más multidimensional, realista e integral. Segundo, acepto el punto de partida de la crisis de la representación político-institucional, pero como amplia y profunda desafección o desconfianza en las élites gobernantes por su gestión austeritaria (antisocial) y prepotente (autoritaria) de la crisis económica y social, así como la relativa impotencia transformadora progresiva de las instituciones públicas, condicionadas por el poder establecido, e incluido las formaciones progresistas para dar satisfacción plena a las demandas populares de bienestar y seguridad. Tercero, ante la problemática socioeconómica, la gestión política dominante liberal-conservadora ha agravado, no mejorado, las relaciones de desigualdad y precarización de amplias mayorías sociales con el refuerzo del enriquecimiento y el poder de las élites poderosas y mayor subordinación popular. Es la fuente del amplio malestar cívico. Es la suma e interacción de crisis, globalización y gestión regresiva-neoliberal, junto, en el mejor de los casos, con la relativa impotencia de la mediación político-institucional.

Por tanto, la respuesta transformadora debe ser multidimensional respecto de los tres ámbitos, socioeconómicos (progresivos), político-institucionales (democratizadores y de recomposición mediadora frente al autoritarismo), y de participación cívica. O sea, una política socioeconómica progresiva (que muy parcialmente se ha ensayado con la pandemia y el actual gobierno de coalición) con los tres ejes clásicos fundamentales, protección pública, redistribución y regulación de los mercados; una democratización político-institucional, con adecuación de los sistemas de representación y gestión pública, incluido los partidos o plataformas políticas; una profunda renovación orgánica y programática de las izquierdas o fuerzas progresistas, con respeto al pluralismo y los equilibrios colectivos superadores de los hiperliderazgos y el corporativismo, junto con una activación o articulación cívica democratizadora y participativa. Habrá que valorar, detenidamente, el libro que hace alusión “El desorden político”, para avanzar en esta transición de la articulación democrática. Destaco varios párrafos:

“[La desintermediación] Es un concepto muy abstracto. En política la desintermediación significa que dejan de funcionar los dos mediadores fundamentales que hay en democracia, que son los partidos y los medios de comunicación. Los partidos traducen las demandas sociales en políticas públicas cuando están en el poder y los medios organizan y empaquetan la información política con la cual los ciudadanos evalúan y vigilan al Gobierno. La democracia se construye sobre esos dos pilares: las demandas populares y la opinión. Y para cada una de ellas hay un agente mediador, que son los partidos en el caso de las demandas y los medios en el caso de la opinión…

[El término populismo, ¿se ha pervertido su significado?] Sí, no es el único caso de término que se acaba consumiendo por el excesivo uso. Nos pasa lo mismo, por ejemplo, con el término terrorismo, que hoy por hoy se utiliza casi para cualquier forma de violencia política, sin mayores distinciones. Pues con el populismo pasa algo similar, que es un término que de tanto usarlo, y de usarlo siempre para criticar al contrario, al final ha acabado perdiendo sus referencias originales. Por eso yo en el libro prefiero utilizar un término más neutro, que es el de fuerzas políticas o partidos anti establishment, porque lo que siempre tienen en común, al margen de su orientación ideológica, es una impugnación de los intermediarios existentes que están en el establishment, que son los partidos tradicionales o los medios tradicionales…

[El hiperliderazgo, ¿es una mala señal para la democracia?] Es una cuestión para la que yo no tengo respuesta. Yo creo que la razón por la que surgen los híper liderazgos es el descrédito que sufren los aparatos partidistas. Es como una reacción natural. Cuando los aparatos partidistas alejan a los ciudadanos de la política, lo que surge en su lugar son fenómenos de liderazgo muy fuertes. Y estos fenómenos de liderazgo, además, tienen una característica propia: no tratan tanto de representar intereses como hacían los partidos antiguos, sino que buscan establecer una identidad con los votantes, es decir, que el líder aparezca ante sus votantes como una encarnación de sus valores.”

Referencia web original: https://www.eldiario.es/politica/ignacio-sanchez-cuenca-nadie-confia-partidos-no-hemos-inventado-alternativa_1_8856552.html

¿Están en crisis nuestros modelos educativos? Debate en Espacio Público (16/03/2022): Cynthia Martinez Garid, Xavier Martínez Celorrio y Carmen Heredero de Pedro

Interesante debate de conclusiones sobre las aportaciones realizadas en Diario Público.

Referencia web original: https://youtu.be/TCinPXb-Qzk

Capitalismo y crisis ecológica: Una cuestión civilizatoria. Albert Recio Andreu, en ‘Revista de economía crítica’ (2º semestre de 2021) (pp. 49-54)

Un interesante ensayo sobre esta temática crucial para una alternativa transformadora realista y crítica. Expongo un amplio resumen:

“Mi hipótesis de trabajo es que la historia de las sociedades capitalistas está marcada por la combinación de tres procesos diferentes, aunque entrelazados, a veces enfrentados entre sí y a veces cómplices. Estos tres procesos son las propias instituciones y dinámicas de la economía capitalista, el desarrollo científico y tecnológico y las demandas democrático- igualitarias. Sin duda la primera, el capitalismo, es el elemento dominante, pero ni actúa en el vacío ni podemos dejar de analizar las dinámicas de los otros dos elementos…

Que el devenir de la ciencia ayude a construir racionalidad o, por el contrario, contribuya a reforzar el optimismo tecnológico que conduce al colapso no está decidido. Pero sugiero que la única vía para evitar que la ciencia no contribuya a reforzar las tendencias suicidas de la civilización actual pasa precisamente por defender su autonomía, por propiciar el debate racional, por fomentar un conocimiento científico interdisciplinar que ayude generar salidas y situar la gravedad de los problemas en su propia dimensión…

Estas demandas igualitarias tienen su punto débil en el hecho de no ser capaces de reconocer sus límites reales ni las condiciones medioambientales ni la jerárquica estructura social que requieren. Una sociedad igualitaria solo puede ser efectiva si basa su modo de vida en lo que podemos llamar "bienes comunistas" (aquellos de los que es posible disponer de forma sostenible para toda la población) y reconocer que hay otros bienes de los que no es posible garantizar una provisión universal y elaborar formas justas de racionamiento o acceso a los mismos. O dicho de otra forma, diferenciar entre necesidades básicas que pueden garantizarse, de lujos y caprichos a los que sólo se podrá acceder de forma restringida, y males sociales que deben evitarse. Esto vale también para el debate sobre la movilidad social donde el modelo organizativo que adopte cada sociedad restringe o amplía las posibilidades de la gente. Si el modelo es muy jerárquico es imposible garantizar un marco social igualitario y la igualdad de oportunidades se convierte en un trampantojo…

Uniendo los tres puntos anteriores considero que a la crisis ecológica hemos llegado claramente por la dinámica expansiva y depredadora de la economía capitalista, pero que la misma ha resultado en parte reforzada por el optimismo tecnológico emanado de la comunidad científica y por las demandas de los movimientos igualitarios formuladas en el contexto mental del progreso tecnológico y lo que podríamos llamar "el lujo democrático" alimentado por la publicidad. Esto sirve para entender la densidad de las fuerzas que impiden un giro radical en el modelo. No es sólo el puñado de grandes capitalistas cuyos intereses y privilegios están seriamente afectados si se adoptan políticas ecológicas duras. Es que ello choca también con una inmensa masa social cuya vida cotidiana quedaría alterada drásticamente…

La cuestión solo puede abordarse atendiendo a la complejidad de procesos que nos han conducido hasta aquí y que siguen operativos. Las denuncias pueden servir para generar sensibilidades, pero difícilmente para hacer frente a una crisis civilizatoria. Hacerle frente exige una enorme tarea que se puede realizar desde espacios diversos: trabajo científico, producción cultural, movimientos sociales, trabajo comunitario, acción política. Creo que también como economistas críticos hay un espacio de trabajo necesario que apunta a las tres cuestiones planteadas: el del análisis de las formas de interacción y organización económica que pueden favorecer un cambio, el del trabajo en la comunidad científica en aras a mejorar su interdisciplinaridad y su comprensión global de los procesos y el de generar reflexión que ayude a la construcción de un nuevo igualitarismo más comprensivo. Más allá de los eslóganes, lo que debemos aportar son buenas propuestas de cambio, algo que requiere un profundo y honesto trabajo de elaboración colectiva”

Referencia web original

http://www.revistaeconomiacritica.org/index.php/rec/article/view/576/551

Las nuevas caras de la derecha. Enzo Traverso (14/12/2021)

Un interesante ensayo sobre la particularidad ‘postfascista’ de la actual extrema derecha autoritaria y sus diferencias con el fascismo de entreguerras. Destaco varios párrafos:

“Esta es la señal de un retroceso, no de una derrota o una decadencia irreversible. Estamos en medio de un proceso de transición cuyos resultados aún son desconocidos y están abiertos: o bien un New Deal del siglo XXI, capaz de enfrentar el cambio climático y revertir las transformaciones producidas por cuarenta años de neoliberalismo, o un giro a la extrema derecha que arrojará a nuestro planeta a la catástrofe anunciada. En el contexto actual, los dos resultados son perfectamente posibles…

Tras varias décadas de políticas neoliberales, las clases dominantes han incrementado enormemente su riqueza y su poder, pero también han sufrido una significativa pérdida de legitimidad y de hegemonía cultural. Estas son las premisas para el ascenso del neo posfascismo: por un lado, la creciente «caída en el salvajismo» de las clases dominantes y, por otro, las extendidas tendencias autoritarias que su dominación engendra…

Desde este punto de vista, los nuevos movimientos de la derecha radical tienen una relación diferente tanto con la violencia como con la democracia. Si bien pretenden defender al «pueblo» contra las élites y restablecer el orden, no quieren crear un nuevo orden político. En Europa, están más interesados en hacer valer tendencias autoritarias y nacionalistas dentro de la Unión Europea que en destruir sus instituciones…

Los nuevos movimientos de extrema derecha carecen de todos esos pilares: son producto de una crisis de hegemonía que no puede compararse con el derrumbe europeo de la década de 1930; su radicalismo no incluye ni un asomo de «revolucionario», y su conservadurismo —una defensa de los valores y las culturas tradicionales, las «identidades nacionales» amenazadas y una respetabilidad burguesa opuesta a las «desviaciones» sexuales— está desprovista de la idea de futuridad que modeló de manera tan profunda las ideologías y utopías fascistas. Por eso, me parece más apropiado describirlos como posfascistas, no como neofascistas…

¿Esto significa que no existe un peligro fascista? De ningún modo. A decir verdad, si observamos el presente a través de un prisma histórico, no podemos descartar esa posibilidad. El impresionante ascenso de los movimientos, partidos y gobiernos de extrema derecha muestra con claridad que el fascismo puede convertirse en una alternativa. Pero aunque no cabe duda de que persiste la posibilidad de una nueva era posfascista, es importante señalar que la crisis económica desatada por la pandemia no la fortaleció. Así, la pretensión ultraderechista de encarnar una alternativa «antisistema» probablemente parezca menos convincente hoy en día que cinco años atrás. En última instancia, sin embargo, el futuro de los movimientos de extrema derecha no dependerá exclusivamente de su evolución interna, su orientación ideológica y sus decisiones estratégicas, ni tampoco del apoyo que puedan obtener de las élites globales. A fin de cuentas, dependerá de qué capacidad tenga la izquierda para delinear una alternativa.”

Referencia web original: https://jacobinlat.com/2021/12/14/las-nuevas-caras-de-la-derecha/

Una interpretación esperanzadora sobre la necesaria transformación social y democrática, con radicalidad al mismo tiempo que con alianzas complejas y un talante renovador y cívico. Selecciono varios párrafos:

“En el caso de Boric, pese a ser el candidato de una alianza a la izquierda de la Concertación, su programa está lejos de ser radical. Es, más bien, la expresión de un proyecto de justicia social de tipo socialdemócrata en un país donde, pese a los avances en términos de lucha contra la pobreza, perviven formas de desigualdad social –y jerarquías étnicas y de clase– inaceptables junto a la mercantilización de la vida social. Por otro lado, pese a que Kast se presentaba como un candidato de “orden”, todos sabían que el postulante de la derecha habría sido un presidente potencialmente desestabilizador, por su seguro enfrentamiento con la Convención Constitucional en funciones, pero también por la previsible resistencia en las calles. El “orden” en un país que, como se vio en la campaña y en la elevada participación electoral, sigue profundamente movilizado, rima con el cambio y no con los retrocesos conservadores que prometía Kast.

Más que a un radical, muchos en la izquierda consideran a Boric, de 35 años, como demasiado “amarillo”, la forma clásica para referirse a las izquierdas reformistas. Y gran parte de su éxito en la segunda vuelta fue haber podido captar el apoyo de la Democracia Cristiana y del Partido Socialista, incluido el de la expresidenta Michelle Bachelet, hoy Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que viajó a Santiago a votar y llamó, mediante un video, a votar por Boric. Como ocurrió con Podemos en España, el Frente Amplio (surgido de las movilizaciones estudiantiles) criticó duramente la transición post-dictadura, pero no podía ganar sin el apoyo de las fuerzas que la dirigieron (solo que, a diferencia de España, sí lograron dar el sorpasso frente a la vieja centroizquierda, al menos en la presidencia, no así en el Congreso). Y menos aún podría gobernar, una tarea cada vez más difícil en una América Latina revuelta…

Es posible que el posicionamiento del Frente Amplio en la Convención Constitucional, donde trabaja en coordinación con el PS y más que con el PC, anticipe algo de lo que viene: su lugar como pivote entre la izquierda del PC y la centroizquierda. En su campaña, Boric debió parecerse más a Bachelet que a Salvador Allende. Al final, el “reventón” no significó un giro hacia la izquierda tradicional ni añoranza hacia el pasado, y por eso el desafío del nuevo presidente será poder llevar adelante las banderas de transformación social, sobre todo la de un país más justo, pero sin sobreactuación…

Pero esta “segunda ola” es mucho más heterogénea que la primera y, en general, de menor intensidad programática. Frente a una izquierda latinoamericana desgastada después de la primera “marea rosa”, desde un país como Chile –más institucionalizado que otros en la región–, quizás Boric pueda mostrar una vía democrática radical e igualitaria capaz de construir instituciones de bienestar más sólidas (una agenda que tomó una nueva dimensión en la pandemia). Pero también puede significar aire fresco en términos de principios: el “populismo de izquierda” en la región terminó por quedar pegado a la decadencia política y moral del proyecto bolivariano. Y Boric tiene el desafío de mostrar que se puede avanzar en el campo social sin deteriorar la cultura cívica.”

Referencia web original: https://ctxt.es/es/20211201/Politica/38192/elecciones-chile-ganador-boric-kast-pablo-stefanoni-nuso.htm

El poder crudo y el poder cocido (II). Boaventura de Sousa Santos (20/11/2021)

Segunda parte del interesante ensayo del prestigioso sociólogo portugués donde trata la hiperdiscrepancia entre principios y prácticas en varios campos: La recomposición geopolítica a nivel mundial con la emergencia de China frente a EEUU, Occidente en la nueva guerra fría; El crecimiento global de la extrema derecha; La lucha global contra la corrupción, instrumentalizada por los grandes poderes económicos multinacionales para imponer sus privilegios; la captura de bienes públicos, comunes o globales por parte de actores privados, y la conclusión de la ampliación del poder crudo (autoritario) frente a la democracia liberal. Selecciono los dos párrafos finales sobre esto último:

“La prevalencia y la mayor visibilidad del poder crudo sobre el poder cocido –el creciente llamado a la eliminación del enemigo interno y la hiperdiscrepancia entre principios y prácticas– representa un desafío decisivo para la democracia. La democracia liberal siempre fue una de las expresiones fundamentales del poder cocido en las sociedades capitalistas, colonialistas y patriarcales. Por eso la democracia liberal se redujo al espacio público, dejando todos los demás espacios de relaciones sociales, como la familia, la comunidad, los negocios, el mercado y las relaciones internacionales, en manos del poder más o menos despótico del más fuerte, lo que llamé fascismo social. De ahí mi conclusión de que mientras existan el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado, estamos condenados a vivir en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, aunque limitada, la democracia liberal no es una ilusión. Especialmente en los últimos cien años, la existencia de la democracia en el espacio político ha permitido la adopción de políticas públicas en materia de protección social (salud, educación, bienestar público) y derechos laborales, sociales y culturales que se tradujeron en importantes conquistas y mejoras concretas en la vida de las clases populares y grupos sociales sometidos a la dominación capitalista, racista y sexista. En otras palabras, en su mejor expresión, la democracia liberal ha hecho posible disminuir la brutalidad del poder crudo del fascismo social.

La prevalencia actual del poder crudo trae consigo un pésimo presagio y un enorme desafío para la democracia liberal. En la raíz del poder crudo contemporáneo están el neoliberalismo y la extrema derecha, una mezcla tóxica que está llegando al núcleo mismo de la democracia liberal, los derechos civiles y políticos, después de haber reducido al mínimo la protección social y los derechos sociales. Es un proceso de destrucción de la democracia, a veces lento y otras rápido, que va inyectando componentes y lógicas dictatoriales en la práctica concreta de los regímenes democráticos. Está surgiendo un nuevo tipo de régimen político, un régimen híbrido que combina discursos y prácticas dictatoriales (apología de la violencia, creación caótica y oportunista de enemigos, insulto impune a los órganos soberanos electos, desobediencia activa de las decisiones judiciales, llamado a la intervención golpista de las Fuerzas Armadas) con prácticas democráticas. ¿Un monstruo? Una cosa es cierta: la democracia liberal no es la democracia real, pero es una condición necesaria (aunque no suficiente) para lograr la democracia real.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/espejos-extranos/2021/11/21/el-poder-crudo-y-el-poder-cocido-ii/

“En la segunda posible opción, las fuerzas implicadas en las alianzas con el PSOE, construyen una agenda común y compartida. Una agenda que, más allá de la mera reivindicación y del horizonte de resistencia, se transforma en un horizonte de transformación compartido. Éste afecta tanto al modelo social y económico, como al territorial y plurinacional y a la propia conformación del Estado (una agenda de este tipo no es posible sin la modificación, por la misma mayoría absoluta que puede dar una investidura en primera vuelta, de leyes orgánicas como las del Poder Judicial, Financiación, del Tribunal Constitucional, de referéndums, etc., y la producción de nuevas).

En este caso, las mutuas debilidades –producidas por la fragmentación que tiene como único polo central la capacidad de negociación con el PSOE– devienen fortaleza conjunta con capacidad de desborde. Evidentemente los distintos proyectos políticos implicados en este proceso no consuman, por su misma diversidad, sus objetivos últimos, pero les dan una mayor condición de posibilidad y, sobre todo, muestran la capacidad de transformar la vida de las mayorías. Es un paso de la reivindicación a la propuesta global, de sufrir el Estado a transformarlo, de la subordinación ante el mismo a su dirección, pero, sobre todo, es el único paso que asegura a la larga que no gobiernen, no el Estado, sino nuestras vidas, las versiones más extremas de las derechas. Al final sólo se resiste avanzando.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/dominiopublico/40195/horizonte-2023-territorialidad-politica-y-estado/

Interesante entrevista, a destacar el carácter de la crisis social, económica y, sobre todo, de legitimidad del capitalismo, la importancia de la reproducción social y los cuidados, los cambios en las clases trabajadoras y una alianza transformadora diferenciada del liberalismo. Selecciono varias respuestas:

“Y lo que acompañó a la desinversión estatal fue la privatización. Además, una vez destruidas las infraestructuras públicas, los gobernantes transfirieron funciones sanitarias vitales a proveedores y aseguradoras, empresas farmacéuticas y fabricantes con ánimo de lucro. Estas empresas ahora controlan parte de esas capacidades, incluyendo la mano de obra y las materias primas, la maquinaria y las instalaciones de producción, las cadenas de suministro y la propiedad intelectual, las instituciones de investigación y el personal. Y centrados únicamente en sus beneficios y en el precio de sus acciones, les importa muy poco el interés público. Los resultados son trágicos, pero no sorprendentes. Un sistema social que somete los asuntos de la vida y la muerte a la “ley del valor” estaba estructuralmente preparado desde el principio para abandonar a millones de personas a su suerte frente al COVID-19…

Las escasas voces afganas que se oían procedían, casi en su totalidad, de una élite que trataba de sustituir a los talibanes, gente que después se hizo tristemente famosa por su extraordinario nivel de corrupción e incompetencia. En mis propios artículos para publicaciones estadounidenses, sentía las presiones de mis jefes para que no me apartara demasiado del consenso nacional sobre la idea de que los estadounidenses estaban impulsando la democracia y liberando a los afganos, sobre todo a las mujeres, de sus crueles opresores. Esa falsa ilusión convirtió la guerra de Afganistán en un gran fiasco intelectual: un fracaso crucial que plantó la semilla de todos los demás fracasos —diplomáticos, militares y políticos— en Irak y otros países, redujo drásticamente el poder y la influencia de Europa y Estados Unidos en el mundo y regaló enormes ventajas estratégicas y geopolíticas a países como Irán, Rusia, China y Turquía…

Hoy parece innegable que fue una locura extraordinaria vincular el prestigio, la seguridad y la credibilidad de Occidente a la alucinación de un poder largamente desaparecido, unas guerras neoimperialistas y unas cruzadas humanitarias. Porque ni las jerarquías raciales y geopolíticas ni las tecnologías militares creadas por europeos y norteamericanos blancos cuando colonizaron el mundo en el siglo XIX se pueden reproducir en el XXI. No cabe duda de que la reaparición de los brutales talibanes, con sus turbantes negros y sus largas barbas, alimentará una fantasía masculina sobre el justo combate de Occidente contra unos nativos atrasados e intransigentes. “La resistencia acaba de comenzar”, tuiteó Bernard-Henri Lévy la semana pasada. Pero lo más urgente es salvar, a Occidente y a los afganos, de los locos quijotescos del imperialismo.”


Referencia web original: https://elpais.com/ideas/2021-08-29/occidente-y-sus-delirios-coloniales-el-desastre-de-afganistan-se-veia-venir.html

“Del 15M y los movimientos de base también vendrá un feminismo que piensa que el orden de género atraviesa por igual a mujeres y personas LGTBIQ y que no se puede combatirlo sin atacar estas intersecciones –y sin vincularlas a un proyecto más amplio de transformación social–. A menudo se le llama “transfeminismo”. El debate sobre “el sujeto del feminismo” –presente desde hace más de 100 años– que ha estallado con la cuestión de la Ley Trans también apuntaba a la línea de flotación de ese feminismo de base más diverso y transformador. Pero ha quedado patente que la mayoría del feminismo está del lado de los derechos de las personas trans. El feminismo del PSOE ha perdido pie…

Así, estos encendidos debates forman parte de la guerra interna de la izquierda institucional por tratar de representar al feminismo. Es una lucha por el poder y por los recursos del Estado. Pero también hay un intento de cierto feminismo institucional de división del movimiento para deshacerse de sus segmentos más subversivos, aquellos con demandas radicalizadas que cuestionan sus propias posiciones sociales. El objetivo: devolver a la marginalidad al feminismo de base que ha tenido enorme presencia pública con los grandes 8M y las huelgas feministas…

Vistas así las cosas, los pilares con los que, según los pensadores de los siglos XVII y XVIII europeos, se construye (o debe construirse) el (nuevo) orden social no sería sólo el individuo (o, para ser más precisos, una determinada forma de concebirlo; un ser humano libre, autónomo, independiente y egoísta) sino, junto con él, la actividad de trabajo y el espacio societal de la economía del mercado como gran instancia social de coordinación. No un pilar, sino tres y los tres necesariamente conectados. Y los tres pensados y concebidos como entidades estrictamente nuevas: tanto el individuo como el trabajo y la economía de mercado.”

Segunda parte del interesante ensayo sobre las divisiones en el feminismo y su apuesta por un feminismo ‘de clase’, crítico al feminismo institucional representado por el PSOE que ha utilizado una posición abolicionista de la prostitución (influyente en Unidas Podemos) y contra los derechos de las personas trans (en confrontación inicial con UP y los colectivos LGTBI que han vencido con su nueva ley). La pugna desatada por ese feminismo institucional socialista buscaría dividir el movimiento de base y mantener su prevalencia político-cultural, con su punitivismo y su puritanismo, así como sus privilegios en la representación institucional, académica y mediática.

“La obra del historiador italiano Enzo Traverso ha sido desde siempre motivo de atención e interés para una revista como Con-Ciencia Social, interesada en la crítica de la cultura y de las instituciones donde tiene lugar la difusión y apropiación selectiva de conocimiento. En el transcurso de esta conversación, Traverso aborda un amplio conjunto de temas muy presentes en su prolífica y comprometida trayectoria como científico social: hablamos de Memoria y de Historia, de la construcción y del papel de los intelectuales, de revisionismos historiográficos y usos públicos del pasado, de educación histórica, pero sobre todo se reflexiona sobre el presente, la melancolía y la necesidad de la utopía…

Pero, con el tiempo, he ido dándome cuenta y he aprendido —ahora que soy algo viejo— a ser desconfiado y disidente con respecto a todas las ortodoxias… Desde este punto de vista, una tradición de pensamiento que está representada por una tríada compuesta por Marx, Weber y Schmitt, los grandes pensadores de la violencia y del Estado, creo que es otra corriente que es mucho más pertinente que la idea de biopolítica de Foucault. El siglo XX es el siglo del biopoder y del triunfo de la biopolítica, pero es también el siglo del triunfo de la soberanía en el sentido más clásico de la palabra. Entonces, Foucault, es cierto, pertenece, cómo explicarlo, a mi taller, a mi caja de herramientas, pero con muchos otros. Ciertamente, la sociología del Estado de Pierre Bourdieu (dominación, nobleza de estado, campos, reproducción, etc.) puede ser utilizada de manera fructífera, pero en mi opinión no permite pensar profundamente los conflictos sociales y políticos, así tampoco, por ejemplo, los conceptos habermasianos de espacio público o de acción comunicativa. No son pensamientos útiles para analizar y explicar la guerra y la revolución. Para eso, en la posguerra, son más interesantes Carl Schmitt o Ernest Mandel, o Toni Negri y Mario Tronti o también Agamben. Cierto, son pensadores muy, muy diferentes, que no pertenecen a una misma escuela, pero todos son pensadores del conflicto. Creo que esta es la razón por la cual en mis trabajos de historia intelectual, Reinhart Koselleck me interesa, por ejemplo, más que la escuela de Cambridge (Pocock o Skinner).”

“El artículo tiene un doble objetivo. Por un lado, quiere participar en la vieja disputa acerca del papel que ha jugado la categoría del ser humano entendido como individuo en la construcción del orden social de la modernidad. Y, por otro, el de hacerlo a partir de las aportaciones de Andrés Bilbao sobre el tema tal y como se recogen en su obra póstuma. Con el fin de desentrañar todo su sentido contrastamos sus ideas con las del antropólogo francés Louis Dumont y extraemos de esa comparación algunas conclusiones de interés. Un mejor conocimiento de los orígenes del orden social moderno redunda siempre en un mejor conocimiento de los problemas del presente…

En general, el COVID es una tormenta perfecta de irracionalidad e injusticia capitalista. Al aumentar los defectos inherentes al sistema hasta el punto de ruptura, hace brillar un rayo de luz punzante sobre todas las contradicciones estructurales de nuestra sociedad. Sacándolas de las sombras y mostrándolas a la luz, la pandemia revela el impulso inherente del capital de canibalizar la naturaleza hasta el mismo borde de la conflagración planetaria; de desviar nuestras capacidades de las labores verdaderamente esenciales de la reproducción social; de eviscerar el poder público al punto de no poder resolver los problemas que el sistema genera; de alimentarse de la riqueza y la salud cada vez menores de las personas racializadas; de no sólo explotar, sino también expropiar, a la clase trabajadora. No podríamos pedir una mejor lección de teoría social…

Está claro, pues, que las tareas de cuidado se intersectan con la organización del mercado laboral, la economía política, el cuidado social y las prestaciones del Estado. El problema principal es que la sociedad capitalista alberga una profunda tendencia a aprovecharse de la gratuidad del trabajo de cuidados, a canibalizar las capacidades de cuidados y a la repleción de las mismas. Esto aplica al capitalismo en general. Sin embargo, el actual capitalismo neoliberal es especialmente predatorio en este aspecto. Y la pandemia dejó en claro cuán importante es el trabajo de cuidados, cuánto lo necesitamos y cuán irracional es vivir en una sociedad que no lo valora…

Creo que tenemos un margen de acción, si no nos conformamos sólo con la política de reconocimiento. Hay que dejar de lado la cultura de la cancelación y las microagresiones. Sirven como proteína para la derecha. Hay que enfocarse en la estructura, en las instituciones, en las demandas y luchas que pueden realmente mejorar la vida en lo material para la clase trabajadora. Hay una oportunidad ahí.”

Referencia web original: https://rebelion.org/el-neoliberalismo-como-filosofia-hegemonica-esta-muerto-sigue-en-el-poder-pero-ya-no-tiene-credibilidad/

Una crítica profunda y realista de este ensayista angloindio sobre los errores estratégicos e intelectuales de las élites occidentales. Selecciono varios párrafos:

“Las críticas a la retirada del ejército estadounidense delatan los delirios de grandeza alimentados desde hace tiempo y aún vivos en Londres, Nueva York y Washington DC y hacen pensar que la verdadera amenaza para la seguridad y la credibilidad de Occidente no está en lo que suceda en las zonas rurales afganas, sino en las disfunciones políticas e intelectuales en el mundo angloamericano, que nos han proporcionado, uno detrás de otro, los fracasos militares en Afganistán, Irak y otros países, la crisis financiera, el Brexit y Trump…


Ensayo valorativo (13 pp.) sobre este sugerente sociólogo en una temática que ha adquirido nueva relevancia en esta modernidad tardía y sobre la que hay que profundizar. Transcribo su resumen introductorio y un párrafo significativo:

Referencia web original: https://revistas.ucm.es/index.php/CRLA/article/view/72830/4564456558059

Además, pretendería aislar al feminismo transformador e interseccional, mayoritario en la movilización social de estos años, frente al conservadurismo sociocultural, por la igualdad social, contra la violencia machista y por la libertad para desarrollar las opciones sexuales y de género. Esa estrategia de sectarismo, prepotencia y fanatismo ha generado perplejidad y debilitamiento del movimiento feminista y su capacidad unitaria, expresiva y movilizadora, pero estaría condenada al fracaso (el cese de la Vicepresidenta Calvo es sintomático) por la persistencia de las desventajas de género y la propia articulación feminista transformadora.

Una última consideración. Se cita la etiqueta feminismo de clase (o anticapitalista) y se habla de las mujeres migrantes, pero se echa en falta la preocupación por la problemática más general de la mayoría popular de las mujeres por su discriminación, desigualdad y segregación en los campos económico-laboral y de reproducción vital, educativo y de cuidados, así como respecto de su estatus social, cultural y político-institucional, presentes en los 8 de marzo y mucha actividad de base y descentralizada. Particularmente afectan a las jóvenes precarizadas, sometidas a mayor sobresfuerzo y desventajas y con fuerte descontento (tal como recogen los últimos estudios demoscópicos), que es la base principal de las amplias movilizaciones feministas. Y una dinámica igualitaria-emancipadora en esos campos es fundamental para continuar la masividad de la activación feminista, consolidar su arraigo, superar los obstáculos divisivos y reafirmar un feminismo crítico, plural y unitario. Selecciono varios párrafos significativos:

Por lo que sabemos de la nueva ley de trata que ha anunciado el PSOE, también estará concebida bajo ese marco contrario al consentimiento de las prostitutas y diseñada como herramienta para el control de las migraciones. Nada nuevo en el PSOE, pero ¿por qué Podemos se lanza a competir por ese espacio político? ¿Por qué el feminismo de Podemos se parece cada vez más al del PSOE? ¿Tiene que ver la influencia de una IU que siempre se ha declarado abolicionista? Es inevitable verlo como un error político. Primero, porque renuncia a sostenerse y construir su propio espacio político, y también porque apuesta por un feminismo de minorías. El abolicionismo puede parecer una postura mayoritaria en el feminismo –aunque también hay dudas sobre esto, probablemente solo son las más movilizadas y virulentas–. Pero sobre todo, el sentido común social camina en dirección contraria. Todas las encuestas sobre prostitución muestran recurrentemente una mayoría clara de personas –superior al 60%– a favor de descriminalizar el trabajo sexual. También, la mayoría de mujeres e incluso de votantes del PSOE.

Por tanto, un feminismo favorable a los derechos de las trans y a la descriminalización del trabajo sexual; uno que no vea la sexualidad únicamente como ámbito de peligro sino de disfrute y de libertad; claramente antipunitivo y antidentitario; que no se apoye en censuras ni linchamientos puede parecer marginal, pero en realidad conecta mejor con la sociedad española. La cuestión de cómo cambiar las jerarquías sociales y repartir poder y recursos –de cómo construir un feminismo de clase– puede parecer quizás más ardua de articular o de explicar, pero sin ella no hay proyecto emancipatorio posible.”

Interesante entrevista desde la teoría crítica del conflicto social. Selecciono un párrafo de su introducción y varias respuestas sobre la recomposición de la izquierda, el feminismo, el giro posmoderno, los límites de Foucault o Bourdieu y su apuesta por los pensadores del conflicto:

Es imposible hacer predicciones pero, repito, sería irresponsable pensar en términos de un optimismo ingenuo, y sería también improductivo pensar en términos de un pesimismo cósmico, como si ya hubiéramos perdido la batalla. Entonces, yo creo que el escenario está abierto y hay muchos síntomas que lo indican. La experiencia de España, precisamente, es que el proceso de recomposición de la izquierda y de construcción de una alternativa no es para nada un proceso lineal ¿verdad?, es la búsqueda de soluciones que fracasan, que hay que cambiar y eso transforma las ideas, los equipos políticos, las formas de organización. Bueno, lo que pasó recientemente en España indica que algo se está moviendo, es un proceso molecular de cambio. Lo que ocurre en EE.UU. también…

De manera que el giro posmoderno podríamos decir que ha tenido consecuencias contradictorias y hay que sacar lo mejor de todo ello. Una idea de subjetividad que, desde mi punto de vista, hay que reintegrar en una forma de universalismo crítico en línea con el pensamiento de la tradición de la Ilustración radical y toda la historia del marxismo que surge y nace de ella. Pues hemos de olvidar que el marxismo es uno de los éxitos de la Ilustración radical. Yo estoy entre los que piensan que el postmodernismo no hay simplemente que rechazarlo como una forma de oscurantismo, hay que criticarlo, pero reconociendo que puede ser también fructífero y que muchas de las críticas que puede hacer el postmodernismo se dirige a una tradición de pensamiento, que es mi propia tradición de pensamiento, y que muchas de esas críticas son pertinentes. Estoy convencido de que se pueden utilizar. Ese es el acercamiento que hago, pero, bueno, en otras situaciones se pueden ver las cosas de una manera diferente…

Referencia web original: https://conversacionsobrehistoria.info/2021/06/27/la-cultura-como-campo-de-batalla-una-conversacion-con-enzo-traverso/

Referencia web original: https://ctxt.es/es/20210701/Firmas/36605/feminismo-divisiones-punitivismo-trans-ley-libertad-sexual-ultraderecha-Nuria-Alabao.htm

La cultura como campo de batalla: una conversación con Enzo Traverso. Entrevista por Gustavo Hernández y Juan Mainer (27/06/2021)

Bueno, Fraser y Federici plantean la cuestión de cómo reintegrar el feminismo en un proyecto de cambio global y desde este punto de vista, sí, yo creo que su contribución es muy interesante e importante…

La izquierda perpleja. Albert Recio (1/06/2021)

Un buen diagnóstico con propuestas transformadoras para debatir. Transcribo un amplio extracto:

“A la hora de entender los comportamientos sociales, de los que los electorales forman parte, considero útil partir de dos hipótesis complementarias. La primera es que el comportamiento real de la gente, de todos nosotros, se aleja de la presunta racionalidad basada en valorar pros y contras, en comprender los efectos de cada decisión y obrar en consecuencia. La segunda es que nuestros comportamientos están dominados por nuestras prácticas cotidianas y que éstas están, en gran parte, constreñidas por las estructuras sociales de las que participamos…

Interesante y acertada reflexión sobre las perspectivas políticas deseables, aun con la incomodidad del PSOE al haberse frustrado la posibilidad de su acuerdo por el centro con el hundido Ciudadanos y tener que contar necesariamente con Unidas Podemos y sus aliados (con la nueva convergencia que resulte y su liderazgo), así como con los nacionalismos de izquierda. La disputa vendrá, a partir del equilibrio político-representativo resultante, sobre el alcance de esa agenda social, democrática y de articulación de la plurinacionalidad. Destaco esa opción:

La vida de cada cual está influida poderosamente por nuestra experiencia individual, por la familia y el país en el que nacemos, por el barrio donde residimos, por nuestra experiencia educativa, por la información y el adoctrinamiento que recibimos; en definitiva, por nuestra socialización y nuestra esfera relacional. Todo ello es bastante obvio. Más complicado es entender cuáles son las estructuras dominantes en cada momento histórico, y en esto en la izquierda hay demasiada tendencia a retrotraerse a los análisis marxistas clásicos antes que a tratar de entender la realidad concreta del momento…

Todo este proceso de transformación social ha tenido lugar en un período en el que ha coincidido un importante cambio tecnológico que ha impactado en las formas de organización de la vida cotidiana, en la configuración espacial, en los procesos de socialización (el automóvil, el televisor, el móvil). Ha tenido lugar, al menos durante un tiempo, en un proceso en el que el crecimiento de los empleos “con formación” ha promovido la imagen de que el ascenso social era posible y la educación, su principal vía de acceso. Y ésta es la inercia sobre la que siguen manteniéndose las expectativas sociales de gran parte de la población…

Ni las estructuras sociales, ni la vida cotidiana ni los procesos de socialización son los de antaño, y la mayor parte de los cambios conspiran contra las tradiciones organizativas y sociales de la izquierda. La mayoría de las organizaciones políticas y sociales basan su existencia en un puñado de personas con convicciones fuertes (a veces se cuela algún trepa, aunque en la mayoría de las ocasiones dura lo que tarda en reconocer que ha escogido un mal lugar para hacer carrera), pero con pocos recursos. Tienen que hacer frente a potentes organizaciones privadas, con múltiples tentáculos, recursos, funcionarios o asesores bien pagados y presencia en los medios, y que cuentan, además, con un estructurado sistema de leyes y un aparato judicial que sirven para bloquear reformas que atenten contra alguno de sus intereses…

Es con estos condicionantes estructurales que hay que construir las políticas alternativas, siempre a la contra, y ello genera flaquezas, sesgos y errores. Jugamos un juego con recursos desiguales y reglas de juego sesgadas. Por esto lo normal es que los resultados electorales sean desfavorables y tan lentos los avances reales en materia de consolidación de derechos y mejoras sociales.

Los triunfos de la izquierda suelen obedecer a situaciones críticas. Son más fogonazos en un momento adecuado que avances sostenidos. Las victorias de Podemos, las confluencias y los municipalistas en 2015-2017 obedecieron a una situación de crisis en la que había a la vez demandas de cambio, esperanzas sobrevaloradas y cabreos. Fueron un éxito (la única vez que quizá haya sentido que ganábamos algo sustancial fue el día en que Ada Colau obtuvo la alcaldía de Barcelona, sin desmerecer otras victorias parecidas en otras ciudades), pero este tipo de victorias son inestables porque se sustentan en pilares débiles, en una oleada de optimismo social que espera resultados vistosos a corto plazo, en un auge de la militancia con expectativas aún más exageradas (es el gran momento de los aspirantes y de los vendedores de soluciones ideales). Pero después del éxito llega la resaca, que adopta formas diversas: ilusiones que no se cumplen (muchas eran imposibles), protagonismos frustrados, luchas de poder que estaban larvadas y acaban emergiendo...

El ejercicio real del poder muestra también sus límites, que operan en muchas líneas: falta de cuadros preparados, dificultades para movilizar a una burocracia pública con sus tradiciones, sus prebendas y sus inercias, presiones de los poderes fácticos y de los oponentes políticos, campañas mediáticas devastadoras...

Todo conspira para que el paso de la izquierda por los espacios de poder sea breve, se genere desilusión, se produzcan roces y divisiones internas; para que estos períodos de auge sean tan solo esto, sustos que los de abajo conseguimos darles algunas veces a los poderosos…

Dos años son poca cosa, pero hay que aprovecharlos para generar respuestas. Y ello requiere activar, conectar las diversas redes activistas, promover acciones que ayuden a mejorar la cultura política, social y ecológica de la población, generar redes que ayuden a generar buenos proyectos, formar cuadros...

Lo que siempre han sido tareas de la izquierda transformadora y que ahora devienen una necesidad urgente. Esto es lo que las bases tenemos la obligación de exigirles a quienes pretenden liderarnos.”

Referencia web original: http://www.mientrastanto.org/boletin-202/notas/la-izquierda-perpleja

El descontento movilizador: cultura y discursos sobre la política en un marco de crisis (2011-2013). María Jesús Funes; Ernesto Ganuza; Patricia García-Espín (ed.)

Interesante libro del CSIC (230 pp.), sobre el significado y el contexto del movimiento 15-M. Transcribo su resumen:

“En enero de 2020, tras varios años de elecciones generales recurrentes que denotaban una inestabilidad política inusual, se conforma el primer Gobierno de coalición de izquierdas desde la Transición. En la toma de posesión de algunos ministros se escucha un «sí se puede» que recordaba al tsunami de movilizaciones de 2011: el 15-M. Este libro nos traslada a aquellos años (2011-2013), no para estudiar el movimiento, sino para indagar qué ocurría en la sociedad española para que esta expresión de queja y reclamo político concitara un apoyo social sin precedentes. Mediante un estudio cualitativo, iniciado unos meses antes de los hechos y que termina dos años después, se analiza cómo vivía, pensaba y sentía la política la masa anónima que lo contempló desde la perplejidad, el entusiasmo o la preocupación. La conclusión da título al libro: se produjo un descontento movilizador, acontecimiento transformador con un intenso componente expresivo y un carácter performativo que evidencian el interés de estudiar la sociedad que lo produjo más allá de sus protagonistas y sus hechos. El libro comienza con un diagnóstico de situación intensamente crítico a partir del cual surgen propuestas políticas concretas asociadas a valores de justicia, ética y eficacia. El 15-M fue un revulsivo movilizador del descontento, pero también el signo de un descontento movilizador, descontento productivo y dinamizador cuyas claves culturales, sociales y políticas vertebran el libro. Los autores proponen el descontento movilizador como concepto teórico entendido como el conjunto de sentimientos y actitudes críticas hacia la actividad política dominante y su institucionalidad que, lejos de provocar pasividad, promueven la activación, una disposición positiva hacia formas variadas de actuación política. El empoderamiento de la población y un sentido de agencia y eficacia interna notables son los protagonistas, no solo del descontento, sino de la capacidad propositiva de las personas actuando plenamente como sujetos políticos.”

Referencia web original: https://editorial.csic.es/publicaciones/libros/13445/0/el-descontento-movilizador-cultura-y-discursos-sob.html

Una reflexión crítica merecedora de una profunda deliberación para reorientar la política alternativa. Selecciono los párrafos finales:

“Comparadas con propuestas anteriores, éstas incluyen algunas buenas intenciones, aunque parece que en muchos casos tienen más que ver con necesidades de legitimación ante problemas que no se pueden esconder que con una reflexión profunda sobre su naturaleza. Las enormes y crecientes desigualdades sociales y la crisis ecológica, para mí las dos cuestiones centrales que debería abordar la política económica, difícilmente van a resolverse con lo planteado. En algunos casos pueden incluso empeorar, como en el de las infraestructuras inadecuadas, o en el del modelo del coche eléctrico y las zonas de baja emisión, o en el de la digitalización, que puede redundar en desigualdades diversas (lo de la brecha digital es sólo una parte del problema, y a menudo se puede convertir en otro motivo de estigmatización de los pobres). Siguen faltando una comprensión completa de los problemas ecológicos y una reflexión sobre los mecanismos que generan desigualdades profundas. Por ejemplo, nadie reconoce que en temas como el de los cuidados una parte de la indignidad de las condiciones laborales radica en unas políticas migratorias generadoras de exclusión (ni nadie repara en que estas mismas migraciones pueden facilitar la transición demográfica, pues la demografía se sigue pensando en clave local).

A corto plazo los ganadores van a ser, sin duda, los grandes grupos empresariales. No puede ser de otro modo, pues tienen el acceso a los mercados financieros, los conocimientos, la capacidad organizativa, las conexiones políticas y las ideas que van a funcionar. Posiblemente muchos de los proyectos ya estén pensados para cubrir sus demandas. El capitalismo es hoy una compleja trama de grandes organizaciones que interaccionan entre sí y con el Estado y que realmente tratan de conformar el mundo a sus intereses. Que a pesar de ello alguna de las cuestiones planteadas vayan en beneficio del conjunto depende de la capacidad de presión e influencia que podamos seguir ejerciendo desde movimientos sociales e instituciones diversas. Y ello va a ser esencial para conseguir que los elementos más interesantes de estas propuestas, como una reforma fiscal progresiva o del marco institucional de las relaciones laborales, puedan llegar a buen puerto.

Para la izquierda alternativa y para muchos movimientos sociales es fácil analizar estos planes, criticarlos duramente y decir que no son adecuados. Lo llevamos haciendo desde hace mucho tiempo. Ello refleja, a la vez, nuestra capacidad crítica y nuestra impotencia. Capacidad crítica porque, en efecto, estamos saturados de propuestas que incluyen bellos objetivos, pero que casi siempre los olvidan y en el peor de los casos los combaten. En el marco actual de hegemonía capitalista, en lo cultural y lo organizativo, con una conciencia ecológica e igualitaria débil, lo más probable es que las políticas tengan más de continuidad que de transformación. Y muchas de nuestras críticas son certeras y pertinentes. Sin embargo, refleja también nuestra impotencia para presentar proyectos que trasciendan estos límites. Los proyectos del poder no tienen ante sí propuestas serias y coherentes que planteen una transición social y ecológica aceptable. Somos organizativamente demasiado débiles, sin recursos suficientes, demasiado poco cooperativos para desarrollar estas propuestas, para popularizarlas, para tejer alianzas que trasciendan al pequeño mundo de la izquierda. No es culpa nuestra que seamos tan débiles; somos un reflejo de las desigualdades que engendra el sistema. Pero sí tenemos una responsabilidad que nos atañe, la de pensar que para tener alternativas, por provisionales que sean (un plan nunca se cumple como está previsto, es sobre todo una buena base de orientación), mucha gente tiene que cooperar para hallar propuestas satisfactorias. Sobran en nuestras filas los Peter Pan que se limitan a criticar las maldades del capitalismo esperando que caiga como fruta madura y sobran los aspirantes a montar su propio negociado en forma de movimiento social o político sectario.

Si en algo los planes que comento introducen alguna novedad aceptable es precisamente porque ha habido movimientos que llevan años presionando, haciendo propuestas, creando culturas que obligan a transformar las propias formulaciones dominantes. Lo que hace falta ahora es que estas iniciativas avancen en un proceso más intenso de elaboración colectiva y permitan imponer propuestas que vayan más allá de las pacatas y en parte erróneas de los planes actuales. Porque la crisis ecológica y la social seguirán estando ahí.”

Referencia web original: http://www.mientrastanto.org/boletin-201/notas/capitalismo-reformado-comentario-a-dos-planes

Interesante ensayo (25 pp.) de esta profesora de Sociología en la UNED, publicado en el Anuario de Movimientos Sociales 2020 de la Fundación Betiko. Selecciono un párrafo explicativo del tema tratado:

“Tomando como punto de partida la manifestación del 8 de marzo de 2020 en Madrid analizaré, en primer lugar, las continuidades y mutaciones en el siempre presente debate sobre el sujeto del feminismo atendiendo particularmente a quienes son expulsadas de ese sujeto colectivo, así como en las posibles transformaciones en la identidad colectiva de este movimiento. En un segundo momento abordaré lo que llamo “profecía anunciada” que no es otra que la siguiente: la pandemia no ha hecho más que visibilizar, quizás, o hacer imposible de obviar, un tema sobre el que los feminismos llevan trabajando desde hace décadas, los cuidados. Pero más allá del debate concreto, quién cuida, quién es cuidado, mostraré como los feminismos ponen sobre la mesa una nueva reconfiguración social a partir de ese debate. Cerraré el texto con algunas reflexiones finales que buscan abrir más preguntas que respuestas pues la profecía no es mi práctica ni la de mi disciplina, la sociología, al menos no tal como yo la practico.”

Referencia web original: http://fundacionbetiko.org/wp-content/uploads/2021/03/anuario_2020_maria_martinez.pdf

Una reflexión sugerente para tratar no solo las tendencias del capitalismo sino para abordar un marco interpretativo global que permita definir una alternativa estratégica para reestructurar la sociedad, la economía y la política. Destaco varios párrafos:

“Ambos problemas, el de las desigualdades y el de la crisis ecológica, han entrado en todas las agendas retóricas de las grandes instituciones internacionales y de gran parte de los partidos políticos. Incluso, el mundo de las grandes empresas presume de un giro estratégico hacia la sostenibilidad desarrollando una aparatosa política de pintar de verde sus políticas. El caso más espectacular es el de la industria petrolera, que anuncia un giro estratégico de inversiones en energías renovables y salida paulatina del negocio petrolero. Algo que parece más derivado de los problemas de rentabilidad de los nuevos yacimientos que de un convencimiento sobre la necesidad de un cambio radical de modelo. Mientras, la evidencia es tozuda y los problemas de desigualdad —en sus diversas dimensiones— y el deterioro ambiental prosiguen su marcha sin que se divisen en el horizonte propuestas reformistas fuertes que, cuando menos, inviertan esta dinámica suicida…

La cuestión crucial para el futuro es que esta emergencia [de China] es vista en términos de competencia “intercapitalista”, de rivalidad, lo que corre el peligro —ya palpable— de un reconocimiento de lo que en términos clásicos llamábamos competencia imperialista, con las graves secuelas del reforzamiento del militarismo, el patrioterismo y las tensiones de todo tipo. Las múltiples variantes de este conflicto (en el que Rusia recobra su parte de protagonismo) pueden no sólo desviarnos aún más de la búsqueda de soluciones efectivas a los problemas sustanciales, sino a la vez añadir otros nuevos en forma de peligros bélicos, guerras informáticas que colapsen parte de la vida social, desabastecimientos y abandono de poblaciones en peligro…

El drama de los refugiados, por ejemplo, se inscribe también en esta clave de rivalidad internacional que nunca ha dejado de existir y ahora corre peligro de renacer… Si evaluamos la economía mundial desde la óptica de las desigualdades y de la ecología, el balance es más que pesimista. En una sociedad que presume de un impresionante desarrollo tecnológico, que ha generado una cultura que habla de derechos universales y respeto, millones de personas viven en un permanente estado de inseguridad material y falta de derechos. Y esta inseguridad se está ampliando, en algunos aspectos, a nuevos sectores. Desde el punto de vista ambiental el balance aún es peor…

La izquierda, en sus muy diferentes versiones, sigue desaparecida. Ello no quiere decir que no haya propuestas sobre la mesa, pues las hay y en muy variados campos: la lucha contra las desigualdades, la defensa de servicios públicos universales, la necesidad de una reconversión ecológica de la sociedad, la reivindicación de la cooperación por encima de la competencia…

Son todos ellos temas que están ciertamente presentes en las propuestas y las prácticas de movimientos sociales y fuerzas de izquierda. Lo que no hay es un marco de referencia en el que situar un mínimo esbozo de como reestructurar la sociedad. Hay una buena capacidad de detectar dónde está el origen de muchos problemas, así como de denunciar sus efectos. Pero no de proponer una mínima guía de transición hacia un mundo deseable. Y es esta debilidad la que esteriliza muchas de las propuestas y la que permite seguir presentando como sensato el “modelo europeo”, cuando éste lleva años haciendo aguas y es todo menos una propuesta a la altura de una crisis civilizatoria. Casi nunca hay respuestas ante los que nos recuerda, de buena o mala fe, que los intentos de superar el capitalismo fueron un fracaso. Unas respuestas que exigirían tanto un buen análisis de las razones del fracaso como una reformulación de las alternativas que lo tuviera en cuenta. De los fracasos se aprende o se convierten en una experiencia paralizadora. Limitarse a denunciar los males del sistema y hablar de la necesidad de cambiarlo es sencillo. Pero puede resultar inútil si no hay una mínima idea de hacia donde se quiere ir y de que pasos dar.”

Referencia web original: http://www.mientrastanto.org/boletin-200/notas/capitalismo-esclerotico-balance-de-dos-decadas

Claves y propuestas sobre los cuidados. Carmen Heredero (30/03/2021)

Excelente estudio sobre la crisis de los cuidados y del sistema de reproducción social y vital del actual orden social que emplaza a su socialización y reparto equilibrado, con el refuerzo del Estado de bienestar y las políticas públicas. Selecciono varios párrafos:

“En definitiva, cuando hablamos del trabajo de cuidados estamos hablando verdaderamente del núcleo duro de la discriminación de las mujeres, de algo cuya responsabilidad está en la base de la estructura social que divide el trabajo según el sexo y en la base de la discriminación social femenina… Todo ello nos habla de la debilidad de nuestro estado del bienestar, que no ha sido capaz de atender a esta gran demanda de cuidados que ha originado la pandemia. Pero aún más, estamos ante una crisis que va más allá de los cuidados, pues pone en cuestión las bases mismas sobre las que se asienta este modelo social de capitalismo neoliberal patriarcal, que separa los ámbitos productivo y reproductivo, aprovechando para su beneficio el trabajo invisible e impagado de las mujeres en la esfera doméstica y que precariza las condiciones laborales de los sectores que se ocupan de los cuidados: frente al beneficio económico, las necesidades humanas no cuentan… El feminismo lleva años reclamando un sistema social que considere la vida en el centro. Es necesario, además, que consideremos a las personas como seres dependientes, vulnerables, que necesitan de cuidados en algún momento de su vida y que, por tanto, el cuidado es un asunto de responsabilidad social y ciudadana. Su resolución no puede recaer en exclusiva sobre las mujeres. Estos principios, que la actual crisis sanitaria se ha encargado de visibilizar y ratificar, deben marcarnos las alternativas sociales y las políticas públicas a acometer…”

Referencia web original: https://nuevatribuna.publico.es/articulo/sociedad/dependencia-claves-propuestas-trabajo-cuidados/20210330173425186192.html

Catalunya: seguimos en la noria. Albert Recio Andreu (25/02/2021)

Un interesante balance de las elecciones catalanas con las opciones de Govern y los retos para los Comuns. Selecciono esta última parte:

“Salir indemnes de esta situación va a ser complicado. La propuesta de un bloque de izquierdas que rompa la dinámica actual es justa pero poco viable. Sólo se sostiene durante el tiempo en que está pendiente la negociación del nuevo Gobierno, pero tiene poco recorrido. Aunque es cierto que en el Ayuntamiento de Barcelona funciona actualmente un pacto implícito entre el gobierno municipal Comuns-PSC y ERC que pacta con ellos muchas cosas, la Generalitat es otra cosa. Para el nacionalismo catalán tiene un papel simbólico que no tienen los gobiernos locales. Para cambiar la situación hace falta que haya movimientos más allá de los partidos. Que se genere un clima de opinión favorable al cambio que aunque sea modesto cambie los equilibrios de fuerzas. Y visto el reparto de espacios en Catalunya este equilibrio puede alterarse en dos sentidos: en conseguir que parte del electorado independentista apoye propuestas más sensatas y el de movilizar a una parte del electorado potencial de izquierdas que ahora opta por no participar.

Provocar este cambio no es tarea fácil. Ni puede asumirse solo desde una formación política. Exige una movilización social en la que participen muchos actores. Aunque en el campo político, el grupo de los Comuns debería ser un actor principal. Su propia composición interna y su ausencia de una elaboración política le ha impedido hacerlo. No fue capaz de hacer frente al “procés” y ofrecer un relato que se enfrentara al mismo y, al mismo tiempo, no cayera en la respuesta centralista, nacionalista española. Desmontar el” procés” exigía precisamente explicar a las propias bases del independentismo la falacia del proyecto. Y propugnar al mismo tiempo una reforma del Estado en clave federal. Ahora lo que hace falta es, además, canalizar esfuerzos sociales en hacer frente a la crisis social. En exigir un Govern que asuma una responsabilidad real y una acción eficiente. En abrir un debate social sobre las necesidades de cambio que exigen las diferentes crisis que nos afectan (y las que presumiblemente seguirán viniendo).

No es tarea fácil. Ni sobran los medios ni la gente activa. Ni las alternativas son sencillas. Los Comuns, además han minusvalorado o no han sabido articular una red de apoyos, diálogo y cooperación con una parte importante del tejido organizado que sostiene muchas movilizaciones y propuestas de cambio. Ni tiene una estructura orgánica adecuada. Pero si en este momento no son capaces de impulsar un mínimo cambio, seguiremos en la noria que rueda y rueda, condenados a ver como la situación se degrada a nuestro alrededor. Es un momento peligroso. Que exige que todas las personas, organizaciones que entendemos la necesidad de cambio estemos a la altura de la situación, sepamos buscar dinámicas transformadoras y dejemos de perdernos en las falsas pistas en las que tantas veces nos metemos la gente de izquierdas.”

Referencia web original: http://www.mientrastanto.org/boletin-199/notas/catalunya-seguimos-en-la-noria

Una crítica necesaria. Esos dogmas amparan los beneficios de los grupos oligopólicos y se están deslegitimando ante las mayorías sociales. Destaco un par de párrafos:

"Pero lo que el presidente de tal federación internacional olvida mencionar es que, además de utilizar el conocimiento básico que los Estados han financiado, esos mismos Estados ofrecen a las farmacéuticas un gran regalo al garantizarles el monopolio en la venta del producto durante muchos años, que pueden llegar hasta veinte, lo que les asegura unos beneficios astronómicos (los más elevados del sector empresarial de cualquier país).

Ahí está el origen de la escasez de vacunas. Es tan simple como esto. La propiedad intelectual, garantizada por los Estados y por las leyes del comercio internacional y sus agentes, es la que crea una escasez "artificial" de vacunas, lo cual genera unos beneficios astronómicos a costa de no tener suficientes vacunas para paliar las graves consecuencias de la pandemia y prevenir la muerte de millones de seres humanos…

Durante la II Guerra Mundial toda la producción industrial se orientó a la fabricación del material de guerra necesario. ¿Por qué no se hace ahora lo mismo? Si se forzara la producción masiva de tales vacunas por parte de las empresas farmacéuticas en todos los países o en grupos de países, se podría vacunar rápidamente a la población no solo de los países ricos, sino de todo el mundo. Como era predecible, la Unión Europea, desde su Parlamento hasta la Comisión Europea y sus otros órganos de gobierno (la mayoría gobernados por partidos conservadores y liberales), se ha opuesto a ello, pues es cautiva de sus dogmas, que ya han demostrado ser fallidos durante el período neoliberal y que, a pesar de su gran fracaso, continúa siendo dominantes en los establishments político-mediáticos a los dos lados del Atlántico Norte. Al menos en EEUU, la nueva administración federal del gobierno Biden, presionado por la comunidad científica (y por las fuerzas progresistas dirigidas por Bernie Sanders), están convocando La Ley De Producción De La Defensa del país (aprobada por el presidente Harry Truman), que obliga a toda la industria a ponerse al servicio de la defensa del país para producir el material necesario para prevenir y controlar la pandemia. La justificación para apelar a tal ley es que el bien común tiene que estar por encima de todos los intereses privados, exigiendo a la industria farmacéutica anteponer el bien común a sus intereses particulares. Lo mismo ocurre en cuanto a otros productos como las jeringuillas especiales y otros. Veremos si se lleva a cabo. Sería bueno que pasara lo mismo en Europa. Ni que decir tiene que las derechas de siempre –desde Trump hasta las derechas de España (incluyendo Catalunya)– acusan a los que quieren forzar dicha producción de "sociocomunistas". Pasa en todo el mundo. De ahí que la ciudadanía debería movilizarse para cuestionar tanto dogma que está haciendo tanto daño a la población. Animo a los lectores a que se organicen y envíen textos y cartas de protesta a tales instituciones, pues de poder hacerse sí que se puede. Lo que ocurre es que su dogmatismo y creencias les impiden verlo.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2021/02/03/como-los-dogmas-neoliberales-estan-obstaculizando-la-resolucion-de-la-pandemia/

Una excelente investigación académica. Señalo sus conclusiones:

“Como hemos ido señalando a lo largo de este trabajo, desde las generales de 1977 hasta el presente, el sistema de partidos del Estado español ha experimentado muy diversos cambios que permiten referirse al mismo como un sistema que, a través de diversos de ciclos políticos-electorales, ha transitado desde el pluripartidismo parlamentario de bipolaridad moderada (García Cotarelo y Bobillo, 1991) y bipartidismo gubernamental al multipartidismo parlamentario polarizado y pluripartidismo gubernamental. En ese tránsito ha quedado evidenciado que las diferencias entre los partidos tienen sus raíces tanto en razones ideológicas (el eje izquierda vs. derecha) como en fuentes étnico-culturales (el eje estatalismo/nacionalismo). Pero quisiera insistir aquí en la idea de que la inestabilidad del sistema se ha debido más a las diversas crisis socioeconómicas, a las crisis institucionales y a la corrupción, a los fuertes grados de polarización y enfrentamiento entre partidos y/o bloques ideopolíticos que a la propia fragmentación del mismo.

En todo caso no quisiera concluir este trabajo sin señalar que en este último ciclo político 2015-2019 hemos asistido a importantes fluctuaciones en los partidos y en el sistema de partidos: a) a la debacle del PSOE y a su relativa recuperación; b) a la hecatombe del PP y a su igualmente débil recuperación; c) al fin del pluripartidismo limitado y la consolidación del multipartidismo parlamentario; d) al fin del consenso en el centro y a la emergencia de fuertes grados de polarización y crispación política; e) a la fulgurante emergencia y a la relativa crisis de Podemos/UP; f ) al rápido ascenso de Ciudadanos y a su profunda crisis actual; g) a la emergencia y consolidación de Vox, así como a su posible estancamiento y retroceso; h) a la débil emergencia de Más País y a su incierto futuro; i) a sucesivos empates minoritarios entre los bloques de las derechas y de las izquierdas estatales; j) al fin del bipartidismo gubernamental y al inicio de un pluripartidismo gubernamental; y por último k), a la persistencia de unas fuerzas nacionalistas/regionalistas que no solo cuentan para formar gobiernos, sino que además han crecido en cuanto a representación e influencia política. En todo caso, si bien el sistema de partidos ha mostrado una amplia inestabilidad desde las generales de 2015 hasta las de noviembre de 2019 y si bien no cabe descartar posibles reajustes en su interior, estamos en un contexto en el que existen indicios que apuntan hacia el fortalecimiento y persistencia de un complejo y plural sistema de partidos marcado por el multipartidismo parlamentario y el pluripartidismo gubernamental, aunque nada permite sin embargo darlo por consolidado.”

Referencia web original: https://www.ull.es/revistas/index.php/atlantida/article/view/2013/1381

Next Generation a la española. Albert Recio (01/01/2021)

Un excelente diagnóstico sobre los riesgos y oportunidades de los planes de modernización económica, con una llamada para abordar una gestión pública, social y ecológica, realmente transformadora. Selecciono los párrafos finales:

“De hecho, podría pensarse que la participación del Gobierno en estas sociedades mixtas podría ser diferente de lo que realmente va a ser si hubiera una idea clara y un compromiso para alterar realmente la situación. Algo que seguramente pasaría por contar con gestores públicos con formación y capacidad para controlar el proceso, con regulaciones adecuadas que impidieran el poder abusivo característico de las actuales redes empresariales, con unidades de base organizadas como cooperativas u otras fórmulas de empresa no capitalista, con buenos sistemas de control de la gestión y de los efectos sociales y ecológicos… Y que debería situar los proyectos particulares en algún tipo de política que definiera prioridades y tuviera en cuenta factores distintos a los de rentabilidad financiera y crecimiento.

La única forma de impedir que los intereses privados impongan sus prioridades es que exista una fuerte demanda pública y social sobre lo que hay que hacer. Y esto exige una construcción que pasa no sólo por una buena generación de ideas (lo que requiere espacios de elaboración adecuados), sino también una importante presencia de movimientos sociales y activismos que presione en la buena dirección. Requiere también la existencia de marcos institucionales que favorezcan el debate social y el control. Y, hasta hoy, estos canales son insuficientes o suelen estar conformados de tal forma que dan un peso exagerado a las élites capitalistas y sus adláteres. Hay que luchar por establecer nuevos espacios de participación realmente deliberativos, de control. Un terreno donde hay mucho por recorrer en los diversos espacios de gestión pública y sobre lo que resulta imprescindible trabajar.

Es dudoso que las actuales políticas nos saquen de las diferentes crisis encadenadas en las que andamos metidos. La situación actual va a dejar mucha gente fuera a menos que los planes de reconversión no estén orientados hacia un modelo social inclusivo y ecológicamente orientado. Más bien parece que los planes se van a diseñar para potenciar unas pocas actividades y favorecer los intereses de los que se sepan colocar. Pero es tarea de la gente activista que se abran otras perspectivas. Y ello depende no sólo de su combatividad, sino también de la capacidad de entender las limitaciones y las oportunidades de las políticas actuales para introducir elementos de transformación.”

Referencia web original: http://www.mientrastanto.org/boletin-197/notas/next-generation-a-la-espanola

Excelente estudio académico publicado en RELIES: Revista para el Laboratorio Iberoamericano para el Estudio Sociohistórico de las Sexualidades (2020/4, pp. 272-296). Transcribo su resumen:

“El 11/09/2019 la Universidade da Coruña (UDC) suspende una jornada de debate sobre trabajo sexual al no poder garantizar su seguridad, dado el “fuerte rechazo, acoso y crueldad” recibidos, tras la polémica protagonizada por activistas abolicionistas bajo el hashtag #UniversidadSinProstitución, denunciando la iniciativa y afirmando que formaba parte de la estrategia del “lobby proxeneta”. Apenas un mes después, el 18/10/2019, 22 universidades de todo el estado hacen público un programa colectivo tratando de abrir un debate en libertad sobre trabajo sexual, bajo el hashtag #UniversidadSinCensura, que pudiera arrojar luz sobre ello, dando voz además, como algo fundamental, a las propias protagonistas. Debate en el que se inscribe este Monográfico. Un debate por tanto no solo académico, sino social y político, pero ni novedoso ni con un único punto de vista feminista al respecto, a lo largo de los casi cincuenta años de debates feministas de este país, desde sus inicios como movimiento social (años 70) hasta la actualidad, transitando entre el placer y el peligro hacia el reconocimiento de la diversidad y libertad sexual, contra la estigmatización, censura y prohibición de derechos. Debates feministas que hemos querido trasladar aquí, de forma obligatoriamente resumida, mostrando la pluralidad de ideas y propuestas, desde entonces hasta hoy, planteándonos finalmente cuales podrían ser los retos actuales del movimiento feminista, en un contexto de creciente conservadurismo estatal y global.”

Referencia web original: https://www.upo.es/revistas/index.php/relies/article/view/5112/4711

LA OTRA MIRADA. Compendio de percepciones sobre la migración en España y recomendaciones para el cambio de narrativas. Oxfam Intermón (noviembre 2020)

Un estudio muy interesante y detallado (32 pp.).

Recojo una parte de su introducción:

“El contenido de este compendio se ha generado y recogido a través de un viaje que comenzó en 2017 y que ha recorrido períodos de investigación, análisis, formación, intercambio con diversos actores y experimentación en el campo de las narrativas para la justicia social.

El capítulo El mito de la polarización, identifica algunos patrones recurrentes en las creencias sobre la migración en distintas partes del mundo, revisando las conclusiones de los principales estudios europeos sobre percepciones y segmentación actitudinal, así como en el contenido del informe Si, pero no aquí, realizado por Oxfam sobre percepciones de la migración venezolana en Perú, Colombia y Ecuador.

El capítulo Percepciones sobre la migración en España expone, por primera vez, los resultados de los estudios y segmentaciones actitudinales de la ciudadanía en España, comisionados por Oxfam Intermón, que permiten comprender los miedos y valores que, con respecto a la migración, coexisten en la mayoría de las personas. El análisis evolutivo de estas percepciones, entre 2017 y 2020, así como sus semejanzas con los resultados de los estudios europeos y con los realizados en Perú, Colombia y Ecuador, permiten extraer una serie de conclusiones y aprendizajes clave.

En Aprendizajes clave, este documento se detiene en tres conclusiones principales que permiten conectar la comprensión sobre percepciones y perfiles derivada de los estudios actitudinales con su aplicabilidad para la construcción de narrativas alternativas para la justicia social.

Esta aplicabilidad se ilustra a través de recomendaciones concretas para propuestas comunicativas para el cambio de percepciones y la construcción de nuevos imaginarios, recogidas en el capítulo 5. Propuestas comunicativas para el cambio de narrativas.

Por último, las conclusiones de este compendio sintetizan los mensajes y recomendaciones clave a aplicar en las prácticas comunicativas que buscan devolver los términos del debate al campo de la evidencia, atendiendo a las preocupaciones y valores comunes.”

Referencia web original: https://cdn2.hubspot.net/hubfs/426027/Oxfam-Website/oi-informes/informe-la-otra-mirada-oxfam-intermon.pdf

Excelente y larga entrevista en la que el historiador y exlíder de En Comú Podem responde a cuestiones sobre Catalunya, la crisis del Régimen y la territorial, las soberanías y las tradiciones y los horizontes republicanos. Selecciono tres párrafos sobre la configuración de alianzas y sujetos:

“La hegemonía neoliberal se construyó con otros tipos de alianzas de clases, con otros principios. ¿Qué quiero decir? Que el Estado debería poder ser muy proactivo en generar nuevas políticas fiscales, nuevas políticas públicas, que vayan más allá de la protección social, pero eso necesita también la configuración de procesos y sujetos sociales. Hay una parte de la batalla de ahora que no es por alternativas de gobierno, que no se trata de que gobiernen las izquierdas y hagan unas políticas y las derechas hagan otras, porque, a veces, gobiernan las izquierdas y tampoco pueden cambiar tanto las políticas. Ahora hay una batalla que es más partisana. Hay una fase más bien de los años 40, en la II Guerra Mundial. Es más partisana en la configuración de nuevas realidades y de nuevas alianzas. Por tanto, estoy de acuerdo, se tiene que ser proactivo en los discursos, pero hay temas que son procesos más profundos que se tienen que producir también…

Y el tema de la clase es brutal. El lamento constante por la inexistencia o “debilidad” en el presente de la clase acaba convirtiendo esta clase en una “identidad”. De hecho, es irónico, gran parte de la reivindicación de este tipo de “obrerismo” se hace contra la extensión de las políticas de la identidad en la medida que se percibe que las mismas (es decir, la segmentación constante en diversos sujetos identitarios) han debilitado los “grandes” sujetos históricos de cambio, dividiéndolos (sean identidades nacionales, de género, de procedencia, etc.). Más allá de que la emergencia de estas identidades tiene que ver con condiciones reales de opresión, a pesar de que se quiera reducir su realidad a una operación neoliberal, lo más curiosa es que para atacar esta realidad se acaba convirtiendo la realidad de clase en una identidad más. No es que la realidad de clase no genere identidades obreras, que lo hace en diferentes fases históricas, es que la clase era y es una relación social que podía generar y convivir con diversas identidades cambiantes. Hay un libro de Seline Todd, El Pueblo, que es la historia de la clase obrera británica durante el siglo XX que es magnífico en este sentido. No hay ningún ejercicio de melancolía, ni ninguna construcción arquetípica en su obra donde muestra la clase obrera como un crisol de muchas realidades diversas y, de hecho, la grandeza de la relación de clase y conflicto de clase es cómo todo este crisol podía generar formas de identificación comunas y acciones sociales y políticas de transformación.

Referencia web original: https://debatspeldema.org/xavier-domenech-ahora-hay-una-batalla-que-es-mas-partisana/

Es verdad que vivimos una época muy de políticas identitarias y que muchas veces cuando se apela a este ataque a las políticas identitarias no te das cuenta que lo estás haciendo desde la reclamación de una identidad y también la cosificación de algo que no era una identidad, que era otra cosa. Y entonces, a partir de esta imagen que estás buscando, dices que no hay conflicto de clases, no hay conciencia de clase y te lamentas, pero en realidad lo estás haciendo a partir de una imagen que tú tienes. Que, además, es de cómo debería ser esta clase y esta conciencia. ¡Igual sí que hay conflicto de clases! Lo que pasa es que se expresa de formas muy diferentes a las que tú buscas. Por eso, por ejemplo, ahora mismo leer a E. P. Thompson puede ser más interesante para entender el conflicto de clases actual en muchas cosas que leer a autores que te hablan de la clase obrera industrial del siglo XX, aunque esta también siga presente en nuestra realidad actual, porque Thompson se estaba enfrentando a un contexto, salvando todas las diferencias, comparable, por ejemplo, a aquel texto magnífico que era Lucha de clases sin clases.”

EL ESTADO DE LA POBREZA. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2019. EAPN (octubre de 2020) (Informe completo, 244 pp.)

Informe exhaustivo sobre el estado y la evolución de la pobreza. Hay un Informe Ejecutivo de 28 pp. Selecciono varios datos:

“European Anti-Poverty Network (EAPN) es una Plataforma Europea de Entidades Sociales que trabajan y luchan contra la Pobreza y la Exclusión Social en los países miembros de la Unión Europea. La EAPN busca permitir que aquellas personas que sufren la pobreza y la exclusión social puedan ejercer sus derechos y deberes, así como romper con su aislamiento y situación, y tiene como objetivo principal situar ambas cuestiones en el centro de los debates políticos de la Unión Europea…

En primer lugar, como ya se venía anunciando en los últimos años, no solo no se cumplió el objetivo social especificado en la estrategia, sino que ni siquiera se consiguió recuperar la situación del punto de partida. A pesar de la evidente mejora de la tasa AROPE [En riesgo de pobreza y exclusión] y de sus tres componentes en los últimos cinco años, el indicador se quedó a 1,5 puntos porcentuales por encima del registrado el año de control especificado para la Estrategia (2008). En términos absolutos, si en el año 2008 había unos 10,8 millones de personas en AROPE, en 2019 hay 11,8 millones, lo que significa que, en lugar de reducir la tasa AROPE en 1,4 millones de personas, se incrementó en 1 millón de personas más….

En segundo lugar, los datos muestran que la recuperación macroeconómica proclamada a partir del año 2014 quedó lejos de alcanzar efectivamente a las personas…

La cuarta parte más pobre de la población ha perdido un 10,4 % de renta real y el resto ha perdido tres veces menos: entre el 2,2 % y el 3,8 % de renta real según el cuartil al que pertenezcan. En estas condiciones, no puede sorprender que la práctica totalidad de los indicadores no hayan recuperado las tasas que registraban en el año 2008…

En tercer lugar, lo más importante es lo que concierne al reparto de las consecuencias de la crisis económica. Por una parte, el fracaso de los objetivos asumidos en la estrategia EU 2020, redunda en un claro empeoramiento de las condiciones de vida de las personas más pobres y vulnerables, expresado principalmente en el aumento de las tasas de pobreza severa y de la brecha de pobreza, la tendencia al crecimiento de las diferencias basadas en el género y el incremento de la desigualdad territorial…

En este sentido, los datos muestran la incapacidad económica de un amplio porcentaje de población para afrontar una crisis de la envergadura que produce el coronavirus: llueve sobre mojado.”

Referencia web original: https://eapn.es/estadodepobreza/ARCHIVO/documentos/Informe_AROPE_2020_Xg35pbM.pdf

Una propuesta ineludible. Destaco la necesidad de fortalecer el poder de las mujeres y el poder de las clases populares, así como la aportación del feminismo sobre la importancia de la economía y la política social de los cuidados:

“La dualidad de servicios privados para las clases pudientes, y públicos (siempre escasamente financiados) para las clases populares, caracteriza todos los servicios del Estado del Bienestar en España, desde el sistema sanitario y el sistema escolar hasta los servicios de ayuda a las familias, que son los más infrafinanciados. Ello es reflejo de que las clases pudientes tienen mucho poder, y las clases populares muy poco. Insisto, no es solo el poder de género, sino el poder de clase lo que explica el subdesarrollo de los servicios de ayuda a las familias. Hay que subrayar, pues, que el poder de las élites y clases dominantes es una de las causas, junto con el poder de género, que explica del subdesarrollo y subfinanciación de estos servicios del Cuarto Pilar del Estado del Bienestar. Esta es la realidad, ocultada en los principales fórums del establishment político-mediático del país…

EEUU se caracteriza precisamente por tener muchos movimientos reivindicativos autónomos, que no se relacionan entre ellos. Es el país de los movimientos sociales, cada uno en favor de una causa, sin formar parte de una causa común. Es más, hay competencia entre esos movimientos para recibir la atención del Estado federal. No hay un movimiento transversal que los una, como podría ser un movimiento socialista, tal y como ocurre en los países escandinavos. Es más, en el caso del movimiento feminista estadounidense, sus dirigentes suelen ser mujeres con estudios universitarios y de clase media-alta, que interpretan la liberación como la integración de las mujeres en la estructura de poder. El movimiento NOW, el principal movimiento feminista, es muy grande. Y, sin embargo, las mujeres en general y las mujeres trabajadoras en particular tienen muy poco poder. De ahí que los servicios públicos de ayuda a las familias sean muy escasos…

Una de las grandes contribuciones del movimiento feminista español ha sido el poner de relieve la gran importancia de la economía de los cuidados para determinar la calidad de vida y el bienestar de la gente, así como la eficiencia y eficacia de la economía. Esta economía de los cuidados es la economía de lo que hacen predominantemente (y de forma desproporcionada) las mujeres: cuidar a la gente. Pero, dentro de esta economía de los cuidados, hay que resaltar el gran déficit que existe en los servicios de ayuda a los miembros más vulnerables de las familias, que son las criaturas y las personas mayores.

Referencia web original: https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2020/10/05/liberar-a-las-mujeres-y-mejorar-el-bienestar-de-las-familias-el-cuarto-pilar-del-estado-del-bienestar/

Las élites capitalistas españolas entre dos crisis. Albert Recio Andreu (28/10/2020)

Un clarificador ensayo (11 pp.) sobre los grupos de poder económico que mandan en España:

“Es perceptible que en cada fase de desarrollo, en cada periodo histórico existen sectores de capitalistas que representan los intereses hegemónicos del momento, que tratan de influir en las políticas bien directamente bien a través de apoyo a partidos políticos, medios de comunicación, centros de pensamiento, patrocinios… que sean útiles a sus intereses. Y es útil tratar de entender en cada momento cuales son los intereses dominantes, cuáles son sus estrategias y como tratan de influir en las dinámicas de desarrollo. Un análisis que ayuda a entender las dinámicas económicas en marcha y tratar de entender en qué medida responden a la influencia de estos grupos sociales hegemónicos. En las notas que siguen trataré de abordar tres cuestiones. En primer lugar, cómo se ha alterado el núcleo de estas élites en España tras la crisis de 2008. En segundo lugar, qué mutaciones ha tenido la estructura económica que favorezcan la formación de nuevas élites o la transformación de las viejas. Y en tercer lugar analizar qué mecanismos de influencia tienen, ilustrándolo en el caso de Barcelona…

La revisión de lo ocurrido los últimos diez años no cambia en lo fundamental la evaluación que hice anteriormente de las élites españolas. Estas se han adaptado con notable éxito al proceso de globalización optando por un modelo de especialización especialmente rentable para sus intereses. Un modelo en gran medida depredador y rentista. Una buena prueba de ello es que tras la crisis de 2008 el capitalismo español se rehízo en términos de producción mercantil y muy especialmente las clases pudientes han obtenido un notable avance en términos de su cuota de renta nacional. Por esto, en España han aumentado, a la vez, los ricos y los pobres. Es, sin embargo, un modelo de una enorme fragilidad en lo económico (muy dependiente del turismo), lo social (desigualdades, precariedad y pobreza) y en lo ecológico. La crisis de la Covid-19 ha mostrado todas sus carencias y la cuestión es ver si estas élites son capaces de maniobrar otra vez en favor de sus intereses o podemos entrar en un cambio sustancial de modelo que reduzca su poder. De ello depende el bienestar colectivo y la respuesta a la ya evidente crisis ambiental.”

Referencia web origibnal: https://www.fuhem.es/papeles_articulo/las-elites-capitalistas-espanolas-entre-dos-crisis/

Un comentario recordatorio del ilustre y poco reconocido pensador crítico. Selecciono un par de párrafos:

“Walter Benjamin forma parte de la Teoría crítica en sentido amplio, es decir, de esa corriente de pensamiento que se inspira en Karl Marx y que, a partir o en el entorno de la Escuela de Fráncfort, cuestiona no solo el poder de la burguesía, sino también los fundamentos de la racionalidad y de la civilización occidentales. Buen amigo de Theodor Adorno y Max Horkheimer, no cabe duda de que influyó en los escritos de ambos, sobre todo en la obra capital que es la Dialéctica de la Ilustración, donde encontramos numerosas ideas suyas e incluso, ocasionalmente, citas sin referencia a la fuente. Él también fue a su vez sensible a los principales temas de la Escuela de Fráncfort, pero se diferencia de ella por determinados rasgos que le son propios, y que constituyen su aportación específica a la Teoría crítica…

El pensamiento de Benjamin está profundamente arraigado en la tradición romántica alemana y en la cultura judía centroeuropea; responde a una coyuntura histórica precisa, la de la época de las guerras y revoluciones, entre 1914 y 1940. Sin embargo, los temas principales de su reflexión, y particularmente sus tesis Sobre el concepto de la historia, son de una asombrosa universalidad: nos proporcionan los instrumentos para comprender realidades culturales, fenómenos históricos, movimientos sociales en otros contextos, otros periodos, otros continentes.”

Referencia web original: https://vientosur.info/en-el-80o-aniversario-de-la-muerte-de-walter-benjamin-diez-tesis-sobre-su-aportacion-a-la-teoria-critica/

Un interesante estudio académico en el último número, 38(1)2020, de la revista Cuadernos de Relaciones Laborales de la UCM: Se ha intensificado la precariedad e inseguridad laboral, con mayor segmentación. Selecciono varios párrafos:

“De esta manera, el principal objetivo del trabajo es utilizar la teoría de la segmentación para explicar la evolución en el patrón de empleo, aportando evidencia sobre sus principales rasgos, y analizar cómo han cambiado las prácticas de gestión de la fuerza de trabajo en el empleo temporal tras las reformas laborales de 2010 y 2012.

La primera hipótesis a testar es si la introducción de esas políticas “flexibilizadoras” del mercado laboral han reducido la segmentación laboral y la inestabilidad, tal y como defendían sus proponentes y defensores (MEYSS, 2013) o, por el contrario, la reducción del empleo atípico se debió a factores coyunturales y se ha recuperado.

La segunda hipótesis que cabe plantear es si la flexibilización ha traído una mayor estabilidad (como se suele afirmar desde los planteamientos que identifican la dualidad con una excesiva rigidez contractual) o si, en realidad, han implicado un incremento de la rotación como consecuencia de una mayor intensidad en las prácticas de gestión de la fuerza de trabajo orientadas al uso de mano de obra “flexible” para ajustar las condiciones de la producción con menores costes y que se concentra en determinadas ocupaciones.

De confirmarse el aumento del empleo en figuras atípicas y una mayor rotación, existirá evidencia de que el impacto de las reformas laborales de 2010 y 2012 consistiría en haber propiciado un clima social en que las empresas tienen mayor influencia sobre la determinación de los salarios, la contratación y el despido, y la organización y contenido de los puestos de trabajo, y gracias a ese mayor control pueden imponer de forma más fácil un uso de la fuerza de trabajo en la teoría flexible y en la práctica inestable…

En conclusión, el perfil de la creación de empleo es claro, el empleo atípico tiene un fuerte carácter procíclico (crece en las expansiones y se reduce en las recesiones) y su tendencia es creciente. Asimismo, los cambios legislativos realizados en la última década no parecen ir asociados a una mejora de la estabilidad. Al contrario, en el período analizado (2006-2018) la rotación muestra haberse incrementado significativamente como consecuencia de una intensificación en las prácticas previas de gestión de la fuerza de trabajo en el segmento secundario.”

Referencia web original: https://revistas.ucm.es/index.php/CRLA/article/view/68871/4564456553372

Interesante libro ‘Los talleres ocultos del capital: Un mapa para la izquierda’ (205 pp.) de esta ilustre feminista. Merece la pena su estudio y debate. Destaca la interacción entre la crisis de la producción y la de la reproducción social y de los cuidados. Apunta, en forma de interrogantes finales, a un cambio global del orden social bajo el objetivo de la emancipación en alianza con la protección social. Selecciono varios párrafos significativos del avance editorial del cap. 4 (pp. 74/91):

“Los cuidados, que comprenden tanto trabajo afectivo como material y a menudo se realizan sin remuneración, son indispensables para la sociedad. Sin ellos no podría haber cultura, ni economía, ni organización política. Ninguna sociedad que sistemáticamente debilite su reproducción social logra perdurar mucho. Hoy en día, sin embargo, una nueva forma de sociedad capitalista está haciendo exactamente eso. El resultado es una enorme crisis no solo de los cuidados, sino también de la reproducción social en su sentido más amplio.

La «crisis de los cuidados» es mejor interpretarla como una expresión más o menos aguda de las contradicciones sociorreproductivas del capitalismo financiarizado. Entiendo esta crisis como uno de los componentes de una «crisis general», que incluye también vectores económicos, ecológicos y políticos, que se entrecruzan y exacerban mutuamente. El aspecto de la reproducción social forma una dimensión importante de esta crisis general, pero a menudo queda olvidado en los actuales debates, que se centran principalmente en los peligros económicos o ecológicos. Este «separatismo crítico» es problemático; el aspecto social es tan fundamental en la crisis general que ninguno de los otros puede entenderse adecuadamente haciendo abstracción de él. Sin embargo, también puede afirmarse lo contrario. La crisis de la reproducción social no es un elemento independiente y no puede entenderse adecuadamente por sí sola. ¿Cómo deberíamos interpretarla, entonces? Yo sostengo que la «crisis de los cuidados» es mejor interpretarla como una expresión más o menos aguda de las contradicciones sociorreproductivas del capitalismo financiarizado. Esta formulación sugiere dos ideas. En primer lugar, las actuales tensiones a las que están sometidos los cuidados no son accidentales, sino que tienen unas profundas raíces sistémicas en la estructura de nuestro orden social, que yo denomino aquí capitalismo financiarizado. No obstante, y este es el segundo punto, la actual crisis de la reproducción social indica que hay algo podrido no solo en la actual forma financiarizada del capitalismo, sino en la sociedad capitalista per se… Los déficits de cuidados que experimentamos hoy son la forma que esta contradicción adopta en esta tercera fase, la más reciente, del desarrollo capitalista. Para desarrollar esta tesis, propongo explicar primero la contradicción social del capitalismo como tal, en su forma general. En segundo lugar, esbozo su evolución histórica en las dos fases anteriores del desarrollo capitalista. Por último, sugiero interpretar los «déficits de los cuidados» de hoy en día como expresiones de la contradicción social del capitalismo en su actual fase financiarizada…

Como cada uno de sus regímenes predecesores, el capitalismo financiarizado institucionaliza la división producción-reproducción sobre una determinada base de género. A diferencia de sus predecesores, sin embargo, su imaginario dominante es el individualismo liberal y la igualdad de género: las mujeres se consideran iguales a los hombres en todas las esferas y merecen igualdad de oportunidades para realizar sus talentos, también –quizá en especial– en la esfera de la producción. La reproducción, por el contrario, se percibe como un residuo retrógrado, un obstáculo que impide el avance en el camino hacia la liberación y del que, de un modo u otro, hay que prescindir. A pesar de su aura feminista, o quizá debido a ella, esta concepción ejemplifica la actual forma de contradicción social del capitalismo, que asume una nueva intensidad. Además de disminuir la provisión pública y atraer a las mujeres al trabajo asalariado, el capitalismo financiarizado ha reducido los salarios reales, aumentando así el número de horas de trabajo remunerado que cada hogar necesita para sostener a la familia y provocando una desesperada pelea por transferir el trabajo de cuidados a otros. Para llenar el «vacío de los cuidados», el régimen importa trabajadores migrantes de los países más pobres a los más ricos. Típicamente, son mujeres racializadas, a menudo de origen rural, de regiones pobres, las que asumen el trabajo reproductivo y de cuidados antes desempeñado por mujeres más privilegiadas. Pero para hacerlo, las migrantes deben transferir sus propias responsabilidades familiares y comunitarias a otras cuidadoras aún más pobres, que deben a su vez hacer lo mismo, y así sucesivamente, en «cadenas de cuidados globales» cada vez más largas. Lejos de cubrir el vacío de los cuidados, el resultado neto es desplazarlo de las familias más ricas a otras más pobres, del Norte global al Sur global…

Las luchas en torno a los límites referentes a la reproducción social son tan centrales para la actual coyuntura como las luchas de clase en el ámbito de la producción económica. Responden, sobre todo, a una «crisis de los cuidados», que tiene sus raíces en la dinámica estructural del capitalismo financiarizado. Globalizado e impulsado por la deuda, este capitalismo está expropiando sistemáticamente las capacidades disponibles para sostener las conexiones sociales. Proclamando el nuevo ideal de familia con dos proveedores, atrae a los movimientos de emancipación, que se unen con los defensores de la mercantilización para oponerse a los partidarios de la protección social, ahora cada vez más resentidos y chovinistas…

¿Qué sigue a todo ello en la actual coyuntura? ¿Son las actuales contradicciones del capitalismo financiarizado suficientemente graves como para considerarse una crisis general y deberíamos, por consiguiente, prever otra mutación de la sociedad capitalista? ¿Galvanizará la presente crisis luchas de suficiente amplitud y visión como para transformar el régimen actual? ¿Podría una nueva forma de feminismo socialista romper el idilio del movimiento feminista predominante con la mercantilización y, al mismo, tiempo forjar una nueva alianza entre la emancipación y la protección social? Y de ser así, ¿con qué fin? ¿Cómo podría reinventarse hoy la división entre reproducción y producción y qué puede sustituir a la familia de dos proveedores?...

La senda de su resolución solo puede avanzar mediante una profunda transformación estructural de este orden social. Lo que hace falta, ante todo, es superar el rapaz sometimiento de la reproducción a la producción que tiene lugar en el capitalismo financiarizado, pero esta vez sin sacrificar ni la emancipación ni la protección social. Esto, a su vez, exige reinventar la distinción entre producción y reproducción y reimaginar el orden de género. Queda por ver si el resultado de todo ello será compatible con el capitalismo.”

Referencia web original: https://ctxt.es/es/20200801/Firmas/31887/Nancy-Fraser-covid-capitalismo-crisis-feminismo-socialismo.htm

El Trabajo Social necesita laicizarse, repoetizarse y repolitizarse. Luis Nogués Sáez (julio) Cuadernos de Trabajo Social 33 (2) 2020

Interesante entrevista sobre la problemática de los servicios sociales, con una crítica a la estrategia dominante neoliberal-tecnocrática-moralizadora. Un matiz es que no comparte el papel de la solidaridad o la reciprocidad como fundamento respecto del Estado de bienestar, las políticas sociales y de garantía de rentas, al menos por la alusión que hace a mi posición que, irónicamente, asimila a ‘teoría perfecta, equilibrada, moderada, intachable’. Destaco un párrafo:

“Si algo descubrí en el tiempo que formé parte del Área es que cualquier transformación de los servicios sociales pasa por llevar a cabo profundos cambios de la mentalidad de los trabajadores sociales, para lo cual es preciso empezar por comprender la estrategia que utiliza el neoliberalismo a la hora de gestionar la desigualdad social, y el papel asignado a los profesionales de la intervención social. Hay quien piensa que el neoliberalismo se ha humanizado y que ha abandonado sus intervenciones moralizadoras y disciplinadoras, pero no: simplemente ha optado por utilizar la técnica de camuflaje del calamar, ha incorporado el mundo de los afectos, de lo íntimo, de la comunión moral. Propone desplegar, simultáneamente y en paralelo, una doble lógica: un modo de gestión más objetiva, despersonalizada, modelizada y burocrática que articula una práctica de orden y coerción, y una segunda lógica personalizada, próxima, de hacerse cargo del desborde afectivo-emocional de los usuarios, creando un vínculo cariñoso que articula una práctica de cuidado y empatía individualizadora.”

Referencia web original: https://revistas.ucm.es/index.php/CUTS/article/view/69949/4564456553921

Síntesis del informe presentado a la Comisión parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica. Extraigo un párrafo:

“Existe la necesidad de, además de corregir el enorme déficit de gasto público que creó los déficits de recursos en las áreas sanitarias y sociales (repito, y que explica, en parte, la elevada mortalidad por coronavirus en España), ayudar a que estos servicios estimulen la economía. Para ello, lo primero que se debería hacer es invertir en el sector social para llegar al promedio de la UE-15, lo cual, como ya hemos indicado, supondría un aumento de alrededor de 49.300 millones de euros en todos los servicios públicos del Estado del Bienestar (80.500 millones para alcanzar la inversión sueca). En realidad, este aumento debería incluir la creación de algo más de tres millones de puestos de trabajo en las distintas áreas de los servicios públicos y en distintas formas de contratación. Ello implicaría un aumento muy notable del sector público (poco desarrollado en nuestro país), el cual debería ser priorizado en las inversiones para la reconstrucción social y económica del país.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2020/06/22/elementos-esenciales-pero-olvidados-de-la-reconstruccion-social-y-economica/

La “nueva” normalidad no puede ser una “nueva” precariedad. Joan Benach, Ramon Alòs y Pere Jódar (18/05/2020)

Un argumentado alegato contra la precariedad pasada, presente y futura, vestida de nueva normalidad. Selecciono varios párrafos:

“A finales de los años 70 del siglo pasado, sin embargo, las elites, las clases opulentas y sus organismos internacionales (OMC, FMI, BM, OCDE) optaron por globalizar, financiarizar y flexibilizar economías y trabajos. Ello implicó, por una parte, pérdida de soberanía de los países frente a las grandes multinacionales y financieras y, por otra, desocupación y precariedad. Presentando la precariedad como “solución” a la desocupación, han ido extendiendo ambas. Una estrategia de hegemonía política perfecta para defender sus privilegios e intereses. El hambre, penuria y deudas, junto a la presión ejercida sobre los sindicatos, y la “destrucción” del derecho y la protección al trabajo, han sido factores esenciales para que la población tuviera que aceptar trabajar por un menor salario, con mayor dependencia y mayor vulnerabilidad. Desde entonces, la desregulación y la flexibilidad promovida por las agencias internacionales y las políticas neoliberales abrazan nuestras vidas, hogares y familias. Durante un cuarto de siglo, gota a gota, la aprobación de decenas de reformas laborales fue degradando y precarizando las condiciones de empleo y trabajo en España, un proceso que se acrecentó con las políticas austericidas y reformas implantadas tras el shock de la crisis de 2008…

La lógica del tiempo y el espacio fordista se disuelve: se debe estar disponible para trabajar en cualquier lugar y momento y surgen nuevas formas de precariedad, disciplina y dependencia. Aparecen nuevas formas de gestión basadas en la disciplina del pago por tareas, proyectos, objetivos y resultados. La precarización se hace ubicua, afecta la situación laboral-contractual y la trayectoria laboral, mientras genera vulnerabilidad y desprotección. El empleo precario, inestable, inseguro, con derechos y protecciones limitados, borra la frontera entre situaciones de empleo (fijo, temporal, a tiempo completo y parcial), y entre situaciones ocupacionales (asalariados y autónomos, formales e informales, contratados y subcontratados, ocupados y subocupados). Al tiempo, el trabajo de reproducción de cuidados, social, política y económicamente indispensable, permanece oculto y sin reconocimiento, a la espera de que las mujeres practiquen el doble trabajo y la doble presencia…

La precarización del trabajo no es un destino o una fatalidad, sino el resultado de un régimen político y un modelo económico impuesto a conciencia para disciplinar en la sumisión. La excepcionalidad de esta pandemia ha generado el relato de una “nueva” normalidad que, caso de no poner en práctica propuestas radicalmente alternativas, recreará la “antigua” precariedad...

La “nueva” normalidad está aún por construir. Ante la progresiva destrucción de derechos laborales y la extensión global de la precarización, ante la desigualdad global y el reto crucial de hacer frente con urgencia a la crisis climática y ecológica, la pandemia puede ser una ocasión –quizás la última– para reivindicar la importancia decisiva de luchar por la democracia y la justicia social, dentro y fuera del medio laboral, y con ello proteger la salud y la vida. Sólo creando una gran mayoría social, unida, persistente e insobornable, capaz de construir una nueva hegemonía, parece posible que eso pueda llegar a suceder.”

Referencia web original: https://ctxt.es/es/20200501/Politica/32258/Joan-Benach--Ramon-Alos-Pere-Jodar-covid-nueva-normalidad-precariedad.htm

El enfoque de los mercados de trabajo segmentados: origen y evolución. Ana María Fernández Marín, Prudencio José Riquelme Perea y María López Martínez. Cuadernos de Relaciones Laborales, 38(1), 167-187 (2020)

Interesante ensayo (21 pp.) sobre la evolución, las teorías y la realidad actual de la segmentación del mercado laboral, de este número monográfico sobre el futuro de las relaciones laborales. Expongo el resumen:

“La relevancia económica del trabajo ha supuesto que su mercado se haya analizado desde todas las corrientes económicas. Desde mediados del siglo pasado, marxistas, keynesianos, estructuralistas y, especialmente, institucionalistas y estructuralistas latinoamericanos, han rechazado con rotundidad las hipótesis sostenidas por los clásicos, construyendo con sus aportes el enfoque de los mercados de trabajo segmentados. Un robusto marco teórico que integra las visiones sistémicas del proceso económico, interpretando la realidad desde las instituciones, la cultura, la historia o el proceso de producción para explicar las diferencias en salarios y condiciones laborales entre trabajadores de un mismo espacio socioeconómico y en un mundo globalizado. Este artículo pretende presentar el profundo desarrollo de este enfoque heterodoxo que han permitido explicar las desigualdades que presentan los mercados de trabajo y los desafíos a los que se enfrenta en la actualidad.”

Referencia web original: https://revistas.ucm.es/index.php/CRLA/article/view/68873/4564456553374

Capitalismo, reproducción y cuarentena. Silvia Federici (20/04/2020)

La importancia de la reproducción de la vida y el papel comunitario de las mujeres:

“Entonces podemos ver que la reproducción es el terreno estratégico fundamental para la construcción de un futuro, de una sociedad. Reproducción significa vida, significa futuro. Vivimos en un sistema capitalista que su problema fundamental, lo que lo hace insustentable, es que sistemáticamente se basa sobre la subordinación de la reproducción de la vida. La subordinación de nuestra vida, de nuestro futuro. Se basa en el lucro individual, en el lucro de las grandes compañías y corporaciones. Esto es el capitalismo. Se funda sobre la explotación del trabajo humano y la subordinación de nuestra reproducción. Se puede ver que todas las medidas políticas y económicas que ponen en acción están conformadas por esta finalidad.”

Referencia web original: http://lobosuelto.com/capitalismo-reproduccion-y-cuarentena-silvia-federici/?

Ese oscuro objeto de deseo. Cristina Garaizabal (6/03/2020)

Artículo donde se explica que ‘la censura no puede ser un instrumento de lucha feminista, y el Código Penal no es un buen aliado de las mujeres’. Selecciono su párrafo final:

“Apuesto por un feminismo inclusivo, radical, que cuestione las estructuras que reproducen la desigualdad, la exclusión y la marginación; que defienda firmemente las libertades para toda la ciudadanía y amplíe los márgenes de decisión de aquellos grupos más marginados y oprimidos; que tenga como centro a las personas excluidas y discriminadas por el sistema de géneros binarios; que apueste firmemente por la libertad sexual, sin moralinas o normativas que estigmatizan; y que tenga especial preocupación por los sectores más empobrecidos y excluidos del reparto de la riqueza.”

Referencia web original: https://ctxt.es/es/20200302/Politica/31266/sexo-deseo-feminismo-codigo-penal-cristina-garaizabal.htm

Largo, argumentado y clarificador diagnóstico. Destaco varios párrafos:

“Las desigualdades de renta familiar son mucho más grandes que las desigualdades individuales de renta. De ahí que la mujer que está en peores condiciones sea la mujer perteneciente a la clase trabajadora (incluyendo a lo que se llamaba el "ama de casa"). El gran aumento de las desigualdades ha afectado sobre todo a la mujer que pertenece a dicha clase, y ello tiene consecuencias para las familias. La polarización de las rentas individuales se reproduce como polarización de las rentas familiares, polarización que es incluso más acentuada entre las familias que entre las personas, debido a que entre las mujeres de las clases sociales de renta media-alta y alta hay más mujeres casadas e integradas en el mercado de trabajo, tienen menos divorcios y habiendo menos madres solteras, y tienen esposos con mayor cualificación y salarios que las mujeres de clase trabajadora. De ahí que esta polarización de rentas familiares sea más acentuada que las diferencias de renta individuales. Este crecimiento de las desigualdades de renta familiar explica que los niños, niñas y adolescentes de familias de clase trabajadora (sobre todo la no cualificada) cada vez estén más alejados a nivel socioeconómico de sus homólogos en las clases de renta superior, debilitándose las posibilidades del ascenso social que permitiría la famosa igualdad de oportunidades, que debería darse pero que no existe…

La recuperación de la democracia permitió cambios enormemente positivos para la calidad de vida de las familias, cambios liderados en su mayoría por las izquierdas del país. Entre estos cambios, uno de los más importantes fue el establecimiento del Servicio Nacional de Salud. Pero la incorporación del neoliberalismo en el argumentario y prácticas políticas de las corrientes mayoritarias dentro de las izquierdas retrasó e incluso revirtió algunos de estos cambios. De ahí que sea esencial que, además de revertir estos retrocesos, se amplíe tal Estado del Bienestar para mejorar la calidad de vida de las mujeres, de los hombres, de los niños y niñas, de los y las jóvenes y de los ancianos y ancianas. Pero ello no ocurrirá sin movilizaciones y la presión popular. La democracia representativa requiere de formas directas de presión que neutralicen la influencia de los lobbies conservadores que configuran el proceso de decisión de los gobiernos. La historia de España está llena de ejemplos.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2020/02/27/las-consecuencias-del-escaso-poder-de-la-mujer-en-espana/

Buen diagnóstico sobre los límites institucionales para el avance en la igualdad real de las mujeres, con una exigencia de políticas feministas efectivas:

“En la práctica, los planes de igualdad resultan, por lo general, un mero trámite a cubrir, ajeno comúnmente al conjunto de la plantilla -y también a las propias trabajadoras-, que ni tienen conocimiento de su existencia. En definitiva, en el mundo de las empresas -grandes, medianas o pequeñas- la legislación favorable a las mujeres tiene difícil acceso. Esas pequeñas proclamas de igualdad que suelen expresar los gobiernos alrededor del 8 de marzo no consiguen romper el muro empresarial que considera que “en mi empresa mando yo” y, menos aún, si a la vez se dictan -o se mantienen- leyes generales abusivas, como las últimas reformas laborales que, esas sí, tienen perfecta aplicación en cada empresa. Pues bien, si hoy nos planteáramos una conclusión, tras 12 años de la Ley de Igualdad en el ámbito laboral, en mi opinión, esta no puede ser otra que la de la necesidad de superar una legislación carente de verdadera voluntad de cambio. Seamos coherentes con nuestros deseos de combatir la discriminación femenina, legislemos la obligación de la adopción de medidas que realmente consigan pasar de la igualdad legal a la igualdad real. Ahí tiene este gobierno progresista un buen marco de trabajo. Cúmplase de verdad lo que la Ley de Igualdad señala como Objeto en su artículo 1, “hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres”.

Referencia web original: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/politicasfeministas-mercadolaboral-brechasalarial-discriminacionlaboral/20200210191542170990.html

Excelente monografía publicada por el CIS de esta profesora de sociología de la UNED. Es una amplia investigación sociológica cualitativa que aborda interesantes cuestiones sobre la experiencia (relacional) del movimiento feminista en España desde los años setenta. En particular, llama a superar los esencialismos y el construccionismo discursivo y profundiza en la problemática de su identidad colectiva a través de una ‘procesualidad radical’, basada en la interacción social y la participación democrática, valorando críticamente distintas teorías feministas y sobre los movimientos sociales. Es una buena base para abordar los cambios significativos de los últimos años, en un nuevo contexto sociopolítico, que modifican parcialmente la dinámica fragmentaria anterior: su impacto en la formación y el carácter de una corriente social feminista más amplia que la activista, el sentido y alcance transformador de la nueva dinámica feminista o su consistencia sobre unos ejes sustantivos (contra la violencia machista y las brechas de género…) y no solo expresivos, que han polarizado u acción. Es decir, avanzar en el hilo conductor de libro: interpretar al sujeto (social) colectivo del feminismo y sus perspectivas. Expongo su presentación:

“¿Cómo se conforman hoy las identidades (colectivas) cuando todo parece indicar que carecemos de soportes para su construcción, de teorías que expliquen esas construcciones y cuando la propia categoría quiebra? ¿Cómo se construyen las identidades en un movimiento, el feminista, que, en muchas de sus expresiones, desactiva la noción misma de identidad? Este libro se propone encarar estas preguntas a partir de un trabajo empírico de carácter cualitativo sobre las movilizaciones feministas contemporáneas en el Estado español. Pero aspira, al engarzar con discusiones teóricas amplias, a hacer una propuesta teórico-analítica que sirva para el estudio de otras identidades colectivas. Las identidades (feministas) en proceso constituyen esa propuesta.

El texto plantea los límites de una concepción de la identidad colectiva únicamente como definición aportada por un movimiento que es tomado como objeto dado, como axioma. Esto permite un triple movimiento: primero, desobjetivar la noción de movimiento social y apostar por la de movilizaciones feministas; segundo, proponer que las identidades no son ya modelos a los que los sujetos deban convertirse o alternar, sino que los sujetos y sus identidades son el resultado inconcluso de la incorporación y articulación de experiencias diversas, y, finalmente, apostar por radicalizar la procesualidad de las identidades colectivas a través de las reiteraciones relacionales y las activaciones emocionales. Los sujetos y sus identidades son hoy procesos inacabados, materializaciones y sedimentaciones parciales; búsquedas o ensayos permanentes de construir un sentido nunca definitivo del «nosotras»”.

Referencia web original: https://www.academia.edu/41323244/Identidades_en_proceso._Una_propuesta_a_partir_del_an%C3%A1lisis_de_las_movilizaciones_feministas_contempor%C3%A1neas

Introducción al número monográfico de la revista académica Cuadernos de Relaciones Laborales, nº 37(1) 2019. Transcribo su Resumen que ilustra el enfoque de este importante tema del impacto de las nuevas tecnologías en el empleo y la vida:

“Como introducción al monográfico de este número, este artículo rastrea el ‘estado del arte’ de los debates sobre los efectos de los procesos de digitalización y robotización en el futuro del trabajo y del empleo. Revisa críticamente dos enfoques dominantes sobre si se va a producir un futuro desempleo tecnológico masivo o si, por el contrario, se producirá nuevamente un desplazamiento de la fuerza de trabajo a nuevos empleos con tareas y cualificaciones digitales, con ganadores y perdedores de la digitalización. Un primer enfoque es denominado digitalización de sustitución, que plantea la inevitabilidad de un masivo desempleo tecnológico por las disrupciones laborales de las nuevas tecnologías digitales (e Industria 4.0), que acabarán con múltiples ocupaciones y sus empleos, que serán automatizados.

Un segundo enfoque alternativo será denominado como digitalización de tareas, centrado en plantear que la digitalización no elimina ocupaciones completas sino tareas específicas de los puestos de trabajo, potenciando la eliminación de algunos empleos y la creación de nuevos puestos de trabajo que permitirán el incremento del empleo global. Se enfatizará que ambas perspectivas coinciden en la aparición de perdedores y ganadores de la digitalización, con la necesidad de intervenir en los sistemas de formación y reciclaje del factor humano. Por último, se planteará una estrategia de diseño tecnológico de digitalización de integración, basado en plantear la industria 4.0 como una oportunidad para reforzar el uso colaborativo de las nuevas tecnologías digitales con la recualificación del factor humano.”

Referencia web original: https://revistas.ucm.es/index.php/CRLA/article/view/66037/4564456552272

Interesante ensayo del sociólogo alemán en New Left Review 118 (2019) donde explica las distintas etapas de la política social europea: etapa 1, Planificación sectorial en economías mixtas; etapa 2, Federalismo del estado del bienestar; etapa 3, El capital se impone de nuevo; etapa 4, Europa en la tercera vía; etapa 5, La política social, subsumida; y 6, Perspectivas de futuro. Señalo sus conclusiones sobre el debilitamiento del ‘modelo social europeo’:

“Las políticas sociales europeas han experimentado un continuo vaivén, cambiando con la dinámica de la economía capitalista, de las relaciones de poder entre el capital y el trabajo, así como al hilo del tamaño y la heterogeneidad de «Europa» como entidad política. Lo que se estableció como un ejercicio internacional en la gestión pública tecnocrática de sectores económicos específicos se convirtió durante un corto periodo de tiempo en un proyecto de construcción del Estado del bienestar socialdemócrata, lo cual desafió y fue posteriormente desafiado por el proyecto de construcción neoliberal de un mercado supranacional, que para entonces había comenzado a surgir de la crisis de la economía mixta característica del capitalismo administrado por el Estado de la Europa de posguerra.

Ese conflicto se resolvió en la década de 1980 a favor de la construcción supranacional del mercado con el advenimiento del «mercado interno» en 1992 y la introducción de la moneda común carente de Estado a fines de la década, lo cual constitucionalizó el «déficit democrático» de la Unión con respecto de la política monetaria, a escala supranacional, y de la política fiscal, económica y social en los Estados miembros. A ello se sumó en la primera década del nuevo siglo un proyecto de construcción imperial, que utilizó el apoyo financiero y fiscal a los países periféricos para atraerlos a la órbita del centro de Europa occidental, ayudando a «Occidente» a extender su periferia hasta las fronteras de Rusia.

La política social europea actual ya no es un campo de política («relativamente») autónoma impulsado por intereses en conflicto, por débiles y limitados que fueran, con los imperativos de la acumulación de capital. En lugar de retrasar o modificar el curso del desarrollo capitalista, la política social europea, en sus muchas y diversas versiones, se vio envuelta en la crisis general de la acumulación capitalista y del sistema estatal de posguerra, y más recientemente en la batalla por un orden posneoliberal y, de hecho, por el futuro del capitalismo. ¿Qué pasará con la política social europea, dada su actual condición de crisis y debilidad, ahora que se ha estancado el proceso de «integración europea» de posguerra? Depende de lo que llegue a ser el sistema estatal de Europa occidental dada su sobre-extensión, su frustrada ambición de centralización tecnocrática, sus disparidades cada vez mayores entre regiones y Estados, la creciente desigualdad de sus ciudadanos y las ambiciones geopolíticas de París, Berlín y, de un modo diferente, Bruselas. Sin embargo, lo que parece claro es que el proyecto, que se remonta a la década de 1970, de un Estado del bienestar a escala europea, que otorgaba contenido político a un supuesto «modelo social europeo», ha llegado a su fin.”

Referencia web original: https://newleftreview.es/issues/118/articles/progressive-regression.pdf

Concienzudo y crítico informe del coordinador de ecología política de Attac. Selecciono unos párrafos de esta segunda parte. Abajo las referencias de la 1ª y la 3ª parte.

“El Capitalismo aunque se tiña de verde no puede superar su base fundacional como es la de necesitar un crecimiento permanente en un planeta de recursos finitos… Esta financierización de la naturaleza está impulsada por un supuesto ambientalismo que en nada preocupa la naturaleza sino los negocios privativos que de ella podrían extraerse, y que caen en manos de agentes financieros cuya preocupación es la de monetarizar y mercantilizar unos «servicios y bienes» ecológicos con independencia de la nula seriedad científica en que se basen las valoraciones, y con el único objetivo de crear un nuevo mercado especulativo con otras herramientas aunque dé igual que lo que esté en juego sea el futuro común. Se trata de una nueva burbuja ambiental y climática que no solo no resuelve los problemas ambientales sino que los incentiva, pues es la degradación ambiental la que genera las expectativas de negocio. Es obvio que esta especulación financiera distorsiona y dificulta la eficacia de las políticas de reducción de gases de efecto invernadero…

La realidad es que a más capitalismo, mayor probabilidad de desastres naturales por la desregulación que conlleva, incrementando incluso posibles riesgos fiscales en los Estados, pues cuando los costes de corrección de los efectos ambientales son excesivamente caros para la cuenta de resultados de las empresas, estas transfieren el costo al Estado como en su momento ocurrió con los desmanes financieros. Es la lógica misma de este sistema: socialización de los costos, privatización de las ganancias, en este caso también a nivel ambiental…

La cuestión es de nuevo: ¿Qué New Green Deal?. La cuestión en sí es plantear si esta inversión no sea una vez más una herramienta lampedusiana (cambiar todo para que nada cambie) que suponga un cambio tecnológico a nivel energético sin modificar el modelo en sí mismo. Un New Green Deal que pretenda realmente ser transformador debe mirar hacia un proceso transicional promoviendo la descentralización completa del modelo energético, empoderando a la ciudadanía y potenciando sus elementos de coordinación más allá de las grandes corporaciones de producción y distribución energética, incentivando también acciones de economía social y de cercanía que están emergiendo como nueva punta del iceberg.”

Referencia web original: https://blogs.publico.es/otrasmiradas/26597/mercantilizacion-financiera-y-crisis-climatica-ii/